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General: CRISTO SU NORMA DE VIDA EN LA HUMANIDAD
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: Damarit Espinoza  (Mensaje original) Enviado: 09/08/2022 22:13




CRISTO SU NORMA DE VIDA EN LA HUMANIDAD 

La ley de Dios del cielo del Sinaí escrita con el dedo de Cristo  es la norma de cada ser humano.Exodo 20:1,17,Exodo31:12,18  

La ley de Dios es la regla por la cual serán probados los caracteres y las vidas de los hombres en el juicio. Dice el sabio: “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es la suma del deber humano. Pues... Dios traerá toda obra a juicio”. Y el apóstol Santiago amonesta a sus hermanos: “Así hablad... y así obrad, como hombres que van a ser juzgados por la ley de libertad”. Eclesiastés 12:13, 14, VM; Santiago 2:12, VM. CES 114.4

Los que en el juicio “serán tenidos por dignos” tendrán parte en la resurrección de los justos. Jesús dijo: “Los que serán tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo venidero, y la resurrección de entre los muertos... son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección”. Lucas 20:35, 36, VM. Y además declara que “los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida”. Juan 5:29. Los justos muertos no serán resucitados hasta después del juicio en el cual habrán sido considerados dignos de la “resurrección de vida”. De esto se deduce que no estarán presentes en persona ante el tribunal cuando sus registros sean examinados y sus causas falladas. 



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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 09/08/2022 22:42


















Jesús, el abogado en el cielo santuario celestial .

Jesús aparecerá como el Abogado de ellos, para interceder en su favor ante Dios. “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 1 Juan 2:1. “Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante de Dios en favor nuestro”. “Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos”. Hebreos 9:247:25, NVI. CES 115.2

A medida que los libros de registros se van abriendo en el juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por él. Empezando con los que vivieron primero en la Tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva y termina con los vivos. Cada nombre es mencionado, cada caso cuidadosamente investigado. Habrá nombres que serán aceptados, y nombres rechazados. Cuando alguien tenga en los libros de registros pecados de los cuales no se arrepintió y no fueron perdonados, su nombre será borrado del libro de la vida y el registro de sus buenas obras será borrado del libro de memoria de Dios. El Señor declaró a Moisés: “Al que haya pecado contra mí, a éste borraré de mi libro”. Éxodo 32:33, VM. Y el profeta Ezequiel dice: “Si el justo se apartare de su justicia, y cometiere maldad... ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta”. Ezequiel 18:24. CES 115.3

A todos los que se hayan arrepentido verdaderamente de su pecado, y por medio de la fe reclamen la sangre de Cristo como su sacrificio expiatorio, se les ha inscrito el perdón frente a sus nombres en los libros del cielo; como llegaron a ser partícipes de la justicia de Cristo y su carácter está en armonía con la ley de Dios, sus pecados serán borrados y ellos mismos serán considerados dignos de la vida eterna. El Señor declara a través del profeta Isaías: “Yo, yo soy aquel que borro tus transgresiones a causa de mí mismo, y no me acordaré más de tus pecados”. Isaías 43:25, VM. Jesús dijo: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles”. “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos”. Apocalipsis 3:5Mateo 10:32, 33. 



Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 09/08/2022 23:11

La escena del juicio

El más profundo interés manifestado entre los hombres por los fallos de los tribunales terrenales sólo representa débilmente el interés manifestado en las cortes celestiales cuando los nombres inscritos en el libro de la vida desfilan ante el Juez de toda la Tierra. El Intercesor divino aboga para que a todos los que han vencido por medio de la fe en su sangre se les perdonen sus transgresiones, con el fin de que sean restituidos a su hogar edénico y coronados como coherederos del “señorío primero”. Miqueas 4:8. Satanás, con sus esfuerzos para engañar y tentar a nuestra raza, había pensado frustrar el plan divino con la creación del hombre, pero Cristo ahora pide que este plan sea llevado a cabo como si el hombre jamás hubiese caído. Pide para su pueblo no sólo el perdón y la justificación, plenos y completos, sino además participación en su gloria y un asiento en su trono. CES 116.2

