"La introducción de los submarinos diesel-eléctricos del proyecto 636 a la Flota del mar Negro, incrementarán considerablemente el potencial de la agrupación naval rusa en el mar Mediterráneo, con lo que esta última será autosuficiente para ejecutar sus operaciones", dijo Chirkov, citado por la agencia Itar-Tass.

Hasta el 2016 Rusia prevé construir seis submarinos diésel-eléctricos del proyecto 636, que formarán parte de la Flota del mar Negro. Estos sumergibles pertenecen a buques de tercera generación y por su baja detectabilidad fueron bautizados por especialistas de la OTAN como 'agujeros negros en el océano'.

Chirkov también indicó que en la actualidad la agrupación naval de la Armada rusa en la región oriental del Mediterráneo cuenta con 12 buques de guerra y buques de apoyo, entre ellos el crucero nuclear Piotr Veliki (Pedro Grande, en ruso) y el portaviones Almirante Kuznetsov.

"El objetivo de la Flota asentada en el mar Mediterráneo es claro, evitar la más mínima amenaza de las fronteras y seguridad del Estado ruso. Es una práctica común de todas las flotas del mundo, encontrarse ahí donde existen intereses del país", señaló.