Estamos sufriendo por lo que no tenemos, y con frecuencia, 
por lo que asumimos que era nuestro, 
y en realidad nunca se fue.

Estamos sufriendo, la incertidumbre del mañana 
que no es nuestra, 
pero tratamos de controlar. 
Sufrimos las amistades y afinidades 
que tratamos de dominar, no tienen ninguna medida, 
y que lejos de nosotros.

Sufrimos de la enfermedad que podamos tener, 
la gripe podemos convertir la bronquitis, 
y sacrificados.

Sufrido por el miedo a lo imponderable, 
así que no podemos medir, 
por lo que no vemos, pero a veces podemos escuchar, 
y encerrado nosotros mismos. 
Nosotros sufrimos por nuestros pecados, 
y sacrificados en las dificultades que hemos creado, 
y se estancan.

Por lo tanto, 
las notas no hacen que, la evidencia de que no se gasta, 
los amores que no vivimos, el abrazo que perdimos, 
cuadernos amarillentos, niñez les huele, 
el viejo salvado o perdido chupete, 
son dulces recuerdos, pero para ellos, sufrir.

Sufrimos porque no queremos nada simple, 
o simplemente vivimos 
en simplemente me encanta. 
Tenemos miedo de darnos 
definitivamente amar, 
temer un mayor dolor, 
por lo que sufrimos, 
incluso por lo que no sabemos.

Y hoy, 
sabiendo que el sufrimiento es una anticipación del dolor que no siempre vivo, 
voy a tratar de ganar lo que realmente se ajusta a mí, 
y si el dolor me visitan, me encontrarás más fuerte, 
porque tengo la medida exacta de todo lo que he sido a través de , 
y soy el fruto maduro de este árbol llamado vida.

Paulo Roberto Gaefke