La norteamericana Amazon Eve, de padres germanos, es considerada la modelo de mayor estatura del mundo, con sus 2,13 metros. A sus 32 años ha seguido una progresión profesional que le ha llevado de una garita de guardia de seguridad a las pasarelas; y de ahí a la portada del magazine australiano ZOO (donde la apodaron ‘Babezilla’).

Después de no funcionar en el mundo del cine (sólo le daban papeles de monstruo o de alien) eligió las salas de fitness donde ha trabajado como entrenadora, para terminar recalando en el antiguo oficio de dominatrix, en el que actualmente se gana las habichuelas.

La chica pasaba por apuros económicos y un amigo le propuso iniciarse en el mundo de la dominación amazónica, pues no son pocos los hombres que se sienten atraídos por una mujer más alta que ellos.

Ahora cobra unos 400 $ la hora por luchar contra los fans que se atreven a meterse con ella en un ring de lucha libre o a los que se atreven a compartir con ella una habitación privada vestidos de látex.

La chica redondea su sueldo con las propinas que saca por pasear a turistas que se encuentra, sobre todo orientales, llevándoles en volandas como si fueran niños pequeños.

“Mis fans me piden que los recoja y los lleve entre mis brazos o que les de chirivueltas. Es una forma de dominación porque soy físicamente más grande que ellos. Es un acto muy popular en Asia, pero en los EE.UU. está algo mal visto por ese estigma de que los hombres son siempre más fuertes y más altos que una mujer”, afirma Erika Ervin, el nombre original de Eva, la Amazona.

También se ofrece en su tarjeta de visita como el sueño de cualquier fetichista de los pies, pues calza un 48,5 de zapato, un número que hace que sus extremidades sean prácticamente interminables a la hora de chupar.

Desconocemos cuál es la tarifa para este servicio, pero también se nos antoja que será…alta.