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Temas de Sanaciòn: 14.- El Baño de Luz (Primera Parte)
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De: PazenlaTormenta  (Mensaje original) Enviado: 12/08/2009 02:29

EL BAÑO DE LUZ

Con la Colaboracion de Siervos de Cristo Vivo.

Parte I

En la sanación interior hay circunstancias que obligan a proceder de diferente manera. Sentimos la necesidad de transcribir EL BAÑO DE LUZ que nos presentan el P. Darío Betancourt y Blanca Ruiz. Creemos que en muchos casos puede ayudar a las personas, como se demuestra en tantísimos ejemplos y que ellos, muy a menudo, han experimentado en su larga trayectoria evangelizadora.

Textualmente así lo explican.


1. QUE ES


Un baño de luz no es otra cosa que, con la ayuda del Señor Jesús, tratar de encontrar:
- Una respuesta a algo que nos molesta y nos hace sufrir.

- Una razón a aquello que nos impide ser felices y no nos permite progresar espiritualmente.

- La causa a un bloqueo o trauma.

- Una luz para aquella oscuridad que produce una parálisis en la vida espiritual.

Ejemplo: Una persona que vive siempre agresiva, malhumorada, todo le disgusta, nada le agrada, etc. Este estado tiene una causa, pero en muchas ocasiones no se sabe cuál es. Entonces se le pide al Señor que la manifieste, la ilumine, la saque a flote. Jesús, que es luz viene a iluminar y sanar. La presencia de Dios es sanadora.

Para ilustrar mejor lo que es un "Baño de luz" trasmitimos el caso de una religiosa que hacía treinta y dos años estaba en el convento.

Durante los primeros veinte años viví muy feliz. Pero durante los últimos doce años sufrí un infierno. No quería a nadie, ni nadie me quería. Pedí ayuda para remediar mi mal y me aconsejaron un baño de luz.

Por la noche, estando en la capilla, le dije al Señor:

- Señor Jesús: ilumíname ¿cuál es la causa por la cual vivo tan aburrida en el convento por estos últimos doce años?

Vi entonces que del sagrario salía el Señor Jesús e iba acercándose muy sonriente y muy amoroso. Me quedé mirándole y cuando ya le tuve cerca le volví a preguntar:

- Señor. ¿Por qué vivo tan aburrida en mi vida religiosa? Señor, ¿por qué no tengo la alegría del principio?

El Señor me contestó:

- ¿Qué relación hay entre esas revistas que estás leyendo y yo? ¿Por qué pasas tanto tiempo entretenida hojeándolas?

Le respondí:

- Señor, pero esas revistas no son pornográficas. . .

y el Señor me dijo:

- Precisamente porque no son pornográficas las lees, pero te están llenando del mundo de vanidades que te vacían de mí y te disipan, separándote de mí. Tú me has sacado de tu corazón. Tú ya no sientes lo que antes sentías por mí. Ni lo mío te enamora, ni te atrae. Esta es la razón por la que vives tan aburrida en la vida religiosa.


Esta religiosa hacía exactamente doce años que estaba leyendo revistas del mundo que en vez de llevarla a enamorarse del Señor cada vez más, lo que hacían eran distraerla y separarla de su amor, y le habían arruinado su vida de oración. El Baño de luz le hizo conocer el origen de su problema.

En un retiro en Guatemala, mientras hacía el baño de luz uno de los asistentes narró la siguiente experiencia:


Cuando sentí la presencia del Señor empecé a hablarle y, me sentí muy disgustada con Él y le reclamé llorando que no me amaba y nunca me había amado. El Señor me contestó.

- Yo siempre te he amado.

Entonces yo le reclamé:

- Yo no creo que tú me ames, porque si tú me hubieras amado, ni me hubieras quitado mi madre a la edad de ocho años.

En ese momento sentí cómo el Señor me recostaba contra su pecho y con mucho cariño y amor me acariciaba y me secó las lágrimas. Mirándome me dijo:

- ¿Crees que no te amo porque me llevé a tu madre? ¿Sabes? Cuando vine a buscarla era porque ya había cumplido la misión que le había confiado y esa misión era la de darte la vida. Yo estoy satisfecho con ella y quise traerla conmigo para darle el premio que le tenia prometido ¿o crees que hubiera sido mejor que ella estuviera hoy contigo pasando estos años paralizada y enferma como estaba?