Mientras Jesús intercede por los súbditos de su gracia, Satanás los acusa ante Dios como transgresores. El gran seductor procuró arrastrarlos al escepticismo, hacerles perder la confianza en Dios, separarse de su amor y transgredir su ley. Ahora él señala el registro de sus vidas, los defectos de carácter, la falta de semejanza con Cristo, lo que deshonró a su Redentor, todos los pecados que los indujo a cometer, y a causa de éstos los reclama como sus súbditos. CES 116.3

Jesús no disculpa sus pecados, pero muestra su arrepentimiento y fe, y, reclamando el perdón para ellos, levanta sus manos heridas ante el Padre y los santos ángeles y dice: “Los conozco por nombre. Los he grabado en las palmas de mis manos”. “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. Salmos 51:17. Y al acusador de su pueblo le dice: “Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?” (Zacarías 3:2) Cristo revestirá a sus fieles con su propia justicia, para presentarlos a su Padre como una “iglesia gloriosa”, sin “mancha ni arruga ni cosa semejante”. Efesios 5:27. Sus nombres están inscritos en el libro de la vida, y acerca de ellos está escrito: “Andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignos”. Apocalipsis 3:4, VM. CES 117.1

Así se cumplirá de un modo completo la promesa del nuevo pacto: “Perdonaré su iniquidad, y no me acordaré más de sus pecados”. “En aquellos días y en ese tiempo, dice Jehová, será buscada la iniquidad de Israel y no la habrá, y los pecados de Judá, mas no podrán ser hallados”. “En aquel día el Vástago de Jehová será espléndido y glorioso, y el fruto de la tierra excelente y hermoso, para los escapados de Israel. Y será que los que fueren dejados en Sión, y los que quedaren en Jerusalén, serán llamados santos; es decir, todo aquel que está inscrito para la vida en Jerusalén”. Jeremías 31:3450:20Isaías 4:2, 3, VM. CES 117.2

La obra del juicio investigador y el acto de borrar los pecados deben realizarse antes del segundo advenimiento del Señor. En vista de que los muertos han de ser juzgados según las cosas escritas en los libros, es imposible que los pecados de los hombres sean borrados antes del fin del juicio en que sus vidas han de ser investigadas. Pero el apóstol Pedro dice terminantemente que los pecados de los creyentes serán borrados “para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo”. Hechos 3:19, 20. Cuando el juicio investigador concluya, Cristo vendrá, junto con su recompensa, para dar a cada ser humano según sus obras. 


 





Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 09/08/2022 23:48

Las escenas finales del servicio real

En el servicio ritual típico el sumo sacerdote, hecha la expiación por Israel, salía y bendecía a la congregación. Así también Cristo, una vez terminada su obra de mediador, aparecerá “sin relación ya con el pecado” y para salvar (Hebreos 9:28, BJ), para bendecir con vida eterna a su pueblo que lo espera. Así como el sacerdote, al quitar los pecados del Santuario, los confesaba sobre la cabeza del macho cabrío emisario, así también Cristo colocará todos esos pecados sobre Satanás, el originador e instigador del pecado. El macho cabrío emisario, que cargaba con los pecados de Israel, era enviado “a tierra inhabitada” (Levítico 16:22); así también Satanás, cargado con la culpa de todos los pecados que ha hecho cometer al pueblo de Dios, será confinado durante mil años en la Tierra, entonces desolada y sin habitantes, y finalmente sufrirá la entera penalidad del pecado en el fuego que destruirá a todos los impíos. Así el gran plan de la redención alcanzará su cumplimiento en la extirpación final del pecado y la liberación de todos los que estuvieron dispuestos a renunciar al mal. 

