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El Segundo Gran Mandamiento [257>
Parte I
[Para leerse antes de la exposición del quinto y mandamientos subsecuentes>.
Dios dio la estructura de la Ley a Moisés. Los diez mandamientos fueron divididos en dos grandes mandamientos, como vimos en el examen del Primer Gran Mandamiento (vea el artículo El Primer Gran Mandamiento [252>).
Éxodo 20:1-17 1 Habló Dios todas estas palabras: 2 Yo soy Jehová, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
[I>3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
[II>4 No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas ni las honrarás, porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia por millares a los que me aman y guardan mis mandamientos.
[III>7 No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios, en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tome su nombre en vano.
[IV> 8 Acuérdate del sábado para santificarlo. 9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 10 pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, 11 porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santificó.
[V>12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
[VI>13 No matarás.
[VII>14 No cometerás adulterio.
[VIII>15 No hurtarás.
[IX>16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
[X>17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (RV)
La división de la ley en dos Grandes Mandamientos es dada después en Deuteronomio. La estructura es claramente identificable, en que los primeros cuatro mandamientos tratan del amor hacia Dios, y los últimos seis mandamientos tratan del amor del hombre hacia su prójimo.
La ley fue entonces introducida en el pueblo.
Nuestro deber es a Dios, y después a nuestro prójimo. Nuestro deber es llegar a ser un adecuado y apropiado receptáculo para el Dios Viviente. Él es el Dios de los Vivos y no de los Muertos.
Mateo 22:29-40 29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. 30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. 31 Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: 32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob ? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. 33 Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina. 34 Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. 35 Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (RV)
La primera sección de la ley trata del amor a Dios. Debe ser con todo el corazón y mente y alma.
La segunda sección es amar a tu prójimo, como a ti mismo. Porque si no amas a tu prójimo a quien has visto, cómo puedes amar a Dios a quien no has visto.
1Juan 4:20-2120 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. (RV)
La estructura del Primer Gran Mandamiento forma la base del Segundo Gran Mandamiento, y de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Así los diez mandamientos son un subconjunto de los dos, y el resto de las leyes es un subconjunto de los diez.
El Segundo Gran Mandamiento está comprendido en los últimos seis de los diez mandamientos. Es en nuestra ejecución espiritual del Segundo Gran Mandamiento que demostramos nuestra capacidad de entrar en juicio, en los aspectos más altos de la ley.
La estructura del Segundo sigue la misma secuencia de pensamiento o lógica que el Primer Gran Mandamiento. De la misma manera que Dios es central en el Primero, así lo son el padre y la madre físicos en el Segundo. La familia de Dios, como elohim, es el objetivo del Primero y la familia del hombre, como elohim, es el objetivo del Segundo Gran Mandamiento. Ellos proclaman la extensión de Dios como Eloah, para volverse elohim para, y dentro de, los Ejércitos Celestiales y Físicos.
[V>12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
El primer mandamiento con una promesa, tiene relación al plan de la vida eterna como elohim. Había sido así desde el principio.
[VI>13 No matarás.
La capacidad de matar viene del pecado y un deseo de ver la destrucción de otro ser. Semejante visión es del adversario. No es la voluntad de Dios que alguna carne perezca, y así todos sean traídos a su debido tiempo a la salvación, incluso a la Hueste. Porque así es el perfecto amor de Dios (vea el artículo La Oveja Perdida y el Hijo Pródigo [199>).
[VII>14 No cometerás adulterio.
La protección de la integridad de la familia, y la fidelidad de la unidad, es una reflexión de la integridad y fidelidad hacia Dios. El matrimonio es un reflejo de la relación entre Cristo y la Iglesia. No se puede violar una sin dañar a la otra. Cualquier relación que interfiere con la integridad de la familia, y reduce el rol del marido respecto a la esposa, es casi-adultero. Así que las iglesias que colocan al ministerio en una posición que interfiere con la relación entre el marido y la esposa, son adúlteras y tienen como consecuencia desarrollar una disposición mental casi adúltera de parte de la esposa. El marido es el sacerdote de su propia casa, mientras él obedece las Leyes de Dios. Mucha de la llamada Cristiandad moderna desarrolla este pensamiento, y coloca al sacerdocio o ministerio, entre el marido y la esposa. Algunas sectas igual perdonan el adulterio con el ministerio que lo demanda. El tamaño de la secta, o celibato del clero, parece no ser ninguna limitación a la práctica.
