MIS HIJOS ESTAN SUFIENDO ¿QUE HAGO?
Alejandra Stamateas
Cuatro oraciones en favor de nuestros hijos.
No nos gusta ver sufrir a nuestros hijos, querríamos que crecieran sin la cuota de sufrimiento pero ellos están desarrollando su carácter.
Sin carácter no hay bendición es el mensaje que le trasmitiremos porque se están formando, y les cuesta tanto como a nosotras.
Sin carácter no hay manera de recibir ni aprovechar la bendición de Dios.
Les enseñaremos como enfrentar la vida y desarrollar carácter.
Génesis 49: 1- 28
Todos los seres humanos nacemos con carisma y cada una de nosotras puede definir el que sus hijos tienen. Desde chicos sabemos cuál es el más alegre, el más divertido, el más simpático, el actor, el más inteligente.
Aunque somos carismáticos pero debe desarrollar carácter; carisma sin carácter terminará destruyéndonos, porque el carisma es muy bueno pero si no lo sabemos manejar termina asfixiando, matando, destruyendo.
Muchas veces queremos a nuestros hijos desde la idealización, reconocer sólo su carisma es idealizarlo, pero al ir al terreno concreto, a lo cotidiano, nos encontramos con problemas porque es muy carismático pero no tiene carácter y, aunque hablemos muy bien de ellos, no podemos comunicarnos.
Cuántas veces oímos: ”¿No sé cómo mi hijo siendo tan inteligente pudo llevarse tantas materias a examen?” “Si es tan inteligente no entiendo por qué le paso”, porque no tiene carácter.
Jacob, que veía el carisma en sus hijos y entendió que a algunos les faltó carácter para vivir, por eso los reunió y les anunció lo que les pasaría, vio su futuro: “Muchos de ustedes no se atrevieron a desarrollar su carácter”.
Aprenderemos cuatro oraciones en favor de nuestros hijos.
1º Oración: Estabilidad.
Rubén sos mi hijo mayor pero sos impulsivo, impetuoso, hiciste lo que no tenías que hacer.
En medio de las crisis, de las situaciones difíciles, lamentablemente, Rubén explotaba mal. Representa a los hijos que deben aprender a manejar sus pasiones porque frente a las presiones de la vida se desbordan, no tienen paciencia, están con los nervios a flor de piel y el que actúa así no logra establecer un carácter tranquilo ni su grado más alto de excelencia; la impulsividad lo dejará siempre a mitad de camino.
Jacob le dijo a Rubén: “No serás el primero, aunque naciste primero, por tu impulsividad no lograrás tu máximo nivel de influencia.”
Un hijo impulsivo nunca logra estabilidad emocional, por eso tenemos que ayudarlos a desarrollarla; si aprende a ser estable podrá soltar toda su excelencia y se sentará con los poderosos de la tierra, en cambio el inestable se encontrará siempre entre los mediocres.
Tenemos que enseñarle a:
-mantener su palabra (algo que hoy se ha perdido),
-cumplir lo que han dicho (aunque les cueste más de lo que pensaban),
-arraigarse (no pueden estar de un lugar para el otro sino siempre serán inestables).
-la gente debe aprender a confiar en ellos, para eso deben mantener su palabra y, si se comprometieron con algo, deben cumplirlo.
Aunque parezcan valores viejos, hoy los chicos no saben para qué lado salir corriendo, qué hacer; debemos enseñarles a echar raíces, a tener estabilidad, y debemos orar para que aprendan a ser como árboles plantados junto a corrientes de agua que dan su fruto a su tiempo y echar raíces; para que no anden de un lado para el otro como mochileros de la vida.
Hacé esta oración y pensá en tus hijos, nietos, sobrinos:
Señor Jesús yo declaro que mis hijos son como árboles que echan raíces fuertes, que se establecen y dan fruto. Declaro que mis hijos serán valorados y cuidarán lo que Dios les dio, que serán hombres y mujeres responsables, que los demás confiarán en ellos y llegarán a su máximo potencial de excelencia. Decreto estabilidad emocional en la vida de mis hijos, lo declaro hecho en el nombre de Jesús. Amen.
2º Oración: Obediencia.
Hacer que entiendan que su palabra es valorada, importante.
Muchas veces cuando un niño y un adulto hablan, hacemos que el niño se calle, con esa actitud trasmitimos que lo que él dice no vale, entonces ese chico crece con desconfianza porque nunca le dimos lugar. O si está abrochándose la camisa o atando los cordones de la zapatilla le decimos: “Dale nene apurate”, comunicándole: “Ves que no podés hacer las cosas solo”. Debemos demostrar que su palabra tiene poder, que lo que dice es importante y no habla cualquier cosa. Muchas veces tenemos miedo de poner un límite con amor: “Hijo, debes cumplir lo que dijiste”, y así aprenderá el valor de sus palabras.
