Detalle de la representación “celestial” en el techo de la tumba del faraón Seti I.En ocasiones, estas “sorpresas astronómicas” se encuentran en el interior de templos o tumbas y, más concretamente, en el techo de dichos recintos. El lugar de enterramiento del faraón Seti I constituye uno de los ejemplos más hermosos, pues la bóveda de su tumba está decorada con varias constelaciones egipcias. Allí es posible reconocer a Msjtyw, “la Pata de Buey” asociada a Set, y también a sus enemigos Horus e Isis, representados por sus formas astrales. También aparece la Vía Láctea y tras ella, las representaciones de Sah (Osiris) y Sepedet/Sirio (Isis).
Pero sin lugar a dudas, uno de los ejemplos más conocidos –por encontrarse hoy en el parisino Museo del Louvre–, es el llamado Zodiaco de Dendera. Esta llamativa pieza en relieve fue trasladada a Francia en el siglo XIX desde el templo de Hathor en Dendera y representa el cielo nocturno como un disco sostenido por cuatro mujeres y varios seres con cabeza de halcón. En este caso, la representación está influida por la fecha de la realización de la obra (siglo I a.C.), en una época de influencia grecorromana.
Vista del célebre Zodiaco de Dendera, hoy en el Museo del Louvre.