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General: Restauraciones en Cuba ...
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| De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 22/04/2014 04:21 |
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Finaliza restauración del Cristo de La Habana
Turistas toman fotos del Cristo de La Habana en La Habana (Cuba). El cardenal cubano Jaime Ortega bendijo este gigantesco monumento, ubicado en una colina frente a la bahía desde la que se avista toda la ciudad, tras concluir las obras de restauración a l
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Turistas toman fotos del Cristo de La Habana en La Habana (Cuba). El cardenal cubano Jaime Ortega bendijo este gigantesco monumento, ubicado en una colina frente a la bahía desde la que se avista toda la ciudad, tras concluir las obras de restauración a l
Los trabajos de restauración del Cristo de La Habana, uno de los símbolos de la capital cubana, finalizaron y el cardenal Jaime Ortega lo bendijo.
Ortega, arzobispo de La Habana, dijo que es como la nueva presencia de Cristo Jesús aquí, ahora, en su imagen para esta Habana nuestra.
La imagen de 20 metros de altura, esculpida en Roma por la cubana Jilma Madera, fue inaugurada el 25 de diciembre de 1958, a orillas del canal de entrada a la Bahía de La Habana sobre la loma de La Cabaña, en el poblado de Casa Blanca, y es visible desde la parte vieja de la ciudad.
Ortega dijo que la restauración ocurre en un camino que se renueva en nuestra patria cada vez más en muchos sentidos, en lo económico, y también en el orden mismo de la presencia de la fe religiosa en la cultura del pueblo.
El cardenal cubano destacó que el Cristo de La Habana es algo realmente novedoso y tan necesario que es la re-inauguración de la imagen, porque significa un nuevo tiempo, una nueva época en Cuba.
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El Malecón Habanero en restauración (+Fotos 2009)
Para los que amamos esta ciudad hay sitios en ella que nos son tan entrañables que terminan perdonándonos cualquier infidelidad. Porque el Malecón Habanero, por ejemplo, en la nocturnidad del verano abriga con los alisios, esa suave brisa que viene del mar, como diría para la eternidad Tito Gómez; y también es cierto que en tiempo de frentes fríos o tormentas, te defiende de la mar embravecida. Y todo esto para que después usted lo abandone por otro lugar de la ciudad, a la menor posibilidad…
Y así ha sido desde que se colocó la primera piedra a principios del siglo XX, cuando el malecón solo incluía el tramo que va desde Prado hasta la calle Crespo, con árboles y luminarias. Pero lo cierto es que la naturaleza terminó por imponer su propio proyecto: un largo muro desnudo, de concreto “pelado”, custodiando una ancha avenida y asediado por los embates de la corriente del Golfo.
Por cierto, ¿sabe usted cuál fue el primer nombre del Malecón?. Sencillamente así: Avenida del Golfo. La Historia del Malecón comenzó en 1819 cuando se puso en práctica el llamado “ensanche de extramuros”, pues la ciudad estaba creciendo y el espacio costero que iba desde la entrada de la bahía hasta el Torreón de San Lázaro, era solo un espacio abierto de roca y mar, hermoso pero sin otra señal que lo inhóspito del lugar, a donde iban algunas familias a tomar baños de mar.
Desde la zona del litoral habanero donde hoy está el parque Maceo y hasta el Río Almendares lo que existía entonces era una costa de agudos arrecifes y un monte firme e impenetrable, que las autoridades españolas consideraron siempre como una muralla natural ante ataques y lo llamaban “Monte Vedado”.
Así estuvo muchísimos años, pero en 1859 por todo San Lázaro comenzó a circular el ferrocarril urbano que iba desde las cercanías del puerto hasta la propia desembocadura del Almendares. En esa época aparecieron los barrios El Carmelo y Vedado.
Se pensó entonces en el inhóspito litoral habanero y encargaron el proyecto a Don Francisco de Albear, el más grande ingeniero cubano de la época. Albear concibió una formulación compleja y acertada de lo que debía ser la obra, más allá de un simple paseo.
Según consta en documentos históricos, la ancha avenida debía construirse a cuatro metros sobre el nivel del mar, separado de la orilla, y en su parte inferior una larga sucesión de 250 bóvedas, para dar cauce a otras necesidades de la ciudad, porque la galería resultante podía servir como línea de ferrocarril y almacén, pensando en el activo puerto habanero, o como línea defensiva militar.
Todo el proyecto costaría 850 mil pesos de la época, pero el gobierno español no se animó a soltar prenda a la administración municipal habanera y la propuesta de Albear durmió un largo sueño…
Durante la primera intervención norteamericana se retomaron algunos proyectos y el primer tramo concluido, desde Prado hasta Crespo, resultó la arrancada de una larga y lenta carrera en pos de lograr el Malecón que hoy conocemos. En 1901 se comenzaron las tímidas obras del Malecón luego de dictarse algunas disposiciones que incluían precios de los terrenos, títulos de propiedades, derechos a confiscaciones y otras regulaciones por el estilo.
Durante las ínfulas monumentales de Gerardo Machado el Malecón tomó impulso bajo la dirección del destacado urbanista Jean Forestier, famoso por sus intervenciones en Sevilla y París, quien había venido a Cuba a establecer un Plan Director de la ciudad.
Maravillado por la zona costera capitalina, Fosrestier tomó el Malecón como aspecto preferente de sus proyectos. Para llegar a sus siete kilómetro actuales el Malecón Habanero pasó por varias etapas de avances y retrocesos, de gobiernos de turno, cambios, supresiones y transformaciones de proyectos, hasta el último tramo realizado entre 1950 y 1958.
Después del primer trecho, para el que se demolieron algunas instalaciones públicas como los balnearios: Las Delicias, Romanguera y San Rafael, siguió la construcción en 1921 hasta la entrada del Vedado, donde hoy se alza el monumento al Maine.
A mediados de la década del 30 se llevó hasta la calle G, y en el mandato de Carlos Prío (1948-1952) llega el Malecón hasta la desembocadura del Almendares.
Todas y cada una de estas prolongaciones llevaban implícito cambios en los fabulosos proyectos, los cuales finalmente terminaban en ese muro pelado, largo y amado de los que vivimos en esta ciudad, y que un chistoso definió una vez como “el banco más largo del mundo”.
Fuente: Sitio. Mi país
FOTOS DEL 2009
- Vista aérea de la Habana
- Gran tramo del muro con la nueva técnica alemana.
- La Oficina del Historiador ejecuta el Proyecto: Malecón.
- Se comienzan los trabajos en el edificio de los azulejos.
- Edificios en restauración. Algunos terminados.
- Edificios en restauración.
- Edificios restaurados y en proceso de restauración en la avenida Malecón
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La Habana Vieja en restauración deslumbra en feria turística

La rehabilitación del Centro Histórico de La Habana Vieja acapara la atención de los participantes en la XXXI Feria Internacional de Turismo de Cuba (FITCUBA 2011), con sede en el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña, a la entrada de la bahía habanera.

El Historiador de la Ciudad, Dr. Eusebio Leal Spengler, disertó sobre la experiencia de restauración integral del patrimonio cultural arquitectónico de la urbe, la cual adquiere un carácter sustentable y humanista, porque involucra y beneficia a los miembros de la comunidad. Mostró las imágenes de edificaciones deterioradas, que han sido convertidas en hoteles, museos, instituciones culturales, centros de salud
y atención social.

Leal se refirió a la reconstrucción de viviendas, hogares maternos, residencias de ancianos, la escuela para niños discapacitados y la de oficios, donde unos 600 jóvenes aprenden el arte de la restauración para mantener y ampliar lo hasta h
oy realizado.
Igualmente destacó el rescate de los Antiguos Almacenes San José donde actualmente se exponen y comercializan las obras de artesanos de las Isla, y de un ferrocarril que ofrecerá recorridos por la Alameda de Paula.

El Historiador habló también de la reconstrucción de la famosa Casa de las Tejas Verdes a la entrada de Miramar, del renacimiento del Museo Napoleónico, y de la creación de aulas con capacidad para 20 discípulos en este tipo de instalaciones para inculcarles el amor y respeto al patrimonio.
Leal Spengler comentó sobre los centros de hospedajes revividos que hoy acogen a turistas de todo el mundo, entre ellos los hoteles Santa Isabel, Conde de Villanueva, Palacio O’ Farrill, Raquel, Los Frailes, Telégrafo, Saratoga, y el recién inaugurado Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal, en la Plaza de San Francisco de Asís.

Además, también resaltó la reanimación de los bares, restaurantes y la red de tiendas existentes en el Centro Histórico, y enfatizó en la necesidad de rescatar las tradiciones culinarias de Cuba, como la elaboración de platos a base de maíz como las frituras, el majarete y el atole, cuya tendencia a desaparecer constituía un peligro.

Al concluir su intervención recalcó que el visitante necesita andar la ciudad para llegar a conocerla, y de ahí la importancia de esta labor, esencial para una Cuba amada y respetada a nivel internacional.
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Álbum de Fotos: Alka Patel conversa sobre la Arquitectura Cubana
Publicado: December 19, 2013
Una estudiosa del arte islámico del sur de Asia nos habla sobre las influencias mozárabes en La Habana
Jardines de la Tropical, La Habana, 2003: imagen del interior, planta baja, salas de juego, y el estampado de flores.
Foto: Alka Patel, Cortesía del Archivo Alka Patel de ARTstor
desde el siglo XII al XVIII, enfocada en las influencias islámicas de la región y sus conexiones con Irán y Asia Central. Pofesora asistente en la Universidad de California, Irvine, el interés de Patel sobre Cuba surgió de su estudio de las comunidades musulmanas en el sur de España y el norte de África, y sus movimientos de la diáspora. En la búsqueda de las consecuencias de acontecimientos históricos como la " Reconquista " y la Inquisición en España, Patel aterrizó - literal y figuradamente - en Cuba.
Sobre la base de su investigación en la isla en el 2003, Patel contribuyó con un archivo de aproximadamente 600 fotografías de arquitectura a ARTstor, una biblioteca digital sin fines de lucro que cuenta con más de 1,6 millones de imágenes de las artes, la arquitectura, las humanidades y las ciencias, disponible para los educadores, estudiosos, y curadores en 46 países. Las fotografías de Patel revelan patrones, diseños y formas arquitectónicas que trascienden las regiones y religiones, y han sido valoradas por muchas sociedades diferentes por su singularidad y belleza.
En este texto, Patel comparte y comenta sobre siete fotografías de su colección, ha seleccionado los motivos fundamentales de diseño, estilos de construcción, prácticas artesanales, y los intercambios culturales que han dejado su huella en el entorno construido en La Habana.
Cuéntanos sobre Los Jardines de la Tropical en La Habana. ¿Qué estamos viendo en esta foto?
Los Jardines de la Tropical es una obra realmente intrigante. Es un jardín encantador - un jardín de recreo, si se quiere -, es también un bar al aire libre y lugar de ocio, que se inauguró a principios del siglo XX. Hasta la década de 1960, fue un lugar para beber, bailar, jugar billar, y realizar otras actividades. Hoy en día, es un salón de baile popular y sala de conciertos en las afueras de La Habana, que atrae a lugareños y turistas por igual.
El interior de este espacio es muy interesante. Los diseñadores realmente intentaron replicar la Alhambra de Granada, España, ya que tuvieron en cuenta hasta los detalles epigráficos. Los arquitectos - de la renombrada firma norteamericana McKim, Mead y White- hicieron sus investigaciones. Copiaron partes de la Alhambra y crearon un pastiche, por lo que hay habitaciones, o partes de las habitaciones, que fueron elegidas por sus motivos decorativos y sirven como el núcleo de un vestíbulo o salón completo.
La estructura es un excelente ejemplo de una joya arquitectónica, pero es probable que sea mucho más precisa que la Alhambra de hoy en día. Esa estructura en el sur de España tiene ahora un estuco blanco incoloro, mientras que el salón de La Tropical está llamativamente policromada, a nuestros ojos contemporáneos - como lo fue la Alhambra originalmente. Está en consonancia con la marcofilia - la fascinación por las culturas medievales españolas y del norte de África - que vinieron de Occidente en el siglo XX.
[NOTA: Diseñado en el año 1900, Los Jardines de la Tropical también fue parte de la ola arquitectónica y el diseño que se extendió por La Habana en las primeras décadas del siglo XX, de estilo Art Nouveau. El diseño y el zeitgeist arquitectónico de la época fue inspirado por ideas y estilos como la egiptomanía y el Art Nouveau, que se pueden observar en los edificios y estructuras en La Habana, así como en otras ciudades. - Ed.]
Iglesia del Cristo de Buen Viaje, La Habana, 2003: vista del interior y el techo.
Foto: Alka Patel, Cortesía del Archivo Alka Patel de ARTstor
Aquí hay una foto del techo de la Iglesia del Cristo de Buen Viaje en La Habana. ¿Qué lo hace una arquitectura única?
El techo es de madera tallada. Nos recuerda la cultura de los moriscos, musulmanes que vivieron en España y se convirtieron, de forma voluntaria o por la fuerza, al cristianismo, y las formas asociadas a la cultura mozárabe en España. Sin embargo, aquí están en Cuba, en una iglesia. En algunas partes de España, también hay iglesias donde se puede ver esto. Hubo prácticas y formas de construcción que no se asociaron estrictamente con el Islam o con la cultura que la Inquisición trató de erradicar, y muchas de las refinadas prácticas artesanales, como la talla geométrica en madera, fueron apreciadas y valoradas. Es evidente que las formas y diseños moriscos se han aplicado en las construcciones seculares, religiosas y residenciales. Hoy en día, formas como el alfiz - un adorno arquitectónico rectangular encerrado en un arco o en una herradura o esculturas geométricas pueden parecer inextricablemente ligadas a la cultura islámica. Pero históricamente han sido recibidas de una manera diferente: muy apreciadas y ampliamente aplicadas a diseños.
Cielo del Convento de Santa Clara de Asís, La Habana, 2003: ista de la iglesia, el techo y el patrón geométrico.
Foto: Alka Patel, Cortesía del Archivo Alka Patel de ARTstor
El Convento e iglesia de Santa Clara de Asís fue fundada en el siglo XVII. Usted ha expresado que se ha velado por su conservación y se le ha dado otro uso a una parte de esta.
Este complejo es interesante tanto por su temprana fundación como por su posterior historia de conservación. El sitio se usa ahora, en parte, como un laboratorio para la conservación de los objetos, un ejemplo de la reutilización ingeniosa de edificios en toda la zona – algo maravilloso!