Sentí que Jesús me colocaba sobre los brazos de la Santísima Virgen y me decía:

- Mira hija, sí has tenido madre. No has estado sola nunca. Mi madre que también es tu madre ha estado contigo y te ha acompañado siempre.

Sentí que la Virgen me abrazaba y me acariciaba, a tiempo que me cubría con su manto y me decía:

- Hija, siempre he estado contigo. Te amo mucho. Eres mía.


Entonces sentí que mi vida se llenaba de alegría. Luego Jesús me miró y me dijo:

- ¿Por qué no me entregas a tu mamá? ¿Puedo llevarla conmigo?


Por primera vez puse a mi madre en las manos del Señor y la recordé con profunda paz.


Luego el Señor me dijo:


- Voy a mostrarte que sí te amo y que nunca te he olvidado y siempre he estado contigo. ¿Quieres ver cómo te amo? ¿No te has dado cuenta que te di un esposo y unos hijos que te aman y se preocupan por ti?


¿No eres feliz en tu hogar? Hija, yo amo a los míos dándoles lo que necesitan.


Entonces sentí que me abrazó y me dijo: "Yo soy tu verdadero Padre. Mi madre y yo te amamos y estamos siempre contigo".

Comencé a llorar, pero de gozo y con paz. Nunca había sentido tanto amor en mi vida. Por primera vez pude perdonar al Señor por este resentimiento tan fuerte que había en mi corazón y nunca había apreciado el amor, cariño, comprensión y bondad de mi esposo y de mis hijos.


2. DIFERENCIA CON LA SANACION INTERIOR


A. La sanación interior es para sanar una herida específica que se sabe y se conoce. El baño de luz es para pedirle al Señor que ilumine el por qué de algún mal, su razón o causa. Es algo desconocido.


B. La sanación interior necesita la ayuda y discernimiento de otra persona que ore por nosotros.

El Baño de luz se lo puede hacer la persone misma. Esta es la diferencia más peculiar.


En el siguiente testimonio encontramos a una persona que necesitaba luz en sus relaciones interpersonales.


Durante el "baño de luz" le preguntó al Señor:



- Jesús, ¿por qué me cuesta tanto trabajo dar el primer paso de reconciliación y siempre espero que sea la otra persona quien lo haga?

- Porque tú te ves a ti y no a mí. Tú siempre te juzgas bueno, que no tienes la culpa y no te fijas que yo, inocente, tomé la iniciativa para perdonar a los pecadores. Si en esos momentos, en vez de señalar culpables y condenarlos, me miraras a mí y me preguntaras qué haría yo en ese caso, encontrarías la respuesta.



3. TEXTOS BIBLICOS.

Algunos textos bíblicos nos iluminan maravillosamente en qué consiste el baño de luz. .

Jesús, luz del mundo (Jn 12,46) ilumina a todo hombre (Jn 1,9) para que el que crea en El no permanezca en tinieblas (Jn 12,46) sino que tenga la luz de la vida (Jn 8,12). Quien rechaza la luz se cierra a la salvación gratuita ofrecida por Dios (Jn 3,19-21).

Así como Dios lo primero que creó fue la luz (Gen 1,3), así para re-crearnos, hacernos nuevas criaturas (2 Cor 5,17) ha hecho brillar su luz en nuestros corazones para transformarnos, en Cristo, en luz para los demás; es decir, agentes de salud y salvación. (2 Cor 4.6).


No hay nada que pueda quedarse escondido a la luz de Dios. No hay secreto que no llegue a saberse (MC 4,22). Si con fe y sobre todo con sinceridad le pedimos al Señor Jesús que nos ilumine y sane nuestros males no hay nada que El no quiera y pueda hacer.


Cuando todas las cosas son puestas al descubierto por la luz, todo queda en claro, porque la luz lo descubre todo. Por eso se dice: Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te alumbrará. ( Efe 5,13-14).


El que se acerca a la luz queda iluminado, como el que se acerca al calar se calienta, o el que se acerca al frío se enfría.


Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, nos visitará la luz que viene de lo alto para Iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz. ( Lc. l 1,78-79).


Este texto es clarísimo para ver qué es el baño de luz: ilumina una tiniebla, un problema, una dificultad y como consecuencia guía, lleva y da la paz.


Otros textos muy ricos sobre el tema de la luz de Dios que ilumina para sanar son: Lc 1,78-79 Jn 1,4-5 Hch 9,3 Am 13,1114 2C04,3-6 Ef5,8-9 CoI1,1O-14 1Ts 5,2-9 Stg 1,17 1Jn 1,5-7 Ap 21,23-24 SI18,29. Especialmente es de excepcional belleza el verso 1 del Salmo 27(26) que dice: Yahveh es mi Luz y mi salvación, ¿A quién temeré? Yahveh es el refugio de mi vida, por qué he de temblar?

Un día, en un retiro, una persona me dejó un mensaje en el altar. Me impresionó tanto que lo guardé para orar por ella. Decía así.

Desde hace muchos años estoy muy enferma, debido a la traición de un médico.

De este incidente me vino insomnio y un nerviosismo que me mata todavía. Por esta causa me vino la alta presión arterial. Para curarme me pusieron una dieta que resultó muy dañosa para mí. Por necesidad, me vi obligada a hacer limpieza en un lugar seco, sucio, lleno de lana y polvo. Esto me hizo contraer una bronquitis que desde hace un año me ha puesto tan mal que una noche la pasé casi sin respirar ya que tenía las narices tapadas.

Por no recibir inmediatamente la atención adecuada del hospital sufrí un infarto. Por esta razón, padezco invalidez. Hace muchos años me hicieron un maleficio: jamás puedo bañarme, ni mojarme siquiera. Una persona "muy piadosa", me ha hecho ese mal tan grave en mi salud y en otras áreas de mi vida.

Soy vieja, pero jamás sentí la vejez como ahora: enferma del corazón, bronquitis crónica y unos dolores terribles que entiendo son en las arterias del tórax, pues me dan por delante y por la espalda; son dolores matones. Además, terrible asfixia por las noches. Ahora sí parezco una vieja. Me da pena estar tan fea y tan inútil, molestando a todo mundo. Me muero de miedo, siempre he sufrido miedo y vergüenza. Permanentemente tengo la nariz tapada y sufro también de otros muchos males.

Pido ayuda, de otro modo ya no estaría viva. Afectísima amiga N.N."

Poco tiempo después de ese retiro donde les sugerimos que escribieran al Señor, me llegó esta bellísima carta:


Padre, yo soy la persona que le envié un escrito y se lo dejé sobre el altar contándole que un médico había abusado de mí. Pues durante el baño de luz le pregunté al Señor por qué vivía tan enferma del alma y del cuerpo. Él me dijo:

Querida hija:

Es cierto que la causa de tus males comienza con la deshonestidad de ese médico, pero también debes saber que mi ley es amar y perdonar hasta los enemigos. Así soy yo. Si se aman los unos a los otros el mundo va a saber que ustedes son mis discípulos. Este es el único signo por el que los van a identificar como míos.


Date cuenta muy clara de que hay que amar y perdonar a los enemigos porque así lo hice yo que los amé a ustedes cuando todavía eran malos y pecadores.


Aunque tú ya te has confesado del incidente con el médico, sin embargo lo odias inconscientemente en tu corazón. Perdónalo pero ojalá se lo dijeras personalmente, diciéndole al mismo tiempo que yo lo amo por sus debilidades y pecados; que se vuelva a mí para sanarlo.


Yo te amo mucho y te tengo en mi corazón. Jesús. " Padre Darío quiero que sepa que lo hice y no puedo expresarle lo que sentí. Nunca antes había tenido tanta paz, todo se ha transformado, amo mucho, hasta el punto de que todo me parece lindo, hasta las personas de mi mismo sexo me parecen hermosas todas. Todo me gusta, todo me agrada. Bueno estoy de luna de miel con Jesús. Pero lo más importante era decirle que estoy sana de todos los males físicos y espirituales. Hasta la cara como que se me desarrugó.


Alabado sea Jesús.

Con afecto.

Una agradecida con Jesús.

Continua Parte II

 



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