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ALEJANDRA STAMATEAS: Vivo tensionada
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De: Alondra bat Yeshúa  (Missatge original) Enviat: 25/06/2009 23:18

Vivo Tensionada

Alejandra Stamateas


 

Génesis  28:10-19 "Jacob partió de Berseba y se encaminó hacia Jarán. Cuando llegó a cierto lugar, se detuvo para pasar la noche, porque ya estaba anocheciendo. Tomó una piedra, la usó como almohada, y se acostó a dormir en ese lugar. Allí soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, y cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios. En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra sobre la que estás acostado. Tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. Te extenderás de norte a sur, y de oriente a occidente, y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido. Al despertar Jacob de su sueño, pensó: En realidad, el Señor está en este lugar, y yo no me había dado cuenta. Y con mucho temor, añadió: ¡Qué asombroso es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios, ¡es la puerta del cielo!".

 

Estamos decretando que en este mes se sueltan finanzas sobre nuestra vida. Vendrán de los lugares menos esperados y más insólitos. Dios nos mostrará su poder, su amor, y su provisión, y estaremos preparados para recibir la bendición del cielo. En este mes pagaremos nuestras deudas, pero no comenzaremos de cero, sino que pagaremos y sobrará, y de lo que quede, usaremos sabiduría para administrar, no realizaremos ningún movimiento económico, que no hayamos consultado con Dios, porque estamos dispuestos a honrar lo que Dios nos va a confiar. Son días de, “más”, en todas las áreas de nuestra vida. Declaramos que ofrendaremos, que pagaremos, que compraremos, que disfrutaremos, que repartiremos, y seremos fieles en honrar a Dios, con todos nuestros bienes. Recibo en esta tarde, esta unción de prosperidad, caminamos en ella, y decreto que es para mí, no la voy a ceder, porque sé que estoy maduro para administrar sabiamente y hacer crecer lo que Dios me soltará, en el nombre de Jesús, lo decreto amén, amén y amén. Gloria  a Dios. Se viene, se suelta sobre nuestra vida.

Vos ya tenés que verte prosperado, tenés que verlo ya, tenés que vivir, porque Dios te lo va a soltar de los lugares más inesperados, porque a veces somos tan racionales, queremos controlar todo, pero ¿de dónde? si yo no tengo a nadie que me deje plata, nadie me debe nada, o de dónde va a venir si no trabajo, si mi trabajo anda mal y si mi marido no tiene trabajo. De los lugares menos esperados, porque Dios te va a mostrar su poder. Dios te va a sorprender, pero cuando venga tenés que ser, como declaramos, una buena  administradora, porque muchas veces ha venido dinero a nuestras manos, pero así como vino se fue, porque no fuimos sabios, astutos. Vamos a ser sabios, por eso le hemos pedido a Dios no sólo recibir, sino tener sabiduría para saber administrar, y creo que Dios lo va a soltar, porque nos ha visto maduros. Amén.

¿Cuántos alguna vez vivieron en permanente tensión? No estoy hablando de que alguna vez te pusiste nervioso por algo, que alguna vez tuviste que pasar por alguna situación de nervios, sino los que viven todo el tiempo en tensión.
¿Cuántos por ejemplo a la noche se muerden los dientes? hacen ruido con la boca y se muerden los dientes cuando están dormidos, y tu marido o tu esposa te dijo ¿qué te pasa? y aparecen a la mañana con dolor en la boca.
¿Cuántos de ustedes aunque tengan que vivir algo lindo, lo lindo los tensiona? una fiesta, una reunión, una salida, siempre hay algo que nos tensiona, lo positivo y lo negativo, y vivimos tensionados, es como esos momentos de relax, de paz, como si ya no los podemos tener durante el día, y lo que antes nos daba paz ahora también nos termina tensionando.

