Solo guardame, sienteme,viveme,
como lo hago yo contigo.
Déjame encontrarme en tus ojos, en tus manos,
en tu piel, en tu alma amándote.
Imagina que te abrazo con una realidad
tan sólo separada por kilómetros,
pero unida por un sentimiento.
Déjame encontrar en ti mi paraíso.
Uno que me ha redimido de tantos pesares
por ser un paraíso único.
Déjame reencontrarme en ti,
y habitar en tu corazón y tu cuerpo.
Déjame colmarte de pétalos,
tersuras y crepúsculos.
Es por eso que, a pesar de distancias
y tal vez partidas sin retornos,
nunca habrá despedidas entre nosotros.
Nunca habra una despedida
por que tu habitas en mi corazón.
En mi cuerpo y en mi mente.