La Monumental de Barcelona cierra definitivamente - Andalucia te Abraza

El domingo 25 de septiembre pasado, los matadores de toros José Tomás y Serafín Marín, cosecharon sendos triunfos, saliendo a hombros de la Monumental de Barcelona. En el último festejo taurino que se iba a celebrar en ese centenario coso. Por así haberlo acordado el parlamento catalán, en votación democrática en el verano de 2010.

Conjugándose antes, durante y después del festejo. Una serie de reivindicaciones, sentimientos y pasiones tanto artísticas, políticas y sociales. Entre los partidarios o no a la celebración de festejos taurinos en Cataluña.

De momento, es obvio que ha triunfado la política nacionalista catalana. Debido a que por imperativo legal y democrático. Esa normativa entrará en vigor a primeros de 2012.

Pero, los taurinos catalanes y del resto de España. Muy especialmente también los diferentes gremios de profesionales directos e indirectos que configuran el toreo. Tienen la esperanza de que, tras las próximas elecciones generales del 20 de noviembre.

De ganarlas el Partido Popular, como así se vislumbra según todas las encuestas hasta la fecha. Cabe la posibilidad de que el Gobierno estatal español, recupere las competencias taurinas. Porque actualmente las tiene transferidas a las diferentes comunidades autonómicas.

Por consiguiente, los catalanes son actualmente soberanos de votar a favor o en contra de cualquier tema que les competa. De acuerdo a lo establecido en el Estatuto Catalán y en las normas constituyentes españolas.

No debiéndose rajar nadie las vestiduras, y menos los profesionales del mundo del toro. Ya que la Fiesta en Cataluña estaba en la UVI agonizando. Y salvo el revulsivo que hizo el maestro José Tomás por la Fiesta. Tras su dos últimas reapariciones. Apoyando a la Tauromaquia en el más amplio sentido. Llegando incluso a exponer su vida por la continuidad y pureza de la misma.

El gran maestro de maestros José Tomás

Sin embargo, una mayoría de los profesionales, bajo mi modesto entender, poco han hecho por la promoción y transparencia de la misma. Yendo a contracorriente de lo que la Fiesta necesita y requiere para su supervicencia. Habiéndose quedado caduca, trasnochada y anclada en lo rancio de su pasado.

Y por ende, determinados profesionales del mundo del toro, y la clase sin clase política española alguna, de cualquier doctrina o signo. Son proporcionalmente en mayor o menor medida. Los principales culpables de haberse llegado a esta situación.

Y eso así, porque la decadencia política, social, económica y de valores que sufre España, la percibe simultáneamente también la Fiesta. Causas para que el filosofo Ortega y Gasset llegara a decir en su día: “La historia del toreo está ligada a España, tanto, que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda”.

Por consiguiente, no seré el que me ponga a llorar. Por la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, ni en cualquier otro lugar. Ya que los más antitaurinos, son un determinado número de profesionales que la integran.

Puntilla - pintura sobre lienzo
de José Salgueor Duarte