Entrevisté a uno de los miembros del personal, quien nos dijo que la restauración del techo de la iglesia requiere una madera extremadamente dura. Esa madera había desaparecido debido a la deforestación en los últimos siglos - que fue sin duda, una consecuencia del "boom" en la construcción que se produjo tras la colonización, y la llegada de los grupos de artesanos que he mencionado antes. Ellos jugaron un papel decisivo en la construcción de la colonia en Cuba. Los arquitectos encargados de la restauración y conservación tuvieron que importar una especie de madera de Angola, que fue tallada y puesta en el techo.
Por cierto, la diferencia entre las maderas duras tropicales disponibles en Cuba y las utilizadas en la Península Ibérica era evidente en aspectos como la profundidad y complejidad de la talla. Tenemos que tener esto en cuenta y no sólo pensar en los techos de Cuba como "inferiores " a sus homólogos ibéricos por ser menos elaborados.
Quinta de los Molinos, La Habana, 2003: vista del exterior y el pasillo.
Foto: Alka Patel, Cortesía del Archivo Alka Patel de ARTstor
¿Qué te llevó a los jardines y terrenos de la Quinta de los Molinos? ¿Qué influencias ve usted aquí?
Casa señorial del siglo XIX de la aristocracia terrateniente (en ese entonces) en las afueras de La Habana, la Quinta simboliza el diálogo entre colonia y metrópoli (o madre patria) en la arquitectura doméstica. Es interesante ver la exuberante vegetación tropical, algo que probablemente no está presente en el paisaje de una gran parte de España, que fue yuxtapuesta con la planificación de los jardines circundantes. Estos jardines están divididos en cuatro partes, con senderos perpendiculares de reuniones en las fuentes del centro. Tal paisajismo se refiere no sólo a las casas de campo aristocráticas de España, sino también al hecho de que los planos de los jardínes a su vez se derivan de las divisiones de cuatro jardines islámicos. Es fascinante ver cómo las ideas atravesaron el tiempo y el espacio, y cómo se adapta a las circunstancias de ambos.
Hotel Nacional, La Habana, 2003: vista del interior, salas de juego, y el techo.
Foto: Alka Patel, Cortesía del Archivo Alka Patel de ARTstor
Hotel Nacional, La Habana, 2003: Detalle de interiores, decoración de la pared, y motivos geométricos.
Foto: Alka Patel, Cortesía del Archivo Alka Patel de ARTstor
Donde estamos? La estructura parece histórica, pero muy grande.
Es el Hotel Nacional, construido en el siglo XX como una de las más grandes instalaciones para los visitantes de Cuba. Sus motivos decorativos hacen claras referencias a la herencia árabe de la isla, tanto en el techo de madera tallada que encontramos en edificios históricos como en los frisos de azulejos geométricos tomados de palacios en el sur de España.
El Palacio de Bellas Artes del Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, 2003: vista al exterior y el lado de la fachada.
Foto: Alka Patel, Cortesía del Archivo Alka Patel de ARTstor
Qué nos puede decir del Palacio de Bellas Artes, el edificio del Museo Nacional de Bellas Artes, que alberga las colecciones del museo de arte cubano? ¿Cómo se relaciona con el intercambio arquitectónico del que hemos estado hablando?
Esta estructura es fascinante. A pesar de que se trata de un moderno edificio de 1950, el vidrio refleja el tejido histórico de la ciudad, como se ve en la fotografía. El Museo Nacional es parte de una vibrante y grande conversación estructural, que se desarrolla en toda la isla . Este moderno edificio revela un estilo más tradicional en sus paneles de vidrio exterior altamente reflectante, y ambos estilos – el moderno y el tradicional representan el entorno construido cubano.
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LA RESTAURACIÓN DE LA HABANA VIEJA
Un modelo humanista integral de rescate del Centro Histórico de La Habana, Patrimonio Cultural de la Humanidad
“Un pueblo no se funda como un campamento”.
José Martí
• Por Santos Urbina
El casco histórico de la ciudad de La Habana, Cuba, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)[1], mejor conocido como La Habana Vieja, vive una experiencia singular de restauración de su patrimonio cultural arquitectónico, misma que se ha convertido en una referencia para otros centros históricos del Continente.
Efectivamente, el trabajo de reconstrucción y rehabilitación de la Habana Vieja no se reduce a la actividad material de regeneración patrimonial, como tradicionalmente ocurre en otras latitudes; la experiencia de La Habana Vieja es en una propuesta creadora regulada por el interés humano, bajo una orientación multidisciplinaria de beneficio social.
A partir una visión integral del trabajo de restauración que incluye no sólo la recuperación física del patrimonio arquitectónico sino su adaptación a la condición económica, política y social del lugar; el proyecto de rehabilitación adquiere un carácter sustentable y humanista, para el desarrollo integral comunitario.
Este modelo restaurador del patrimonio cultural representa, además, una nueva experiencia de protección del medio ambiente asociada con las necesidades objetivas de la población. De esta manera, cada espacio recuperado es una conjunción de memoria histórica, arte, sociedad y naturaleza.
Otro aspecto interesante del plan de reconstrucción lo representa la visión innovadora de su financiamiento que lo convierte en un modelo de gestión autofinanciable que genera una derrama económica que se invierte en proyectos sociales y culturales del lugar.
Por su carácter innovador de trascendencia humana y cultural, por los excelentes resultados de su labor, el enfoque integral de restauración y conservación del patrimonio cultural de La Habana Vieja ha sido adoptado por la Oficina Regional de la UNESCO como un nuevo modelo de rehabilitación cultural urbana para aplicar en otras latitudes. Una experiencia de conservación del patrimonio histórico ajena al irracional criterio utilitario y mercantilista que, lamentablemente, domina en los planes reguladores de los centros históricos de la mayoría de ciudades en Latinoamérica.
ANTECEDENTES
Hace casi 490 años, un 16 de noviembre de 1519, a la sombra de una ceiba se fundó La Habana. Diego Velázquez con la asistencia de Narváez y Casas, dio principio a la fundación y establecimiento de la ciudad que entonces fue bautizada con el nombre de Villa de San Cristóbal.
El lugar, de forma natural ofrecía abrigo a las embarcaciones españolas que utilizaron el puerto como punto de apoyo para la conquista de la región continental. Pronto se edificarían las primeras construcciones que servirían de guarnición en la empresa, como una enorme muralla de piedra que acordonó los primeros edificios. De este puerto partiría el conquistador Hernán Cortés, que en 1521 derrotaría al pueblo azteca, tomando Tenochtitlán para fundar ahí el virreinato de la Nueva España.
En la original Haban, pronto surgirían sólidas fortificaciones militares que todavía hoy superviven, como el castillo de La Fuerza, con muros de 8 metros de espesor, y el Morro; una fortaleza de gran significado histórico para la soberanía de Cuba que tiene la forma de polígono irregular sobre un peñasco donde revienta furioso el mar, con olas de más de 40 metros de altura.
Ante el ataque de feroces contrabandistas, bandidos y piratas, estas fortificaciones militares protegerían el bullicioso auge comercial y la vida cotidiana de los comerciantes y familias adineradas que poblaron el lugar.
En los primeros tiempos habría de construirse la Parroquial Mayor y, luego, la catedral de La Habana. Alrededor de las plazas de Armas y de la Catedral, de las estrechas calles adoquinadas y los portales, se edificarían los primeros palacios de influencia morisca y barroca. Luego, en el siglo XVII, el lugar se poblaría con ostentosas mansiones y casonas, como la del Conde de Bayona, que es la más antigua; la Mansión de los dos Frentes, del Marqués de Arcos, con exquisito gusto artístico en la herrería de sus balcones; la casa del Conde de Lombillo o la vieja mansión del Marqués de Aguas Claras, en la Plaza de la Catedral, por mencionar algunas de las construcciones que representaron el máximo exponente de la arquitectura doméstica colonial.
El encanto del ambiente habanero se vería coronado con la atmósfera de sus patios engalanados con flores, macetas y enredaderas trepando por los gruesos muros, como una adaptación de los patios españoles de influencia árabe. La vida familiar cubana transcurriría en ellos, por más sencilla o modesta que fuera la casa.
Un perfume natural producto de la musgosa humedad de las construcciones, la vegetación y la flora tropical; sus palmas, sus ceibas, framboyanes, orquídeas, y jazmines en eterna primavera esparcido por el cálido aliento de la brisa habanera completaría el cuadro, inundando la ciudad con un aroma de sensual exhalación que hoy mismo todavía se respira recordando aquellos tiempos.
En La Flor de La Habana de Los Cantos del Siboney, recogidos por el poeta cubano José Fornaris, autor de La Bayamesa, depositaría el espíritu habanero en la flor más hermosa del Siboney, la tierra de gente preciosa:
Serán ¡oh cubana! Flexibles los talles Del verde juncal: Nos brindan su sombra Del mar en la orilla Los frescos ramajes del alto yanal; Serán, india bella, Preciosas las flores Que da el sabicú; Gallardos los cedros, Altivas las palmas; Mas yo te lo juro, no son como tú. Que viva la tierra Del cedro y el mango, La ceiba, el mamey; Que vivan en sus valles La flor de la Habana, La flor más hermosa que vio el Siboney.
Las condiciones en que transcurrió la colonia, así como los sucesos políticos y sociales que llevaron a la independencia de los pueblos de América, vincularon a La Haban a distintos senderos. Las nuevas aristocracias y clases acaudaladas erigieron suntuosas construcciones y elegantes mansiones; paseos, parques, jardines, alamedas y vías de comunicación como el Paseo del Prado (Paseo Martí), la arteria que desde 1772 fue recorrido cotidiano de los habaneros, especialmente de la nobleza y los adinerados; vía donde se edificarían las más suntuosas mansiones.
Sin embargo, los palacios, las casonas, los portales empedrados, los estrechos callejones y las calles adoquinadas que conducen a las cinco plazas que conforman el casco viejo habanero resistieron los casi cinco siglos de historia conservando su perfil original. Una memoria urbana colonial resguardada por un fiel testigo omnipresente: el estoico Malecón centenario que desafía las vigorosas crestas del mar que estallan contra él y funde la azul bahía con el suelo caribeño. Un viejo muro de más de 6 kilómetros de longitud, símbolo de la ciudad que lleva al esparcimiento, la contemplación y al amor.
LA RESTAURACIÓN
El casco de La Habana, envejecido y deteriorado por el implacable paso de tiempo, abandonado en su preservación, sobresaturado en sus condiciones de habitabilidad, con gran carencia de servicios, sujeto a un uso inadecuado de los inmuebles y víctima de modificaciones inadecuadas al carácter histórico de la zona, con una superficie total de poco más de 2 kilómetros cuadrados, concentra 242 manzanas y unos 3 mil 500 edificios donde habitan en condiciones precarias aproximadamente 70 mil personas distribuidas en 22 mil 500 viviendas, concentrando una alta densidad promedio de 625 habitantes por hectárea.
Lo anterior, aunado a la carencia de recursos para el financiamiento de la recuperación del patrimonio arquitectónico y urbanístico significó tremendo reto para la Oficina del Historiador de La habana, que es la entidad encargada de rescatar ese valor histórico y de elevar la calidad de vida de sus pobladores. Institución fundada en 1938 como una dependencia del Ayuntamiento de aquella ciudad por el doctor Emilio Roig de Leuchsenring quien, hasta el momento de su muerte en 1964, representó el ejemplo de una infatigable lucha por la conservación del patrimonio histórico nacional de Cuba.
Continuando y acrecentando la obra de Roig de Leuchsenring, la Oficina del Historiador, bajo el encargo del Dr. Eusebio Leal Spengler, extendería su función socio cultural a otros inmuebles del Centro Histórico, acumulando prestigio y reconocimiento en Cuba y en el extranjero.
A partir de 1993, mediante la Ley-Decreto 143, expedida por el Consejo de Estado el 30 de octubre de ese año, además de las facultades de la preservación de la memoria material y espiritual de La Habana y la formulación y ejecución de los planes de restauración de la zona, de conservación de sus valores históricos, mediante estatuto especial se le otorgaría respaldo legal para instrumentar métodos de apoyo financiero al trabajo de restauración; fiscalizar las actividades de las entidades enclavadas en el lugar; fomentar fuentes propias de financiamiento para la restauración y preservación de la zona priorizada para la conservación, al mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes, al sostenimiento de las funciones propias de la Oficina del Historiador y a los ingresos del país; así mismo, concertar contratos con entidades nacionales y extranjeras, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales y otras personas naturales o jurídicas acreditadas, para los fines planteados; abrir y operar cuentas bancarias en moneda nacional y en divisas; además de conceder o denegar autorizaciones para obras y usos de los espacios urbanos en la zona para la conservación.
Así mismo, para llevar a cabo sus funciones, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana se le otorgó derecho a exportar e importar, comprar, vender y realizar otras operaciones mercantiles; formalizar convenios con organismos y entidades situadas en la zona priorizada para la conservación con el fin de garantizar el uso adecuado de sus valores patrimoniales; recibir y utilizar donaciones con destino a la restauración y a la propia Oficina.
En correspondencia al tamaño del desafío, la Oficina del Historiador del Centro Histórico de La Habana asumiría un Programa integral de gran envergadura que, como señalamos, no se reduce al aspecto puramente material, como tradicionalmente ocurre regularmente en otras latitudes.
Plan Maestro
Con las amplias facultades legales otorgadas para impulsar el desarrollo auto financiado y sostenible se diseñó un Plan Maestro de Rehabilitación Integral de La Habana Vieja, donde se reestructura la organización institucional para continuar con la recuperación física del patrimonio e impulsar los programas de desarrollo social.