Ustedes saben que la tensión siempre termina desgastándonos. Una persona que todo lo que tiene que vivir, lo vive con tensión, con nervios, con dureza y que no puede relajarse, esa persona termina desgastándose, termina siendo más vulnerable, más inestable, y por lo tanto se enferma más seguido que otras personas, que tienen más momentos de relajación o que no están tan tensionadas. Ustedes saben que la palabra "enfermedad" deriva de la palabra "no firme" una persona que no está firme es una persona que se enferma, y por eso la tensión hace que no puedas estar firme, y que seas muy vulnerable a enfermedades.

¿Qué es lo que provoca la tensión permanente? y acá quiero que prestes atención. ¿Qué es lo que hace que estemos tensionados todo el tiempo? es anticiparnos negativamente a un hecho.¿Qué es lo que te produce la tensión? Anticiparme, adelantarme, pero negativamente, a un hecho, creo que va a pasar esto; por ejemplo, puedo ir a la fiesta, pero me voy a tener que encontrar con tal persona, que no quiero ver, y ¿qué le voy a decir? o tengo que ir a esta reunión y no tengo la ropa, ¿cómo me voy a presentar con esta ropa? o tengo que ir a hablar con mi hijo y tengo miedo de lo que mi hijo, o hija me terminen diciendo, o tengo que hablar con mi jefe, y estoy pensando que tal vez, mi jefe lo que quiere decirme, es que me quiere echar, porque la empresa está echando gente.
O sea que me anticipo negativamente a un suceso, si me anticipara positivamente, qué lindo, qué bueno, no me traería tensión, porque lo disfrutaría, pero sin embargo todo eso no lo disfruto, aunque sea bueno, porque lo vivo negativamente y eso me trae una híper vigilancia y me mantiene sobresaltado.

¿Cuáles son las características? hiper vigilancia y sobresalto. ¿Cuántas se sienten hiper vigilantes y sobresaltados todo el tiempo? suena el teléfono, y en vez de decir, me van a dar una buena noticia, decís ¿qué será?, suena el timbre, decís: ¿Qué me querrán decir? ¿Quién vendrá a esta hora? siempre sobresaltados e hiper vigilantes. Creemos que todo lo que vamos a enfrentar nos va a costar mucho, y lo que hacemos es un exceso de esfuerzo.

¿Cuántos han sentido que han hecho un esfuerzo máximo, últimamente, para vivir? para poder tratar de subsistir, aunque sea, están haciendo el mayor esfuerzo y todo el día están tensionados y no pueden aflojarse. ¿A cuántos les cuesta aflojarse? Soltá los brazos y decí: hoy me voy a aflojar. Hacele a la persona que tenés al lado unos buenos masajes, decile que está muy tensionada, hacé un masajito a quien sea, a quien se te cruce, estás sobresaltada, relajate, todo va a estar bien decile. ¿Se resolverá la tensión con masajes? un  ratito nada más, pero después volvés a tu casa, y volvés a tensionarte, los masajes son buenos para un ratito, pero las contracturas vuelven, cuando volvés a escuchar a tu marido, a tu esposa, a tus hijos, al noticiero, la tensión vuelve.

¿Cómo resolvemos esto Alejandra? yo no quiero estar todo el día tensionado, pensando que todo va a estar mal, apretándome los dientes, todo el tiempo pensando que algo negativo va a venir. ¿Saben cómo se resuelve? Educándonos, pero la educación tiene que ser de nosotros a nosotros, tenemos que transformarnos, ser simultáneamente alumnos y maestros. Decí: tengo que ser alumno y maestro a la vez, tenemos que aprender a educarnos, tenemos que volver a la escuela primaria, secundaria, y a la universidad emocional, tenemos que volver a educar nuestras emociones, porque estamos respondiendo de acuerdo a algo que hemos aprendido, estamos reaccionando como aprendimos, y tenemos que volver a educarnos para reaccionar de una manera, que no nos traiga tensión, tenemos que eliminar, las reacciones emocionales que no nos sirven, que nos están dañando, que nos están haciendo mal, y tenemos que volver a educar nuestra mente. Decí, tengo que educar mi mente, tengo que aprender a ver, las situaciones de mi vida de otra manera. Fíjense qué interesante, una mujer educada emocionalmente, que se ha recibido en la universidad emocional, porque educó sus emociones, es una mujer que tiene un corazón que piensa y una mente que ama. Una mujer que educó sus emociones, tiene un corazón que piensa y una mente que ama. La que no educó sus emociones, tiene un corazón que ama y una mente que piensa, por eso le va mal, porque es impulsiva, por eso está tensionada, porque en lugar de pensar con el corazón, y de amar con la cabeza, para que nadie te mienta, o te meta gato por liebre, lo que hace es sentir con el corazón y pensar con la cabeza, y tiene que ser al revés, pensar con el corazón  y amar con la mente para ser viva. Tenés que ser hábil, tenés que ser sabio, no seas tonto, no sos caperucita roja, sos un hijo de Dios. Amén. Tenemos que empezar a cambiar nuestra mentalidad ¿y cómo se hace?, enjuiciando la manera de ver la vida, todos los días tenemos que sentar a nuestra mente en el banquillo de los acusados, y hacerle juicio a nuestra manera negativa de ver la vida, y preguntarnos ¿por qué tengo que pensar así?  ¿por qué pienso que es correcto, esto que estoy pensando? hacerle juicio a nuestra manera de reaccionar, a nuestra manera de actuar, tenemos que poner a nuestra mente en el banquillo de los acusados, cuando digo: y si no lo hago yo ¿quién lo va a hacer? sentá ese pensamiento en el banquillo de los acusados y decí ¿por qué lo tengo que hacer yo? porqué dentro mío, está ese concepto, que si no lo hago yo no lo hace nadie, y eso te tensiona, porque vos pensás que vas a llegar a tu casa, y tu casa va a ser un desatre cuando llegues, que si no lo hago yo, nadie lo va a hacer. Enjuiciá ese pensamiento que te hace estar tensionado, venís a la reunión y estás tensionado, pensando qué va a pasar con mi hijo cuando llegue, qué va a decir mi marido, mi esposa, cómo va a estar el nene, la nena ¿Habrá hecho la tarea? ¿No la habrá hecho? y te tensiona. Estás sentado en la iglesia, y en vez de estar relajado, estás tensionado, tenés que poner en el  banquillo de los acusados esos pensamientos, si yo no me preocupo ¿quién se va a preocupar? si yo no me preocupo que hay que pagar los impuestos, nadie hace nada. ¿Por qué tenés que pensar así? porque ese pensamiento es el que te tensiona, o decís, ¿a ver si tengo una enfermedad? ¿Y si mañana me dice el médico que tengo cáncer fulminante? ¿Que me quedan diez horas? porque nuestra mente es ligera para pensar negativamente, es más rápida para pensar negativamente, que para pensar positivamente, es mucho más rápida, por eso tenemos que educarnos. Tenés que educar la mente, algunos deberán volver a la primaria, otros a la secundaria y otros a la universidad, tenemos que aprender a educar y a poner en tela de juicio lo que  pensamos o cómo reaccionamos. Me parece que no voy a tener plata para pagar los impuestos este mes, no me va alcanzar, poné en tela de juicio ese concepto, ¿por qué no te va alcanzar? porque vos hiciste todo los cálculos mentales y todo te dio negativo, no voy a tener, porque te acostumbraste a pensar en negativo, y a vivir naturalmente, entonces el resultado es negativo. Decí: ¿Por qué no me va a alcanzar la plata? ¿Por qué no puedo pensar que sí, que me va alcanzar la plata y que me va a sobrar? poné en tela de juicio esos pensamientos, o decir, creo que mi hija está en muchos problemas ¿por qué pensás así? ¿Por qué no pensás que tu hija está pasando por experiencias y ésta va a ser la experiencia que va a marcar su vida para bien? Porque pensamos siempre negativamente. ¿Qué hay que hacer con la mente? Tengo que educar a Rita, quién es Rita, tu mente, pasala por la primaria, secundaria, la universidad, que haga una maestría.

