Este tratamiento implica ejercicios para mejorar la circulación, un baño y masajes para que retornen a su estado normal.  Para el baño, puedes preparar un infusión que contenga 3 gotas de lavanda; 2 gotas de manzanilla; 10 ml de aceite de girasol o de almendras.

Esta mezcla se aplica de la siguiente manera: Primero, uno de tus pies, debes  sostenerlo con la mano derecha mientras con la izquierda masajea la planta y el empeine. Deslizar los nudillos sobre la planta y, utilizando los pulgares, presiónela con firmeza.

Luego, masajea cada dedo frotándolo. Luego pellizca la punta de las uñas, así estimularás la circulación y suavizarás los dedos.

Como ejercicio, sujeta el pie con la mano izquierda y toma los dedos con la derecha. Estíralos hacia atrás y adelante para aliviar la tensión y aumentar la flexibilidad.