“El Plan Maestro para la Revitalización Integral de La Habana Vieja sienta las pautas para la restauración, garantiza la continuidad de dicho proceso y la operatividad de la inversión, al tiempo que genera instrumentos de dirección eficientes que se recogen en el Plan Especial de Desarrollo Integral. Basa su cometido en la participación de todos los sujetos del patrimonio, o sea, ciudadanos y entidades con influencia en el territorio, a partir de la creación de espacios de concertación entre actores. Por eso, los planes elaborados con el consenso de los implicados, constituyen verdaderas herramientas al servicio de las autoridades que deben ejecutarlos. Conceptualmente, el modelo de gestión aplicado a partir de 1993, considera a la cultura como eje principal del desarrollo, y al ser humano, creador, portador y transmisor de patrones culturales, protagonista del proceso. A la visión sociocultural de la recuperación, se le sumó un enfoque de rentabilidad económica. En materia de desarrollo humano, se reconoce una importancia estratégica a la rehabilitación económica y social, estrechamente vinculada al rescate patrimonial. Entendidas las tres dimensiones con un enfoque integrador, se garantiza la implicación de los ciudadanos en el proceso.” [2]
Según lo señalado por este Plan, la rehabilitación se efectúa vinculando criterios de desarrollo integral, con mecanismos de recuperación autofinanciada y de desarrollo cultural, regidos bajo cinco políticas fundamentales:
1) Salvaguardar la identidad nacional a partir de la investigación, promoción y desarrollo de la cultura;
2) Proteger el patrimonio heredado, rehabilitando el territorio mediante un Plan Especial de Desarrollo Integral continuo y con fuerza legal;
3) Evitar el desplazamiento de la población local mejorando su calidad de vida.
4) Dotar al territorio de una infraestructura técnica y de servicios básicos en correspondencia con las necesidades contemporáneas; y
5) Lograr un desarrollo integral autofinanciado que haga recuperable y productiva la inversión en el patrimonio.
Este Plan, según lo puntualiza la Oficina del Historiador, contempla los siguientes aspectos:
I. Patrimonio cultural
Bajo la Dirección de Patrimonio Cultural, la Oficina del Historiador contribuye al conocimiento de la historia y la cultura cubana, orienta a la preservación de los símbolos y expresiones materiales y espirituales de la nacionalidad, así como a la recuperación y preservación de la memoria histórico-cultural de la ciudad, especialmente de su Centro Histórico.
a) Museología
Dentro de la Dirección de Patrimonio Cultural existe la Vicedirección de Museología, encargada de establecer las metodologías, planes y controles sobre la labor investigativa histórica, arqueológica y museológica, así como el control de inventarios, documentos, museología y museografía de todo el sistema. del Centro Histórico.
Desde ahí se dirige la política expositiva de los museos y se controla su calidad, rigiendo 11 museos, 13 casas y 8 salas históricas y 13 centros culturales, además del parque Infantil La Maestranza.
b) Proyecto sociocultural
La Oficina del Historiador se propuso involucrar a la comunidad del Centro Histórico como partícipe y protagonista de un proyecto sociocultural que ya tiene profundas raíces. El proyecto es materializado mediante tres grandes gestiones bajo la Vicedirección de Programas Culturales, Divulgación y Ediciones:
Gestión social dirigida a los niños. La presencia habitual en los museos de niños de diferentes niveles de enseñanzas, la existencia de talleres de creación, círculos de interés y, muy especialmente, el desarrollo de las aulas-museos, han distinguido el trabajo con el público infantil;
Gestión social dirigida a la tercera edad. Promover cambios en los estilos de vida del segmento de la población llamado «tercera edad» o adultos mayores, a partir de acciones educativas y culturales;
Gestión comunicativa. Dirigida a los principales medios de comunicación, con énfasis en la radio y la televisión y la prensa escrita, teniendo su máximo exponente en la redacción del tabloide Programa Cultural, de periodicidad mensual, y su versión digital.
Se organizan exposiciones de artes plásticas, conciertos, conferencias, cursos y eventos —nacionales e internacionales—, a la vez que asegura sus necesidades materiales. Una de sus iniciativas más relevantes es el proyecto Rutas y Andares, concebido como un acercamiento de la familia cubana a las colecciones museológicas a partir del trazado de rutas temáticas.
c) Conservación y Restauración
La Dirección de Patrimonio Cultural, a través de su Vicedirección de Conservación y Restauración, se encarga de valorar las afectaciones, dictaminar los tratamientos e intervenir de forma directa en la conservación o restauración de los bienes patrimoniales muebles y brindar atención a los inmuebles donde radican los centros culturales y comerciales. Para ello cuenta con especialistas de vasta experiencia que, unidos a jóvenes egresados de la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, institución creada en 1992, cuya misión es crear especialistas para rescatar los oficios de la restauración de inmueble, laboran en talleres de restauración de madera y carpintería, orfebrería, papel, encuadernación, textiles, metales, cerámica, yesería, pintura, lámparas, relojería. Además, de los laboratorios de biología, química y arqueometría.
d) Sistema de información
Integrado por el Archivo Histórico de la Ciudad, la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, la Fototeca y las Bibliotecas Asociadas, además de contar con un Departamento de Informática.
Archivo Histórico de la Ciudad: Atesora documentos cubanos, especialmente relativos a la Guerra por la Independencia y de Familias Cubanas, grabados y planos, además de las Actas Capitulares de la Ciudad desde 1550 hasta nuestros días.
Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle: Cuenta con más de 30 000 volúmenes con selecta información, especialmente habanera y sobre La Habana. Brinda servicios de sala, búsquedas, préstamo externo, referencia, fotocopia y escaneo.
Fototeca: Cuenta con más de 10 mil imágenes fotográficas (ferrotipos, ambrotipos, imágenes sobre cristal, albúmina y papel, diapositivas y videos) referentes a la vida habanera en distintas etapas, familias, obras constructivas, figuras históricas y la memoria gráfica de la Oficina del Historiador en su quehacer cotidiano.
Bibliotecas Asociadas: Se trata de las bibliotecas pertenecientes a los museos y casas del Centro Histórico, como la Biblioteca Fermín Valdés Domínguez (Museo Casa Natal de José Martí), el Museo de Arqueología, el Museo Numismático. La Biblioteca Ibn Jaldún (Casa de los Árabes), la Casa de Asia, la Biblioteca Ada Elba Pérez (Casa de la Poesía), la Biblioteca Dora Alonso (Centro Estudiantil José de la Luz y Caballero), Biblioteca Alfonso Reyes (Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez), Biblioteca Simón Rodríguez (Casa Simón Bolívar), Biblioteca especializada en lengua alemana (Casa Alejandro de Humboldt), Biblioteca Pedagógica Félix Varela; así mismo Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, adscripta a la Oficina del Historiador de la Ciudad.
e) Publicaciones
Bajo la Dirección de Patrimonio Cultural se encuentran las Ediciones Boloña, cuyo sello editorial identifica las publicaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Se edita también el Boletín del Gabinete de Arqueología, además del Programa Cultural y su versión digital, así como la página Web de la Dirección (www.ohch.cu).
f) Investigaciones
Orientado a refrendar la restauración del patrimonio edificado y el rescate de la memoria cultural, el quehacer científico de la Oficina del Historiador incluye las investigaciones históricas, museológicas y arqueológicas. Como las que realiza el Gabinete de Arqueología, constituyendo el antecedente obligado a cualquier intervención arquitectónica en todo inmueble que pretenda ser restaurado; además de otras investigaciones útiles para el conocimiento y documentación de los bienes patrimoniales, como las realizadas por el Laboratorio de Arqueometría, además de estudios históricos que aportan informaciones útiles para la comunicación directa (visitas dirigidas, cursos, conferencias y eventos) y ediciones divulgativas y de rigor científico.
II. Proyectos sociales
Uno de los proyectos significativos lo constituye El aula museo, junto a la Armería 9 de abril, la Casa Simón Bolívar brinda una experiencia única en Cuba y en el mundo, donde los niños aprenden a respetar el patrimonio.
Al respecto, la Oficina del Historiador comenta que por lo general, en las visitas guiadas a los museos, el “mirar y no tocar” es la regla inflexible donde unas tras otras, se suceden las procesiones de vitrina en vitrina, con breves detenimientos ante lo que el maestro supone de mayor interés, convirtiendo la actividad en una tediosa jornada plagada de prohibiciones con cientos de preguntas por aclarar y una saturación de datos y conceptos nuevos, convirtiendo la intención educativa se convierte en una maniqueísta orden de cuidado y disciplina.
De esta manera, “con tal rigidez de formas, sólo se mutila la capacidad creadora del pequeño, su espontaneidad, su curiosidad por longevo, lo raro... su necesidad de inquirir y fantasear con los objetos en exhibición. Custodio de evidencias históricas, el museo comienza a aislarse del universo infantil desde sus primeros pasos en la escuela, en un proceso lamentable y difícilmente reversible.”
Por tanto, concluye “en la época actual, el museo no puede resignarse a la simple presentación del mensaje… El desafío consiste en superar los estigmas que le imponen nociones de estatismo y pasividad, para lograr corresponderse con el dinamismo que implica el concepto de educación. Sin embargo, la técnica más sofisticada y el proyecto más ambicioso ceden frente a la actitud natural del niño que permanece dentro del recinto expositor durante todo el horario docente. El deambular entre una y otra colección se convierte en una aventura diaria que, además de instrucción docente, deviene experiencia cultural enriquecedora.”
III. Obras en marcha
La Oficina del Historiador de la Ciudad ha ejecutado una labor de conservación y restauración del patrimonio arquitectónico, cultural y social del Centro Histórico de La Habana, centrando el proyecto en la actualidad en varias obras ejecutadas por diferentes direcciones de esa institución.
a) Dirección de Proyectos:
Iglesia Ortodoxa Rusa, Hotel Cueto III, Ampliación del Convento las Brigidinas, Ampliación del Centro de Niños Discapacitados, Laboratorio Software (Grupo Desarrollo Local), Mercaderes 317 (Café Escorial), Oficina de Proyectos (Nueva sede), Oficina de Diagnóstico (Nueva sede), Instituto Cubano del Libro, Centro Andaluz, Museo de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución), Museo del Reloj Suizo (Oficios 212), Santa Clara 55 (Viviendas), Casa Verde, Parqueo Aguiar 364, Comercio Habaguanex (Los Paraditos), Tienda Habaguanex (Noble Habana)
b) Dirección de Arquitectura Patrimonial:
Mercaderes 13, Teatro Martí, Castillo de la Fuerza, Ampliación de RETAZOS, Amargura 65, Parque del Holocausto, Convento «Las Teresas», Iglesia «Las Teresas», Parque de Habana y Tte. Rey, Almacenes «San José», Casa de Prat-Puig, Museo de la Música, Convento de Belén,
c) Restauración del malecón de La Habana:
Universidad de Sto. Domingo (2da. etapa), Cuba y Obrapía (Oficinas), Escuela Taller #2 (Cuba #151), Museo de la Revolución y Palacio Matrimonio de Prado.
IV. Colaboración
Como se ha señalado, el modelo de rescate del Patrimonio Cultural de La Habana Vieja es una propuesta humanista integral que se contiene en el Método de Gestión, desde la etapa de programación participativa a través de encuentros en los barrios, talleres sectoriales, entre otros y utilizando diversas metodologías como son los Mapas de Riegos y Recursos se identifican los principales problemas de la localidad y la capacidad potencial que existe para enfrentarlos.
a) Prioridades
Así, se obtienen las Prioridades para el trabajo las cuales se desglosan en 7 Líneas Estratégicas fundamentales. Contando con la Cooperación Internacional, cada Línea Estratégica se divide en Ejes Estratégicos y Acciones en apoyo a la recuperación integral del Centro Histórico.
b) Líneas estratégicas:
Estas son: Servicios Comunitarios, Medio Ambiente, Gestión Local, Desarrollo Social, Patrimonio Cultural, Vivienda y Desarrollo Económico Local.
c) Proyectos de Cooperación
1) Multilaterales
Estas Iniciativas de cooperación se realizan a través de organismos internacionales como las agencias especializadas de Naciones Unidas. Entre este tipo de iniciativa se destaca el Programa de Desarrollo Humano Local (PDHL) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
2) Bilaterales
Estas Iniciativas de cooperación se ejecutan directamente con las agencias de cooperación de los gobiernos nacionales.
3) Descentralizados
Estas Iniciativas de cooperación se efectúan directamente con alcaldías, gobiernos locales (municipales, provinciales y regionales), ONG y universidades, entre otros.
RESULTADOS
Con estos elementos, en una década, de 1994 a 2004, se lograría la recuperación del 33 por ciento del área del centro histórico, y la rehabilitación de tres mil 300 viviendas y edificado 437, en beneficio de 13 mil 200 personas.
Los magníficos resultados de esta experiencia serían reconocidos por el director de la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe, el señor Herman van Hooff, quien manifestó su interés de que la experiencia de La Habana Vieja "sea sustentable a largo plazo", por ser un “modelo de gestión que genera sus propios ingresos, que se invierten a su vez en los proyectos sociales y culturales". [3]
El propio Van Hooff, en el libro titulado "Una experiencia singular. Valoraciones sobre el modelo de gestión integral de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad", considera la experiencia cubana como "un modelo inédito en la conservación del patrimonio" alcanzado "sin perder la autenticidad del legado, ni su disfrute público". [4]
Fernando Carrión, experto de la UNESCO, considera que “Más que un caso triunfante o un modelo que pueda ser replicable en otras ciudades, la renovación de La Habana Vieja es una política exitosa que muestra cómo en una situación de alta diversidad es factible encontrar soluciones propias a los propios problemas” y afirma: “El proyecto de renovación de La Habana Vieja es uno de los pocos de América Latina que está en correspondencia con el proyecto de desarrollo nacional”. [5]
Eusebio Leal, Director de la Oficina del Historiador, apuntó en relación con el aspecto financiero que partieron de la idea de que no podían buscar dinero en casi ningún lugar:
“La colaboración no alcanzó nunca un por ciento significativo, además de haber sido victimada” y subrayó que “el 99% del sector económico del Centro Histórico es propiedad de la Nación.
“Sin duda, un aspecto esencial del proyecto cubano de restauración es el cuidado con que aborda la cuestión social. ‘No es un proyecto sólo arqueológico, es más complejo, pues es una ciudad habitada. Lo fundamental es una restauración sin sacar a las personas, no convertirla (a La Habana Vieja) en una ciudad para turistas’”. [6]
El arquitecto cubano José Linares Ferrera, quien dirigió la rehabilitación del Antiguo Cuartel de Milicias, construido en 1764, y proyectista del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, señaló que la restauración del Centro Histórico de aquella ciudad "es un caso interesante de cómo se ha enfrentado el problema de reestructuración desde el punto de vista arquitectónico, urbano, humano, social, cultural y turístico, para garantizar la permanencia de la población dentro de esta zona y que realmente sea un lugar vivo y habitado". [7]
Sin duda, la restauración del centro histórico de la capital cubana representa un aporte al mundo actual por su significado como verdadero generador del desarrollo humano, social y cultural.