Cuando yo educo mi mente, yo paso de dar respuestas que me tensionan, a darme respuestas que me protegen, yo tengo que aprender a dar una respuesta protectora, a decir cosas que protejan mi estima, a decirme cosas que protejan mi salud, a decirme cosas que protejan mi vida completa, yo tengo que hablar bien. Yo decía el otro día en un programa de televisión: cuando le hacemos una herida a nuestra estima queda una marca en nuestro interior, que nos va a costar mucho tiempo poder sanarla. Cada vez que me levanto a la mañana y me digo una palabra o una frase en contra de mi misma, estoy haciéndole una herida a mi estima y me va a llevar mucho tiempo, esa palabrita que dije en medio segundo, me va a llevar muchos años poder sanarla. Yo tengo que educar mi mente, para empezar a darme respuestas que me protejan, no para negar la realidad, yo veo la realidad, pero busco una respuesta que me proteja, yo puedo salir adelante, lo voy a lograr, tengo la fuerza suficiente, yo sé que hay gente de oro alrededor mío, sé que Dios va a obrar en mi vida y todo lo que haga, va a terminar en bien para mi vida. Tenés que tener respuestas que te protejan, porque sino la herida va a ser demasiado grande, decí: tengo que tener respuestas protectoras. Por eso dicen, que en la cartera, la mujer tiene que llevar una promesa bíblica, o veinte y cuando te pasa algo, sacá de tu cartera la promesa bíblica, porque esa es una respuesta que te va a proteger, que te va a alentar, vos tenés que acostumbrarte al éxito. Yo le decía a las mujeres, este fin de semana, se tienen que acostumbrar al éxito, las mujeres tenemos que acostumbrarnos que todo nos va a salir bien, lo otro bien y lo otro mejor y lo otro mucho mejor y lo otro excelente, porque vamos de gloria en gloria y de poder en poder. Tenemos que acostumbrar nuestra mente al éxito, a que nos van a pasar siempre cosas buenas. Porque sino, nos pasa algo bueno y estamos tensionadas, porque decimos y bueno, ya me pasó algo bueno, ya está la cuota, ya Dios la cumplió, así que tiene que venir algo malo, ¡no! a mi me van a pasar cosas buenas, voy a ir de bueno en mejor, por eso tenés que tener respuestas protectoras, cuando quiera venir la tensión, vos tenés que responderte algo que te cuide, algo que muestre la capacidad que tenés, algo que muestre que vas a salir adelante, una respuesta protectora.

Y la primer respuesta protectora, es que tenemos que poner en práctica, dos palabras que a mi me gustan mucho: “darme cuenta” y darme cuenta ¿de qué? en el momento de tensión nos tenemos que dar cuenta de la presencia de Dios, en el momento de tensión, lo primero que tenés que darte cuenta, es que Dios está presente, aún en medio de los más grandes problemas que vivamos.
Vamos a leer un pasaje que es determinante para nuestra vida y está en Génesis 28:15  el sueño de Jacob en Betel. Donde dice la palabra: "Te protegeré por dondequiera que vayas" es una promesa para cada uno de nosotros. “Te protegeré dondequiera que vayas” cuántos toman esta promesa para su vida. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido. El Señor no te va a soltar hasta que se cumpla cada palabra que te prometió. Él dice, el Señor estaba acá y yo no me había dado cuenta, y eso es lo que nos pasa muchas veces, cuando estamos en medio de una crisis, cuando estamos teniendo que resolver una situación, cuando estamos en medio de un problema, no nos damos cuenta que el Señor está ahí, y se nos pasa de largo. No podemos ver que el Señor está ahí y que nos ha hecho promesas de que iba a protegernos, que iba a cumplir todas las promesas que nos hizo, que no nos iba a soltar nunca, que no nos deja solos nunca, por eso lo primero que tenemos que hacer, en medio de una situación difícil, antes de tensionarnos, antes de endurecer los músculos, antes de decir, todo va a ser negativo, es protegernos sabiendo que Dios está, y Jacob dice, yo no me había dado cuenta, estuve mirando en otra dirección, a veces cuando Dios está presente, no podemos reconocerlo, no podemos percibirlo, por eso Jacob llamó a ese lugar Betel, que quiere decir, la casa de Dios, el lugar donde Dios está presente, en tu casa, en tu trabajo, en la calle, en el colectivo, en el auto, en tu oficina, Dios está presente, es la casa de Dios, porque él está en tu vida. Dios está presente.

