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General: ¿Dónde estamos cuando nuestros cuerpos están en Logia? Atentos a sí mismos
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 07/10/2010 01:42
¿Dónde estamos cuando nuestros cuerpos están en Logia? Atentos a sí mismos en Logia
Pero ¿Qué significa realmente? Silencio hermanos estamos en Logia y debemos estar Atentos a los trabajos ¿No deberíamos permanecer quietos y atentos en Logia? ¿No estamos atentos y quietos mientras se desarrollan los trabajos en Logia? ¿No estamos muy atentos, vigilantes? Y cuando estamos atentos, vigilantes, hay una peculiar calidad de silencio ¿no se han dado cuenta de ello?. Cuando el hermano que tomó la palabra en Logia estaba explicando algo, y aunque habló durante unos minutos -si no han de entender mal lo que pretendió decir- no estaba utilizando el pensamiento. El orador en Logia pasaba de un hecho a otro, y se utilizaron palabras para explicar; pero si al escuchar sólo se mueven como si fueran un péndulo de atención, en el nivel verbal, entonces no habrán penetrado profundamente en ustedes mismos. ¿Dónde estamos cuando nuestros cuerpos están en Logia? La quietud es pues un estado de atención, un estado de real descubrimiento de sí. No están quietos mentalmente ni físicamente, si la mente es aquietada, o si son meramente hipnotizados por las palabras de un hermano que habla en Logia y el sentimiento del que habla. Si la comprensión no es permanente, si ha de ser captada solamente en un destello, entonces ¿Qué pasa durante el intervalo entre destellos de Atención? Tiene uno que comprender toda la íntima naturaleza de la experiencia dentro de Logia, porque eso se reflejará en el mundo profano. Para la mayoría de nosotros, la experiencia es una reacción mecánica, es la respuesta de nuestra memoria a un reto. Esa memoria de cosas que hemos conocido puede ser muy antigua o muy reciente, puede ser superficial o profunda, y experimentamos con arreglo a ese trasfondo. Esta nueva experiencia se acumula, se almacena y así refuerza el trasfondo. Ahora bien, cuando hay un relámpago de comprensión él no es la respuesta del trasfondo. En ese momento, el trasfondo está en completo silencio. Si el trasfondo no está en silencio, no hay comprensión, porque estaréis meramente interpretando en términos de lo viejo cualquier cosa que oigas o veas. El relámpago de comprensión y atención no es continuo, no es permanente. La continuidad o permanencia pertenece enteramente al trasfondo de experiencia y conocimiento que está perpetuamente respondiendo al reto. La comprensión sólo viene en un relámpago de atención; ¿y cómo sobreviene este relámpago? No puede tener lugar en una mente perezosa, falseada, tradicional, embotada, estúpida, ni en una mente que esté buscando poder, posición, prestigió. Este destello de comprensión y atención ocurre solo en una mente que está muy alerta; y cuando no hay el vicio de apagar la atención, la mente sigue estando alerta. Una mente así está completamente despierta, dándose cuenta de todo, de dentro y fuera de sí mismo. Y el darse cuenta totalmente, sin selección, observando cada movimiento del pensar y del sentir, viendo todo lo que sucede, eso es mucho más importante que aguardar el relámpago fortuito de la atención y comprensión. La mente profana transcurre en una constante Charla Interna, la mente iniciática transcurre enteramente en un Silencio Interior, con una mente dirigida, Esto es Masonería.¡Eso es tan sencillo y claro! ¿Necesita más explicación? Tomad cualquier cosa falsa, como el nacionalismo. Ver la falsedad del nacionalismo es ver la verdad en lo falso. Ver la falsedad de la autoridad, la de las enseñanzas Masónicas , es descubrir lo que es verdadero. Ver la verdad de las pasiones, en la ambición, en la búsqueda de poder, posición, prestigio es ver su completa falsedad; y cuando vemos esta verdad, no solo parcialmente, sino totalmente, entonces esa percepción misma libera a la mente de lo falso, y ahí se comienza a detener la charla interna. El condenar o juzgar a los demás es una reacción, una resistencia mental , y lo que condenamos es evidente que no lo Comprendemos y no toleramos. Supongamos que alguien es cristiano, musulmán, judío, o lo que queráis, y, como quiero descubrir por mí mismo la verdad de la cuestión religiosa, empiezo a mirarla, a indagar sobre lo que es la fe. Veo entonces la falsedad de aferrarse a dogmas y creencias supersticiosas , de modo que lo rechazo. Este rechazo no es una condenación a la religión o de la creencia en Dios. Simplemente es que veo que estas cosas no tienen sentido para una persona que es realmente serio en su deseo de descubrir lo que es verdad. Pero, cuando la mente está perfectamente en silencio quien, silenciosa, ¿quién se da cuenta de ese silencio? Cuando estamos desatentos, no alertas, en cuanto nos damos cuenta de que por fin estamos no estamos presentes en nosotros , algo sucede y comienza el afán por conquistar no estar desatentos de nosotros y alertas del entorno. ¿Habéis notado esto? ¿No? En cuanto nos damos cuenta de que estamos distraídos, ésta cesa. Entonces el estado de inatención y de desaltera es sólo un recuerdo. Del mismo modo, el silencio no puede ser experimentado por el “yo inferior”.


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