Eusebio Leal, abundaría:
"Hemos devuelto la vida a cada recinto en todas sus manifestaciones, como digno hábitat en que proliferan escuelas, instituciones culturales y de salud.
“Llamar la resurrección de lo que parecía como muerto, resultaría a miradas pueriles una cruzada romántica. Y si así fuera no nos desentendemos ni avergonzamos de ser románticos en tiempos señalados por acontecimientos apocalípticos.
“Nuestros menesteres proyectan otras formas de la esperanza: aquella que nace de la recuperación de la memoria, del sueño compartido por muchos de crear un nuevo orden”. [8]
Ciertamente, el modelo integral de preservación de la memoria material y espiritual de La Habana, se explica y se entiende como resultado natural de la visión social del Estado Cubano, orientado a satisfacer las necesidades de la población preservando su derecho a la autodeterminación.
Sin embargo, el modelo de reconstrucción y rehabilitación de la Habana Vieja, insertado en una visión integral de lo que debe ser el centro histórico de una ciudad, el cual debe vivir para su gente y donde sus habitantes son los dueños del patrimonio y de la ciudad, deja de ser un elemento típicamente nacional, para proyectarse como una experiencia inédita que debe servir como ejemplo a seguir en otras latitudes.
Siendo un proyecto estatal, la orientación humanista domina el modelo pero sin excluir fórmulas de financiamiento y de cooperación que lo hacen sustentable, despojadas estas de una visión meramente mercantilita. Por el contrario, todas las acciones se comprenden subordinadas al interés social del proyecto.
Sin entrar en complicaciones teóricas y técnicas en torno a la restauración, para la población de La Habana Vieja, ahora resulta mucho más agradable vivir ahí. Es el resultado tangible del proyecto materializado en su beneficio; un modelo que no les ajeno pues participa en su diseño y realización; es la comprensión clara de la asociación orientada de la cultura con desarrollo y bienestar.
Guadalajara, Jalisco., 6 de mayo de 2008.
Notas:
1. El 14 de diciembre de 1982, la UNESCO declaró al Centro Histórico de La Habana y al sistema defensivo colonial de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, con el número 27 en la lista del rango internacional.
2. Habana Nuestra. Portal de la Oficina del Historiador de La Habana. “Plan Maestro”. 5 de mayo de 2008. Disponible en: http://www.habananuestra.cu/index.php?option=com_content&task=section&id=18&Itemid=43
3. Matos, Orlando. IPS. “La Habana, modelo para usar”. Caminos. Cuba. 30 de noviembre de 2007. Disponible en: http://www.ecaminos.cu/leer.php/4306
4. Ibíd.
5. Ibíd.
6. Ibíd.
7. Linares, José “Un centro histórico no debe ser una escenografía turística”. CONACULTA, 2002. Disponible en Caché: http://www.google.com/search?q=cache:ZhiTJXdZXnoJ:www.conaculta.gob.mx/ saladeprensa/2002/12jun/mayer.htm+UN+CENTRO+HIST%C3%93RICO+NO+DEBE+SER+UNA+ ESCENOGRAF%C3%8DA+TUR%C3%8DSTICA:+ARQUIT%C3%89CTO+JOS%C3%89+LINARES&hl= es&ct=clnk&cd=1&gl=mx
8. Leal Spengler, Eusebio. “Habana Patrimonial”. 5 de mayo de 2008. Cuba. Disponible: http://www.ohch.cu/
josurbina@yahoo.com
htt://www.ppsm.org.mx/cultura/habana.html |
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Parque Céspedes de Santiago de Cuba tras la recuperación por los desastres que dejó el huracán Sandy el 25 de octubre de 2012. Foto: Santiago Romero Chang
Fotos: Santiago Romero Chang Santiago de Cuba,Sábado 15 de Junio de 2013,CMKC,Radio Revolución.- Situado en el mismo corazón de la ciudad de Santiago de Cuba el Parque Céspedes es desde sus inicios un lugar de visita obligada para santiagueros y foráneos, un parque moderno, tranquilo y acogedor que continua siendo sede de importantes acontecimientos de la historia local. video en TeleturquinoParque Céspedes de Santiago de Cuba
Constituye la plaza principal de la ciudad de Santiago de Cuba y por tanto el centro de mayor jerarquía. Este espacio presenta gran animación, con el desarrollo en él de múltiples actividades de índole política, cultural y social. Durante todas las horas del día el área tiene una afluencia de público estable, aumentando durante la noche en que se complementan las actividades con diferentes manifestaciones culturales.
Parque Céspedes de Santiago de Cuba tras la recuperación por los desastres que dejó el huracán Sandy el 25 de octubre de 2012. Al fondo Hotel Casagranda y a la derecha la Catedral con el nivel más alto en Cuba. Foto: Santiago Romero Chang.
Se encuentra ubicado entre las calles: Aguilera, San Pedro, Heredia, y Santo Tomás. Su planimetría es un polígono casi cuadrado de aproximadamente 2516.42 m2, se encuentra limitado por un murete pétreo rematado con una reja de Hierro fundido, que en conjunto forma un banco perimetral interrumpido en los accesos a la plaza. Dichos bancos quedan intercalados cada cierto tramo por pequeños pilares de piedra, que soportan en algunos casos los contenedores de vegetación a modo de copones y en otros las luminarias peatonales, de una y dos luces, siendo de una las ubicadas en las esquinas del espacio.
Dos sendas de circulación peatonal atraviesan el parque, dividiéndolo en cuatro grandes jardines. La separación entre los jardines y la calzada exterior se logra a través de los bancos pétreos con espaldar de herrería, no siendo así en las calles interiores, donde los bancos divisorios son de hierro fundido y madera de tres plazas. Parque Céspedes de Santiago de Cuba tras la recuperación por los desastres que dejó el huracán Sandy el 25 de octubre de 2012. La Catedral aún con sus cupulinas afectadas y en franco proceso de restauración. Foto: Santiago Romero Chang Parque Céspedes de Santiago de Cuba tras la recuperación por los desastres que dejó el huracán Sandy el 25 de octubre de 2012. La Catedral aún con sus cupulinas afectadas y en franco proceso de restauración. Foto: Santiago Romero Chang
El Parque Céspedes está rodeado por algunas de las edificaciones más emblemáticas de la ciudad: el Poder Popular Municipal (antiguo ayuntamiento), la Casa de Diego Velázquez, la Catedral, el antiguo Club San Carlos y el Hotel Casa Granda, mostrando en su arquitectura los estilos colonial, ecléctico, racionalista y neocolonial moderno. Parque Céspedes de Santiago de Cuba visto desde la sede del gobierno municipal, otrora Ayuntamiento. Panorámica tras la recuperación por los desastres que dejó el huracán Sandy el 25 de octubre de 2012. La Catedral aún con sus cupulinas afectadas y en franco proceso de restauración. Foto: Santiago Romero Chang
En el centro, hacia el extremo sur, se encuentra ubicado un monumento a Carlos Manuel de Céspedes, que se erige sobre una plataforma rectangular a la que se accede a través de dos escalones de forma curva. El pavimento está conformado por losas hidráulicas antirresbalables de 25 centímetros de cada lado, con incisiones que dan lugar a motivos geométricos, mostrando en su coloración las tonalidades roja y gris. El piso que contiene el monumento al Padre de la Patria es de granito, al igual que el banco de forma circular que lo rodea. En cada jardín se ubica una fuente de hormigón, con perímetro mixtilíneo de tres niveles, colocándose en el último el surtidor de agua. La jardinería empleada, se basa en la alfombra que otorga la superficie de wedelia en los distintos jardines, las medias alturas arbustivas, como azulejo tras el monumento a Carlos Manuel de Céspedes, o buganvilla e ixora en el resto de los jardines. En los copones entre bancos, se colocaron coronas de Cristo. Las grandes alturas la ocupan los árboles entre los que predomina el ficus o Laurel de la India, encontramos además palma areca; las coberturas se trataron a base de santo domingo, guataquita de ratón y diez del día.
Fuentes:
-Archivos de la Oficina del Conservador de la Ciudad -Apaligwe Carbonell, Instructor Berwin. Joven Club Santiago XIII (Flores). -Ecured
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Avanza restauración de Viñales, Paisaje Cultural de la Humanidad

Los habitantes de Viñales, sitio del Patrimonio Mundial, continúan hoy la restauración de esa localidad cubana castigada por sucesivos huracanes, cuando restan días para celebrar su declaratoria como Paisaje Cultural de la Humanidad.
El poblado principal del municipio, conocido por las deslumbrantes vistas de sus mogotes jurásicos, sufrió los azotes de dos ciclones en 2008, los que ocasionaron estragos en el paisaje del valle y en el fondo habitacional, distinguido por su arquitectura vernácula.
Preservar los valores arquitectónicos del asentamiento es urgencia de las labores reconstructivas, que abarcan ahora un grupo de viviendas de la calle Salvador Cisneros, el museo local y la Casa de la Cultura, antigua Colonia Española, edificación de dos plantas que data de 1902.
El propósito es reparar los inmuebles respetando los patrones que los singularizan como tesoros de la humanidad, declaró la ingeniera Nidia Cabrera, directora de la Oficina de Monumentos.
Fundado en 1865, el pueblo de Viñales conserva aún casonas erigidas en la segunda mitad del siglo XIX a la usanza española, con materiales del entorno como la madera, el guano (hojas de palma) y la teja criolla, hecha de barro cocido, precisó la experta.
Comentó que hasta la fecha fueron ejecutadas las primeras dos entregas del financiamiento de emergencia otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), cuyo monto total asciende a 75 mil dólares.
En etapas venideras se rescatarán varias casas del Valle de Viñales destruidas por los fenómenos atmosféricos, adelantó.
El famoso escenario intramontano, donde perviven elevaciones del período jurásico y el poblado que lo circunda fueron declarados Paisaje Cultural de la Humanidad en 1999 por la armonía entre el hombre y la naturaleza, y la preservación de antiguas formas de cultivo, junto a otras tradiciones.
Pese a las secuelas de los organismos tropicales esa condición no peligra, insistió Cabrera.

Tomado de Avanza restauración de Viñales, Paisaje Cultural de la Humanidad
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El nuevo puerto viejo de La Habana (II)
Por Yamira Rodriguez Marcano
4 Mayo, 2013 - 19:25
Para los vapores ferries en la bahía habanera, la Havana Central Railroad Co. erigió en el antiguo Muelle de Luz un nuevo edificio en 1909, el cual tenía dos salidas de circulación: para Guanabacoa y Regla, y para Matanzas y los Almacenes de Regla. Era una fábrica de dos pisos, levantada con una estructura férrea recubierta, a cuatro aguas, con el mismo material, y el resto de mampostería.
En 1942 la estación de Luz servía aún para al atraque de las lanchas que hacían la travesía entre Regla, Casa Blanca y La Habana, pero ya se habían cedido dos terceras partes para establecer allí un Cuartel de Bomberos con el fin de auxiliar al puerto durante la Segunda Guerra Mundial. Así, el Departamento de Incendios llegó a ocupar, a partir de entonces, todo el inmueble.
De hecho, esta función, que permaneció allí por décadas, hizo que al antiguo Emboque de Luz se le conociera como Cuartel de Bomberos hasta la actualidad, cuando el desuso y el deterioro amenazaron su integridad.
Con el Proyecto de Reanimación de la Avenida del Puerto, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) se propone hoy devolverle a la otrora estación su utilidad y belleza. El objetivo principal de la intervención es restablecer la función original del inmueble como Emboque de Luz para el atraque de las lanchas hacia el otro lado de la bahía. De igual manera, la solución novedosa persigue mantener la estructura férrea preexistente, develada durante los primeros trabajos realizados en la obra, cuando se desconocían su existencia y sus valores ocultos en la albañilería.
Una estación patrimonial… y moderna
 Aprovechando las visuales marítimas, el edificio de la estación mantendrá la transparencia de la estructura metálica.
El actual diseño pretende aportar una expresión diferente en diálogo con la antigua fábrica, de manera que la exponga y cualifique. Por ello, aprovechando las visuales marítimas, el edificio mantendrá la transparencia de la estructura metálica y en ella quedarán insertadas las distintas funciones, distribuidas en dos niveles: la planta baja acogerá las diferentes áreas de estar, de pasajeros, de revisión y circulación en general, así como el acceso a las lanchas, y en la planta alta se ubicarán una cafetería y un mirador.
Rescatar el importante enclave como espacio público a disposición de la ciudad es otro de los propósitos del moderno proyecto, que concibe, asimismo, la edificación como una pieza urbana dispuesta a ser recorrida y disfrutada en toda su extensión.
El Parque de Luz… verde
Como parte de la reanimación en el entorno del antiguo Muelle de Luz, se piensa intervenir, paralelamente, el Parque de Luz, donde estuvieron ubicados en el siglo XVIII el Teatro Principal y la casa donde naciera el maestro Don José de la Luz y Caballero, cuyo apellido familiar dio nombre a la calle y a varias de las instalaciones que a su alrededor surgieron.
El mejoramiento de este espacio se resolverá con un nuevo diseño de pavimento, utilizando la vegetación e incorporando mobiliario urbano como bancos y luminarias. Inspirado en la retícula ajedrezada, se resaltará, junto a los diferentes tonos de verde, el lugar ocupado por los monumentos existentes.
En conexión con el Emboque de Luz se prevé un paso peatonal semaforizado en la calle San Pedro. Por su parte, la actual terminal de la lanchita de Regla desaparecerá al reasumir sus funciones el antiguo, y a la vez renovado, embarcadero, dejando así visible el lateral del espigón Santa Clara, anexo al edificio de la Aduana.
Un paseo flotante paralelo a la Alameda de Paula
En agosto de 1910, el Estado cubano y los Ferrocarriles Unidos de La Habana y Almacenes de Regla Limitada, Compañía Internacional, permutaron entre sí los terrenos, construcciones y muebles del Arsenal, que eran propiedad del Estado, por los terrenos y construcciones de la Estación de Villanueva, que pertenecían a los Ferrocarriles de La Habana y Almacenes de Regla Limitada, Compañía Internacional.
En los terrenos del Arsenal se erigió, en 1912, la nueva Estación de Ferrocarriles, y en los del antiguo paradero fue inaugurado el Capitolio Nacional en 1929.
Entre las condiciones del contrato celebrado figuró que los Ferrocarriles debían construir para el Estado tres espigones de hormigón armado frente a la Alameda de Paula y dos espigones de madera en Tallapiedra. Desde entonces, los nuevos muelles de Paula se conocieron también como los Espigones del Gobierno.
