no le pasará nada. Así como sanan las 
heridas que se hacen los niños jugando, 
así puede también Jesús sanarlo.
Y es que las heridas del corazón se hacen 
jugando al amor, lo que pasa es que no 
sabemos amar, para aprender lee 1 Co,13,4.
Permite a Jesús a sanar tu corazón, con el 
milagro del perdón y el bálsamo del olvido, 
verás cómo volverá a quedar como nuevo.
El pasará la mano suavemente, y quitará 
toda espina que se halle incrustada, espinas 
que a veces son invisibles, otras están a la vista.
Las quitará de una a una, con sumo cuidado, porque habrán algunas que tienen tanto 
tiempo, que ya encarnaron, y el corazón se resistirá a soltarlas, creyendo que son parte 
de él.
Cuando esté sano, escúchalo latir, ponle 
atención a su nueva canción, porque te 
llenará de paz y de gozo espiritual.
No tengas miedo y entrega tu corazón 
al Señor que estará en muy buenas manos.