[VIII>15 No hurtarás.
El bienestar del individuo está reflejado en la estructura de la ley, porque guarda relación con la aptitud de proteger al individuo en su esfuerzo personal, y la vida que tienen la obligación de edificar. La sociedad y su estructura organizada roban al individuo de una manera más sistemática que los delincuentes comunes en la sociedad moderna. En estos última días, la opresión y el feudalismo son más adornos ribeteados, pero ninguno menos eficaz. Nosotros estamos a punto de experimentar el horror total del sistema falso en los últimos días.
[IX>16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
El sistema entero de justicia asienta en la verdad. El plan entero de salvación sólo puede estar seguro si es basado en, y protegido por la verdad. Nosotros estamos obligados a atestiguar para el sistema de la Ley de Dios y Su verdad.
[X>17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (RV)
Los aspectos espirituales de la ley son cubiertos en este aspecto del décimo mandamiento, donde todas las infracciones son productos de la mente y son violaciones de la ley entera.
Sólo resistiéndose a las tentaciones de la mente podemos realmente aprender a amarnos entre sí en espíritu y en verdad.
El amor es el fin de la ley.
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1Corintios 13:1-13 1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. (RV)
El fin de la ley es el amor o caridad. La ley misma esta diseñada para proteger en un plan físico, lo que el Espíritu Santo esta diseñado para inculcar en un plan espiritual. Uno no puede existir perfectamente sin el otro. El Espíritu Santo es necesario para poder seguir propiamente la Perfecta Ley de Libertad.
La Perfecta Ley de Libertad de Dios está diseñada para establecernos en una relación perfecta con Él y entre sí.
Así el quinto y los mandamientos subsecuentes van con este fin, que nosotros debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Parte II
[Para ser leído después de la exposición del segundo grupo de mandamientos terminando con el décimo mandamiento>
Dios colocó a Israel en sus heredades y les fue ordenado guardar las leyes.
Deuteronomio 26:1-19 1 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites, 2 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que Jehová tu Dios te da, y las pondrás en una canasta, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre. 3 Y te presentarás al sacerdote que hubiere en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría. 4 Y el sacerdote tomará la canasta de tu mano, y la pondrá delante del altar de Jehová tu Dios. 5 Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa; 6 y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. 7 Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión; 8 y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros; 9 y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel. 10 Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios. 11 Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el levita y el extranjero que está en medio de ti. 12 Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán. 13 Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos. 14 No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado. 15 Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel. 16 Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma. 17 Has declarado solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz. 18 Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos; 19 a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho. (RV)
Israel fue puesto como una nación de ejemplo. Fue hecho la porción de Yahovah y el punto focal del plan de Dios.
Había con las bendiciones dadas por Dios algunas actividades simbólicas.
Deuteronomio 27:1-26 1 Ordenó Moisés, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. 2 Y el día que pases el Jordán a la tierra que Jehová tu Dios te da, levantarás piedras grandes, y las revocarás con cal; 3 y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho. 4 Cuando, pues, hayas pasado el Jordán, levantarás estas piedras que yo os mando hoy, en el monte Ebal, y las revocarás con cal; 5 y edificarás allí un altar a Jehová tu Dios, altar de piedras; no alzarás sobre ellas instrumento de hierro. 6 De piedras enteras edificarás el altar de Jehová tu Dios, y ofrecerás sobre él holocausto a Jehová tu Dios; 7 y sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí, y te alegrarás delante de Jehová tu Dios. 8 Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta ley. 9 Y Moisés, con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel; hoy has venido a ser pueblo de Jehová tu Dios. 10 Oirás, pues, la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy. 11 Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo: 12 Cuando hayas pasado el Jordán, estos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín. 13 Y éstos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí. 14 Y hablarán los levitas, y dirán a todo varón de Israel en alta voz: 15 Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén. 16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén. 17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén. 18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén. 19 Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén. 20 Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén. 21 Maldito el que se ayunte con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén. 22 Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén. 23 Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén. 24 Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén. 25 Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén. 26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén. (RV)
Gerizim fue el lugar de las bendiciones del pueblo, y al pueblo le fue ordenado decir Amén a cada bendición y maldición. Los samaritanos, hasta este día, tienen la vigilia de la Pascua de la matanza del 14 en la tarde y de la Noche para Ser Muy Observada del 15, como se determinó antiguamente, según la conjunción, en la Montaña Gerizim y allí ellos pasan la noche de vigilia observando, y retornan por la mañana a las festividades del Día Santo de la Pascua. Ellos continúan entonces en el resto de la fiesta, en esta sección llamada la fiesta de los Panes sin Levadura, hasta el Último Día Santo, siendo ese de los Panes sin Levadura.