Durante la primera mitad del siglo XX, esos espigones y almacenes fueron altamente explotados por diferentes compañías y formaron parte de la imagen de la Alameda de Paula, limitando las perspectivas del paseo hacia el mar.
Después de 1959, entidades estatales manejaron las construcciones de la zona, entre ellas la Terminal Marítima Portuaria Margarito Iglesias; por ello se les conoció también con ese nombre.
El deterioro con que llegaron a la actualidad, luego de 100 años de servicio, ha impedido su rescate o re-funcionalización, por la imposibilidad de aprovechar las viejas estructuras.
Paseo marítimo flotante en el Puerto de La Habana (maqueta)
El paseo marítimo flotante será un espacio público con zonas de descanso que propiciará el contacto con el mar.
Por ello, el proyecto de la OHCH prevé para este tramo de mar, frente a la Alameda de Paula, entre las calles Luz y Cuba, un paseo marítimo flotante que se una al trazado desde el Muelle de Caballería y sirva de enlace entre el Emboque de Luz y el antiguo espigón de Paula, también nombrado del tabaco y la madera.
Su propósito es generar un espacio público donde se creen zonas de descanso y se propicie el contacto con el mar. A través de una estructura flotante conformada por pantalanes, el Paseo se fijará al borde del muro del malecón existente por medio de pasarelas y al fondo marino con tensores para mantener su posición.
El Paseo Marítimo de Paula tendrá una baranda perimetral y en los extremos se ubicarán las zonas de estar, conformadas por mobiliario urbano y elementos verticales de protección solar. Contendrá, además, un sistema de iluminación que garantice su disfrute a cualquier hora del día y en la faja de las pasarelas la acera llevará un pavimento diferenciado con el fin de distinguir el área. Las conexiones se producirán por rampas y la superficie será antirresbalable y texturizada, cumpliendo con las normas contemporáneas de accesibilidad.
De la madera y el tabaco a la cerveza
Más adelante, a la vera de la hermosa Alameda de Paula, se levantó un espigón de igual nombre. Desde 1860 se había aprobado su construcción y en las décadas siguientes fue transformado y sustituido por el que hoy se conserva. En los inicios del siglo XX, la intensidad operativa de esta zona se había incrementado sustancialmente, imponiéndose de ese modo la necesidad de levantar estas obras más resistentes y duraderas.
El Espigón de Paula fue erigido en 1908 por The Havana Central Railroad Company. Se fabricó de acero y concreto reforzado sostenido sobre pilotes de madera, agrupados y encajados también en concreto reforzado. Su parte central se cubrió con un edificio destinado a almacén, de acero y con los laterales y techos de hierro acanalado. Poseía líneas férreas que lo conectaban con otros almacenes y con las líneas de los espigones del Gobierno. Igualmente, constaba con dos grúas eléctricas transportables, cada una de cinco toneladas de capacidad, instalación eléctrica, bocas de agua contra incendio y mangueras.
Su estado de conservación le permitió adaptarse a un nuevo proyecto que, junto al resto de las obras que ejecuta la OHCH en el litoral, pondrá en valor las instalaciones del viejo puerto de La Habana. Se trata de una mini fábrica de cervezas, de tecnología austriaca, y un comercio mayorista.
Aún se pueden apreciar las maquinarias en su interior, originales exponentes de las funciones que caracterizaron el antiguo almacén y que hoy forman parte del patrimonio industrial.
La propuesta de intervención para el también conocido como almacén del tabaco y la madera persigue potenciar los elementos preexistentes como el trazado ferroviario; recrear la antigua imagen portuaria (incluidas las uniones de elementos con remaches y tornillos) insertando elementos contemporáneos, e incorporar el verde urbano dentro del espacio público del borde marítimo.
La mini fábrica de cervezas, similar a la existente en la Plaza Vieja pero que da al consumidor la oportunidad de estar en contacto directo con el mar, contará con un amplio espacio dedicado a las mesas, una espléndida barra desde la cual podrá apreciarse el proceso productivo y toda un área de servicios para apoyar la manufactura.
Los Almacenes de San José
Un hito en la reconversión del puerto de La Habana fue la intervención en los antiguos Almacenes de San José, la primera de estas obras ejecutadas en el borde costero de La Habana Vieja.
Sus locales se mantuvieron funcionando como depósitos hasta 2009, cuando sus naves fueron restauradas por la OHCH para tornarlas en un centro cultural, sede del mercado artesanal más popular de la ciudad.
Este sería el último tramo, construido en 1885, continuación de los primeros almacenes fabricados en 1848, cerca del baluarte de San José, hoy ya desaparecidos. Con esta edificación se llevó a cabo una de las realizaciones más culminantes de su género y la única que hoy se conserva, de ahí que se halle entre las obras más relevantes de la arquitectura industrial cubana.
Representó un gran compromiso restaurar las 3.000 toneladas de piezas de hierro empleadas en su construcción, las cuales fueron fundidas en Bélgica. Fue preciso consolidar su estructura, cambiar las cubiertas e intervenir la fachada de cantería que da a la avenida, nombrada en ese trayecto Desamparados.
Aunque se le incorporaron nuevos y variados servicios en su interior, el proyecto respetó la libertad espacial de sus naves, tanto en la planta baja como en la alta, y se le añadió un corredor paralelo a la fachada marítima del edificio que, a modo de paseo, permite apreciarla desde este punto y divisar el entorno de la bahía.
Junto a la transformación de los antiguos muelles se ha creado un gran parque público, técnico e industrial, con la iniciativa de colocar locomotoras restauradas, aprovechando las líneas de los ferrocarriles que trasladaban las mercancías.
Por ellas correrá la pequeña máquina del antiguo central Providencia, para trasladar a los paseantes desde la Plaza de San Francisco hasta San José. En el recorrido podrá apreciase la belleza de la Alameda de Paula, restaurada en su parte exterior, donde se plantaron hace varios años los álamos, sustituyendo a los ficus que nada honraban su nombre.
El entorno del Puerto Viejo
La rehabilitación arquitectónica, urbana y cultural del viejo puerto habanero sería invisible sin los esfuerzos por mitigar la contaminación que aportan a la bahía de La Habana los ríos que desaguan en ella, convirtiéndola en una masa de agua inicua y en una mala compañía para la obra emprendida por la Oficina del Historiador junto a entidades como el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el Grupo de Trabajo Estatal-Bahía de La Habana (GTE-BH) y Aguas de La Habana.
Apreciar la rehabilitación del puerto en toda su magnitud, importancia y trascendencia para la imagen y el futuro de la capital, sería el mayor reconocimiento a no pocos que piensan en el beneficio de todos.
Este proyecto integral recibió el Premio Gubbio 2011 a la Reanimación de la Avenida del Puerto, obra de la Dirección General de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. El Premio Gubbio es otorgado por La Asociación Nacional de Centros Históricos Artísticos (A.N.C.S.A.), el Ayuntamiento de Gubbio, la Dirección General Casco Histórico (DGCH) dependiente de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural, del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), en colaboración con CICOP Argentina. El premio es un reconocimiento internacional a la puesta en marcha de acciones concretas en cuanto a la protección, el mantenimiento y la revitalización patrimonial y a la recalificación de ámbitos urbanos y territoriales.
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Cuba: Retorna el Parlamento a su antigua sede
Por Arianna Barredo Ramos
El Capitolio, uno de los iconos arquitectónicos de la ciudad y de los más grandes atractivos turísticos nacionales, volverá a su estado original.
El Capitolio es una obra de gran envergadura, colosal, dividida en segmentos de artes diversas, los bronces, los yesos, los dorados, las carpinterías y el trabajo de la cúpula que es muy complicado, explicó a Prensa LatinaEusebio Leal, Historiador de La Habana.
Iniciada realmente a finales del año pasado, se trata de la restauración más completa que ha tenido el edificio desde su inauguración en 1929, confirmó Mariela Mulet, jefa del Grupo de Inversiones.
Por suerte el Capitolio, situado en una céntrica zona de La Habana, no está estructuralmente en malas condiciones y eso es algo muy beneficioso, pero en el tema de las instalaciones, sí tiene muchos problemas, afirmó.
De acuerdo con la especialista, en este momento se interviene en la cúpula —que por sus proporciones y silueta recuerda la Basílica de San Pedro, en Roma— en cuyos interiores ya se reparan las losas de entresuelo.
Sobre esta restauración, Leal añadió que también están interviniendo en las zonas de los patios y jardines, en las esculturas y preparando todo lo que es el gran ajuar del Salón de los Pasos Perdidos, el conjunto de en-seres, mobiliarios, cortinas, entre otros objetos.
Se restaurará toda la piedra de Capellanía, que por su dureza y homogeneidad es utilizada en diversos trabajos decorativos en el mundo, pero es muy susceptible al clima cubano.
Afirmó que prácticamente está terminada la renovación de las áreas ubicadas debajo de la escalinata monumental, de casi 36 metros de ancho y 28 de largo. Se trata de los almacenes originales de la edificación, que recuperan ahora la función para la cual fueron diseñados.
Al finalizar los 55 escalones, “resguardan” al Capitolio dos estatuas de bronce con pedestal de granito, en proceso de restauración. Son obras del italiano Angelo Zanelli, también autor del friso del Altar de la Patria, que forma parte del monumento en Roma a Víctor Manuel II, primer rey de Italia.
Ambos grupos escultóricos, uno masculino y otro femenino, fundidos por la Fonderia Lagan de Nápoles, en Italia, tienen una altura de más de seis metros cada uno y representan el progreso de la actividad humana y la virtud tutelar del pueblo, respectivamente.
Zanelli es además el escultor de la Estatua de la República, de bronce laminado en oro, que con 17 metros de altura, incluyendo su base de mármol ónix antiguo egipcio, es la tercera del mundo más alta bajo techo, solo superada por el Buda de Oro de Nava, en Japón, y el Memorial Lincoln, en Washington.
En las zonas exteriores, entre las céntricas calles del Paseo del Prado, Dragones, Industria y San José, también se repara y cambia todo el pavimento de granito, dañado en un 80 %.
Igual sucederá con las instalaciones eléctricas, fundamentalmente las farolas. El proyecto de iluminación habrá que hacerlo completamente nuevo, informó la jefa del Grupo de Inversiones.
A la vez, se trabaja en la carpintería y en la reparación de todos los elementos de bronce como las lámparas —sostuvo Mulet— algunas hechas en la Saunier Duval Frisquet, de París, y otras de este metal laminado con oro viejo y cristales dorados con oro al mercurio en la Societé Anonime Bague.
También se refirió al trabajo en las puertas, como las de la entrada con recuadros que re-cogen la historia de Cuba y a los herrajes. La mayoría de estos elementos de bronce se reproducen, gracias al trabajo de cuentapropistas que colaboran con la Oficina del His-toriador, encargada de llevar a cabo esta obra.
El edificio cuenta con 11 ascensores, cuyas puertas de ese metal resultan entre lo más sobresaliente, de los cuales cinco se restauraron y se sustituyeron otros cinco, en tanto uno está pendiente de instalar.
Marilyn Mederos, proyectista general de la obra, indicó que se están quitando los elementos añadidos que nunca tuvo el Capitolio para llevarlo a su estado original, pero con nuevas funciones, actualizando los sistemas de seguridad contra incendios y la climatización.
Explicó que cuando fue sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y de la Academia de Ciencias, con otro tipo de funcionamiento, el edificio sufrió modificaciones.

Más de 80 años de historia
En el terreno ocupado por el Capitolio, segundo punto más elevado de la ciudad y cuya cúpula fue la quinta más alta del mundo, existía una ciénaga, que luego se transformó en el primer jardín botánico que tuvo la capital.
Con la participación de 8 mil hombres, españoles en su gran mayoría, cubanos y de otras nacionalidades, la obra se construyó en tiempo récord. Inició en 1926 y, a pesar de su inauguración tres años más tarde, el edificio no fue terminado hasta 1931.
Tras su apertura, bajo el gobierno del dictador Gerardo Machado, se convirtió en la sede del Senado y la Cámara de Representantes, luego pasó a ser museo y después acogió al CITMA.
Previo al triunfo de la Revolución, el Capitolio registró una de las historias más misteriosas conocidas de la etapa seudorrepublicana, que según investigadores alcanzó en su momento notoriedad a nivel mundial. Se trata del robo del brillante de 25 quilates que marca el kilómetro cero de la carretera central del país, en marzo de 1946.
Cuenta el periodista Ciro Bianchi que a pesar de la alta seguridad que tenía la piedra preciosa —escogida para engalanar la segunda corona del Zar Nicolás II— solo treinta minutos bastaron a los ladrones para sustraerla.
En su búsqueda participaron en vano 5 000 policías, 2 000 agentes secretos y los técnicos del afamado Gabinete Nacional de Identificación, quienes no encontraron pista alguna para rescatar la joya y capturar a los ladrones.
Quince meses después, reaparecería en el despacho oficial del presidente de la nación, Ramón Grau San Martín.
Sustituido más tarde por una réplica, rodeada de una estrella octogonal diseñada y elaborada con mármoles italianos en diversas tonalidades, el brillante se encuentra en la bóveda del Banco Nacional de Cuba.
Hay otra cosa interesantísima y es que debajo de la cúpula y al pie de la gran Escultura de la República está un recinto que fue creado para honrar al mambí desconocido, expresó Leal. Esa zona la hemos descubierto y estamos trabajando para que el fundamento del Capitolio sea precisamente la vocación de la nación por su libertad, agregó.
Retorna el Parlamento a su antigua sede
Declarado Patrimonio Nacional, el Capitolio se adecua perfectamente porque fue diseñado para una función bicameral, de una parte estaba el Senado y de otra la Cámara de Representantes, señala el Historiador de la Ciudad.
Precisó que la Cámara da el espacio perfecto para la Asamblea Nacional, solo con la modernización de todos los sistemas que hoy conlleva el ejercicio parlamentario, incluyendo una sala de prensa, diseñada originalmente.
Explicó que cuando se retiraron las construcciones foráneas que se hicieron allí y otro tipo de obras posteriores, ha aparecido en toda su magnitud el espacio de la prensa, relacionado con el acceso de los taquígrafos de la época a la sala de sesiones.
Leal puntualizó que se trabaja además, en la sección de lo que va a ser la sede del Parlamento propiamente, es decir, su vida cotidiana, situada al norte del inmueble.
