Algunas características de la agresión imperialista en Latinoamérica
Generalmente, el imperialismo estadounidense ha ido declinando desde los principios de los años 70. Actualmente, esta sitiado con un proceso prolongado del estancamiento económico, que tiene como raíz la crisis prolongada de la superproducción a escala mundial. El análisis de Lenin, que el imperialismo es como un coloso con pies de arcilla, es una caracterización apta de los Estados Unidos en el periodo actual. Las raíces de la guerra de Bush en contra del mundo no vienen de alguna supuesta fuerza o vitalidad nueva. Al contrario, esta ofensiva es un signo de debilidad, una inhabilidad de consolidar y expandir el imperio por métodos económicos y políticos, por lo que ha sido necesario un giro hacia métodos militares.
Los países socialistas y los países donde fuerzas anti-imperialistas tienen el poder estatal representan los polos más avanzados de lucha en contra del imperialismo estadounidense. En todos los continentes el imperialismo estadounidense enfrenta la derrota. La resistencia heroica del pueblo iraquí ilustra bien la tendencia subyacente en el mundo de hoy: los países quieren independencia, las naciones quieren liberación y el pueblo necesita revolución. La resistencia iraquí es una inspiración para los demás en el medio oriente y a través del mundo. El golpe que da al imperialismo es comparable con el golpe que Vietnam le dio al imperialismo hace 40 años. Latinoamérica también está un campo de batalla clave, donde el imperialismo estadounidense está intentando por todas maneras defender su imperio en declinación.
Hay algunas características específicas de la dominación imperialista de Latinoamérica.
Economía
La explotación y expropiación de riquezas es el objetivo fundamental del imperialismo. Sus instrumentos económicos incluyen proyectos neocoloniales de ajuste estructural, la privatización, y la deuda masiva impuesta a las naciones en desarrollo (especialmente en Latinoamérica), y administrada por instituciones financieras multilaterales que son dominadas por los Estados Unidos (Banco Mundial, FMI, OMC).
La política de ladronismo está codificada en acuerdos de libre comercio a nivel internacional, bilateral y trilateral como la ALCA, el TLC, AFTA y otros. La agricultura, la salud pública, los servicios sociales, la educación pública, los derechos de los trabajadores y el medio ambiente están todos bajo el fuego de estos acuerdos. Al final, miles se quedan en la miseria y el desempleo, mientras las compañías estadounidenses se ríen del banco – sin tener que pagar impuestos.
Un efecto de la dominación imperialista es el empobrecimiento progresivo de los campesinos, muchos de los cuales han perdido sus tierras.
Política
Directa e indirectamente, Estados Unidos siempre ha hecho intervenciones en los procesos políticos internos en Latinoamérica. Una vez tras otra, EEUU ha puesto presión, con medidas económicas y militares, para ‘parar la amenaza del comunismo en Latinoamérica’. A principios de los años 70 Salvador Allende, el presidente de Chile elegido democráticamente, fue derrocado con asistencia estadounidense, estableciendo la dictadura de Pinochet. Intervenciones similares estadounidenses pasaron también en la República Dominicana, Granada, Perú, Colombia, El Salvador, Guatemala, Ecuador y otros países, causando en total cientos de miles de muertos.
Hoy, por un lado los imperialistas amenazan al pueblo Latinoamericano con sanciones económicas y guerra, si apoyan proyectos políticos a los que Estados Unidos se opone. Por otro lado, EEUU da mucha ayuda y asistencia a proyectos políticos reaccionarios. A través de la Fundación Nacional para la Democracia (por sus siglas en inglés: National Endowment for Democracy), EEUU ha dado dinero a varios oponentes políticos del presidente Hugo Chávez en Venezuela. La FND jugó un papel importante en el intento del golpe de estado en contra de Chávez en el 2002. La misma estrategia está siendo utilizada en Haití, en donde con el fin de influir en las elecciones haitianas, la FND está dando dinero a grupos vinculados con la pequeña élite y los ex-militares del país.