¿Se acuerdan la historia del siervo del profeta Eliseo? estaba aterrado, porque él y Eliseo estaban rodeados por todos los enemigos de Israel, había un ejército alrededor de ellos, y Giesi que era el criado de Eliseo, le dice: Eliseo ¿qué vamos a hacer? y Eliseo le dice, tranquilo, porque él podría haberse tensionado, pero se había educado en la fe, él había educado sus emociones, y las había puesto parejas con la fe, y dijo: tranquilo, porque son más los que están a favor nuestro, que los que están haciendo lío, los que están trayendo problemas, son más los que están a favor de nosotros, e hizo una oración, y oró, y dijo, Señor abrile los ojos para que vea tu poder, para que vea tu cuidado y para que vea tu presencia, esa es la oración que tendríamos que hacer todos los días al levantarnos: Señor, quiero verte, Señor, abrí mis ojos, porque en medio de esta situación difícil, yo sé que estás presente, por lo tanto quiero verte, quiero ver tu mano poderosa moviéndose a mi favor, quiero ver como obras, como hacés un milagro, quiero ver tu poder sobre mi vida, porque me prometiste que ibas a estar presente, yo te creo, abrí mis ojos, porque te voy a ver en este día. Gloria a Dios.

Me imagino a Giesi cuando vio a todo ese ejército de ángeles rodeándolos, carros de fuego, habrá dicho ¿cómo no me di cuenta? Yo no quiero terminar mis días diciendo, pensar que el Señor estaba siempre conmigo y yo no lo tuve en cuenta, no lo tuve en cuenta; usted se imagina yendo delante del Señor y que él le diga, te acordás ese día, cuando tenias esa deuda, yo estaba ahí, dándote la mano, pero no te diste cuenta, te acordás en ese otro momento, yo te iba a dar una palabra, pero vos miraste para el otro lado, no te diste cuenta que estaba. Tenemos que darnos cuenta.