Las bendiciones y las maldiciones hechas aquí, fueron conforme a la naturaleza de los hechos que podrían hacerse privadamente, y así la nación entró en su herencia con una confesión de moralidad pública y privada. Los sacerdotes y Levitas se pararon en el valle e hicieron proclamación que se gritó desde las montañas en ambos lados, por el resto de las tribus, seis en cualquier lado.
La confesión pública de la Ley de Dios en su integridad, debía ser incrustada en piedra con la erección de un altar público. Dos grandes tablas de la Ley debían ser puestas en piedra en un lugar público, con la estructura entera de la ley escrita en eso, como una lista de control para la nación entera. Así toda la Ley de Dios hubo de ser declarada públicamentey públicamente guardada en abierta declaración de obediencia. La noción de una tradición oral privada, que es contrario a esta estructura pública y escrita de la ley y de la justicia, es absurda, y una imputación contra nuestros antepasados quienes fueron establecidos bajo el Único y Verdadero Dios.
Dios le dio la promesa de la ley a Israel, y el detalle de las bendiciones y las maldiciones en Deuteronomio 28:1-68 (vea el artículo Las Bendiciones y Las Maldiciones [075>).
Dios puso a Israel en el desierto como un ejemplo para nosotros, y para apuntar hacia la venida del Mesías y los cuarenta jubileos en el desierto, bajo el Espíritu Santo (vea también Hechos 7:1-60). El Espíritu Santo fue requerido para guardar propiamente la ley. La Ley de Dios procede de Dios y está alineada con Su naturaleza. Así que la imagen de Dios a través del Espíritu Santo es necesaria al guardar la Ley. Dios la escribe en nuestros corazones y mentes.
Jeremías 31:31-40 31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. 35 Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre: 36 Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente. 37 Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová. 38 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Angulo. 39 Y saldrá más allá el cordel de la medida delante de él sobre el collado de Gareb, y rodeará a Goa. 40 Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Jehová; no será arrancada ni destruida más para siempre. (RV)
Este Espíritu fue dado en el Pentecostés del 30 EC (era actual). Desde 27 EC, Dios había empezado a llamar al remanente de Sus elegidos, como fue hablado por los profetas y apóstoles.
Hechos 2:16-36 16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; 21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; 23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; 24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. 25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. 26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza; 27 Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción. 28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, 31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. (RV)
(vea Joel 2:28-31)
Los últimos textos en Joel apuntan al remanente que el Señor llamará, y a la salvación de Jerusalén.
Joel 2:32Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sión y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado. (RV)
Estos son aquellos que son llamados en el Pacto de Dios.
Los Pactos de Dios fueron establecidos desde el Sinaí y continuaron hasta el Mesías y más allá.
Deuteronomio 29:1-29 1 Estas son las palabras del pacto que Jehová mandó a Moisés que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que concertó con ellos en Horeb. 2 Moisés, pues, llamó a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra, 3 las grandes pruebas que vieron vuestros ojos, las señales y las grandes maravillas. 4 Pero hasta hoy Jehová no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oir. 5 Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie. 6 No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni sidra; para que supierais que yo soy Jehová vuestro Dios. 7 Y llegasteis a este lugar, y salieron Sehón rey de Hesbón y Og rey de Basán delante de nosotros para pelear, y los derrotamos; 8 y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Rubén y a Gad y a la media tribu de Manasés. 9 Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis. 10 Vosotros todos estáis hoy en presencia de Jehová vuestro Dios; las cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel; 11 vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua; 12 para que entres en el pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy contigo, 13 para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. 14 Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, 15 sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros. 16 Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales habéis pasado; 17 y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo. 18 No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo, 19 y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed. 20 No querrá Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo; 21 y lo apartará Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley. 22 Y dirán las generaciones venideras, vuestros hijos que se levanten después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Jehová la habrá hecho enfermar 23 (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, las cuales Jehová destruyó en su furor y en su ira); 24 más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira? 25 Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto, 26 y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado. 27 Por tanto, se encendió la ira de Jehová contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro; 28 y Jehová los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve. 29 Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. (RV)
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La dispersión de Israel se profetizó desde el principio, y Dios dijo que su comprensión regresaría por medio de esta ley. La ley se escribiría en los corazones y mentes de Su pueblo con el Espíritu Santo y entonces ellos serían restaurados.