Nosotros priorizamos esa área para que comience a funcionar cuanto antes la Asamblea, la cual ocupará toda la edificación, y entonces poder continuar con la reparación del resto y terminar en el menor tiempo posible, indicó Mulet.
A pesar de sus funciones gubernamentales, el Capitolio seguirá abriendo sus puertas al público en determinados espacios como el Salón de los Pasos Perdidos y la biblioteca, inspirada en la del Vaticano, con paredes en maderas preciosas todas trabajadas con la técnica del machihembrado.
Se trata de un proyecto del país, no solo de la Oficina del Historiador, de la misma manera que el financiamiento proviene del Estado, también están interviniendo otros organismos, aseguró la jefa del Grupo de Inversiones.
El Capitolio, uno de los iconos arquitectónicos de la ciudad y de los más grandes atractivos turísticos nacionales, volverá a su estado original y, como expresa Eusebio Leal, esta es la restauración de una memoria.
(Tomado de Prensa Latina) |
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Aporte de Las Tunas a restauración de El Capitolio
Las Tunas: La Empresa de Cerámica de la provincia de Las Tunas entregó más de dos millones de losas cerámicas de azotea, para la impermeabilización de los techos de El Capitolio y el Gran Teatro de La Habana, como parte de la restauración a que son sometidas ambas instituciones.
Esta es la única entidad cubana que fabrica losas de cerámica filtradas a partir del caolín extraído en la mina de Dumañuecos, en el norteño municipio de Manatí, y se utilizan en esas labores por su elevada calidad, certificada por laboratorios de Geodesia, en Santiago de Cuba.
Eusmar Almaguer Palomino, director de la empresa, dijo a la AIN que desde el 2004 mantienen contratos con la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana para las acciones de restauración del Centro Histórico de la capital cubana, declarado Patrimonio de la Humanidad.
La entidad posee tecnología alemana con más de 30 años de explotación --refirió Almaguer Palomino- , y tiene una capacidad productiva de nueve mil losas diarias en los tres talleres existentes en la provincia.
Maida Salgado Sánchez, directora técnico-productiva, explicó que la filtración del caolín por 60 paños garantiza liberar el producto de impurezas, mientras el correcto secado durante siete días evita quebraduras al hornear a más de mil grados Celsius.
Gran parte de la elaboración de las losas se hace de forma manual por 98 trabajadores, quienes se encargan principalmente del vertimiento de la masa en los moldes, y el horneado de las piezas.
Fundada en 1987, esta empresa es también la única en el país que fabrica losas antiácidas para contrarrestar la corrosión de los pisos de grandes industrias químicas, al mismo tiempo desarrolla líneas de vajillas y cerámica ornamental.
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Reabre en Cuba el mítico Sloppy Joe´s Bar tras décadas de clausura
 El mítico Sloppy Joe's Bar de Cuba reabrió el viernes casi cinco décadas después de haber sido clausurado, devolviendo a La Habana el lugar donde se reunían famosos artistas, comerciantes y hasta mafiosos estadounidenses antes de la Revolución de 1959. En la imagen, de 12 de abril, un hombre sentado en la barra del recientemente reabierto Sloppy Joe's Bar en La Habana, Cuba. Foto: Desmond Boylan / Reuters
El mítico Sloppy Joe's Bar de Cuba reabrió el viernes casi cinco décadas después de haber sido clausurado, devolviendo a La Habana el lugar donde se reunían famosos artistas, comerciantes y hasta mafiosos estadounidenses antes de la Revolución de 1959.
Jóvenes vestidos de negro y naranja brillante sirven los bebidas, sándwiches y tapas variadas a turistas extranjeros, cubanos y antiguos clientes que esperaron ansiosos durante años la reapertura del emblemático bar que fue recreado en el cine y que sirvió de inspiración a trovadores cubanos.
"Lo que me interesa es trabajar para devolverle a mi ciudad, a nuestra ciudad toda una serie de cosas que forman parte de su memoria (...) Restaurar el Sloppy Joe's Bar es devolverle a La Habana el lugar donde se reunían artistas, jugadores de baseball y viajeros", dijo Eusebio Leal, historiador de La Habana.
"La finalidad no es comercial, no es aprovechar un nombre, la oportunidad que se brinda es la de recuperar una memoria importante para La Habana", agregó poco antes de la apertura.
El Sloppy Joe's Bar fue fundado en 1917 por José García, un español emigrante que había llegado a la isla en 1904.
En la década de los 60 fue nacionalizado como parte de las medidas tomadas tras la revolución liderada por el ex presidente Fidel Castro en 1959 y languideció hasta cerrar definitivamente en 1965.
En 2007, la Oficina del Historiador de La Habana, que preside Leal, comenzó la restauración valiéndose de fotos y materiales donados por personas relacionadas con el sitio, de dentro y fuera de la isla.
ATRACTIVA BARRA CONSERVADA
La barra, tal vez su mayor atracción por ser una de las más largas que se conozcan con 18 metros de longitud, fue inmortalizada en 1959 en la película británica "Nuestro hombre en La Habana". Tras ser restaurada, mantiene su estructura y color original.
"Se hizo una investigación a fondo y se tomaron detalles iniciales tanto de la estructura como del servicio (...) Retomamos una amplia gama de coctelería específicamente dirigida a la oferta que tuvo en cuanto a comida en su momento inicial como picaderas, tapas y entrepanes", dijo Ernesto Iznaga, gerente del Sloppy Joe's Bar, administrado ahora por la estatal Compañía Habaguanex S.A.
"Caracterizan la casa la ropa vieja cubana (a base de carne de ternera) y el clásico sándwich cubano, que bien rico es", agregó a Reuters.
Turistas extranjeros, cubanos y antiguos clientes llegaron curiosos en la tarde del viernes al legendario bar, impresionados por la reparación.
"Estoy loco de contento, yo paso por aquí todos los días, seguí la reparación desde el comienzo y vine hoy porque quería saber cómo iba a abrir", dijo emocionado José Luis Rodríguez, de 80 años y antiguo dueño de un bar cercano al Sloppy Joe's que también fue nacionalizado en la década de 1960.
"Quedó igualito, esos azulejos que han puesto son del mismo color de antes, todo es lo mismo, y aunque modificaron la entrada y lo climatizaron, sí mantienen los mismos tragos y los bocaditos, que era lo más famoso del lugar", añadió el anciano que no consumió porque los precios en divisas no son asequibles a su baja pensión en moneda nacional.
Parte del magnetismo del Sloppy Joe's Bar se debió a que surgió en una época en que regía la Ley Seca en Estados Unidos, convirtiendo a la isla en el centro de operaciones de comerciantes estadounidenses dedicados al tráfico de bebidas alcohólicas, según estudiosos del tema.
El Sloppy Joe's Bar fue visitado entonces por celebridades del cine como Errol Flynn, John Wayne, Spencer Tracy o Clarck Gable. También disfrutó del bar el célebre humorista mexicano Mario Moreno Cantinflas.
"Estoy muy emocionada (...) Sloppy Joe's Bar ha abierto, no puedo creerlo, se ha unido el pasado con el presente", dijo Bárbara, una turista estadounidense de Nueva York que ha viajado a La Habana en los últimos 10 años y estaba siguiendo la reparación del Sloppy Joe's Bar.
/Por Rosa Tania Valdés/
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Los mejores hoteles en La Habana, Cuba
Escrito por tom streissguth | Traducido por sofía bottinelli
Algunos hoteles en La Habana tienen dos piscinas para tu disfrute.
Swimming pool and pool house image by Jim Mills from Fotolia.com
La Habana, la capital de Cuba, está experimentando un renacimiento arquitectónico. Recientemente abierta a los turistas, la ciudad ha atraído la inversión internacional con la construcción de nuevos hoteles, así como la restauración de las instalaciones existentes. Los viajeros a La Habana tienen ahora la oportunidad de alojarse en algunos de los más nuevos y más bellamente restaurados hoteles del mundo.
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Viejos hoteles, nuevo estilo
El Santa Isabel, un palacio que data del siglo XVIII, se eleva sobre el centro de la Plaza de Armas de La Habana. Los huéspedes pueden relajarse en un tranquilo patio central o explorar las calles cercanas con sus iglesias de la época colonial, casas y edificios gubernamentales. Otra vieja mansión de La Habana contiene el Hotel Conde de Villanueva y es famosa por ser la antigua casa de un prominente aristócrata cubano. La mejor tienda de cigarros de Cuba tiene su hogar en este hotel. El Hotel Florida, en la calle Obispo, incluye 25 habitaciones renovadas y un animado club de salsa en la planta baja.
Estadías cinco estrellas
Otra estancia elegante es el Saratoga, en el Paseo del Prado con vistas a la Parca de la Fraternidad. Cerca del Teatro Nacional de La Habana, el Saratoga tiene una piscina en la azotea y un cómodo patio grande. Muchas de sus habitaciones están decoradas con un toque moderno. El Parque Central es un lujoso hotel de cinco estrellas con una piscina en la azotea. El Melia Cohiba es una moderna torre alta de cristal en el malecón, el paseo marítimo de La Habana.
Habitaciones íntimas
Hoteles pequeños atraen a los visitantes a La Habana con su encanto íntimo y atención al detalle decorativo. El Mesón de la Flota, que data del siglo XIX, tiene sólo cinco habitaciones. El Bellavista es una casa particular o casa privada, con sólo una habitación individual con vistas a la bahía de La Habana. El Hotel Beltrán de la calle San Ignacio, ofrece habitaciones bien equipadas, data del año 2002 y ocupa un edificio restaurado del siglo XIX.
El Hotel Nacional
En el otro extremo se encuentra el famoso Hotel Nacional de Cuba, en el céntrico barrio del Vedado, que en el pasado ha acogido a Al Capone, Ernest Hemingway, Frank Sinatra, Ava Gardner y a muchas figuras políticas internacionales. El lujoso Hotel Nacional fue construido en 1930 y restaurado en la década de 1990. Una gran cantidad de elementos originales de art deco se pueden encontrar en todas las habitaciones, pasillos y patios. El Nacional ofrece espectáculos musicales nocturnos y cuenta con dos piscinas para sus huéspedes.
Más galerías de fotos
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CONVOCATORIA A LA PRIMERA EDICION
El Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Muebles de la Universidad de las Artes (ISA), conjuntamente con el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología, convocan a los graduados del perfil Conservación – Restauración de Bienes Muebles de la Licenciatura en Artes Plásticas y a los egresados de otras carreras universitarias que se desempeñan en el campo de la conservación del Patrimonio Cultural, a optar por el ingreso a la primera edición de la Maestría en Conservación del Patrimonio Cultural.
Esta maestría, primera en su tipo en Cuba, responde a la necesidad de continuar perfeccionando la formación de los profesionales que se desempeñan en el campo de la conservación de los bienes culturales, tangibles e intangibles, que forman parte del Patrimonio Cultural Cubano. La misma se orienta a superación en el orden científico-técnico, artístico y metodológico de estos profesionales, de manera tal que puedan asumir la investigación en este estas esferas de la actividad humana desde una perspectiva cada vez más integral.
La Maestría en Conservación del Patrimonio Cultural se fundamenta en la experiencia de más de 15 años de labor pedagógica en el actual perfil Conservación – Restauración de Bienes Muebles de la carrera Artes Plásticas, perfil iniciador de los estudios superiores en este campo en Cuba a partir del curso 1996 – 1997 en la Universidad de las Artes (ISA). De igual forma, el programa de la misma se sustenta en la rica experiencia acumulada por el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología en la superación de profesionales cubanos y extranjeros, y especialmente, en la labor desarrollada por la Cátedra Regional de Ciencias de la Conservación Integral de los Bienes Culturales y Naturales de la América Latina y del Caribe (CRECI), fundada en el CENCREM en 1993 y adscrita a la UNESCO desde 1995.
MENCIONES:
· Conservación y Restauración de Bienes Culturales.
· Museología.
· Patrimonio Intangible.
OBJETIVO GENERAL.
A partir del cumplimiento del programa de maestría, el egresado podrá:
Diseñar, asesorar, evaluar y dirigir, con un enfoque interdisciplinario, proyectos de investigación relacionados con la conservación del Patrimonio Cultural Tangible e Intangible.
PERFIL DEL EGRESADO.
El programa de Maestría se orienta al desarrollo en los egresados de competencias para:
· Dirigir con idoneidad, sobre la base de sólidos fundamentos científicos, éticos y artísticos, el proceso de conservación de los bienes muebles tangibles y los bienes intangibles que conforman el Patrimonio Cultural Cubano, a partir del dominio del contenido y las habilidades profesionales pertinentes, así como del uso efectivo de las tecnologías de la información y la comunicación a su alcance.
· Fundamentar estrategias de conservación de los bienes muebles tangibles y los bienes intangibles que conforman el Patrimonio Cultural Cubano, a partir de la aplicación de los presupuestos teóricos y la metodología de la investigación en este campo, atendiendo a las necesidades y particularidades de cada contexto del país y teniendo en cuenta cómo los cambios de diferente orden afectan la conservación del mismo.
· Resolver los problemas profesionales de la conservación de los bienes muebles tangibles y los bienes intangibles que conforman el Patrimonio Cultural Cubano, mediante la actividad científica de forma autónoma y creativa, así como el trabajo en equipos interdisciplinares y el intercambio de experiencias con diferentes profesionales que se desempeñan en este campo.
· Fundamentar el papel contemporáneo de la cultura popular tradicional en el contexto histórico cubano, de manera tal que se contribuya al desarrollo de proyectos de investigación sociocultural, encaminados al desarrollo de las temáticas relacionadas con la gestión del Patrimonio Intangible Cubano.
ESTRUCTURA DEL PROGRAMA.
La Maestría en Conservación del Patrimonio Cultural tiene tres menciones: Conservación y Restauración de los Bienes Culturales, Museología y Patrimonio Intangible. La misma está constituida por cuatro módulos, uno de los cuales es común para todas ellas, siendo los tres restantes, propios de cada mención.
El Módulo Común está conformado por 13 cursos que resultan importantes en la preparación de los maestrantes para asumir la investigación aplicando los principios básicos de la metodología de la investigación científica, desde una óptica interdisciplinaria. En este módulo el curso Conservación Preventiva Avanzada es obligatorio solo para las menciones en Conservación y Restauración de Bienes Culturales y en Museología.
Los módulos propios de cada mención están conformados por cursos que responden a necesidades en cada una de estas esferas y que el maestrante deberá cursar de manera obligatoria u opcional, según sea el caso, hasta completar los créditos que se exigen.
