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General: LOS CUERPOS SUPERIORES Y EL ALMA
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 04/10/2011 13:00
LOS CUERPOS SUPERIORES Y EL ALMA
 
Hola a todos los participantes de esta honorable comunidad masónica:

Este texto es el más esotérico que considero de Gurjieff, en él se
deja de rodeos y nos define qué es la consciencia objetiva, la
realidad que es más incleíble que el sueño o la ficción en un mundo de
dormidos. O somos, o no somos. Por eso los que somos, somos tan pocos:

"Si hablamos acerca del alma, debemos explicar que puede haber varias
categorías de almas, pero que sólo una de ellas puede verdaderamente
ser llamada por este nombre.

Un alma, como ha sido dicho, se adquiere en el curso de la vida. Si un
hombre ha empezado a acumular estas substancias pero muere antes de
que se hayan cristalizado, entonces, simultáneamente con la muerte del
cuerpo físico, estas substancias también se desintegran y se
dispersan.

El hombre, como todos los demás fenómenos, es el producto de tres
fuerzas.

Debemos decir que –como todo lo que vive- la tierra, el mundo
planetario y el sol emiten emanaciones. Las emanaciones del sol, que
son más largas en proporción al tamaño mayor de este último, alcanzan
la tierra y hasta la atraviesan sin obstáculo, dado que son más finas.
Las emanaciones de los planetas llegan a la tierra pero no llegan
hasta el sol. Las emanaciones de la tierra son aún más cortas. De esta
manera, dentro dentro de los confines de la atmósfera terrestre, hay
tres clases de emanaciones: las del sol, las de la tierra y las de los
planetas. Más allá de ella, no hay emanaciones de la tierra, sólo hay
emanaciones del sol y de los planetas; y todavía más arriba sólo hay
emanaciones del sol.

Un hombre es el resultado de la interacción de las emanaciones
planetarias y de la atmósfera terrestre, con materias de la tierra. A
la muerte de un hombre ordinario, su cuerpo físico se desintegra en
sus componentes; sus partes terrestres van a la tierra. “Polvo eres y
al polvo volverás”. Las partes que llegaron con las emanaciones
planetarias regresan al mundo planetario; las partes provenientes de
la atmósfera terrestre regresan a ella. De este modo nada permanece
como un todo.

Si el segundo cuerpo logra cristalizarse en un hombre antes de su
muerte, puede continuar viviendo después de la muerte del cuerpo
físico. La materia de este cuerpo astral, en sus vibraciones,
corresponde a la materia de las emanaciones del sol y es,
teóricamente, indestructible dentro de los confines de la tierra y su
atmósfera. Sin embargo, la duración de su vida puede ser diferente.
Puede vivir por largo tiempo o su existencia puede terminar muy
rápidamente. Esto es así porque, como el primero, el segundo cuerpo
también tiene centros; también vive y también recibe impresiones. Y
puesto que carece de suficiente experiencia y de material de
impresiones, debe, como un recién nacido, recibir cierta educación. De
otro modo es impotente y no puede existir independientemente, y muy
pronto se desintegra como el cuerpo físico.

Todo lo que existe está sujeto a la misma ley porque “como es arriba,
así abajo”. Lo que puede existir en un cierto juego de condiciones no
puede existir en otro. Si el cuerpo astral se enfrenta con materia de
vibraciones más finas, se desintegra.

Y así, a la pregunta: “¿Es el alma inmortal?”, en general solamente
es posible contestar “sí y no”. Para contestar más definidamente,
debemos saber a qué clase de alma y a qué clase de inmortalidad se
refiere.

Cómo he dicho, el segundo cuerpo del hombre es el alma con relación al
cuerpo físico. Aunque en sí mismo está también dividido en tres
principios, tomado como un todo representa la fuerza activa, el
principio positivo en relación al principio pasivo y negativo, que es
el cuerpo físico. El principio neutralizante entre ellos es un
magnetismo especial, que no todos poseen, pero sin el cual es
imposible para el segundo cuerpo ser el amo del primero.

Un desarrollo ulterior es posible. Un hombre con dos cuerpos puede
adquirir nuevas propiedades a través de la cristalización de nuevas
substancias. Se forma entonces un tercer cuerpo dentro del segundo,
que a veces es llamado cuerpo mental. El tercer cuerpo será entonces
el principio activo; el segundo, el neutralizante; y el primero, es
decir, el cuerpo físico, el principio pasivo.

Pero esto aún no es un alma en el sentido real de la palabra. A la
muerte del cuerpo físico, el astral podría también morir, y el cuerpo
mental puede quedarse solo. Pero aunque en cierto sentido éste es
inmortal, también puede morir tarde o temprano.

Sólo el cuarto cuerpo completa todo el desarrollo posible para el
hombre en las condiciones terrestres de su existencia. Es inmortal
dentro de los límites del sistema solar. La voluntad real pertenece a
este cuerpo. Es el verdadero “Yo”, el alma del hombre, el amo. Es el
principio activo en relación con los otros cuerpos tomados en
conjunto.

Los cuatro cuerpos, que encajan uno dentro del otro, pueden ser
separados. Después de la muerte del cuerpo físico, los cuerpos
superiores pueden llegar a ser divididos.

La reencarnación es un fenómeno muy raro. Es posible ya sea después de
un muy largo período de tiempo, o en el caso de que exista un hombre
cuyo cuerpo físico sea idéntico al del hombre que poseía estos cuerpos
superiores. Es más, el cuerpo astral solamente se puede reencarnar si
se encuentra accidentalmente con tal cuerpo físico; sin embargo, esto
sólo puede suceder inconscientemente. Pero el cuerpo mental es capaz
de elegir".

 
Ignacio Reig Ferre
 


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