Deuteronomio 30:1-201 Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios, 2 y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, 3 entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. 4 Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará; 5 y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres. 6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. 7 Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron. 8 Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. 9 Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, 10 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. 11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? 13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? 14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. 15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar. (RV)
Observe aquí, que desde la adopción de la ley, Israel es salvado y restaurado. Las maldiciones son luego colocadas sobre las naciones que los persiguieron, en su dispersión y castigo. La parábola de las ovejas y las cabras en Mateo 25 viene de este texto.
Mateo 25:31-46 31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. (RV)
Vemos en este texto, una transición de Israel, como la nación de Dios siendo perseguida y las naciones que la persigue, a Israel, como los elegidos de Dios siendo perseguidos y entonces las naciones siendo juzgadas acerca de su tratamiento de ellos. Aquí tenemos dos testimonios. Uno es el aspecto físico del testimonio del Israel como tribus y naciones. El segundo es el del Israel como la Iglesia. Estos dos aspectos continúan hasta los últimos días (vea el artículo Los Testigos [135>).
Vemos que Moisés entonces habló a Israel del futuro y del Cántico que él cantó, y del Cántico de la Gloria del Señor, que le fue dado a él. Estos dos cánticos marcan los elegidos de los últimos días y el tiempo de la restauración. Porque al Cordero y a los veinticuatro ancianos se da un nuevo cántico (Apo. 5:9) y este cántico es también dado a los 144,000 (Apo. 14:3). Hasta ese tiempo, estos dos cánticos forman la base de los elegidos en el bautismo del Mesías.
Deuteronomio 31:1-301 Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel, 2 y les dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán. 3 Jehová tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho. 4 Y hará Jehová con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó. 5 Y los entregará Jehová delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado. 6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. 7 Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar. 8 Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides. 9 Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Jehová, y a todos los ancianos de Israel. 10 Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos, 11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos. 12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; 13 y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella. 14 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión. 15 Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo. 16 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él; 17 y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí? 18 Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos. 19 Ahora pues, escribe este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. 20 Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto. 21 Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo que se proponen de antemano, antes que los introduzca en la tierra que juré darles. 22 Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel. 23 Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo. 24 Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse, 25 dio órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo: 26 Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti. 27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto? 28 Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra. 29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos. 30 Entonces habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo. (RV)
Dios previno todo lo que ocurriría a la nación. La ley fue ordenada para ser leída al final de cada séptimo año del ciclo en la Fiesta de Cabañas, para que las personas no se olvidaran y perdieran la visión de la ley, y el temor a su Dios.
El problema con la Ley de Dios, es que las personas parecen intentar llevar a cabo parte de ella, desechando las cosas que piensan que les gustaría desechar. Por ejemplo, el sistema Sabático fue eliminado desde los primeros días bajo la apariencia de que Cristo había cambiado el Sábado por el domingo, cuando no hay ni un punto de evidencia que apoye tal disputa. El sistema entero del calendario fue quitado para implementar y conciliar las costumbres paganas usando sus propios sistemas de días santos. Las leyes que regían las finanzas fueron alteradas por la riqueza a fin de hacer esclavos de las personas y explotarlos contrariamente a la ley. Los sacerdotes adúlteros y ascéticos diluyeron las leyes para permitir su propio adulterio. Israel fue completamente absorbido por los sistemas falsos y está ahora cautivo del pecado contrariamente a las leyes de Dios e incluso ni siquiera entienden el hecho. El planeta entero se destruye por la religión falsa y la Ley de Dios no es implementada o enseñada. Los últimos parientes del Mesías fueron todos matados sistemáticamente a la instigación de la Iglesia Romana, cuando ellos requirieron que la ley fuera reintroducida a la Cristiandad (vea La Virgen Maríam y la Familia de Cristo [232>). Estos eventos profundos formaron una de las primeras profecías dadas a través de Moisés.
Ésta es entonces el Cántico de Moisés.
