Por segunda vez en su carrera —la anterior fue en 2010— Rafael Nadal llegará a Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada, como campeón de Roland Garros y número 1 mundial pero los jerarcas del torneo británico anunciarán mañana que no respetarán el ranking del mallorquín y lo situarán por detrás de Novak Djokovic, segundo de la ATP a 170 puntos.

Todo obedece a la particular reglamentación del All England Club en la que se tienen en cuenta los resultados en hierba del último año y el 75 por ciento de los puntos acumulados en el mejor torneo sobre moqueta verde de 2012. Nadal se despidió pronto las dos últimas campañas de Wimbledon. En la segunda ronda de 2012 con Lukas Rosol y en el debut frente a Steve Darcis en la última edición. Djokovic, por contra, suma en ese espacio de tiempo unas semifinales y una final.

Rafa, que se instalará este miércoles en la casa que ha alquilado al lado de las pistas para evitar el tráfico del centro de Londres, no verá alterado su camino en el cuadro porque, como segundo favorito, sólo puede cruzarse con Nole en una hipotética final.

Mientras el balear estuvo la semana pasada adaptándose en Halle, su rival serbio celebró en Ibiza su despedida de soltero —se casa el 9 de julio en Montenegro— junto a otros tenistas como el sancionado Viktor Troicki y el español Carlos Gómez.

El gran perjudicado por las normas de Wimbledon será Stanislas Wawrinka —ha ganado un partido en el torneo en las últimas cuatro participaciones—, que verá como pasa del tercer puesto de la clasificación mundial a no saber dónde le pondrán. Le adelantan seguro Andy Murray, defensor del título, y Roger Federer, que mantiene el mismo puesto que ostenta en el ranking de entradas. Los Grand Slam acordaron en 2001 tener 32 favoritos en lugar de 16 para que las modificaciones realizadas por la organización de Wimbledon tuvieran menos influencia y despertaran menos quejas entre los tenistas.