Suena imposible, ¿verdad? Las arañas respiran aire, viven en tierra firme o entre plantas.
Pero resulta que la naturaleza acaba de romper todas las reglas que creíamos conocer.
Existe una araña, la Argyroneta aquatica, que ha desarrollado una ingeniería que te va a volar la cabeza. Esta pequeña genio teje una campana de seda perfecta, la ancla a plantas acuáticas y luego hace algo increíble: transporta burbujas de aire desde la superficie usando pelos especializados y las libera dentro de su campana.
El resultado: una casa submarina completamente funcional donde respira, caza, se alimenta y cría a sus hijos. Como si fuera un submarino biológico.
Lo más flipante es que el oxígeno se renueva parcialmente por difusión desde el agua, permitiéndole vivir permanentemente sumergida. Millones de años antes de que inventáramos las campanas de buceo, esta araña ya había perfeccionado la tecnología.
Y nosotros pensando que éramos los únicos ingenieros del planeta. La naturaleza siempre nos lleva ventaja.