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General: Don Tomás Uribe Toro .... padre de los Uribe Uribe
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 19/12/2020 14:47
Una familia de fundadores
11 de Junio de 2016


Esta semana fue presentado en Medellín el libro “Don Tomás Uribe Toro – estirpe de fundadores” de los hermanos Iván y Gonzalo Gaviria Correa.

1


La inmensidad del Suroeste antioqueño, donde la estirpe de don Tomás Uribe fundó pueblos y generó progreso.

Foto página web Municipio de Fredonia.

Gonzalo Gaviria Correa


Don Tomás Uribe Toro, nacido en la vereda El Uvital, en el año de 1820, época en la cual apenas se gestaba la fundación de la población de Fredonia, resulta ser uno de esos grandes de Antioquia, enraizado en una familia de colonizadores y fundadores que extendió sus raíces por gran parte de nuestra geografía.


Es, sin duda, uno de esos hombres que aprendió de sus más inmediatos antepasados la lección completa de fundar pueblos que, en su momento, contribuyeran a conformar los primeros tejidos sociales de varios de los hoy pujantes municipios de Antioquia (Amagá, Itagüí y Fredonia) y quien la transmitió también completa, con inmenso sacrificio y sudor invaluable, como ciudadano ejemplar pero, además, con inmenso amor de padre, a sus descendientes para que se proyectaran en el ámbito social fundando y refundando la Nación en las distintas latitudes de la geografía nacional.


- Su abuelo paterno, Ignacio Uribe Mejía, lideró al lado de Miguel Pérez de La Calle, la fundación de Amagá desde finales del siglo XVIII.


- Su abuelo materno, Francisco Miguel de Toro y Toro se relaciona entre los fundadores de Itagüí.


- Su padre, Cristóbal Uribe Mondragón, quien en el año de 1817 fuera alcalde del Distrito de Amagá, lideró al lado de José Antonio Escobar Trujillo, la fundación de Fredonia.


- Su tío paterno, Juan Uribe Mondragón, figura entre los negociadores de las Montañas de Caramanta con el Gobierno Nacional, en procura de jalonar la colonización de ese vasto territorio donde hoy se levantan los municipios de Caramanta, Jericó, Valparaíso, Támesis, Pueblo Rico y Tarso.


- Su hijo mayor, Heraclio Uribe Uribe, nacido en Fredonia en 1852, lideró la fundación de Sevilla, Valle.


- Su hijo médico, Tomás Uribe Uribe, se vinculó estrechamente al desarrollo social y cultural de Tulúa, Valle, con un gran sentido humanitario.


Don Tomás, luego de haber sido jefe político del Cantón de Amagá, lideró con gran entusiasmo, dedicación y sacrificio la fundación de Valparaíso en toda la década de 1850.


- Su hijo Rafael Uribe Uribe, quien se destacó entre los grandes pensadores de Colombia y del Partido Liberal, impulsó las grandes transformaciones de la patria desde el campo agropecuario y político, encausando sus ideas hacia una verdadera revolución y refundación del Estado.


Los Uribe de Don Tomás, como aquí lo consignamos, son definitivamente en el panorama de la “Antioquia Grande”, como la llamara nuestro poeta Jorge Robledo Ortiz, una estirpe irrepetible de colonizadores, fundadores y constructores incansables de “Patria”.


Familia de políticos


Su padre, Cristóbal Uribe Mondragón, fue alcalde del Distrito de Amagá en el año de 1817.


En el año de 1852, don Tomás se desempeñó como jefe político del Cantón de Amagá.


Su hijo mayor, Heraclio Uribe Uribe, ocupó el cargo de diputado a la Asamblea Legislativa del Estado Soberano de Antioquia en el año de 1876.


Su hijo Julián Uribe Uribe fue representante a la Cámara en el año de 1913.


Su hijo Rafael Uribe Uribe fue senador de la República, ministro, embajador y gran caudillo del Partido Liberal.


Su nieto Carlos Uribe Gaviria (hijo de Rafael Uribe Uribe) en el año de 1932 fue ministro de Guerra y miembro activo del Partido Liberal.


Su nieto Julián Uribe Gaviria (hijo de Rafael Uribe Uribe) fue diputado a la Asamblea de Antioquia y representante a la Cámara, también dos veces gobernador de Antioquia en 1932 y 1937.


Carátula del libro sobre Tomás Uribe Toro y que tiene 144 páginas.


Perfil físico y moral


Su hijo, Julián Uribe Uribe, describe a su padre Tomás Uribe Toro, resaltando sus valores físicos, morales y sociales que no eran pocos. Nadie más apropiado para delegarle la caracterización de la figura de su padre:


“Era mi padre de cuerpo enhiesto, que no logró agobiar el peso de 76 años, más bien bajo que alto de estatura; tez blanca pero muy bronceada por el sol en la cara y en las manos; enjuto de carnes, pelo negro y crespo, frente espaciosa con bellísimas entradas; nariz recta, ojos pardos, boca bien figurada pero con el labio inferior ligeramente abultado, bigote espeso, barba escasa por motivo de la viruela, pie elegante, largo y angosto; cuidadoso en extremo de su persona y vestido…”


Señala Julián que su mano le tiembla para intentar la segunda parte, la grave… el retrato social y moral:


“Culto y afable en el trato social… tuvo mi padre clarísimo talento, pero escasa instrucción, lo que no le impidió figurar con lucimiento en cualquier reunión social, pues nadie mejor que él supo aprovechar la escuela del mundo… enemigo acérrimo de jugadores y bebedores, no tuvo otro vicio que el de fumar”.


