DESPEDIDA

Que tristes son las despedidas
y más cuando con ellas se va
parte de nuestra vida,
a veces me pregunto a solas,
¿Por qué te conocí?
¿Por qué me amaste?
¿Por qué te amé?
si un día como hoy todo
quedaría en una triste despedida.
Esta noche, nuestra última noche
quisiera ser la Diosa Freya
y tener el privilegio de extenderla,
hacerla interminable
para seguir prisionera
de tus brazos, de tus beso,
porque mañana cuando el sol nace
mi realidad quedará en tinieblas
buscando el abrazo que
me cobijo tantos años,
y se me hará un nudo en la garganta
cuando te sepa lejos,
cuando piense en los años juntos
enterrados en el fondo
de este corazón, que me dice
en cada palpitar, que fuiste y serás
el único dueño de mi amor.
Hoy… con un dolor profundo
mis labios te dirán adiós
Y todo mi ser te suplicará
- No olvides por favor,
esos momentos que vivimos
entregándonos año tras año
este desmesurado amor,
no lo olvides por favor.

DIOSELINA IVALDY DE SEDAS