Luego de una vivencia extraordinaria

La existencia, como nosotros la conocemos, está llena de dolor. Para mencionar  un ejemplo; cualquier ser  humano es por Naturaleza un condenado a muerte, sólo  que no sabe el día exacto de su ejecución.  Esto es desagradable  para cualquier ser humano. En consecuencia,  muchas enseñanzas  incluida la masonería habla de una posible inmortalidad, y así se esfuerzan los masones y no masones anular la sentencia de muerte.

Prácticamente todas las religiones y filosofías comienzan prometiendo a sus seguidores  como recompensa la inmortalidad; a esto no escapa la Masonería.

Así podemos encontrar  algo que todas las religiones y filosofías mistéricas coincidan;  si este es el caso, parecería posible una unificación de criterios.

En la búsqueda de coincidencias entre fundadores de religiones o filosofías mistéricas podemos encontrar algo:   las todas  vidas de estos extraños personajes fundadores hay una cosa en común en todos – un lapso de tiempo perdido. Un tiempo en que se retiraron del mundo social y estuvieron en soledad.  Cristo se retiro al Desierto por 40 días. Mahoma desapareció en una cueva. Buda dejó su palacio, y permaneció años meditando cómo faquir.

Todos eran personas comunes hasta que desaparecieron, y  cuando regresaron comenzaron a predicar sus enseñanzas, enseñanzas que cambiaron la forma de ver el mundo para bien o para mal.

Otro caso es Moisés, también se retiró, regreso, y se enfrentó al  mismo Faraón para liberar a un pueblo y crear una religión, Moisés se retira varias veces al desierto, luego sube al Sinaí y regresa y transforma al mundo.

El Apóstol San Pablo,  después de su encuentro con un Cristo de Fuego camino a Damasco, se marcha al Desierto de Arabia por años, y cuando regresa derrumba al mismo Imperio Romano.  Incluso en las enseñanzas de Gurdjieff, habla de haber llegado a  un monasterio en medio de la Nada y ser transformado en ese lugar, luego llegar a Occidente  y difundir lo que ahí aprendió.

Haciendo todas las conjeturas  posibles entre mitos y realidades, nos encontramos con algo sorprendente. Un perfecto Don Nadie se marcha y vuelve un Gran Don Alguien, cargado  de nuevas propuestas para el mundo, y lo más sorprendente es que millones les sigan hasta el día de hoy. Esto simplemente no se puede explicar de ninguna forma racional.

No existen evidencias concretas  para hacernos suponer  que estos hombres fuesen genios desde el principio. Mahoma era un simple camellero, San Pablo era menos que un mediocre fariseo: Pablo es “judío“, “israelita” (2 Cor 11,22; Rm 11, l) y se muestra satisfecho de serlo: “hebreo, nacido de hebreos… y en cuanto a la ley fariseo” (Flp 3,6); “viví como fariseo, de conformidad con el partido más estricto de nuestra religión” (Hech 26,5; cfr. Gal 1,14). “Por lo que toca a la ley, fariseo, si se trata de intolerancia, fui perseguidor de la Iglesia, si de la rectitud que propone la ley, era intachable” (Flp 3, 5s).

Moisés, un cortesano de bajo nivel en la Corte del Faraón, que nadie le echo de menos luego de su huida de casa.

Buda era un príncipe sí, pero de un pequeño reino, un lugar sin importancia.

En fin, todos volvieron pobres; solos, pero a una palabra de ellos arrastraban multitudes.

Podríamos entrar en detalles, demasiado elaborados para exponerlos aquí, pero lo sobresaliente es  que de una forma u otra ellos  se apoderaron de una  tremenda fuerza secreta o mejor dicho desconocida por el resto de los mortales, una fuerza capaz de amaestrar   a un mundo indomable.  

De ellos, tenemos la anécdota de haber sido llevados al Cielo o a un lugar alto, y haber visto y escuchado cosas excepcionales.

Estos grandes Hombres se mostraron inconformes con los modelos religiosos de sus respectivas épocas, y se sintieron con la necesidad de cambiar el mundo dogmatico que los rodeaba, los podemos llamar revolucionarios. Ellos siempre combatieron a las clases religiosas, a los que acusaron de abusos y tiranía.  

El evidente fanatismo de los fariseos, abiertos enemigos de Cristo, que lo acusaban de quebrantar los dogmas. Es cuando debemos evadir toda Retórica, para investigar este fenómeno, y por qué todos estos grandes iniciados combatieron ferozmente y hasta la muerte incluso, al fanatismo y dogmatismo reinante. Y luego, ellos fundaron  nuevas religiones, que lamentablemente con el paso del tiempo caerían en dogmas aún peores, y en fanatismos que han producido actos tan aberrantes;  como es quitarle la vida a los que no piensen como ellos.  

Alcoseri   

http://groups.google.com/group/secreto-masonico