Qué tal, si esa oración de Eliseo, se transforma en nuestra oración de cada día, en lugar de apretar los dientes, en lugar de decir, no sé como lo voy a resolver, Señor abrí mis ojos ante el problema económico, quiero ver lo que está haciendo todo el ejército que pusiste para protegerme, no somos poca cosa delante de los ojos de Dios, somos un tesoro preciado para Dios. ¿Creemos que Dios va a permitir que no experimentemos el poder y la presencia de él? por eso tenemos que pedir. A veces no vemos la presencia de Dios, que está a nuestro lado, porque tenemos los ojos cerrados, pero muchas otras veces  no vemos a Dios porque tenemos un hábito espiritual, ¿qué es eso? uno de los retos más grandes que tenemos que enfrentar, es el modo de mantenimiento espiritual, me acostumbré a lo que hago espiritualmente, entonces para mi, todos los días hay una rutina espiritual, oro, hablo con Dios, pero sin creer que estoy orando, y hablando con el Dios todopoderoso que me va a dar una respuesta, o sea, tengo que salirme de ese modo de vida espiritual, de mantenerme espiritualmente, hago siempre lo mismo espiritualmente, por eso no veo la presencia de Dios, tengo un conflicto y lo que hago es tomarlo en mis manos, porque ya me acostumbré tanto a la presencia de Dios, que ya no la veo, me acostumbré tanto a tomar mi vida en mis manos, que ya no distingo que el Señor está presente, porque mi vida se hizo monótona, y en lugar de tener una vida sobrenatural, tengo una vida natural. ¿Para qué conocimos a Jesucristo? ¿Para seguir viviendo naturalmente?  ¿tomar toda la vida en mis manos y tratar de resolverla a mi manera? ¿O para tomarme de la mano de Dios y que juntos veamos un milagro? para qué decidimos seguir a Jesús. ¿Cuántos quieren ver un milagro? por eso, salí de ese modo, de ese hábito espiritual, de hacer todos los días las mismas cosas, y te vas a sorprender, porque vas a ver a Dios obrando, me salgo de esto natural, no, no pagar esta deuda, yo la tengo que pagar, pero no tengo plata, lo natural seria que ahora consiga un trabajo, cobre y pueda pagar, eso seria lo natural, pero yo tengo a Dios de mi lado y él no me hace vivir naturalmente, Dios me hace vivir sobrenaturalmente y él va a abrir una puerta para que yo pague esa deuda, que todavía no la puedo ver, pero Dios que está a mi lado ya la vio, Señor abrí mis ojos para que yo vea lo que vos ves.¿Cuántos van a vivir una vida sobrenatural? todos los días decí, Señor sorprendeme. El momento de la crisis, del problema, es justamente para que Dios te sorprenda ¿Cuántos tienen un problema? Dios te va a sorprender, decí: Dios sorprendeme, porque yo sé que estás aquí. Hay otras personas que no pueden ver a Dios,  porque no quieren que Dios las vea. Había una nena que estaba jugando, su abuela estaba encargada de cuidarla, y estaba en su silla tejiendo, mirando para otro lado, de espaldas a la nena, y la nena descubrió que había tierra, que podía agregarle agua, la mezclaba y hacia lodo, y ella lo llamaba el chocolate caliente, para ella estaba haciendo eso, un juego, vieron la creatividad que tienen los chicos, hasta que en  un momento la abuela la ve y le dice: no hagas nunca más esto, y dice que limpió todo la suciedad que la nena había hecho con el lodo, no lo vas a hacer nunca más, no abuelita, no, la abuelita se volvió a sentar de espaldas a ella y la nena volvió a agarrar la tierra, el agua, y dijo, voy a volver a hacer el chocolate caliente, y mientras lo hacía, le decía: abuelita, vos no mires eh, abuelita está todo bien, vos no mires, no te des vuelta abuelita, y seguía haciendo lo que ella quería hacer, pero le pedía que por favor la abuelita no la mirara.

A veces no queremos que Dios nos vea, estamos haciendo lío, chocolate caliente y no queremos que Dios nos vea, a veces hacemos con nuestra vida experimentos raros, porque creemos que tenemos la mejor respuesta y no queremos que Dios nos mire, por eso no podemos ver a Dios, porque en realidad queremos que se aleje, que se vaya, no, esta decisión la tomé yo solo. Hablaba con mujeres y dicen, yo quería acostarme con este hombre, pero yo sabia las consecuencias, que Dios no me vea, porque yo prefería decidir esto, yo sabia que estaba haciéndome mal, metiéndome en esta deuda, que Dios no me vea y te metiste en la deuda, o, no, yo sabia que estaba haciendo mal, que mentía de esta manera, pero le dijiste a Dios, no me veas, y terminaste mintiendo, a veces no podemos ver a Dios porque en realidad, no queremos que Dios nos vea en tantas cosas que hacemos todos los días. Saben, eso le pasó a Sansón, él era un hombre con un tremendo potencial, pero le dijo varias veces a Dios, no me veas, voy a hacer lo que yo quiero, voy a vivir como se me antoja, voy a derrochar mi vida como quiero, que Dios no me vea, pero al final del libro se lee esta triste frase: pero no sabía Sansón que el Señor lo había abandonado. Tanto le decís a Dios que no te vea, tanto le decís, a mi no me importa, total lo voy a hacer si nadie me dice algo, total, si los demás lo hacen porque yo no, que Dios no me vea. Cómo voy a ver el poder de Dios, si le pedí que diera vuelta la cara, me da vergüenza pedirle a Dios que haga un milagro en mi vida, porque le pedí que diera vuelta la cara, porque le pedí que no me viera, sabiendo que me estaba equivocando, porque una cosa es equivocarse y otra cosa es saber que me estoy equivocando, y nosotros ya no somos nenes que no sabíamos, ya somos maduros para saber que todos los actos que hacemos, tienen consecuencias, y somos muy inteligentes, si te metiste en el barro, y le dijiste e Dios no me veas en algún momento, Dios va a dejar de mirarte, porque se lo pediste vos, y por eso nos da tanta vergüenza que haga Dios un milagro, ni se lo podés pedir, le pedís a otra persona que ore por vos, porque ni podés acercarte a Dios, porque pediste que Dios no te vea.