Simeón y Leví, eran dos hermanos que hicieron alianzas negativas, se unieron para desobedecer a su padre que les había dado una orden e hicieron lo contrario. Es semejante a las alianzas de nuestros hijos con malas compañías y aun con emociones internas negativas, por lo tanto deben aprender a obedecer.
Un hijo desobediente es el que se alía con lo negativo buscando que alienten su conducta en vez de resolver el problema, y acudirá al que lo aprueba en vez de al que lo ayude a resolver.
Ayudémoslo a unirse con gente correcta, chequear a quienes conocemos para que se le acerquen y hagan alianzas que los beneficien. No es que vas a hacer que se casen con quien vos quieras, ni le elegirás sus amistades porque serás rechazado de plano, pero sí saber quién le vendrá bien en el momento de la crisis para ayudarlo ya que a vos no te escuche. Enseñale que no siempre el que le dice “bien, bien” es la persona correcta.
Oración: Señor Jesús, te pido que se una a mi hijo gente madura, que ellos se aparten de los que le hacen daño y, en el nombre de Jesús, ahora paso una espada en medio de esas relaciones que lo perjudican; separo en el espíritu a mis hijos de las malas compañías y decreto que serán guiados por gente con sabiduría del cielo, que llegarán a lograr todos los sueños de su corazón. Decreto en mis hijos sabiduría del cielo en el nombre de Jesús.
Nuestros hijos quieren efectos placenteros, sin sufrimiento, cortar rápido con el dolor, por eso frente a las dificultades buscarán no sufrir involucrándose con malas compañías, drogas, alcohol, placer rápido, que no les permitirá seguir batallando con el sufrimiento.
Pidamos sabiduría para acercarnos a ellos; a veces queremos hacer todo, ser excelentes madres, decir la mejor palabra en el momento difícil y no podemos porque no sabemos cómo y, aunque lo hemos intentado, nunca dio resultado pero Dios pondrá una conexión de oro para ellos.
3º Oración: Seguridad.
Judá, cachorro de león, representa al hijo confiado, tranquilo, que se maneja seguro por la vida.
Si tu hijo es inseguro lo lastimarán, le pasarán por encima, lo manipularán, por eso necesitan desarrollar seguridad en su carácter.
Inseguro es el que siempre está a la defensiva y oculta sus debilidades.
Características del hijo inseguro:
1- Es el que pide siempre perdón pero no modifica sus conductas.
2- Quiere que le tengas confianza pero no se la gana.
3- Culpa a los otros en vez de aceptar su responsabilidad.
4- Miente. No tiene maldad pero miente por su inseguridad.
Debemos impartirle seguridad ya que sólo los seguros gobiernan el mundo, podrán decir incoherencias pero todos le creerán.
Seguridad se aprende soltando aquello que es su fuente segura y debemos ayudarlos. Conozco padres con hijos de veinticinco, treinta o treinta y cinco años que no quieren que se vayan a vivir solos, y el temor es de los padres no de los hijos que son inseguros porque ellos quieren dar el paso pero son frenados por sus padres.
No se imaginan la cantidad de chicos que dicen: “Mi papá no quiere que trabaje”; los chicos tienen unas ganas bárbaras de desprenderse pero sus padres tienen miedo de que se superen por eso los tienen agarrados.
Tu hijo necesita desprenderse de la fuente de seguridad que sos vos, es necesario que lo sueltes de a poco, alentándolo a hacer las cosas que desea; soltarlos con ciertos cuidados y precauciones, para que ellos adquieran la seguridad suficiente para gobernar sus vidas en el día de mañana.
Oración: Señor Jesús yo decreto que mis hijos van a ser seguros, que se van atrever a soltar aquello que los detiene, que van a aferrarse a lo permanente y serán hijos que gobernarán porque caminarán seguros tomados de la mano de Dios. Lo declaro hecho en el nombre de Jesús. Amén.
4º Oración: Orden y prosperidad.
Zabulón, el que está cerca de los mares.
Habla de prosperidad y representa a los hijos que se mantienen enfocados y terminan guiando a otros, podemos confiar en ellos y siempre sabrán hacia dónde van. Esto no nace naturalmente, se enseña ayudándolos a ponerse metas: “Hijo, a la mañana cuando te levantás, tenés que saber qué harás de tu día, no podés estar tres horas mirando televisión, ni siete horas metido en Internet, debés tener tu propia agenda, planificar las actividades”
Ya desde chicos deben tener agenda aunque diga a la mañana ir a la escuela y a la tarde jugar, deben aprender orden y prosperidad; ayudar en la casa y, no solo las hijas mujeres sino también los varones porque no sabemos si lo podrá necesitar.