Deuteronomio 32:1-43 1 Escuchad, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca. 2 Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba; 3 Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. 4 El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto. 5 La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, Generación torcida y perversa. 6 ¿Así pagáis a Jehová, Pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? El te hizo y te estableció. 7 Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas generaciones; Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán. 8 Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel. 9 Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó. 10 Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo. 11 Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas, 12 Jehová solo le guió, Y con él no hubo dios extraño. 13 Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal; 14 Mantequilla de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Basán; también machos cabríos, Con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino. 15 Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación. 16 Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones. 17 Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; A dioses que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de cerca, Que no habían temido vuestros padres. 18 De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador. 19 Y lo vio Jehová, y se encendió en ira Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas. 20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una generación perversa, Hijos infieles. 21 Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; Me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación insensata. 22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes. 23 Yo amontonaré males sobre ellos; Emplearé en ellos mis saetas. 24 Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente Y de peste amarga; Diente de fieras enviaré también sobre ellos, Con veneno de serpientes de la tierra. 25 Por fuera desolará la espada, Y dentro de las cámaras el espanto; Así al joven como a la doncella, Al niño de pecho como al hombre cano. 26 Yo había dicho que los esparciría lejos, Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos, 27 De no haber temido la provocación del enemigo, No sea que se envanezcan sus adversarios, No sea que digan: Nuestra mano poderosa Ha hecho todo esto, y no Jehová. 28 Porque son nación privada de consejos, Y no hay en ellos entendimiento. 29 ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera! 30 ¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y Jehová no los hubiera entregado? 31 Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, Y aun nuestros enemigos son de ello jueces. 32 Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos, Y de los campos de Gomorra; Las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, Racimos muy amargos tienen. 33 Veneno de serpientes es su vino, Y ponzoña cruel de áspides. 34 ¿No tengo yo esto guardado conmigo, Sellado en mis tesoros? 35 Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará, Porque el día de su aflicción está cercano, Y lo que les está preparado se apresura. 36 Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y por amor de sus siervos se arrepentirá, Cuando viere que la fuerza pereció, Y que no queda ni siervo ni libre. 37 Y dirá: ¿Dónde están sus dioses, La roca en que se refugiaban; 38 Que comían la grosura de sus sacrificios, Y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os ayuden Y os defiendan. 39 Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano. 40 Porque yo alzaré a los cielos mi mano, Y diré: Vivo yo para siempre, 41 Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de mis enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen. 42 Embriagaré de sangre mis saetas, Y mi espada devorará carne; En la sangre de los muertos y de los cautivos, En las cabezas de larga cabellera del enemigo. 43 Alabad, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo. (RV)
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Cuando es posible, este Cántico de Moisés puede ser cantilado en el séptimo año en el hebreo original, a la Lectura de la Ley y luego ser explicado.
Deuteronomio 32:44-52 44 Vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun. 45 Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel; 46 y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. 47 Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella. 48 Y habló Jehová a Moisés aquel mismo día, diciendo: 49 Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel; 50 y muere en el monte al cual subes, y sé unido a tu pueblo, así como murió Aarón tu hermano en el monte Hor, y fue unido a su pueblo; 51 por cuanto pecasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel. 52 Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel. (RV)
El Desierto de Zin (Pecado) es la desolación del sistema de adoración de Zin (Pecado), y de la estructura del domingo con los sistemas antiguos de adoración de Ishtar o Easter (las Pascuas Floridas) del Dios Trino. Nosotros hemos estado continuamente dentro de este desierto durante los últimos dos mil años.
Pronto el Mesías volverá para tratar con Israel y las naciones. Nosotros seremos colocados en nuestra heredad, dentro y fuera de Israel.
Habrá un nuevo Éxodo y el primero será evocado ya no.
Isaías 66:1-241 Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. 3 El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones, 4 también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada. 5 Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos. 6 Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos. 7 Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo. 8 Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz sus hijos. 9 Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. 10 Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; 11 para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria. 12 Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados. 13 Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. 14 Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos. 15 Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. 16 Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jehová serán multiplicados. 17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová. 18 Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. 19 Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. 20 Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová. 21 Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Jehová. 22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. 23 Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. 24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre. (RV)
El Señor establecerá Su sistema, y Sus Sábados y Nuevas Lunas, y ellos guardarán Sus fiestas, y todas las naciones enviarán sus representantes a estas fiestas a Jerusalén, o ellas no recibirán lluvia en la estación debida.
Zacarías 14:16-21 16 Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 17 Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. 18 Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 19 Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos. 20 En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar. 21 Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos. (RV)
El sacrificio será restablecido en Jerusalén, pero será sólo el sacrificio de la mañana. Ya se nos ha dado la vida eterna y la primera resurrección habrá pasado. La obediencia será dada a las Leyes de Dios en el Mesías, o las naciones morirán por hambre. Nosotros explicaremos la ley y el testimonio, y todas las naciones conocerán la manera de vivir de Dios por mil años. Luego el resto de los muertos serán resucitados y corregidos en el juicio de corrección o crisis.