Otras personas no ven a Dios, porque no han aprendido el arte de soltar. ¿Qué es el arte de soltar? tengo que aprender a soltar, especialmente nos pasa a las mujeres, alguna vez ustedes vieron jugar al bowling, cuando vos agarrás la bola, yo he visto mucha gente jugar, y agarran la bola y la van a tirar, y cuando la tiran dicen, vamos, y la acompañan con gestos, con expresiones, tuercen el cuerpo ¿cuántas hicieron eso? vamos que vas a entrar, una cosa desesperada, esa gente que no ha aprendido a soltar, porque cree que tiene un poder para mover esa bola, pero queridos, una vez que la soltaste la soltaste. Antes de soltarla, vos tenés que hacer todo lo que sea necesario para mandarla por el medio, o sea, vas a tratar de pararte bien, de concentrarte, de practicar antes, para que cuando la sueltes vaya por el lugar correcto, pero una vez que la soltaste no tenés control, antes hiciste lo que tenias que hacer, pero una vez que la soltaste, la soltaste. Hay cosas que ya hiciste, y las hiciste muy bien, pero ese problema está girando, lo que pudiste hacer lo hiciste, pero hay un momento que tenés que soltar y decir, Señor te lo entrego, hasta acá pude hacer algo, más allá no puedo. ¿Cuántos se  sintieron alguna vez así? más allá no puedo, entonces aprendé a soltar, no sigas con expresiones, decí, si lo solté,  lo solté, y ese es el arte que tenemos que aprender, el secreto es, cuando sueltes algo delante de la presencia de Dios, que lo sueltes, el Señor lo va a agarrar, porque donde está el Señor, está con vos, por eso el secreto es, cuando sueltes algo, soltalo.

Estaba María y Marta, era una misma escena, en una misma casa, pero en dos cuartos diferentes, y dos mujeres, que tenían que definir su relación con Jesús, y tal vez es lo que tengas que decidir hoy, frente a las tensiones, pero yo pastora, sé mucho del Señor, no, no, no, no te estoy hablando de eso, te estoy hablando, de definir tu relación con Jesús, si vas a confiar, o si no vas a confiar, si vas a soltarle los problemas a él, o los vas a seguir reteniendo vos, esa es una decisión que tenés que tomar, qué tipo de relación vas a tener con Jesús, le vas a creer, o no le vas a creer, pero yo pastora le creo. no, porque vos podes decir, yo lo amo a Jesús, pero tal vez no le creas, y todavía sigas teniendo las cosas vos, por eso te tensionás, aún cuando dormís, te mordés la boca, los dientes, los labios, la lengua, y te levantas mal, porque todavía no decidiste qué tipo de relación, vas a tener con Jesús, o le confías, o no le confías, o le crees, o no le crees, o le soltás, o retenés, y esa decisión la tenés que tomar vos, esa es la decisión que tenia que tomar Marta y María, a veces son decisiones difíciles, porque no queremos soltar nuestra carga.

