EN EL MISMO LUGAR
"No apaguéis al Espíritu".
1 Tesalonicenses 5:
El matrimonio viajaba en automóvil. El marido iba conduciendo, y ella miraba pensativa por la ventana. En un momento, ella lo miró y suspirando le dijo; "Querido, te acuerdas cómo, cuando éramos novios, yo te abrazaba tiernamente mientras conducias". El marido, luego de un breve silencio, le contestó: "En lo que a mí respecta, todavía estoy sentado en el mismo lugar".
Así sucede en nuestra relación con Dios. Algunos viven anorando los tiempos de su conversión cuando no tenían ojos ni oidos que no fueran para Él. Y después que pasó? Dios sigue estando en el mismo lugar.
La relación con el Espíritu Santo se cultiva tan tiernamente como el romance en el matrimonio. Dios siempre está dispuesto a llenarnos con su presencia, a dialogar en el secreto de nuestra oración. Somos nosotros los que nos alejamos de Él, los que a veces no cutlivamos una relación más íntima.
Dónde está nuestra adoración, nuestro corazón enamorado?, y el silencio en su presencia?, y el momento de escuchar su voz? Ese nivel de comunión se cultiva.
La disposición de Dios para el encuentro es total. Su Espíritu nos anhela celosamente. Su amor quiere derramarse sobre nuestra vida, pero nuestra actitud distante lo impide.
No vivamos de las experiencias del pasado. Sigamos buscando a Dios con pasión. Él solamente quiere que pasemos tiempo en su presencia cultivando el romance.
Deja de mirar por la ventana y abrázalo otra vez.
Aviva el fuego del Espíritu Santo en tu corazón.