|          EL AÑO NUEVO 
 ******* 
 Soy el Año Nuevo, 
 vengo a ti puro e 
 inmaculado; acabo de salir 
 de las manos de Dios. 
 Cada día es una perla 
 de gran precio que te es 
 concedida para que la 
 ensartes en el hilo de 
 plata de la vida. 
   
 Una vez ensartada, 
  ya no puede desenhebrarse 
 jamás; queda allí como un 
 testimonio inmortal 
 de tu fe y de tu destreza. 
   
 Debes fundir entonces, cada 
 minuto, como eslabón dorado 
 a la cadena eterna de las horas. 
   
 En tus manos te han sido 
 entregados riqueza y poder 
 para hacer de tu vida 
 lo que quieras. 
   
 Te doy, libremente y sin 
 reservas, doce meses gloriosos 
 de lluvia refrescante como 
 una caricia y de luz 
 de sol con fulgores de oro. 
   
 Los días, para trabajar y 
 recrearte en la belleza 
 de las cosas; 
 las noches, para que duermas 
 con un sueño tranquilo. 
   
 Todo lo que tengo te doy 
 con amor que no 
 puede definirse. 
   
 Todo lo que te pido es que 
 no permitas que nadie, 
 profane tu fe ni 
 oscurezca tu visión.                         |