Genios en compacto, como trato. Mi alma en tu mano, y mi voz, en tu altavoz. Somos la razón y el odio que se juntan para presentarte el estandarte. Ese horizonte, donde tu crees caer al llegar, es mi vida. Allá arriba, la caída, seguro que no te deja con vida. ¿Estás seguro de tu realidad? Pero la realidad es que estás sentado, quejando por lo social, mientras mi voz, surcará los tiempos, y llegará directo a los oídos. Perdido, tu tiempo, porque el mío, joder, no tiene ni un resquicio libre, y entre suspiros, vivo… no como tú, recordando lo vivido, sino, pensando en qué más puedo reventar antes de morir seguido.

Al menos camino, entre un bombo y una caja, dejando rimas atrás. No me repito, entre arcadas de vómitos, porque las penas son largas, y las lágrimas se marchan. Ahora el dolor, queda sepultado, mientras tantos y tontos, quedan estancados. Hay que recoger los trozos, y reventarlo todo. Yo, no soy dueño del dolor, pero no vengas a menospreciar mi voluntad, para masticar, estas dosis de mierda, y cagar flores. Por ello, es tanto tiempo que llevo, que este es mi hueco.

Yo llegaré a tocar el cielo, sin miedo, de vivir en el infierno el resto del tiempo ¿puedes tú soportar tanto fuego?

D/A

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