*La noche cae, la luz del astro rey muere a cada momento en que cada estrella del firmamento comienza a dar sus señales de luz, la luna poco a poco alaza su luz platina y fría, solo la oscuridad le hace frente a dicha luz, sobre todo en un bosque que es particularmente rodeado por una oscuridad mayor, lúgubre y con un ambiente donde la muerte se siente acogida. Dicho lugar yace alrededor de un castillo de aspecto tétrico, carente de toda vida, punto donde nace la oscuridad sobre la noche, donde a unos cuantos kilómetros de dicha edificación, casi en medio del oscuro del bosque, se encuentra la figura poco visible de una persona cubierta por una capa maltrecha, de color púrpura ocultando totalmente su cuerpo, solo se logra divisar el mentón y los labios tersos con la piel del tono del color del mármol, lográndose ver una sonrisa burlona esbozada en dicha persona. Aún sin elevar su poder, su sola presencia física hace parecer la presencia de la misma muerte: fría y potente. Quedando inmóvil, solo se limita a mirar al cielo que poco a poco se ennegrece dando la apariencia de que se encuentra esperando serenamente algún acontecimiento.**