Tú, Dios del tiempo
 nos tienes esperando.
 Quieres que esperemos
 el momento justo para descubrir
 quienes somos, dónde debemos ir,
 quienes nos esperan a nosotras
 y qué debemos hacer.
 Gracias… por el tiempo que nos concedes
 para esperar.
Tú, Dios de los espacios
 nos tienes mirando.
 Quieres que miremos en lugares buenos y en lugares inciertos
 para ver si hay señales de esperanza
 y gente desesperanzada.
 Para ver si hay señales de un mundo mejor
 que puede brotar.
 Gracias… por el tiempo que nos concedes
 para mirar.