Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Coalición Dorada
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 » Home 
 ★------------------------» 
 » Normativa 
 » Mantos 
 » El Cosmos 
 » URM 2.0 
 ★-------------------------» 
 » Staff 
 » Asesores 
 ★---------------------------» 
 » Grecia 
 » » Borunzo 
 » » Shiiruba 
 » » Goorudo 
 ★-----------------------------» 
 » Links 
 » Galardones 
 » Memories 
 
 
  Herramientas
 
Eventos Especiales »: ::|| El retorno del Español
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Temari  (Mensaje original) Enviado: 26/05/2010 23:48

 

Una traición se ve colocada en el Santuario, así pues, el secuestro de la Diosa Athena se ha llevado acabo y paulatinamente la reacción en defensa hacia la misma se ve puesta en escena. Una noche fría y desencadenante de eólicos detalles por un paraje rocoso es la que atestigua la rápida intercepción a tres seres de los cuales se logra reconocer fácilmente a su cabecilla, la cual se consta que es el traidor del cual la alarma se ha levantado… Aioros de Sagitario.

-.. Pensé que era mentira pero veo que no es así- una gallarda y varonil voz es puesta en escena, donde paulatinamente se visualiza la aparición de un magnate ente del cual vistiendo una sagrada armadura dorada se logra apreciar como dos cuernos sobresalen como su yelmo y asimismo una albina capa pendiente de sus hombros se cuela en compás de los vientos.

-Shura…- El reconocimiento del personaje por parte de Aioros es inminente pues tras un leve paso de segundos, este adjunta a sus líneas: -Shaina, Babel… Les encomiendo a Athena- Las palabras del guerrero no hacen más que mostrar su resignación y asimismo un rápido movimiento hacen que susodicho ser deposite al cuerpo de su Diosa en encomienda de sus compañeros de batalla y con esto, el filo de sus ojos se enfoca en el caprino.

En una maniobra fenomenal se logra observar como el Español se envuelve en combate contra su antiguo amigo, donde al paso del tiempo se llega al clímax del momento, donde aquel que ha sido manchado con el título de traidor pretende ejecutar una técnica tan mortal y divina que pretende llevarse a su antiguo colega de armas, pues dándole un vasto tiempo a sus compinches, este simplemente pasa a exclamar con fervor y orgullo… -Es una lástima que esto termine así, Shura- con ímpetu, este se baña de una Albi dorada aura de la cual se logran apreciar distintas cargas electrificadas que en solo instantes se canalizan arduamente en sus extremidades. –Pero no dejaré que los deseos egoístas y erróneos del Patriarca condenen a Athena, así que… ¡¡Prepárate!!- Las interacciones entre estos individuos han llegado a la cúspide pues al proyectar la magnate técnica del traidor, solamente se logra apreciar una densa cortina luminosa que llega a cegar a todo ser que se encuentra en susodicho diámetro escénico.

-¡¡EXCALIBUR!!- Con el envolvimiento total del lugar en aquella cegadora luz, esta frase es la última que se deja ser escuchada pues al arrastre de frenéticos y violentos vientos que arrastran escombros y estelas cósmicas solo dejan sentir una fuerte presión en el ambiente el cual vestido de la bóveda celeste deja observar por muy poco tiempo el como un cuerpo titubeante se levanta entre escombros y tierra; maltrecho y titubeante, la fisionomía de un personaje se logra reincorporar en el acto, así pues, la presencia de un hilillo de sangre que cae a sus pies es la que da lugar al rápido reconocimiento de grietas por toda su armadura de la cual grandes pedazos son faltantes y que asimismo, las huellas de aquella pelea le han dejado repercusiones.

-¡¡Agh!!... Esos traidores han huido- lamentándose, la voz en acentuación castellana se logra perfilar con toda la atención, pues con un muy notorio desgaste es como Shura logra salir vencedor de aquel combate mas no ileso y asimismo una gran lamentación que le hacen sentir un fuerte escalofrío por su cuerpo le llevan a dictaminar: -Aioros, ¿Por qué me hiciste llegar a este extremo?- notando con sus fríos orbes como el ferviente servidor de Athena observa los cielos, viéndose como el paraje rocoso ha sido mutilado con finos cortes, varias huellas de explosiones y sin duda una onda magnética ante el choque de tremendas fuerzas.

Tras el paso del tiempo, aquel caprino ha retornado de la derrota y se ha levantado en encomienda a la protección del Santuario, el cual ha quedado herido a traición y asimismo destinado a recurrir a los santos de oro, aquellos que elevaran su cosmos hasta el infinito por su amada Diosa y que haciendo hincapié en el llamado más fiel a Athena se puede observar como un lento andar le destina a regresar a su hogar para informar de su falla y asimismo del cómo ha tenido que dar muerte a quien se hacía llamar su amigo.

 


Shura de Capricornio - Coalición Dorada



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados