Sí, así parece ser, Llunadós.
También a los italianos les gustan las castañas.
Yo recuerdo los montones grandísimos - era yo
un niño y a mí me parecían enormemente grandes
aquellos montones - que había en la planta baja
de la casa de mis abuelos.
Las castañas estaban envueltas en sus erizos, de
la misma manera que vemos en la fotografía.