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20 May 2011 – A very peculiar statement is found in the Talmud text, aptly titled “Rosh Hashanah ” also known as the Feast of Trumpets,This is what it has to ...
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1. Éxodo 36:4: Tanto, que vinieron todos los MAESTROs que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía,
2. 2 Reyes 12:11: Y daban el dinero suficiente a los que hacían la obra, y a los que tenían a su cargo la casa de Jehová; y ellos lo gastaban en pagar a los carpinteros y MAESTROs que reparaban la casa de Jehová,
3. 2 Reyes 22:6: a los carpinteros, MAESTROs y albañiles, para comprar madera y piedra de cantería para reparar la casa;
4. 1 Crónicas 15:27: Y David iba vestido de lino fino, y también todos los levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Quenanías era MAESTRO de canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí un efod de lino.
5. 1 Crónicas 25:8: Y echaron suertes para servir por turnos, entrando el pequeño con el grande, lo mismo el MAESTRO que el discípulo.
6. 2 Crónicas 2:7: Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los MAESTROs que están conmigo en Judá y Jerusalén, los cuales dispuso mi padre.
7. Eclesiastés 12:11: Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los MAESTROs de las congregaciones, dadas por un Pastor.
8. Cantares 7:1: ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente MAESTRO.
9. Isaías 30:20: Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus MAESTROs nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus MAESTROs.
10. Isaías 40:20: El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un MAESTRO sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.
11. Isaías 55:4: He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por MAESTRO a las naciones.
12. Mateo 8:19: Y vino un escriba y le dijo: MAESTRO, te seguiré adondequiera que vayas.
13. Mateo 9:11: Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Porqué come vuestro MAESTRO con los publicanos y pecadores?
14. Mateo 10:24: El discípulo no es más que su MAESTRO, ni el siervo más que su señor.
15. Mateo 10:25: Bástale al discípulo ser como su MAESTRO, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?
16. Mateo 12:38: Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: MAESTRO, deseamos ver de ti señal.
17. Mateo 17:24: Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas,y le dijeron: ¿Vuestro MAESTRO no paga las dos dracmas?
18. Mateo 19:16: Entonces vino uno y le dijo: MAESTRO bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
19. Mateo 22:16: Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: MAESTRO, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.
20. Mateo 22:24: diciendo: MAESTRO, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano.
21. Mateo 22:36: MAESTRO, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
22. Mateo 23:8: Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro MAESTRO, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
23. Mateo 23:10: Ni seáis llamados MAESTROs; porque uno es vuestro MAESTRO, el Cristo.
24. Mateo 26:18: Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El MAESTRO dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.
25. Mateo 26:25: Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, MAESTRO? Le dijo: Tú lo has dicho.
26. Mateo 26:49: Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, MAESTRO! Y le besó.
27. Marcos 4:38: Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: MAESTRO, ¿no tienes cuidado que perecemos?
28. Marcos 5:35: Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al MAESTRO?
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29. Marcos 9:5: Entonces Pedro dijo a Jesús: MAESTRO, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
30. Marcos 9:17: Y respondiendo uno de la multitud, dijo: MAESTRO, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,
31. Marcos 9:38: Juan le respondió diciendo: MAESTRO, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.
32. Marcos 10:17: Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: MAESTRO bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
33. Marcos 10:20: El entonces, respondiendo, le dijo: MAESTRO, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
34. Marcos 10:35: Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: MAESTRO, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos.
35. Marcos 10:51: Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: MAESTRO, que recobre la vista.
36. Marcos 11:21: Entonces Pedro, acordándose, le dijo: MAESTRO, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
37. Marcos 12:14: Viniendo ellos, le dijeron: MAESTRO, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?
38. Marcos 12:19: MAESTRO, Moisés nos escribió que si el hermano de alguno muriere y dejare esposa, pero no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano.
39. Marcos 12:32: Entonces el escriba le dijo: Bien, MAESTRO, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él;
40. Marcos 13:1: Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: MAESTRO, mira qué piedras, y qué edificios.
41. Marcos 14:14: y donde entrare, decid al señor de la casa: El MAESTRO dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?
42. Marcos 14:45: Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: MAESTRO, MAESTRO. Y le besó.
43. Lucas 3:12: Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: MAESTRO, ¿qué haremos?
44. Lucas 5:5: Respondiendo Simón, le dijo: MAESTRO, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
45. Lucas 6:40: El discípulo no es superior a su MAESTRO; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su MAESTRO.
46. Lucas 7:40: Entonces respondiendo Jesús, le dijo:Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, MAESTRO.
47. Lucas 8:24: Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡ MAESTRO, MAESTRO, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza.