Dice que Marta estaba en la cocina, y la cocina representa el lugar donde acumulamos los problemas, es el lugar en donde nuestra mente, empieza a pensar todo lo negativo, pero María decidió sentarse a los pies de Jesús, una misma casa, dos actitudes diferentes, una misma casa y dos escenas distintas, una mujer preocupándose, sabiendo que tenia a Jesús en la casa, y otra mujer soltándose a los pies de Jesús, porque Jesús estaba en esa casa, son dos maneras de relacionarnos con Jesús. ¿Cuál es la que vas a elegir vos? podés saludar a Jesús, y decirle, qué lindo Jesús, voy a Presencia los martes, los domingos, todo muy lindo, pero la tensión después hay que vivirla. A veces me pasa, que mandamos los mensajes de éxito, y recibimos miles de correos agradeciendo, gente que lo pone en práctica, y una o dos que escriben: A usted le parece fácil, porque para usted todo es fácil. No es que para mi sea fácil, o le crees, o no le crees, así de sencillo, o creo a la palabra, o no la creo, y si la creo me quedo tranquila. Si Dios me prometió algo, él lo va a cumplir, entonces yo me quedo tranquila, no es que para mi es fácil, o para el otro es difícil, cada uno sabe los zapatos con los que está caminado, entonces, o le crees o no le crees, por eso tenemos que aprender a definir nuestra relación con Jesús, le vamos a creer al Señor, ¡sí! o ¡no! o vamos a seguir cargando con nuestros problemas y tratando de buscar una solución nosotros, o descansamos a los pies del maestro. ¿Cuántos quieren descansar a los pies de Jesús?

Querida mujer, querido varón, de esa situación que te tensiona hoy ¿qué es lo que podes controlar?  de esa crisis económica, de esa crisis familiar, qué es lo que sí podes hacer, si tenés un problema de pareja, hacer una terapia, si tenés problemas espiritual, buscar ayuda espiritual, si tenés problemas económicos, buscar otro trabajo, o ver de qué manera resolvés eso, qué podés hacer, hay algo que podés hacer, esa es la preparación antes del juego, hacelo lo mejor que puedas, sabiendo que Dios está presente, pero cuando ya llegues al límite, donde no podés hacer nada, porque ya hiciste todo y ahora tenés que atreverte a soltar. El secreto es que cuando lo tengas que soltar, lo sueltes, que le creas al Señor, que él va hacer todo aquello que necesite hacer, porque él va a cumplir su promesa de no abandonarte, hasta que cumpla cada palabra que te dio.

Queridos, es tiempo de tomar una decisión, cómo te vas a relacionar con Jesús, le vas a creer o no, esto es tan importante ¿Saben por qué muchos pasan dando testimonios? porque creyeron, dijeron, ¡yo tomé esa palabra! ¡esa palabra es para mi! no dijeron, no,  esa debe ser para la otra, ¡no! esta porque no tiene dos dedos de frente, ¡no! es para vos, si la crees tomala y soltate en los brazos del Señor, tirate a los pies de Jesús y recibí toda su enseñanza, él está presente, él está en tu vida, él no te va a soltar, ni te va a abandonar, aprendé a jugar el juego, que es saber que Dios está presente, nunca le digas a Dios no me mires, no, mirame, porque quiero que me digas si estoy bien o mal, que me muestres, quiero que me muestres y me abras los ojos, para que yo pueda ver toda la realidad, quiero ser consciente de la realidad, quiero ser consciente de tu presencia, quiero ser consciente de tu poder, quiero ser consciente de las herramientas que me diste, pero en un momento Señor, yo quiero definir mi relación, y en ésta Señor te creo. Te creo, te creo, te creo, Señor.Yo le creo a Dios, yo levanto las manos al cielo, porque yo le creo a papá, porque  él va a abrir mis ojos y me va a mostrar, que tiene poder para resolver esta situación difícil. Santo. Dios sigue haciendo milagros en medio de la noche, él los resuelve y lo que ayer te aquejaba, hoy puede estar solucionado. Hay buenas noticias de parte del Señor, él siempre está presente.

Por Alejandra Stamateas

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