Apocalipsis 20:4-15 4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. 7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, 8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. 9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. 11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (RV)
Éste es el fin o propósito de la ley y los profetas. Que todos los hombres alcancen salvación y vean a Dios.
Deuteronomio 34:1-121 Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan, 2 todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental; 3 el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar. 4 Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá. 5 Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. 6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy. 7 Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor. 8 Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moisés. 9 Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés. 10 Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara; 11 nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, 12 y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel. (RV)
Moisés y los profetas fueron hasta el Mesías, y luego la ley fue escrita en los corazones de los elegidos. Cada uno fue probado bajo persecución, y sacado fuera sobre cuarenta jubileos, que fueron representados por los cuarenta años en el desierto, que fueron los últimos cuarenta años de la vida de Moisés.
El Mesías estaba con Israel en el desierto, entonces y ahora.
1Corintios 10:1-241 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 14 Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 15 Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo. 16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? 19 Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? 20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. 22 O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él? 23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. (RV)
Y éste es el fin de toda la ley.
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu y amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos mandatos depende toda la ley y los profetas. |
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Message 5 of 5 on the subject |
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: ultimaedad (Original message) |
Sent: 21/07/2014 00:08 |
La primera tabla de mandamientos corresponde al mandamiento de amar a Dios con todas tus fuerzas:
Éxo 20:2 א " Yo soy יהוה tu Elohim, quien los sacó de la tierra de Mitzrayim, fuera de la casa de esclavitud. Éxo 20:3 ב "No tendrás otros dioses delante de mí. Éxo 20:4 No te harás para ti imagen tallada de ningún tipo de representación de ninguna cosa arriba en el cielo, debajo en la tierra o en el agua debajo de la línea de la orilla. [83] Éxo 20:5 No te inclinarás a ellas ni las servirás; Porque Yo, יהוה tu Elohim, soy un Elohim celoso, castigando a los hijos por los pecados de los padres hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian, Éxo 20:6 pero exhibiendo misericordia hasta la milésima generación de aquellos que me aman y obedecen mis mitzvot. Éxo 20:7 ג "No usarás a la ligera el Nombre de יהוה tu Elohim, porque יהוה no dejará sin castigo a alguien que use Su Nombre a la ligera. [84] Éxo 20:8 ד "Recuerda el día Shabbat, para apartarlo para Elohim. Éxo 20:9 Tienes seis días para laborar y hacer todo tu trabajo, Éxo 20:10 pero el séptimo día es Shabbat para יהוה tu Elohim. En él, no harás ninguna clase de trabajo –ni tú, tu hijo o tu hija, ni tu esclavo o tu esclava, ni tus animales de cría, y ni el extranjero viviendo contigo dentro de las puertas de tu propiedad. Éxo 20:11 Porque en seis días יהוה hizo el cielo y la tierra, el mar y todo en ellos; pero en el séptimo día El descansó. Por esta razón יהוה bendijo el día, Shabbat, y lo apartó para El mismo. [85]
La segunda tabla corresponde al trato con el prójimo: amaras a tu prójimo como a ti mismo:
Éxo 20:12 ה "Honra a tu padre y a tu madre, para que puedas vivir mucho tiempo en La Tierra la cual יהוה tu Elohim les está dando. Éxo 20:13 ו "No asesinarás. [86] Éxo 20:14 ז "No cometerás adulterio. Éxo 20:15 ח "No robarás. [87] [cp 22:15; Dt 5:19; Jos 7:24; Ez 33:15; Zc 5:3; Sal 62:10; Pr 3:27; 22:22; 28:24; 29:24; 30:8; Mr 12:40; Lu 3:8; 20:47; 1Co 6:10; Ef 4:28; Col 4:1; T 2:10; Ya 5:4] Éxo 20:16 ט "No darás falso testimonio contra tu prójimo. [Dt 5:20; 19:15-21; Sal 15:3; 101:5-7] Éxo 20:17 י "No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la esposa de tu prójimo, su esclavo o su esclava, su buey, su asno, ni nada que pertenezca a tu prójimo." [88]
En las 2 tablas de piedra estan los 2 mandamientos de yeshua. ¿donde esta lo que anulo yeshua ? es pura imaginación cristiana.
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