48. Lucas 8:45: Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: MAESTRO, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
49. Lucas 8:49: Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al MAESTRO.
50. Lucas 9:33: Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: MAESTRO, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía.
51. Lucas 9:38: Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: MAESTRO, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo;
52. Lucas 9:49: Entonces respondiendo Juan, dijo: MAESTRO, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.
53. Lucas 10:25: Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: MAESTRO, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
54. Lucas 11:45: Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: MAESTRO, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.
55. Lucas 12:13: Le dijo uno de la multitud: MAESTRO, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.
56. Lucas 17:13: y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, MAESTRO, ten misericordia de nosotros!
57. Lucas 18:18: Un hombre principal le preguntó, diciendo: MAESTRO bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
58. Lucas 19:39: Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: MAESTRO, reprende a tus discípulos.
59. Lucas 20:21: Y le preguntaron, diciendo: MAESTRO, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad.
60. Lucas 20:28: diciendo: MAESTRO, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano.
61. Lucas 20:39: Respondiéndole algunos de los escribas, dijeron: MAESTRO, bien has dicho.
62. Lucas 21:7: Y le preguntaron, diciendo: MAESTRO, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén para suceder?
63. Lucas 22:11: y decid al padre de familia de esa casa: El MAESTRO te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?
64. Juan 1:38: Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, MAESTRO), ¿dónde moras?
65. Juan 3:2: Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como MAESTRO; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
66. Juan 3:10: Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú MAESTRO de Israel, y no sabes esto?
67. Juan 8:4: le dijeron: MAESTRO, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
68. Juan 11:28: Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El MAESTRO está aquí y te llama.
69. Juan 13:13: Vosotros me llamáis MAESTRO, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
70. Juan 13:14: Pues si yo, el Señor y el MAESTRO, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
71. Juan 20:16: Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, MAESTRO).
72. Hechos 13:1: Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y MAESTROs: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
73. Romanos 2:20: instructor de los indoctos, MAESTRO de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.
74. 1 Corintios 12:28: Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero MAESTROs, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
75. 1 Corintios 12:29: ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos MAESTROs? ¿hacen todos milagros?
76. Efesios 4:11: Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y MAESTROs,
77. 1 Timoteo 2:7: Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y MAESTRO de los gentiles en fe y verdad.
78. 2 Timoteo 1:11: del cual yo fui constituido predicador, apóstol y MAESTRO de los gentiles.
79. 2 Timoteo 4:3: Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán MAESTROs conforme a sus propias concupiscencias,
80. Hebreos 5:12: Porque debiendo ser ya MAESTROs, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
81. Santiago 3:1: Hermanos míos, no os hagáis MAESTROs muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
82. 2 Pedro 2:1: Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos MAESTROs, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
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Joh 20:16 Jesus saith unto her, Mary. She turned herself, and saith unto him, Rabboni; which is to say, Master. |
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http://www.biblewheel.com/gr/GR_Database.asp?bnum=43&cnum=20&vnum=16&SourceTxt=SCR&getverse=Go
διδασκαλος didaskalos {did-as'-kal-os} from 1321; TDNT - 2:148,161; n m AV - Master (Jesus) 40, teacher 10, master 7, doctor 1; 58 1) a teacher 2) in the NT one who teaches concerning the things of God, and the duties of man 1a) one who is fitted to teach, or thinks himself so 1b) the teachers of the Jewish religion 1c) of those who by their great power as teachers draw crowds around them i.e. John the Baptist, Jesus 1d) by preeminence used of Jesus by himself, as one who showed men the way of salvation 1e) of the apostles, and of Paul 1f) of those who in the religious assemblies of the Christians, undertook the work of teaching, with the special assistance of the Holy Spirit 1g) of false teachers among Christians
Gematria: 540
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ραββονι rhabboni {hrab-bon-ee'} or ραββουνι rhabbouni {hrab-boo-nee'} of Aramaic origin; TDNT - 6:962,982; n m AV - Lord (Christ) 1, Rabboni (Christ) 1; 2 1) master, chief, prince 2) Rabboni is a title of honour Mary used to address Jesus
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Se dice que cuando Jesús se le aprecio a María de Magdala, esta le dijo: Rabuni, Rabuni, muy distinto a Rabí, y Rabuni, significa "esposo mio" y por eso lo abrasó o tocó. acto prohibido en la época, que una mujer tocase a un hombre, mas a un maestro. |
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Se dice que cuando Jesús se le aprecio a María de Magdala, esta le dijo: Rabuni, Rabuni, muy distinto a Rabí, y Rabuni, significa "esposo mio" y por eso lo abrasó o tocó. acto prohibido en la época, que una mujer tocase a un hombre, mas a un maestro. |
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El salmo responsorial invita: “Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”. El Apóstol exhorta a los Colosenses a poner su interés en las cosas del cielo: “Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba”.