Este año 2006 es muy importante, por supuesto no sólo en Venezuela sino en todo el hemisferio, debido a las muchas elecciones presidenciales. Venezuela, Haití, Ecuador, Bolivia son cuatro de los países prioritarios de la FND en el 2006. Cuba siempre encabeza su lista, con financiamiento especial para proyectos contrarrevolucionarios. En el 2005, dieron dos veces más dinero que antes para intentar derrocar a Cuba revolucionara.
Militar
Hemos entrado a un período de guerra prolongada de gran escala, patrocinado por los EEUU. Eso está reflejado en las ocupaciones militares de Afganistán e Irak, en las amenazas en contra de la República Popular Democrática de Corea e Irán, el combate directo en el bosque de Colombia, e intentado un golpe de estado en contra del gobierno progresista de Hugo Chávez en Venezuela.
El 11 de septiembre creó el espacio político para el imperialismo estadounidense para utilizar sus fuerzas militares en contra de otras naciones. Aunque es incorrecto sobreestimar lo que Estados Unidos puede hacer con su poder militar, lo cierto es que dicho poder es formidable. Los avances en la ciencia y la tecnología son rápidamente aplicados a nuevos sistemas de armas. EEUU tiene bases militares en todo el mundo y sus tropas son numerosas, bien entrenadas, y bien armadas. Además Estados Unidos tiene varios ejércitos títeres (Israel, Colombia, etcétera) bajo su comando.
En los últimos años, EEUU ha creado nuevas bases militares en Ecuador, Paraguay, Aruba, Curaçao, y El Salvador. Cientos de soldados estadounidenses están estacionados en estos “sitios de operaciones avanzadas” en lugares estratégicos desde el punto de vista militar a través de Latinoamérica. Estas bases se suman a las bases estadounidenses ya existentes en Cuba (Guantánamo), Honduras y Puerto Rico. La comandancia estadounidense del sur también opera 17 sitios de radar, más que todo en Perú y Colombia. Más de 2,600 militares estadounidenses están estacionados a través de Latinoamérica.
EEUU manda millones de dólares de ayuda militar cada año a gobiernos latinoamericanos que ellos consideran ‘amigables’. La ayuda militar a Latinoamérica ha crecido a $122 millones de dólares, más que 34 veces más grande que su nivel en el año 2000. Durante este mismo período, el total de ayuda extranjera de los EEUU bajó.
La comandancia estadounidense del sur dirige la presencia militar en Latinoamérica. Basada en Miami, con un presupuesto anual de $800 millones de dólares y 1470 empleados, SouthCom se preocupa por 19 países en Centroamérica y Suramérica y también de 13 países en el Caribe. EEUU tiene relaciones de cooperación militar con casi todos los países en Latinoamérica y el Caribe. Su relación más cercana es con el ejército de Colombia, y EEUU considera que la estabilidad del ejército colombiano es la primera prioridad de seguridad estadounidense en Latinoamérica. Por mucho tiempo estrategas estadounidenses han tenido miedo de que la inestabilidad en Colombia podría crecer y desestabilizar a los países vecinos, poniendo en peligro el acceso estadounidense al petróleo.
De hecho, la inestabilidad en el medio oriente ha hecho que los recursos energéticos latinoamericanos sean más estratégicos que nunca para EEUU. Colombia produce más petróleo que algunos países en el golfo pérsico, y exporta la mayoría de su petróleo a refinerías en Texas y Louisiana, en EEUU. Mientras tanto, Venezuela es el cuarto exportador de petróleo a EEUU después de Arabia Saudita, México y Canadá; la región Orinoco de Venezuela contiene la acumulación más grande de hidrocarburos en todo el planeta (270 billones de barriles de petróleo, 10 billones más que el total de reserva en Arabia Saudita). Bolivia y Perú también tienen grandes depósitos de gas natural.
En Colombia, EEUU ha optado por una política de guerra total en contra de la revolución colombiana. Fuerzas Especiales estadounidenses guardan la tubería de petróleo de la compañía Occiental Petroleum y sirven como guardaespaldas para el presidente Uribe. En Venezuela, el gobierno progresista y patriótico de Hugo Chávez está en el blanco de los EEUU, y él ya sobrevivió un intento de golpe de estado y una campaña de desestabilización orquestado por la CIA.