Orden esta ligado a prosperidad; orden te hace una mujer próspera, desorden te sumerge en pobreza y perderás. En el desorden se pierde, en el orden se gana. Enseña a tus hijos a planificar y cada tanto, no siempre, bajalos a la tierra: “¿Qué estás haciendo para lograr tu sueño?”
Los sumergimos a vivir en el futuro y no saben manejarse en el presente. Me asombró ver en Estados Unidos a familias con hijos adolescentes ya inversionistas, que fueron preparados para los negocios, para la prosperidad.
Debemos agilizarle la mente y ayudarlos a planificar su vida económica, emocional, laboral, a ponerse metas, tener una mínima planificación, porque la vida se pasa.
Y si no sabemos planificar empezar porque cuando sos una mamá libre darás hijos para la libertad, pero si sos esclava darás hijos para la esclavitud.
Bajalos de la ilusión y cuando te dice: “Yo voy a ser multimillonario”, responde: “Qué bueno mi amor, sé que los vas a lograr porque te lo estás profetizando y yo también lo declaro, pero ¿qué vas a ser para hacerlo? ¿Cómo vas a ser multimillonario levantándote a las doce del mediodía todos los días? Empieza ahora, inscribite en la facultad, todo lo que aprendas se agrandará y todo será más fácil después. ¡Aprendé ahora! Sino tendrás la versión de un nene siempre: nene preadolescente, nene adolescente, nene joven, nene adulto y nunca crecerá.
Oración: Señor Jesús yo declaro que mis hijos van a crecer en orden y eso les llevará a ser prósperos; decreto prosperidad para mis hijos en todas las áreas de su vida.
Declaro que se pondrán metas y alcanzarán todos sus sueños; me niego espiritualmente a que sean frustrados. Decreto en el nombre de Jesús que serán hombres y mujeres llenos del poder, sabiduría y prosperidad del cielo.
Hay aspectos que están aun sin desarrollar, en una lucha interna y externa para manifestar lo que son. Nunca proyectes tus expectativas en ellos, hablales de sus expectativas. No tienen que cumplir tus deseos sino los propios, no proyectes tus frustraciones en ellos, ayudales a ser libres.
David dijo: Busqué a Dios, él me oyó y me libró de todos mi temores.
Que ellos puedan decir lo mismo que vos. Cuando nuestros hijos, nietos, sobrinos se acercan no es para que les metamos miedo sino para que los libremos de sus temores y los ayudemos a formar su carácter librándolo de sus temores.
Cuanto más carácter desarrollado, más firme y mayores objetivos logrará. No sos Dios sos su mamá pero tenés la capacidad para alentarlos y librarlos.
Estar preocupado no es estar comunicado; comunicarse es estar a su lado, sentarse y escucharlos.
Aunque te rechacen tus hijos están esperando una caricia, y aunque no lo demuestren nunca subestimes el poder de una caricia, de un toque, de un abrazo, de una palabra, de sentarte dos minutos a su lado, ellos quieren tenerte. Dentro tuyo hay sabiduría, no lo hagas con temor sino con seguridad, están creciendo y van a crecer más, en algún momento le verás las alas que hoy son pequeñas pero servirán para volar.
Hay una anécdota de un gusano de seda que hacía mucha fuerza para salir y convertirse en mariposa, un hombre vio su esfuerzo y pensó en ayudarlo, así tomó unas tijeras y cortó su capullo para que salga rápido de ahí. El gusano salió pero a los pocos minutos -murió porque no pudo desarrollar alas fuertes para volar.
Tal vez tus hijos están sufriendo pero no tomes las tijeras para hacérselo más fácil, no le des todo servido, no le hagas vivir una vida romántica, están peleando porque necesitan formar su carácter. Un hijo sin carácter muere atropellado; un hijo con carácter pasará por pruebas difíciles pero siempre levantará alas, vivirá en victoria y volará hacia su destino máximo, soltando su máximo potencial.
Nuestros hijos están batallando, luchando pero saldrán en victoria porque habrá mamás que le quitarán los temores y les ayudarán a volar.
Señor Jesús: Decretamos sobre la vida de nuestros hijos seguridad, confianza, prosperidad, sabiduría. Declaramos que son tuyos, que nada ni nadie los podrá apartar de tu mano, decretamos que serán hijos prosperadas en todas las áreas de su vida, que tendrán estabilidad emocional, un carácter formado, que la lucha no va a ser en vano, que ellos crecerán sanos, fuertes, en orden, reconocerán que nada les faltará, te reconocerán y no se soltarán de tu mano, van a cumplir todos los sueños que les diste en el nombre de Jesús.