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ORACIÓN PARA SER UNA VIEJITA LEGAL

(oración diaria, ECUMÉNICA, aconsejáble por mañana y noche)

Óh Señor, tú sabes mejor que yo que estoy envejeciendo cada día. Siendo así,
Señor, librame de la tontería de creer que debo decir algo, en toda y cualquier
ocasión.
Librame, también, Señor, de este antojo enorme que tengo de querer poner en
orden la vida de los otros.

Enseñame a pensar en los otros y ayudar, sin jamás imponerme sobre ellos, aún
considerando con modestia la sabiduría que acumulé y que pienso sea una lástima
no pasar adelante.
Tú sabes, Señor, que deseo preservar algunos amigos y una buena relación con
los hijos, y que sólo se preserva los amigos cuando no hay intromisión en la
vida de ellos.
Librame, también, Señor, de la tontería de querer contar todo con detalles y
minucias y dame alas para volar directamente al punto que interesa.
No me permitas hablar mal de alguien. Enseñame a hacer silencio sobre mis
dolores y enfermedades. Ellas están aumentando y, con eso, la voluntad de
describirlas va creciendo cada año que pasa.

No oso pedir el don de oír con alegría la descripción de las enfermedades
ajenas; sería pedir mucho.
Pero, enseñame, Señor, a soportarlos con paciencia.
Enseñame la maravillosa sabiduría de saber que puedo estar errada en algunas
ocasiones. Ya descubrí que las personas que aciertan siempre son desagradables.
Pero, sobre todo, Señor, en esta plegaria de envejecimiento pido: manténme de
lo más amable posible.
Libradme de ser santa. Es difícil convivir con santos !
Pero una vieja rabugenta, Señor, es obra prima del diablo.

Amén!!!