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TEMAS SANITARIOS: Experiencias afectivas
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Ermitaño  (Mensaje original) Enviado: 17/06/2010 10:08

Leyendo a José Antonio Marina, en La inteligencia fracasada (Teoría de la estupidez), he resumido o reconducido el tema de las experiencias afectivas.

La enorme cantidad de experiencias amorosas bien podemos clasificarlas en tres grupos:

1º.- Los impulsos
2º.- Los sentimientos
3º.- Los aprecios o apegos.

Conviene considerar estas agrupaciones si se quiere analizar la vida íntima sin cometer errores de bulto.

El nivel impulsivo incluye los deseos, las necesidades, las tendencias, los móviles.
La sed, el hambre, el sexo, el afán de poder, la necesidad de ser amado, la curiosidad, pertenecen al grupo de los impulsos.

El 2º grupo, los sentimientos, son el balance consciente de nuestra situación, como están funcionando nuestros deseos o proyectos en contacto con la realidad.
La satisfacción, la tranquilidad, la alegría nos indican que nuestras metas se están cumpliendo.
El temor-miedo nos dice que nuestras expectativas están amenazadas.
La ira, la violencia que están siendo bloqueadas por algún obstáculo, contra el que nos encrespamos.
La tristeza es la constatación de una pérdida.
La decepción o la frustración nos informan de que nuestras esperanzas no se han cumplido.
La desesperación, de que no se van a cumplir.

La experiencia estética, la euforia creadora, la emoción musical, posiblemente el fervor religioso, son sentimientos que nos advierten de la presencia de grandes expectativas, nos revelan que algún gran deseo se está cumpliendo. Por eso todas las culturas, en todo tiempo y lugar, han inventado músicas, poemas, pinturas o religiones.

El tercer grupo lo componen los aprecios o apegos. Son relaciones psicológicas que enlazan a un sujeto con otra persona o con determinado tipo de experiencias o de objetos. El apego infantil, los hábitos, las adicciones, los condicionamientos, los distintos tipos de dependencia, la costumbre, el amor, el odio, lo que los psicoanalistas llaman relaciones de objeto, son fenómenos de este tipo o pueden serlo. A veces, estamos ligados por esos apegos sin tener constancia de ello.

Al considerar las experiencias del duelo se observa un hecho obvio pero difícil de explicar. En matrimonios mal avenidos, desdichados, se podría esperar que la muerte de uno de los cónyuges sería vivida por el otro como una liberación pero ocurre, con frecuencia, lo contrario, que el superviviente se siente acometido por una gran tristeza y desconcierto. Lo que se ha roto es una relación de apego (que no tiene nada que ver ni con el amor ni con la felicidad), una cierta dependencia para vivir. Después de protestar durante años por algún comportamiento de su pareja, ahora lo echa en falta. Ha perdido el sentido de su vida que era, precisamente, sobrevivir en una situación hostil. No hay ya nadie que le motive a luchar...
¡Tanto ha luchado ... que siente la ausencia del motivo de la  lucha!

Un gran fracaso consiste en confundir los afectos.
¿Cómo sabe alguien que está enamorado?
¡Eso se nota!
¿En qué?

¡Ay... cuantas cosas nos dice este José Antonio Marina...!
¡Hay ... pillín... lo que no nos dice es como salir del 'pozo' en que algunos pueden encontrarse... y hasta sin saberlo... y que es causa de enfermedades!

Saludos



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