Juzgados por registros infalibles

En el tiempo señalado para el juicio -al fin de los 2.300 días, en 1844- empezó la obra de investigación y el acto de borrar los pecados. Todos los que alguna vez hayan tomado sobre sí el nombre de Cristo deben pasar por ese riguroso examen. Tanto los vivos como los muertos deben ser juzgados “de acuerdo con las cosas escritas en los libros, según sus obras”. CES 118.2

Los pecados de los cuales no haya habido arrepentimiento y que no hayan sido abandonados, no serán perdonados ni borrados de los libros de registros, sino que permanecerán como testimonio contra el pecador en el día de Dios. El pecador pudo haber cometido sus malas acciones a la luz del día o en la oscuridad de la noche; pero son conocidas y manifiestas para Aquel a quien tenemos que dar cuenta. Siempre hubo ángeles de Dios que fueron testigos de cada pecado y lo registraron en los libros infalibles. El pecado puede ser ocultado, negado, encubierto del padre, la madre, la esposa, los hijos y las amistades; nadie, fuera de los mismos culpables, tendrá quizá la más mínima sospecha del mal; pero aparece desnudo ante los seres celestiales. Las tinieblas de la noche más oscura, el secreto de todas las estratagemas engañosas, no son suficientes para velar un pensamiento del conocimiento del Eterno. Dios lleva un registro exacto de todo acto injusto y hecho ilícito. No se deja engañar por una apariencia de piedad. No se equivoca en su apreciación del carácter. Los hombres pueden ser engañados por seres corruptos de corazón, pero Dios penetra todos los disfraces y lee la vida interior. CES 118.3

¡Qué pensamiento tan solemne! Día tras día que pasa a la eternidad lleva consigo su caudal de anotaciones para los libros del cielo. Las palabras pronunciadas, los actos realizados, jamás pueden ser revocados. Los ángeles tomaron nota tanto de lo bueno como de lo malo. El conquistador más poderoso sobre la Tierra no puede anular el registro de un solo día siquiera. Nuestros actos, nuestras palabras, hasta nuestros motivos más secretos, todo tiene su peso en decidir nuestro destino para dicha o desdicha. Aunque podemos llegar a olvidarlos, ellos testificarán para justificar o condenar. CES 119.1

Así como los rasgos de la fisonomía son reproducidos con minuciosa exactitud sobre la pulida lámina del artista, así también el carácter está delineado fielmente en los libros del cielo. No obstante ¡cuán poca preocupación se siente respecto a ese registro que debe ser examinado por los seres celestiales! Si se pudiera descorrer el velo que separa el mundo visible del invisible, y los hijos de los hombres pudiesen ver a un ángel apuntar cada palabra y cada acto que volverán a encontrar en el día del juicio, ¡cuántas palabras se pronuncian cada día se dejarían de pronunciar, cuántos actos se dejarían de realizar! CES 119.2

En el juicio se examinará el uso de cada talento. ¿Cómo hemos empleado el capital que el cielo nos concediera? A su venida ¿recibirá el Señor lo suyo con intereses? ¿Hemos perfeccionado las facultades que fueran confiadas a nuestras manos, nuestro corazón y nuestro cerebro para la gloria de Dios y la bendición del mundo? ¿Cómo hemos empleado nuestro tiempo, nuestra pluma, nuestra voz, nuestro dinero, nuestra influencia? ¿Qué hemos hecho por Cristo en la persona de los pobres, los afligidos, los huérfanos o las viudas? Dios nos hizo depositarios de su santa Palabra; ¿qué hemos hecho con la luz y la verdad que se nos confió para hacer a los hombres sabios para la salvación? No se da ningún valor a una mera profesión de fe en Cristo; sólo se tiene por genuino el amor que se muestra en obras. Con todo, el amor es lo único que a la vista del Cielo da valor a un acto cualquiera. Todo lo que se hace por amor, por insignificante que pueda parecer en opinión de los hombres, es aceptado y recompensado por Dios. CES 119.3

El egoísmo escondido de los hombres aparece publicado en los libros del cielo. Allí está el registro de los deberes que no cumplieron para con el prójimo, el de su olvido de las exigencias del Señor. Allí se verá cuán a menudo fueron dados a Satanás el tiempo, los pensamientos y las energías que pertenecían a Cristo. Tristes son las anotaciones que los ángeles llevan al cielo. Seres inteligentes, que profesan ser seguidores de Cristo, están enfrascados en la adquisición de bienes mundanos o en el goce de los placeres terrenales. El dinero, el tiempo y las energías son sacrificados a la ostentación y al egoísmo; pero pocos son los momentos dedicados a orar, a investigar las Escrituras, a humillar el alma y a confesar los pecados. CES 120.1

