Soltaré tu mano mientras mi corazón grita que te quedes, y dejaré que tus pasos se borren en la distancia aunque tus manos queden grabadas en mí. Podría culpar al mundo por alejarte de mí, pero me estaría engañando, diría que es el destino, pero me estaría mintiendo.

Abrazaré las esperanzas de volverte a ver porque sé que el tiempo se encargará de traerte a mí, o de ir por ti donde quiera que estés; seguro será en mucho tiempo, o será en muy poco tiempo, no lo sé sólo Dios lo sabe. Miraré al infinito para crear tu silueta en el espacio, traeré a mi mente los más maravillosos recuerdos para alimentar mi alma con tus sonrisas formadas por las estrellas. Y si la noche esta nublada tan sólo cerraré mis ojos para escuchar los susurros de tu voz cuando suavemente me hablabas al oído.

Antes de amanecer enviaré a los pájaros para que te despierten con sus dulces cantos y te bañen las suaves brisas en los días cálidos. De seguro no te darás de cuenta lo que pasa, pero yo estaré esperando el momento para contarte todo mientras tú con tu afán de caminar al sin fin te olvidas de tu alrededor. Yo sé que los sueños no se cumplen, pero aun así seguiré soñando para no vivir la realidad de un mundo sin ti; sin tus caricias, tu mirada, tus palabras y tus sonrisas. Viviré dormido para poder tenerte a mi lado, y cada que despierte crearé el mundo que contigo quise tener antes que te marcharas.