El Evangelio habla de la Magdalena. Para la tradición neotestamentaria y para los Apóstoles, Jesús y su obra no termina en la cruz, sino que inicia un nuevo camino en la Resurrección, el hecho más trascendente de nuestro cristianismo. El Mesías a quien vosotros crucificasteis (Act 2,23) ha resucitado. “La fe en la resurrección nunca puede ser una pura fe de autoridad; supone una experiencia creyente de total renovación de vida en la que se produce la afirmación personal” (J. Blank). El reencuentro con Jesús es lo que únicamente posibilita el fundamento de gracia y de fe.
Los cuatro evangelistas indican la existencia y la asistencia de María Magdalena y ninguno dice que fuese una pecadora, sino que la ponen como mujer virtuosa, un modelo de perfección. Su fama de pecadora, a nuestro parecer, se ha debido a identificarla erróneamente, con la pecadora de Lucas 7,36-50. Jesús la había curado librándola de siete demonios, que, en expresión metafórica propia del estilo literario, significa, no que fuera una pecadora, sino que su enfermedad era muy grave, expresada en el número siete que es símbolo de plenitud, de lo que está completo, abarrotado, ya que las dolencias, en especial, las psíquicas y epilépticas, eran atribuidas al diablo. Cuando se vio curada y restablecida, lo dejó todo, se hizo seguidora y discípula del Maestro y, entregando sus bienes a la misión evangélica, se dedicó a su servicio. Parece haber tenido una función destacada entre los discípulos, según distintos textos, canónicos y apócrifos, su significación y ejemplaridad se hacen notables. Es la única que citan los cuatro evangelistas en primer lugar; es a ella a la que primero se aparece Cristo Resucitado y la que lleva la noticia.
La visita de la Magdalena al sepulcro se relata en los cuatro evangelios, pero, con matices y circunstancias diferentes (Mt 28,1-8; Mc 16,1-8; Lc 24,1-12). El evangelista Juan (20,1-18) reelaboró la tradición de la Magdalena en el sentido de su “teología de la exaltación”. Al rayar el alba, María va a la sepultura; el primer día de la semana, en la terminología judía, significa nuestro domingo, es decir, el día primero es el que sigue al sábado.
Según los sinópticos la Magdalena va acompañada de otras mujeres (Lc 24,10). Antes de llegar, ya desde lejos, vieron que la piedra no estaba en su lugar. La Magdalena, sin esperar y mirar a ver qué ha ocurrido, concibiendo, a la ligera, la idea del robo del cuerpo, dejó a las otras que llevaban aromas para terminar el apresurado embalsamamiento del día anterior y salió corriendo a avisar a los Apóstoles. San Juan la presenta obsesionada por la desaparición del cadáver. Así lo repite en tres momentos sucesivos (Jn 20,2.13.15). En esta inquietud de María, late una polémica contra la maliciosa leyenda de que el hortelano, encargado de la finca, hubiera ocultado el cadáver de Jesús. Está preocupada por ver el cuerpo yacente. Únicamente la fe llevará a encontrar al Resucitado.
Varios hechos prueban la fe en la resurrección: Las apariciones a María, a los discípulos, a Tomás, a los de Emaús, el sellado de la piedra y los centinelas de vigilancia ante el sepulcro (Mt 27,62-66) que son, curiosamente, sobornados por los pontífices, soborno significativamente silenciado por muchos autores y por la historia (Mt 28,11-15). Y, en fin, el sepulcro vacío con las vendas tiradas y el sudario ordenado. Llama la atención el hecho de que estas mujeres que habían oído a Cristo decir que al tercer día resucitaría, no se les ocurriese ni, por un instante, pensar en ello: lo matarán y al tercer día resucitará (Mt 16,21; 17,23); debía resucitar de entre los muertos (Jn 20,9). Tal vez, no habían comprendido este anuncio profético del Maestro.