En lo que corresponde a su carácter, lo describe Julián así:


“Los rasgos distintivos de su carácter fueron la franqueza, la honradez, la energía, la austeridad de costumbres... La primera le ocasionó grandes sinsabores en su carrera, las otras le aseguraron nombre imperecedero en las sociedades donde vivió... Marido irreprochable, a pesar de lo fuerte de su carácter, rindió verdadero culto a la memoria de mi madre, y le fue fiel hasta su muerte… Padre tierno y amante de sus hijos, no omitió sacrificio alguno para procurarles buena educación”.


En distintos párrafos de su obra autobiográfica, Julián hace hincapié en la permanente capacidad y dedicación al trabajo de su padre que pareciera ser una caracterización especial de los Uribe, pues desde aquella época viene la ya acuñada y difundida frase de “trabajar, trabajar y trabajar”, que tanto le inculcó el expresidente Álvaro Uribe Vélez a los colombianos.


“Donde su figura se eleva a una altura muy difícil de alcanzar es en el campo del trabajo… un amor al trabajo rayando en fanatismo… pasmosa actividad, resignación, tenacidad, consagración a un solo ramo de negocios, orden, método y una buena entendida economía, fueron las prendas que le dieron gran renombre en el círculo de sus relaciones y que le permitieron formar un modesto capital, no obstante los obstáculos que se le opusieron y los contratiempos que experimentó… Merced a su gran actividad e inteligencia en el trabajo y al poco gasto que demandaba la familia en esa época, lograron economizar en menos de dos años, cerca de $10.000”.


Su permanente y estrecho interés en múltiples tareas y acciones de carácter social en toda su vida pública, dan a entender que Don Tomás sobresaliera como un hombre cívico, emprendedor social y humanitario en el ámbito social de los distintos municipios en los que desempeñó alguna actividad altruista que, indiscutiblemente, lo constituyó en un verdadero, generoso y humanitario filántropo de la época.


“El pueblo cercano a la finca es el que mi padre fundó en el sitio llamado ‘El Hatillo’, residencia de don Hilario Yalí y que él bautizó con el pomposo nombre de Valparaíso. Trabajó con mucho entusiasmo en el fomento de ese caserío: daba limosnas y la pedía para la construcción de la iglesia, del local para la iglesia, para la escuela, los caminos, etc. En todo esto era apoyado eficazmente por el presbítero y doctor Telésforo Montoya, cura de Caramanta y de Valparaíso”.


Este gran patriarca, titán de la bien amplia descendencia de la familia Uribe, que encarnó con suficientes méritos la irrepetible “estirpe de fundadores” en Colombia y en Antioquia; esta inagotable personalidad que lo dio todo en la fundación de esa tierra que viera nacer a la mayoría de sus hijos, entre ellos, a uno de los más destacados hombres de la patria, Rafael Uribe Uribe; quien engrandeciera con su nombre y con su sangre las páginas de la aún inédita historia de Valparaíso, descansa en paz en uno de los camposantos de la ciudad de Bogotá, en espera de que los paisanos de aquella tierra de “Las Montañas de Caramanta” que fundara en la década de los años cincuenta en el siglo XIX, le levanten el merecido pedestal y regresen sus despojos mortales al “Valle del Paraíso”, el pueblo de sus desvelos, donde debiera estar, así como lo está en Jericó, Don Santiago Santamaría en la tierra que fundara en el año de 1843.




Los autores

Los hermanos Iván y Gonzalo Gaviria Correa nacieron en Valparaíso con una diferencia de tres años, en el hogar formado por Julio y Elisa.


Iván llegó al mundo en noviembre de 1945 y Gonzalo en marzo de 1948, fueron los únicos hijos de esa familia y ambos compartieron toda la niñez.


Ya mayores ejercieron diferentes actividades. El primero se ordenó sacerdote y el segundo se ha desempeñado en la política, el servicio público y la docencia.


Antes de ser cura, Iván fue personero y sindico de hospital. En 1974 ingresó a la Universidad Pontificia Bolivariana, donde adelantó estudios de Filosofía y Teología y fue ordenado sacerdote con ocasión de la visita del Papa a Colombia.


Su mayor labor pastoral la ejerció en Amagá y la alternó con la de escribir sobre historia religiosa y genealogías de familias del Suroeste de Antioquia.


Su muerte fue muy lamentada por todos los amagaseños, quienes en su memoria, levantaron una estatua en la plaza pública del municipio, frente a la iglesia parroquial.


Por su parte, Gonzalo es diplomado en Filosofía y Letras de la Universidad Pontificia Bolivariana y abogado de la Universidad Autónoma Latinoamericana. Y realizó un curso internacional sobre “Administración Municipal y Regional” y un seminario taller sobre “Rehabilitación de Vivienda Urbana”.


Se desempeñó en diferentes cargos en las administraciones de Antioquia y Medellín.


Fue concejal en distintos municipios, diputado y representante a la Cámara. Allí lideró las ponencias de la ley sobre Modernización del Municipio Colombiano (Ley 136 de 1994), y la ley para el ejercicio del Control Interno en las entidades del Estado (Ley 87 de 1993), entre otras.


Como profesor universitario ha orientado diferentes cátedras en pregrado y posgrado.



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