Satanás inventa innumerables proyectos para ocupar nuestra mente, para que ella no se espacie en la obra precisa en que deberíamos estar más ocupados. El archiengañador odia las grandes verdades que resaltan un sacrificio expiatorio y a un Mediador todopoderoso. Sabe que su éxito estriba en distraer las mentes de Jesús y de su obra.



Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 10/08/2022 16:17

Perfeccionar la santidad en el temor de Dios

Los que desean participar de los beneficios de la mediación del Salvador no deben permitir que cosa alguna les impida cumplir su deber de perfeccionar la santidad en el temor de Dios. En vez de dedicar horas preciosas a los placeres, la ostentación o la búsqueda de ganancias, deberían consagrarlas a un estudio serio y con oración de la Palabra de verdad. El pueblo de Dios debería comprender claramente el tema del Santuario y el juicio investigador. Todos necesitan conocer por sí mismos la posición y obra de su gran Sumo Sacerdote. De otro modo, les será imposible ejercitar la fe que es esencial en nuestros tiempos u ocupar el puesto al que Dios los llama. Todo individuo tiene un alma que salvar o perder. Cada uno tiene una causa pendiente ante el tribunal de Dios. Cada cual debe ver cara a cara al gran Juez. Entonces, ¡cuán importante es que toda mente contemple a menudo la solemne escena en que se inicia el juicio y se abren los libros, cuando, con Daniel, cada cual debe estar de pie en su puesto al fin de los días! CES 120.3

Todos los que han recibido la luz sobre estos asuntos deben dar testimonio de las grandes verdades que Dios les ha confiado. El Santuario celestial es el centro mismo de la obra de Cristo en favor de los hombres. Concierne a toda alma que vive en la Tierra. Nos revela el plan de la redención, nos conduce hasta el fin mismo del tiempo y anuncia el triunfo final de la lucha entre la justicia y el pecado. Es de la mayor importancia que todos investiguen a fondo estos asuntos, y que estén siempre capacitados para dar respuesta a todo aquel que les pidiere razón de la esperanza que hay en ellos. La intercesión de Cristo en beneficio del hombre en el Santuario celestial es tan esencial para el plan de la salvación como lo fue su muerte en la cruz. Por medio de su muerte dio inicio a esa obra para cuya conclusión ascendió al cielo después de su resurrección. Por la fe debemos entrar velo adentro, “donde Jesús entró por nosotros como precursor”. Hebreos 6:20. Allí se refleja la luz de la cruz del Calvario. Allí podemos obtener un discernimiento más claro de los misterios de la redención. La salvación del hombre se lleva a cabo a un precio infinito para el cielo; el sacrificio hecho se corresponde con las más amplias exigencias de la ley de Dios quebrantada. Jesús abrió el camino al trono del Padre, y a través de su mediación pueden ser presentados ante Dios los deseos sinceros de todos los que se allegan a él con fe. CES 121.2

“Quien encubre sus pecados jamás prosperará; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón”. Proverbios 28:13, NVI. Si los que esconden y disculpan sus faltas pudiesen ver cómo Satanás se alegra de ello, y los usa para burlarse de Cristo y sus santos ángeles, se apresurarían a confesar sus pecados y expulsarlos de ellos. De los defectos de carácter se vale Satanás para obtener el dominio de toda la mente, y sabe que si se conservan esos defectos, lo logrará. De ahí que trate constantemente de engañar a los seguidores de Cristo con su fatal sofisma de que les es imposible vencer. Pero Jesús presenta en su favor sus manos heridas, su cuerpo quebrantado; y declara a todos los que quieran seguirle: “Bástate mi gracia”. 2 Corintios 12:9. “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:29, 30. Entonces, nadie considere sus defectos como incurables. Dios concederá fe y gracia para vencerlos.








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