Pagina principale  |  Contatto  

Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

Amigosdeaquiydeallacompartiendo
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 General 
 ♥.·:*BIENVENIDO AL GRUPO*:·. ♥ 
  
 Presentate aqui 
  
 Cartelitos para responder 
 Dia de la semana 
  
 Amparito--clase psp 
 Tutoriales varios 
  
 Poemas 
 Reflexiones 
 Fondos listos 
 Retos 
 Hogar-Varios 
 Buzones personales ... 
  
 
 
  Strumenti
 
General: IMPUSO SEXUAL
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 1 di questo argomento 
Da: Asesino de Corazones  (Messaggio originale) Inviato: 05/11/2010 00:23
Padre, perdóneme porque he pecado (Voz femenina).

- Dime, hija, ¿cuáles son tus pecados?

- Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mí, pobre pecadora.

- ¿Cómo es eso, hija?

- Es que cuando hablo con un hombre tengo sensaciones en el cuerpo que no sé como describirlas...

- Hija, por favor, que también soy un hombre...

- Sí, padre, por eso vine a confesarme con usted.

- Bueno hija, ¿y cómo son esas sensaciones?

- No sé cómo explicarlas. Por ejemplo, ahora mi cuerpo se rebela a estar de rodillas y necesito ponerme más cómoda.

- ¿En serio?

- Sí, quiero relajarme y quedarme tendida...

- Hija, ¿tendida cómo?

- De espaldas al suelo, hasta que se me pase la tensión...

- Y qué más?

- Siento como que tengo un sufrimiento que no le encuentro acomodo.

- ¿Y qué más?

- Como que espero un poco de calor que me alivie...

- ¿Calor?

- Calor, padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer...

- ¿Y cuán frecuente es esa tentación?

- Permanente, padre. Por ejemplo, ahora me imagino que sus manos sobre mi piel me darían mucho alivio...

- ¡Hija!

- Sí, padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerte me estruje entre sus brazos y me dé el alivio que necesito...

- ¿Por ejemplo yo?

- Por ejemplo, usted es la clase de hombre que imagino me puede aliviar.

- Perdóname , hija mía, pero necesito saber tu edad...

- Setenta y cuatro, padre.

- ¡Ay, hija, vete en paz y no estés jodiendo; lo tuyo es reumatismo!...


Primo  Precedente  Senza risposta  Successivo   Ultimo  

 
©2025 - Gabitos - Tutti i diritti riservati