Módulo Común.
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Cursos
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Tipo de curso
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Créditos
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|
Metodología de la Investigación
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Obligatorio
|
3
|
|
La Conservación del Patrimonio Cultural: historia, protección y legislación.
|
Obligatorio
|
3
|
|
Historia de la Arquitectura y el Urbanismo en Cuba
|
Opcional
|
3
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|
Panorama Histórico de la Plástica Cubana.
|
Opcional
|
4
|
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Conservación Preventiva Avanzada
|
Obligatorio*
|
3
|
|
Climatización e Iluminación de Museos
|
Opcional
|
3
|
|
Introducción a la Semiótica General
|
Opcional
|
3
|
|
El Patrimonio Religioso Cubano
|
Opcional
|
3
|
|
Antropología Socio-Cultural
|
Opcional
|
2
|
|
Paleografía Española
|
Opcional
|
3
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|
Introducción a la Digitalización de Fuentes Documentales.
|
Opcional
|
3
|
|
Estadística Multivariada aplicada al estudio de Bienes Culturales.
|
Opcional
|
3
|
|
Conservación e Investigación del Patrimonio Arqueológico
|
Opcional
|
3
|
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Taller de tesis I
|
Obligatorio
|
3
|
|
Trabajo final I
|
Obligatorio
|
5
|
|
Total de créditos a alcanzar
|
26
|
Mención en Conservación y Restauración de Bienes Culturales.
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Cursos
|
Tipo de curso
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Créditos
|
|
Contaminación atmosférica
|
Opcional
|
3
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Métodos y Tecnologías para el diagnóstico y evaluación del patrimonio documental
|
Opcional
|
3
|
|
Identificación de maderas, deterioros y tratamientos
|
Opcional
|
3
|
|
Conservación avanzada de objetos de arte de metal
|
Opcional
|
3
|
|
Restauración y conservación de materiales pétreos
|
Opcional
|
3
|
|
Los materiales pictóricos en el Arte y la Restauración
|
Opcional
|
3
|
|
La luz y los Bienes Culturales
|
Opcional
|
3
|
|
Las uniones soldadas y la conservación de soportes metálicos.
|
Opcional
|
3
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|
La fundición y la conservación de los soportes metálicos
|
Opcional
|
3
|
|
El Diseño ambiental en Cuba
|
Opcional
|
3
|
|
Conservación del material fotográfico
|
Opcional
|
3
|
|
Taller de tesis II
|
Obligatorio
|
4
|
|
Trabajo final II
|
Obligatorio
|
8
|
|
Total de créditos a alcanzar
|
30
|
Mención en Museología.
|
Cursos
|
Tipo de curso
|
Créditos
|
|
Epistemología y Museología.
|
Obligatorio
|
2
|
|
El Museo: sus conceptos, definiciones y usos
|
Obligatorio
|
4
|
|
Valoración y Tasación de Obras de Arte.
|
Opcional
|
2
|
|
Museografía.
|
Obligatorio
|
2
|
|
Procedimiento curatorial para colecciones de Ciencias Naturales
|
Opcional
|
3
|
|
Manipulación, embalaje y transporte de las Obras de Arte
|
Opcional
|
2
|
|
El Museo y sus colecciones
|
Obligatorio
|
4
|
|
Enfoque Metodológico sobre el Patrimonio Cultural Inmaterial y Los Museos
|
Opcional
|
2
|
|
Sistema automatizado de inventario del Patrimonio Cultural y Natural
|
Obligatorio
|
2
|
|
Identidad Cultural e Historia de Ciudad de la Habana.
|
Opcional
|
2
|
|
Taller de tesis II
|
Obligatorio
|
4
|
|
Trabajo final II
|
Obligatorio
|
8
|
|
Total de créditos a alcanzar
|
30
|
Mención en Patrimonio Intangible.
|
Cursos
|
Tipo de curso
|
Créditos
|
|
Cultura e Identidad
|
Obligatorio
|
3
|
|
Papel contemporáneo de la Cultura Tradicional Cubana
|
Obligatorio
|
3
|
|
El Asociacionismo institucionalizado y el desarrollo de la Cultura Nacional Cubana
|
Opcional
|
3
|
|
Lengua y nación en Cuba: el lenguaje como soporte idiomático de la cultura.
|
Opcional
|
3
|
|
Enfoque Metodológico sobre el Patrimonio Cultural Inmaterial y los Museos
|
Opcional
|
2
|
|
La Historia Regional y Local como parte del Patrimonio Nacional
|
Obligatorio
|
3
|
|
Fiestas populares tradicionales cubanas
|
Obligatorio
|
3
|
|
Identidad cultural e historia de Ciudad de La Habana.
|
Opcional
|
2
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Taller de tesis II
|
Obligatorio
|
4
|
|
Trabajo final II
|
Obligatorio
|
8
|
|
Total de créditos a alcanzar
|
30
|
Relación de actividades y créditos.
|
Módulo común
|
3 cursos obligatorios
|
9 créditos
|
|
cursos opcionales
|
9 créditos
|
|
1 taller de tesis
|
3 créditos
|
|
1 trabajo final
|
5 créditos
|
|
Total
|
26 créditos
|
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Módulo propio
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……………………..
|
30 créditos
|
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Actividades no lectivas
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……………………..
|
4 créditos
|
|
Defensa de tesis
|
……………………..
|
20 créditos
|
|
Total
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……………………..
|
80 créditos
|
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Actividades y créditos por mención
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Mención en Conservación y Restauración de Bienes Culturales
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cursos opcionales
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18 créditos
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1 taller de tesis
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4 créditos
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|
1 trabajo final
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8 créditos
|
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Total
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30 créditos
|
|
Mención en Museología
|
4 cursos obligatorios
|
12 créditos
|
|
cursos opcionales
|
6 créditos
|
|
1 taller de tesis
|
4 créditos
|
|
1 trabajo final
|
8 créditos
|
|
Total
|
30 créditos
|
|
Mención en Patrimonio Intangible
|
4 cursos obligatorios
|
12 créditos
|
|
cursos opcionales
|
6 créditos
|
|
1 taller de tesis
|
4 créditos
|
|
1 trabajo final
|
8 créditos
|
|
Total
|
30 créditos
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El título de MÁSTER EN CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL se otorgará por la obtención del total de 80 créditos de los cuales, según el sistema de evaluación propuesto: 36 corresponden a los cursos, 20 a los trabajos finales y talleres de tesis correspondientes a cada módulo, 4 se otorgarán por concepto de actividades no lectivas y 20 créditos, por aprobar la defensa de la Tesis.
CALENDARIO.
· Módulo Común: diciembre 2011 – junio 2012.
I Etapa: Del 1ro al 16 de diciembre del 2011.
II Etapa: Del 18 al 31 de marzo 2012.
Defensa del Trabajo final – Del 1ro al 15 de Junio del 2012.
· Módulos Propios: septiembre – junio del 2012.
REQUISITOS DE INGRESO.
· Ser egresado de la Educación Superior.
· Desempeñarse en un perfil profesional afín a los objetivos y al contenido de la maestría o como investigadores en estas esferas.
· Demostrar dominio de un idioma extranjero que le permita consultar la bibliografía e información correspondiente.
PROCESO PARA LA SELECCIÓN DE LOS ESTUDIANTES.
Los aspirantes deberán presentar los siguientes documentos:
1. Carta de solicitud de admisión, dirigida al Comité Académico de la maestría.
2. Carta de aprobación de su centro de trabajo, donde se evidencie la pertinencia de la maestría como vía de superación del solicitante, y donde la institución se comprometa a facilitar la permanencia y desempeño del interesado durante el desarrollo de la maestría.
3. Fotocopia del Título universitario, cotejada por la institución que lo expidió.
4. Fotocopia de la certificación de notas, cotejada por la institución que expidió dicho documento.
5. Currículum vitae actualizado.
Si la documentación no estuviera completa, la solicitud de matrícula no será realizada.
Los resultados de la selección por parte del comité académico, son inapelables y serán publicados el 25 de noviembre del 2011. La matrícula será de 40 maestrantes de todo el país.
La solicitud de matrícula deberá realizarse entre el 31 de octubre y el 21 de noviembre del 2011, de lunes a viernes en el horario de 9:00 a.m a 4:00 p.m, en la Secretaría Docente de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad de las Artes (ISA).
Los interesados en matricular que residan fuera de La Habana, podrán hacerlo a través del correo electrónico enviando su carta de solicitud y la copia de los restantes documentos, a las siguientes direcciones electrónicas: conservacion@isa.cult.cu; silvia@isa.cult.cu; cursos@cencrem.cult.cu. De ser seleccionados, los mismos deberán hacer oficial su matrícula, presentando los documentos correspondientes una vez que comience la maestría.
Departamento de Conservación y Restauración. Facultad de Artes Plásticas. Universidad de las Artes, ISA. Calle 120 No. 1110 e/ 9na y 13. Playa. Ciudad de La Habana. Cuba.
Teléfono (537) 208 0083.
E-mail: conservacion@isa.cult.cu
Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología. Calle Cuba No. 610 e/ Sol y Luz. Habana Vieja. Cuba. Antiguo Convento de Santa Clara de Asís, Monumento Nacional.
Teléfonos: (537) 866 3631 / 861 2877 / 861 5043 Fax: (537) 861 3775
E-mail: cencrem@cencrem.cult.cu
Comité Académico de la Maestría.
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Cuba vista por una burócrata al servicio de la burguesía bolivarense colombiana .-
Cuba: un asombroso surtidor de paradojas
ILIANA RESTREPO HERNÁNDEZ
6 de Enero de 2013 12:01 am
“La Giraldilla”, en La Habana. // FOTOS: ILIANA RESTREPO
Calle en La Habana vieja. //
Personajes callejeros en La Habana. //
En la Avenida El Prado de La Habana. //
Gran Teatro de La Habana. //
Una motilada en La Habana. //
Por fin hemos llegado, mi esposo y yo, a ese largo lagarto verde, como llamaba Guillén a la isla de Cuba.
Mi ilusión era visitarla antes de que terminara la época de los Castro. Tal vez por morbosa curiosidad, quiero verificar por mí misma si todo lo que se habla, positivo o negativo, es cierto.
La primera impresión
Es el mes de noviembre, acaba de pasar el huracán Sandy que castigó con fuerza a la ciudad de Santiago, pero en la Habana hace un tiempo maravilloso. Un radiante sol con un clima bajo en humedad y que no excede los 25ºC.
Al aterrizar en el aeropuerto José Martí de La Habana, pienso en todo lo que sabía y sentía, antes de tener el privilegio de estar en Cuba; admito que este país siempre me ha causado gran admiración. Y aunque sea políticamente incorrecto y me tachen de comunista, o de fidelista, también confieso que Fidel, no sé si será porque se parece físicamente a mi padre, o por los logros sociales y la tenacidad con que ha resistido tantos embates, ha despertado siempre mi simpatía y admiración. He aquí mi primera paradoja: ¿Por qué un dirigente que va en contravía de tantos de los principios que deben caracterizar a un buen gobernante, despierta en mí estos sentimientos? Por otro lado, siempre que pienso en Cuba, en el pueblo cubano, se me viene de inmediato a la cabeza, como un reflejo condicionado, la palabra Dignidad, pero en mayúsculas. Porque para mí, Cuba es el modelo de la dignidad de un pueblo. Había llegado el momento de comprobarlo…
En esto voy pensando en el taxi que nos lleva del aeropuerto a la casa particular, situada en La Habana vieja, donde nos vamos a alojar cuando, sin previo aviso, golpea mi vista la ciudad en todo su esplendor, con sus carros modelo años 40 y 50 rodando por unas calles amplias, semivacías pero bordeadas de edificios que nos recuerdan a Buenos Aires, París o Madrid. Así de impactante es la arquitectura habanera. Al verlas pienso que hasta sus edificaciones han envejecido con dignidad. Muchas están ruinosas, pero conservan su grandeza y su monumentalidad. La Habana a diferencia de Cartagena y de otras ciudades del Caribe, no es colonial. Tiene vestigios de construcciones coloniales pero en su gran mayoría las edificaciones tienen la grandeza y el aire de las urbes europeas más importantes. La ciudad nos muestra su pasado como centro de poder y riqueza.
Al llegar nos recibe Adela, la dueña de casa, una cubana muy amable; una mujer madura, un tanto reservada y discreta, pero muy cortés. Ella es lo que ahora llaman en Cuba una cuentapropista. Personas que tienen autorización del gobierno para tener su propio negocio y producir con él, pagando impuestos al Estado. Cada día hay más cuentapropistas, con restaurantes a los que llaman paladares, puestos de perros calientes, pizzas, hamburguesas, taxis, bici-taxis, coco-taxis, entre otros. Poco a poco, con paso tímido, se ha venido incentivando la propiedad privada y el trabajo por cuenta propia.
La habitación asignada está muy bien. Limpia, con baño privado, sin lujos pero con todas las comodidades necesarias. Pagaremos 25 CUC (equivalente más o menos a 25 dólares americanos) por noche (por la habitación), más 4 CUC por persona por el desayuno diario, que resultó ser muy sencillo pero bien hecho y bien servido. Adela vive con sus dos hijos, su esposo y su madre. La casa es amplia, agradable y cuenta con una excelente ubicación. Queda a la vuelta del antiguo Palacio Presidencial y del Museo de la Revolución y tan sólo a una cuadra del mítico y populoso malecón, al que llaman el sofá o el banco más largo del mundo. En las tardes, cuando baja el sol, se colma de gente que llega allí para pescar, conversar, tomarse unos roncitos escuchando música o simplemente para disfrutar del atardecer y la brisa marina, cuando el fuerte oleaje lo permite.
Los contrastes de La Habana
No vemos la hora de salir a caminar para comprobar por nosotros mismos lo que tantos otros nos han descrito de La Habana. Cuando salimos, percibimos que realmente estamos en el corazón de la ciudad vieja. A contadas cuadras nos encontramos con toda su grandeza. La avenida del Prado, los hoteles Plaza, Telégrafo y Presidente, el Capitolio, el Gran Teatro de La Habana con sus salas García Lorca, Lecuona, Lezama y Bola de Nieve. A los dos días de estar en la isla, tenemos la oportunidad de asistir, en la preciosa sala Lorca, a un espectáculo de danza, en el marco del Festival Internacional de Ballet de La Habana que se realiza por estos días. Fuimos a la premier de una obra, coreografía de la reconocida bailarina Alicia Alonso, quien a sus más de 90 años todavía dirige obras para el Ballet de Cuba. Además nos sorprende que esté presente en el teatro durante todo el evento. El estreno es un homenaje, por el centenario de su natalicio, al escritor cubano Virgilio Piñera. Otro día estuvimos en otro espectáculo en el marco del mismo festival, en el moderno y amplio Teatro Mella, ubicado en la zona del Vedado. Los dos días los teatros tuvieron lleno total, con público mayoritariamente cubano. Las boletas son subsidiadas para ellos, y se privilegia a los locales frente a los extranjeros.
