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 Padre Dios Todopoderoso, fuente de la salud y del consuelo, que has dicho "Yo soy el  que te da la salud" (Exodo 15,26): 
Acudimos  a ti en este momento en  el que, por la enfermedad, experimentamos la fragilidad de nuestros cuerpos (o: "esperimentamos la fragilidad de los cuerpos de quienes amamos").  
Ten piedad Señor de los que estamos sin fuerza, "devuélvenos la salud y quedaremos sanos". Has efectivos los tratamientos médicos (cf Ec 38, 1-15). Líbranos de los efectos secundarios de la medicina y haz lo que la medicina no puede hacer.  
Realiza un milagro de tu Amor y concédenos la salud del cuerpo, la paz en la mente y en el alma, para que libres de toda enfermedad  y recobradas las fuerzas, podamos servirte mejor asi como a nuestros hermanos y, pase lo que pase, danos fortaleza y esperanza.  
Lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesucristo, con la Virgen María nuestra Madre, orando en la fuerza del Espíritu Santo, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 
(d.a.) 
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