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Gaiden: Gaiden: Deseos de Venganza
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| De: Mythic Saint (Mensaje original) |
Enviado: 27/03/2012 06:58 |
Desde hace algunos días extrañas imágenes se forman en ciudades del este de España provocando que los pobladores desaparezcan sin dejar rastro alguno como si fuesen llevados a algún sitio misterioso. Varios caballeros de bronce y plata fueron enviados a investigar pero nunca regresaron e incluso su cosmos se dejó de sentir abruptamente, por esa razón es tu misión, El Cid de Capricornio, debes ir lo más pronto posible a descubrir lo que sucede. Lo que te puedo decir es que el movimiento de las estrellas anuncian un mal presagio que nunca antes había visto o sentido, de hecho, pude sentir un cosmos que me hizo sentir extraño, una energía que ni en la anterior guerra santa pude sentir. Esa energía es muy perversa y no pertenece a ningún espesctro de Hades.
Adversario: Japeto de las Dimensiones encerró parte de su alma en el cuerpo de un humano que ahora está causando destrucción en lo que es parte importante de un plan. Su energía divina no se encuentra despierta totalmente y está de manera pareja a la de un santo de oro.
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Iapetosu.
**Las estrellas del cielo nocturno titilan débilmente como si se encontraran aterrorizadas por algún suceso que ocurre sobre la faz de la Tierra en donde una de las principales ciudades del este de España se ve bajo el asedio de incontables rocas de gran tamaño que recaen cual si fueran meteoritos sobre los edificios que forman parte del paisaje urbano del sitio que ahora se ve poco a poco reducido a un montón de escombros que se entremezclan con varios trozos de cristales pertenecientes a ventanas reventadas por la terrible presión y grandes trozos de rocas de consistencia rígida y una coloración oscura nunca antes vista en las inmediaciones del sitio en cuyo edificio principal se muestra sentada la figura de un hombre cuya cabellera se encuentra extrañamente despeinada y desprolija, siendo su rostro oculto por la profunda oscuridad de la noche que solo permite ver un par de ojos insanamente enrojecidos que observan con deleite la destrucción causada junto a un extraño simbolo en medio de ambos el cual destella un color violeta innatural y místico como la naturaleza divina de los Dioses del Olimpo* |
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El Cid de Capricornio
**Es aquella oscuridad que abraza a cada ser terrenal bajo un techo penumbroso con escasos astros en el mismo pero tan diminutos como si le tuvieran pánico algún suceso que se presenta en alguna parte del mundo, y así mismo en Europa en la nación del este de España, corrompiendo la tranquilidad de la noche por un suceso de lo más extraño, donde rocas del tamaño de asteroide bajando de gran altitud con celeridad por el firmamento convirtiendo la zona en escombros, escuchándose gritos de personas inocentes que piden auxilio y gritos de dolor de otros que mueren al instante que las explosiones detonan exhibiéndose por esas enormes rocas al hacer tacto con el suelo y justamente donde se abre paso al sendero que da al Edificio más prominente de la Ciudad, se ve un perfil oculto en las sombras de la destrucción, pero delineando unas partes de su ser por aquellas llamas que incineran todo lo que tocan, gracias a la luminosidad que engendran, Caminando con un gran porte fino y elegante siguiéndole el paso una blanca capa que reposa en las hombreras y se sostienen con unos corchetes dorados, provenientes de aquella hermosa pero gruesa armadura echa de oro puro desde la época del mito alimentada con la esencia del sol, dirigiéndose paulatinamente a una figura incógnita que yace sentada a gran distancia** |
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Jigai Iapetosu
**La aparición de aquel caballero revestido en oro causa una ligera sonrisa en el rostro de aquél ser que continúa mostrandose gustoso por la destrucción impuesta por sus terribles poderes -Jhm.. ya era hora... resulta aburrido estar aquí sentado, viendo como esos insignificantes humanos no hacen nada por sus miserables vidas... tan sólo correr y pedir auxilio... ¿Auxilio de quien, eh? ¡¿De quien?!- exclama como si una cólera inconmensurable quemara sus vísceras desde tiempos inmemoriales para finalmente dejar paso a una tenue aura que le rodea con un color violáceo similar al de la armadura que reviste su cuerpo entero para finalmente expresar -Bien, es hora de comenzar a divertirse- y así sin más, detras suyo comienza a abrirse una rasgadura en el mismo aire cual si la atmósfera se abriera a causa de la presion cósmica propia de aquel titan quien se deja caer hacia atrás permitiendo que la armadura que le recubre se pueda ver con lujo de detalles, luciendo una enorme cuchilla en cada uno de sus brazos y su cabellera rubia ondeando violentamente al contacto directo con aquella puerta dimensional en la cual se sumerge cual si fuera agua, perdiendose en el interior de esa brecha dimensional desde la que sale disparada una roca del tamaño de su cabeza cual si fuera una bala de cañón que vuela directamente contra el pecho del capricorniano y finalmente permitir que aquel hoyo dimensional se cierre de forma misteriosa e irreal** |
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El Cid
