Jove1947 Nuevo usuario
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Poesía colonial argentina. Luis de Tejeda
EL PEREGRINO EN BABILONIA
Luis José de Tejeda y Guzmán
(Fragmento, estrofas 314 a 318 y 320)
...
Sentenciasteis a Lucinda
por despojo de la parca
y halleme en su entierro yo
con sola el alma enlutada.
Contemplando iba en su cuerpo
que yo con otros llevaba
cuanto aja un soplo mortal
la flor más fresca y bizarra.
Conquistaron mi escarmiento
difuntas aquellas armas
que municiones de rayos
fueron de amor en la aljaba.
Dejé prados y florestas
y mi pena solitaria
me empeñó sin saber cómo
en un piélago de zarzas.
...
Y así de un verde sauce
a la sombra siempre infausta
me senté a llorar despacio
sin saber por qué lloraba.
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Jove1947 Nuevo usuario
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RE: Poesía colonial argentina. Luis de Tejeda
Luis José de Tejeda y Guzmán nació en 1604 en Córdoba del Tucumán, provincia entonces dependiente del Virreinato del Perú, hijo de Juan de Tejeda y Mirabal y Ana María Guzmán, hijos ambos de acompañantes de Jerónimo Luis de Cabrera en la fundación de Córdoba. Por vía paterna, una de sus bisabuelas era una indígena santiagueña y por vía materna, estaba emparentado con Santa Teresa de Ávila. Estudió en el Colegio Máximo obteniendo el bachillerato en artes en 1623.
Por imposición paterna, a los veinte años contrajo enlace con la joven riojana Francisca de Vera y Aragón. La falta de amor por su cónyuge obligada lo condujo a serle infiel y a llevar una vida disipada.
En 1625 le fue concedida, por herencia de su abuelo y sus propios méritos al servicio de la Corona española, la Merced de Cosquín, donde ese año inició la estancia del mismo nombre, origen de la actual Ciudad serrana.
Enrolado en las armas, fue capitán de infantería y actuó en la defensa de Buenos Aires contra piratas portugueses y holandeses.
De regreso en Córdoba ejerció distintas funciones públicas hasta que, por despotismo y arbitrariedad en sus procedimientos, la Audiencia dispuso su prisión y la confiscación de sus bienes. Tras vivir prófugo en las sierras, en 1663, fallecida ya su esposa, entró como novicio en el convento de Santo Domingo y en 1666 profesó, viviendo allí sus últimos años hasta su fallecimiento en 1680.
De su obra, hasta hoy se conoce solo la escrita en el convento. Olvidada muchos años, Ricardo Rojas redescubrió sus manuscritos en 1915 y los publicó bajo el título "El peregrino en Babilonia".
En su obra autobiográfica, en verso, Tejeda consideraba su vida secular como una larga peregrinación hacia Jerusalén, la ciudad santa, desde:
"La ciudad de Babilonia,
Aquella confusa Patria,
Encanto de mis sentidos,
Laberinto de mi alma" (1)
Dice Héctor Rico: "De ese modo construyó poéticamente dos orbes opuestos, uno del pecado, Babilonia y otro de la virtud, Jerusalén" (2).
El resto de su obra es, en su mayor parte, de tono religioso. La principal se denomina "Soledades", llamando así a los dolores de la Vírgen y a los de la Pasión. Recibió la influencia de Lope de Vega y muy especialmente, de Góngora. Ha sido criticado, precisamente, por su culteranismo.
Es considerado el primer poeta argentino y "el precursor de nuestra tradición lírica" (3)
Lo que más me ha conmovido de su poesía es la hispanidad de su estilo y la referencia paisajística local -en este extracto, en la cita del sauce, árbol tan frecuente en estas tierras-, en torno a un tema universal.
Un fuerte abrazo
Jove
(1) En Los Fundadores, Nº 4, Colección Capítulo, pág. 69, Centro Editor de América Latina, Bs. As., 1979.
(2) Rico, Héctor, Luis Tejeda, el Peregrino en Córdoba, Bs.As., febrero de 2005, en:
www.revistaair.net/LuisdeTejeda.htm
(3) En "Capítulo, Historia de la literatura argentina", t. 1, pág. 142, Centro Editor de América Latina, Bs.As., 1979
Bibliografía: cit. y www.infopais.com.ar/info/sitios/sit[....]ccion=16&pagina=hs/canal.php&idc=14
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