Todos los sitios que recorremos están rodeados del más puro ambiente cubano. La música vibra por todas partes, pero sin ruido… es decir verdadera música, sin amplificación en ninguna parte. Esto, por contraste con lo que vivimos a diario en Cartagena, nos encanta (y nos permitió ratificar lo que pensamos), a diferencia de tantos otros: El Caribe, como lo pude comprobar también en República Dominicana, Puerto Rico y Panamá, no es bulla, no es ruido, es alegría, es música. Ese día y los siguientes, caminamos muchísimo por la ciudad vieja donde se ven también parques bien cuidados con bella y exuberante vegetación. La gente se ha apropiado de estos espacios, los usan y los disfrutan. En el parque frente al Teatro, se reúne diariamente lo que han denominado la tertulia beisbolera. Discuten todo el día y todos los días sobre la llamada pelota caliente y los transeúntes se van uniendo o dejando el grupo pero siempre hay un buen número de participantes que animan el espacio con una amable y sana discusión deportiva que no incluye violencia ni ánimos exaltados.
Se puede apreciar en toda su magnitud el valorado y prolijo trabajo de restauración que ha hecho, desde la dirección de la Oficina del Historiador de La Habana, el historiador Eusebio Leal, a quien llaman cariñosamente “el dueño de La Habana”. Entre estas obras están, la Plaza Vieja, la de San Francisco, la de la Catedral y la de Armas con su ventorrillo de libros viejos y la imagen del Ché y Fidel inundando todos los rincones; los vendedores ofreciendo la moneda con la imagen del Ché, los habanos que fumaba el Ché, gorras y camisetas con su imagen… el clásico culto a la personalidad de un hombre. También hay libros sobre la revolución, revueltos en los mismos estantes con otros de distinta factura como misales antiguos, obras literarias, álbumes con las marquillas de los tabacos clásicos, estampillas y monedas antiguas… en fin una deliciosa miscelánea de suvenires.
Mientras camino, en mi cabeza retumba la historia de las últimas seis décadas de Cuba. Este país fue vilipendiado, durante años, por su vecino del norte con la complacencia de sus propios dirigentes. Sin embargo encontraron la forma –tal vez no la mejor y no es mi propósito defenderla- de sacudirse y decir ¡basta! Se quitaron de encima no sólo una dictadura opresora sino una humillación extranjera sin límites e iniciaron la búsqueda de un camino propio. No ha sido un camino sembrado de suaves pétalos, sino uno lleno de laberintos, afiladas espinas y trampas insondables, que fue creando confusión en sus dirigentes, quienes después de haber conseguido lo impensable, erraron el camino aislando a su pueblo, equivocándose al elegir sus aliados y sosteniendo un sistema económico, que hoy es prácticamente inviable. Además cometieron el mayor error: durante décadas han tapado la boca de su pueblo, coartando muchas de sus libertades y han mantenido una dictadura fuerte y anacrónica, que no permite que la gente se manifieste abiertamente y pueda elegir libremente su destino.
Llevamos varios días recorriendo la ciudad y disfrutándola. Caminar por la bulliciosa y abarrotada calle Obispo con sus ventas de artesanías, hotelitos, galerías de artistas, paladares, bares y librerías, buscando el Floridita para tomarse la infaltable foto con Hemingway en el bar donde dicen que se prepara el mejor Daiquirí del mundo, es una obligación. Otros imperdibles son, el mojito en La Bodeguita del Medio, visitar el hotel Ambos Mundos, donde vivió Hemingway, o almorzar en La Guarida, paladar donde se filmaron algunas escenas de la exitosa película Fresa y Chocolate. Las nostálgicas farmacias del siglo XIX como la Sarrá, Johnson y Taquechel son un encanto con sus pomos, morteros, balanzas e instrumentos antiguos, donde hoy se venden hierbas medicinales y se preparan otros medicamentos naturales.
Mientras caminamos, escudriñamos (con la vista) hacia dentro de las enormes casonas, casi todas con las puertas abiertas. Nos encontramos con bellísimos pero ruinosos interiores, con ropas de todos los colores tendidas al sol y al viento en balcones y terrazas. Escaleras y pasamanos de mármol de Carrara, pisos con baldosines importados y portones, frontispicios y rejas de la mejor calidad y diseño por todas partes, que aun así, ruinosos como están, son un deleite para los sentidos. Muchas personas viven apretujadas en estos grandes caserones antiguos, otrora opulentos, a los que llaman solares (inquilinatos), donde a veces hasta 10 o más familias conviven compartiendo en ocasiones tan solo un baño por piso. Por otro lado, es cierto que en toda la isla no hay nadie que viva en casas precarias de cartón y plástico y nadie vive o duerme en la calle.
Desde la Oficina del Historiador, a través de su propósito de restauración, se ha venido adelantando un plan especial para mejorar estos solares, que busca, además de rescatar el patrimonio tangible, cuidar que no se maltrate ni se desplace a la gente que allí vive; quieren que los habitantes permanezcan pero en mejores condiciones. Nos cuenta nuestro buen amigo Nelson Melero, quien ha trabajado de cerca con Leal, que tienen albergues temporales especiales para ubicar a las personas que habitan las casas mientras estas se intervienen. Como al restaurar y mejorar las condiciones habitacionales de estas casonas no cabría el mismo número de familias, se negocia con quienes acepten salir de la ciudad vieja y se les ofrecen otros lugares que a su vez se arreglan o se construyen especialmente para ellos; pero a quienes no quieran salir, se les respeta su deseo. De esta experiencia, se debería tomar ejemplo y así evitar que Getsemaní se termine convirtiendo en un barrio fantasma, como ya sucedió con el centro amurallado.
Más, ¿es siempre mejor?
En Cuba no hay supermercados, ni almacenes por departamentos y mucho menos centros comerciales. Las compras de comida se hacen en tiendas de barrio, carnicerías o en pequeños mercados muy poco surtidos o carretas callejeras como las nuestras. El comercio de ropa y otros bienes, consiste en almacenes a la antigua, provistos con lo estrictamente necesario. Casi todas las mercancías escasean por temporadas y hay épocas en que hasta comprar un cepillo de dientes o un jabón se vuelve una odisea. Tampoco hay opción de elegir marcas en ningún producto. Hay que arreglárselas con lo que se encuentre.
Pero paradójicamente con tan poco, ningún ser humano se acuesta sin algo en el estómago, toda la población tiene acceso a la salud, a la educación, a la cultura, a la literatura, al deporte y a un mínimo vital de alimentación, que reclaman utilizando la famosa libreta de racionamiento, que infortunadamente cada día es más precaria. Las oportunidades, los escasos bienes y el dinero, se reparten lo más equitativamente posible. Lo difícil es, que al no tener mucho que repartir, todos o casi todos, tienen enormes carencias materiales y esto, sumado al bloqueo, les impide beneficiarse no sólo de diversos productos sino de los adelantos tecnológicos con los que contamos otros. Pero como decía, nadie carece de lo fundamental y todos tienen una vida digna, si por dignidad entendemos que se tienen las necesidades básicas cubiertas.
Para comprar algunos libros, entramos a una librería en la calle Obispo. Debo decir que compramos 12 libros por menos de 5 dólares, lo cual da la dimensión de la importancia y el subsidio que tiene la industria editorial. “Leer es crecer” se lee en varios carteles. Cuando estamos en la caja, nos damos cuenta de algo que es muy curioso para quienes vivimos en una sociedad de consumo: no se consiguen bolsas plásticas. Estas, son un verdadero lujo. Nos queremos llevar los libros pero no hay donde empacarlos; afortunadamente estamos con un amigo local que lleva en su maletín, como todos los cubanos “por si acaso”, varias bolsas o jabas como las llaman ellos y nos saca del apuro. “La jaba - nos dice - es en préstamo y con carácter devolutivo”. Ellos bromean diciendo que el cuerpo de los cubanos no se divide, como el de todos los demás mortales, en tres partes sino en cuatro: cabeza, tronco, extremidades y jaba. Pero esta carencia, tiene sus importantes ventajas. Al no usar elementos plásticos desechables, no producen basura que contenga empaques de icopor, plásticos o similares, lo cual es un aporte ecológico enorme.
La sociedad de consumo en la que estamos inmersos muchos pueblos del mundo, nos está consumiendo como individuos y está consumiendo nuestro planeta poco a poco sin que nos demos cuenta y sin que se tomen las medidas adecuadas para evitarlo.
Pero La Habana no es tan solo la ciudad vieja, aunque sí es la zona más visitada. Entre los otros barrios, se destacan los más conocidos como Miramar o El Vedado, con sus enormes casas aristocráticas donde funcionan las embajadas y residen las familias más acomodadas de la ciudad o que han servido bien a la revolución y al partido. Están también múltiples barrios residenciales donde vive el grueso de la población, que infortunadamente no tenemos tiempo de visitar.
La presencia de los ausentes
Nos impresiona otra lujosa y bien cuidada ciudad de 57 hectáreas que está dentro de La Habana. Es la bellísima Necrópolis o Cementerio de Colón. Las elaboradas, engalanadas y cuidadas tumbas y mausoleos son de un preciosismo inigualable. Esculturas de la Pietá, ángeles y arcángeles en mármol, alabastro o piedra, engalanan el entorno de quienes lo habitan y que ya no están vivos pero que dejaron para la posteridad su sello de grandeza y opulencia que perdura hasta hoy. Lo recorremos con gran interés y visitamos las tumbas más representativas.
Entre estas, nos llama la atención una con una historia singular. Es la de “La milagrosa”. Una mujer que murió de parto junto con su bebé. En la bóveda, su padre, el conde Balboa, hizo que un escultor tallara la figura de Amelia con el niño en los brazos y portando una cruz. Fue enterrada con su hijo a los pies; después de un tiempo, con ocasión de unos trabajos de reparación, tuvieron que exhumar el cuerpo y dicen que la sorpresa fue mayúscula cuando encontraron el cuerpo de la mujer, casi intacto y al niño en sus brazos. La gente le reza con fervor como a una santa, y alrededor de su tumba hay una innumerable cantidad de pequeñas lápidas que agradecen, con distintas palabras, los milagros concedidos.
La pacífica lucha del día a día
Disfrutamos mucho que en toda la isla se respire tanta paz y seguridad. Se puede caminar por sus calles, a cualquier hora, con la tranquilidad de que no le van a robar a uno; a lo sumo, algunos llamados jineteros, tratarán de embaucar al turista para conseguir algún dinero, pidiendo que se les invite a unos tragos, o intentar venderle tabacos u otras artesanías, como de hecho nos ocurre, pero nadie se acerca a uno para hacerle daño. La prostitución existe como en todos los lugares del mundo, y más en ciudades turísticas como nuestra Cartagena y tantas otras. Las chicas, a las que llaman jineteras, en ocasiones son estudiantes universitarias y tienen arreglos con ciertos administradores de los establecimientos de rumba y/o con algunos guardias de seguridad de los hoteles, con quienes comparten lo que consiguen, pero al mismo tiempo ellos se encargan de protegerlas. En Cuba, si un turista se propasa con una de estas chicas, la puede pasar muy mal.
La sociedad cubana, como muchas otras alrededor del mundo es patriarcal. Sin embargo las oportunidades están disponibles por igual para hombres y mujeres. El aborto es legal desde 1965, como un derecho de la mujer. Es una sociedad que no se caracteriza por el maltrato de género, sin embargo en el ámbito íntimo de la familia existen parejas donde todavía se dan estas conductas; pero de forma general, la comunidad rechaza y sanciona estos comportamientos. El orden social cubano, no engendra violencia estructural, ya que el principio de igualdad y no discriminación están incorporados a todas las leyes y políticas del país y son considerados valores fundamentales que se inculcan desde la primera infancia. El maltrato, la violencia y el trabajo infantil, son casi inexistentes y son sancionados no sólo por la ley sino también por la sociedad.
Es poco común que un cubano le robe a otro cubano. Le roban al gobierno, sustrayendo pequeñas cosas o alimentos durante su trabajo, eso sí… dicen que lo hacen para poder subsistir y, como mecanismo de defensa, a esos hurtos eufemísticamente los llaman “la lucha”. La gran mayoría está en esa lucha, porque es prácticamente imposible vivir con el equivalente a 20 dólares mensuales de sueldo que paga el gobierno a la mayoría de los trabajadores, sean estos médicos de renombre, abogados, ingenieros etc. La lucha diaria por tener un poco más de lo estrictamente indispensable es muy dura y como ellos mismos dicen, muy difícil de explicar. A veces ni ellos mismos entienden cómo logran vivir con ese ingreso. Sin embargo cuando hablan de las dificultades de su lucha diaria, lo hacen con calma y no se percibe rabia ni amargura en su voz. Se vislumbra, eso sí, un dejo de desilusión pero también una gran esperanza de que las cosas cambien y por fin se resuelvan definitivamente.
Cuba tocó mis fibras más profundas y me hizo evidente, lo que ya llevo intuyendo desde hace varios años: se puede vivir plenamente feliz con muy poco si se tienen las necesidades básicas cubiertas y si se está rodeado de cariño, de paz y de seguridad. Para visitar Cuba, hay que dejar en casa muchos prejuicios y preconceptos. Esto facilita el que se puedan percibir, no sólo el verdadero encanto de su gente, sino sus logros y sufrimientos.
En la segunda parte de esta crónica, compartiré las experiencias vividas en Cienfuegos, Trinidad y el poblado de Cartagena; también arriesgaré algunas conclusiones. Aunque el viaje ha sido breve, las experiencias y los sentimientos son extensos e intensos.
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¿Quieres ver cómo va la restauración del Capitolio de La Habana?
La construcción del Capitolio de La Habana, que data de 1929, presenta un notable deterioro como resultado de las grandes filtraciones de agua en su cubierta y otras áreas. Uno de nuestros fotógrafos logró llegar a lo más alto de este emblemático edificio y registrar cómo van las labores de restauración del mismo.
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