**Y es precisamente en el instante en que el titán da presencia de aquel portal que un asteroide naciente de la personificación del agujero negro es dirigido hacia el pecho del caprino, colocando el foco de suspenso sobre éste -El juego acabó. Yo, El Cid ¡te mataré!- palabras llenas de orgullo dichas por el custodio de la Decima Casa pero sin inmutar su frio rostro, cuando su recta extremidad derecha se eleva hacia el infinito con gran prontitud, tajando el viento y distendiéndolo por ambos lados del santo, arremolinando la toga que reposa en sus radiantes hombreras y acompañándole el paso a su cabellera negruzca mientras se materializa en una eje dorada con un tono tan fino que penetra el suelo en línea recta, introduciéndose sobre aquella roca de la medida de un cráneo a la vez que esta misma se desprende en dos mitades que rozan el margen del caballero y provocan una explosión emanante desde una abertura de gran prominencia en la superficie terrestre por el poder de el capricorniano** |
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Jigai Iapetosu
**Una nueva puerta interdimensional se abre a cierta distancia del Caprino por el costado derecho desde donde es posible oir una voz desafiante y altiva al decir -¿Matarme? juh.. ustedes los humanos son lo suficientemente inteligentes para articular frases como esa, pero demasiado estúpidos para comprender la verdadera escencia inmortal de un ser divino...- es así que luego de haber dicho eso se hace presente una vez mas la figura de aquel extraño guerrero cuya armadura cuenta con dos enormes cuchillas en sus dos antebrazos -Me presento, soy Japetos, el titan de las Dimensiones- expresa a medida que aquel portal en el que pueden divisarse a lo lejos cientos es vastas estrellas y galaxias va cerrandose detras suyo para finalizar su dialogo al decir -Veo que tambien utilizas cortes de energía en tus ataques, no hace falta ser un erudito para darse cuenta... jeh, veremos que tan divertido me resultas- dicho esto, comienza lentamente a caminar hacia donde se encuentra el santo de Capricornio, dejando a su paso pequeñas rupturas espacio-temporales cuyo tamaño no supera el de la planta de sus pies, y van disolviendose una tras otra a los pocos instantes de haberse generado** |
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El Cid
**Así mismo que el santo de la casta más prominente entre las ochenta y ocho constelaciones mira de reojo al coloso titán que emerge de aquella abertura interdimencional y comienza su marcha en dirección al dorado dejando a cada sigiloso paso rupturas dimensionales de diminutos tamaños que van desapareciendo a pocos segundos, también verlo protegido al antagonista por unas gigantescas cuchillas incrustadas en sus antebrazos “Los titanes del tártaro han despertado” menta en pensamientos al aventar su capa hacia atrás y mover su esfinge quedando de frente para recibir a su adversario –¡degustaras el filo de mi puño!- sentencia el capricorniano con un tono de egocentrismo y con una firme y elegante postura dándole el de gala a cada uno de sus movimientos** |
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Jigai Iapetosu
**Sobre el rostro del Titan se hace presente una sonrisa de medio labio en la cual deja escapar una porción de aquella cólera que rebosa en su interior mientras dice -Bien, voy a demostrarte solo una pequeña parte de mi poder...- y cuando acaba de decir aquello detiene instantaneamente el andar de sus pasos para finalmente lanzar un golpe hacia uno de sus costados, sin embargo lo que resulta impresionante es el hecho de que una vez más sus movimientos rasgan el tiempo y el espacio abriendo una brecha dimensional por la zona que la espada corta, pudiendose ver como la hoja de su cuchilla se introduce cual si se tratara de agua, perdiendose entre las galaxias y la inmensidad del universo para abrirse otro portal a la altura del hombro izquierdo del Capricorniano por donde asoma a corta distancia la punta de su arma que busca clavarse directamente en su carne y traspasar su proteccion dorada valiendose tanto de su velocidad como de su condicion de arma divina** |
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El Cid
**Sin perder de vista a su enemigo el capricorniano observa el ágil movimiento del antagonista e inclinando sus rodillas esperando cualquier movimiento de parte de él, repentinamente una brecha suspendida en el aire se materializa naciendo una enorme cuchilla de gran filo, el caprino muestra una mueca de sorpresa “Pero qué?” se pregunta así mismo cuando con sus piernas se impulsa hacia su costado derecho tratando de impedir el corte celestial de su enemigo pero aquella punta rasga con fuerza su brillante hombrera separándola en dos partes cuales caen al piso dejando al descubierto su hombro donde se observa un hilillo de liquido vital resbalar consecutivamente –Me alcanzo- susurra cuando sus pies toca el suelo por su movimiento ofensivo tomando una postura de pelea, emanando una gran capa dorada de cosmos que envuelven toda su humanidad, elevando su diestra mano derecha hacia la lección y en un solo movimiento regresarla para quedar totalmente estirada a su costado, mandando una eje brillante en horizontal en dirección al titán valiéndose de su leyendaria leyenda; El filo que corta todo e intentar lograr su objetivo**
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