Mis mejores poemas son escritos a mano,
por dos palmas en llamas, diez plumas elocuentes,
sobre el pulido folio de un organismo humano
que responde a mis versos intimos, sugerentes.

Breveria Nº 1313, de FAH

Fue una mañana   Fue una mañana limpia y, literaria. Su rostro era exigencia de soneto, y yo le eslabone, largos, carnales, catorce besos de la frente al cuello. Se los improvise, sin detenerme a recibir inspirador aliento de las musas. Su codice temblaba a cada rafaga de verso inadito. Quiso mas poesia, y le imprimi una octava en cada seno, rimas alternas completando circulos en torno a los pedinculos erectos. Y hube de repetir las trayectorias conc�ntricas y mansas verso a verso. Se le antojo la brevedad sencilla de un pareado sobre el vientre, viendo en ascension la alondra del lirismo, y en progreso la sierpe del deseo. Y lo escribo con mano temblorosa, y con labios de petalos. Y me rogo un poema interminable, como las epopeyas que escribieron los rapsodas de ayer, para sus muslos subitamente abiertos. Y lo empece en cronologia inversa, alargando la historia, a paso lento. Fui recorriendo siglos y paisajes, cada cual mas distante, mas esplendido, de los rios de luz a las cavernas, del alto paramo al desfiladero. Llegue por fin, febril y sudoroso, milenio tras milenio, al umbral palpitante de la vida, en la cuna del tiempo, cuando un arbol prohib�a sus manzanas, y una mujer rompia el mandamiento. Siempre desarrollando mi poema, siempre a golpes de verso. Percibi sus primeras pulsaciones y explore sus misterios. Segui avanzando por su mundo oscuro, y llegue a ver formarse el universo en c�smica explosion. Aun en mi oido llevo su resonancia y su recuerdo. Fue una mañana como viera el mundo hace tantos milenios. Los Angeles, 27  de  julio  de  2007