INFORMADOR PÚBLICO

Concluida por fin la burda actuación de Cristina -en la que, lágrimas y gimoteos de por medio, pretendía hacer creer que su candidatura estaba en duda- y con todas las opciones para octubre puestas ya sobre la mesa, vale repasar rápidamente dónde se encuentra parada la Argentina tras cuatro años de “cristinismo” y, para ser más precisos, ocho de kirchnerismo. A estos efectos es que proponemos indagar sobre algunos rankings de prestigiosas instituciones internacionales, que hablan a las claras sobre el lugar en el que nos encontramos respecto del resto del mundo.

Si bien en su campaña de 2007 Cristina prometía mejorar la calidad institucional del país, tan socavada por su difunto marido, la Argentina tras su gestión se encuentra entre los peores lugares del mundo en esta materia según los estudios de la fundación Libertad y Progreso. En efecto, nos llevamos el indecoroso puesto 125 sobre 194 países, lo cual nos deja en una posición similar a la de naciones de la talla de Honduras, Nicaragua y Senegal, por ejemplo.

Si de inflación se trata, la Argentina también carga con el peso de estar entre los países en situación más desventajosa: somos la tercera nación con más inflación del mundo, sólo superados por Venezuela y Bolivia, según el ranking internacional World Economic Outlook. Cabe destacar que la situación podría inclusive ser peor, teniendo en cuenta que los analistas del FMI se guiaron por las cifras del manipulado INDEC, que como se sabe, presenta guarismos al menos tres veces más bajos respecto a consultoras independientes.

Pero la vergüenza aún puede ser mayor, y de hecho lo es: la Argentina desde hace cinco años que se encuentra entre los países más corruptos del mundo según el ranking de la prestigiosa organización Transparencia Internacional, que nos ubica en el puesto 105 sobre 176 países estudiados. Comparativamente, Chile ocupa el lugar 24 y Uruguay el 21, por mencionar a países hermanos.

Las libertades individuales en la Argentina kirchnerista están puestas en jaque, y sobre ello también tratan los rankings internacionales. En lo que refiere por ejemplo a la libertad de prensa, nuestro país se encuentra en el puesto 55 sobre las 178 naciones examinadas en el informe de Reporteros Sin Fronteras. A primera vista el lugar podría parecer no tan adverso, pero debe señalarse que se aprecia en el ranking una marcada tendencia a descender aún más y que, en comparación con otros países de la región, somos superados por bastante margen. Tales son los casos de Uruguay (puesto 37), Chile (puesto 33), Costa Rica (puesto 29), entre otros.

Respecto a la libertad económica, el panorama es todavía más desfavorable para el país: Argentina ocupa el puesto 138 sobre 179 países en el ranking Index Of Economic Freedom de la reconocida Heritage Foundation. Justo arriba nuestro aparece, por ejemplo, Vietnam, y superándonos en cuatro lugares figura nada menos que Haití, con el puesto 133.

Tras esta rápida recorrida por rankings que tratan tópicos de lo más heterogéneos, estamos obligados por nuestra honestidad intelectual a efectuar la siguiente aclaración: existe un ranking internacional no menos despreciable, en el que la Argentina sí se encuentra entre los primeros lugares. Nos referimos al de los presidentes más ostentosos del mundo, efectuado por el notorio diario inglés The Guardian, que coloca a la codiciosa Cristina entre los 10 primeros puestos.

De esto se trataba, en definitiva, aquella entelequia del “modelo nacional y popular” vociferada por los kirchneristas hasta hacernos sangrar los oídos: de botox y rimel en cantidades industriales, de costosas alhajas, de un variopinto placard y, por supuesto, de las “antiimperialistas” carteras Louis Vuitton.

* Agustín Laje Arrigoni es autor del libro “Los mitos setentistas”, disponible en la cadena de librerías Cúspide.

Su sitio web es www.agustinlaje.com.ar.