Mi destino que se asfixia en los recuerdos,
mis pasiones, mi dolor,mi desconsuelo,
son repasos que se gastan y se quiebran,
zozobrando en el caudal de los silencios…
en repentinas huidas y largos regresos…
una débil esperanza sin raíces ni sosiegos,
engarzadas en las garras de un te quiero.
que se apagan como luces pasajeras...
al destruirlas el golpe de sombra y fuego.

Tu silueta se perfila irreal en mis sentidos,
tus esencias van tiñendo el sacro incienso,
que brusco ronda diluyéndose en el sueño,
del destino que se asfixia en un recuerdo…
que ha marcado con su embiste de tormento,
y se pierde en los espacios que se han ido,
se disipa y se evapora en el vértigo dormido...
como aureolas que sin prisa se han ceñido
los laureles de tu ausencia...ya marchitos.

De cristales finos como el índigo del limbo,
hilaré un morral divino incrustado de sosiegos,
arrojaré las dudas y el dolor que me desquicia,
lo iré colmando de risas de lagrimas y de apegos,
lo colgaré a mi vida y lo prenderé a mi pecho,
lo enredaré en olvidos de bondades y caricias,
me dormiré en silencio arrullada por la briza
y soñaré contigo en la noche embalsamada,
esperando que regreses y me devuelvas la vida.