Los discípulos, tras cerciorarse y comprobar los hechos, volvieron a casa. María Magdalena quedó fuera, junto al sepulcro, llorando…“Mujer, ¿por qué lloras?”, “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto” (Jn 20,11-13). Estaba en total soledad al pie del sepulcro, no lograba marcharse, era atraída como por una fuerza ignota y misteriosa. Se han llevado a “mi Señor”, que es como decir, “al dueño de mi vida”. La Magdalena está convencida del robo; se siente despojada, se tiene por expropiada; y, a la vez, se declara absoluta pertenencia de Jesús. El empleo del posesivo “mi”, en su expresión, indica que se considera propiedad y propietaria, sujeto y objeto de posesión. Mi amado es mío y yo soy suya (Cant. 2,16). Amado con amada, amada en el amado transformada, dice S. Juan de la Cruz. Está completamente sola. Primero llora, después se asoma al monumento, y, al poco, volviéndose, allí de pie, muy cerca, tiene al mismo Jesús, que confunde con el hortelano, sin que Él portara tal apariencia y del modo más natural e ingenuo, llevada por su obsesión, le dice que, si él se lo ha llevado, le diga adónde lo ha puesto, para ella ir a recogerlo. Es entonces cuando oye pronunciar: ¡María! La emisión de su nombre evoca tono y timbre conocidos. Identifica recuerdos. Reconoce a su amigo. Hubo, en esas sílabas, resonancias dulces e íntimas, había sentimientos y añoranzas en aquella voz conocida y familiar. Ella, extasiada en la realidad triunfante, exhala su ¡Rabbuní! Es su expresión de emoción, de reconocimiento y de gozo.
El Señor sólo pronuncia su nombre: ¡María! y ella, sólo, responde también con una palabra en arameo: ¡Rabbuní!, que significa ¡Mi maestro amado!, ¡Mi querido Rabí! Lo normal era usar rabbí, pero más respetuoso es rabbuní. Las dos palabras pronunciadas ¡María!, ¡Rabbuní! del encuentro, según J. Blank, sirven a San Juan para describir la voz del “amado que llama a la amada y ella le responde”. Ciertamente, evocan el lirismo simbólico del “Cantar de los Cantares”:
Lo busqué pero no lo encontré.
Me encontraron los centinelas,
‘¿Habéis visto al amado de mi corazón?’
Apenas los había pasado
cuando encontré al amado de mi corazón.
Lo abracé y no lo he de soltar (Cant 3,2-4).
>
Y los bellísimos versos del “Cántico Espiritual” de San Juan de la Cruz:
>
¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dexaste con gemido?
………………
Salí tras ti clamando y eras ido.
La Magdalena, pronuncia esta palabra, y, en su sorpresa y emoción, abraza al Señor. Abrazo en el que es muy posible ver el entronque del matrimonio espiritual, la fusión mística del alma en el enlace con el amado que es el último peldaño en el camino de perfección hacia la unión con Dios. Lo encontré, lo abracé y no lo he de soltar, la Magdalena encontró a Jesús y se abrazó a él y ya ni quería ni podía soltarlo:
Entrado se ha la esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobre los dulces pechos del amado.
El mismo San Juan de la Cruz, en la glosa que hace a sus inspirados versos, añade: "El abrazo de la Magdalena con Jesús simboliza el estado espiritual más alto de que, en esta vida, se puede gozar; porque es una transformación total en el Amado en que se entregan ambas las partes por total posesión de la una a la otra con cierta consumación de amor" (C 22,3).
El ameno huerto deseado, simbolizado en el huerto, en que dieron sepultura a Jesús, es Dios mismo, “cuyo amor es tan inmenso que, como dice el libro de la Sabiduría, toca desde un fin hasta otro fin, y el alma que de Él es informada y movida, en alguna manera, lleva esa misma abundancia e ímpetu en sí”, de modo que el matrimonio espiritual con el Amado llega a sus cimas más altas. En la escena, se hallan solos. Los ángeles del sepulcro, cumplida su misión, han desaparecido, para que ninguna persona ni cosa ocasione perturbación al goce de la entrega mutua, "porque esta es la propiedad de esta unión del alma con Dios" (Ib 35,6).
El ímpetu del amor y la alegría de encontrar vivo al que creía muerto, la impele a abrazarlo y a quedar fusionada en el abrazo. Es el instante en que Jesús expresa la famosa exclamación del ¡Noli me tangere! (“No me toques”), que es una mala traducción del griego, Me aptou: “No me retengas más”, “no me entretengas más”. Y, como explicación, le brinda la causa: porque aún no he subido al Padre, esto es, seguiré aquí, tendremos ocasión de volvernos a ver. Cuando haya subido y esté con el Padre, le enviará su Espíritu y ese será el momento de disfrutar de su enlace espiritual, puesto que el Espíritu Santo actuará de “llama viva, de cauterio suave, de toque delicado que a eterna vida sabe”, dice el Santo de Ávila. Realmente, al resucitado no se le puede retener en este mundo, su contacto se realiza en otro plano, en la fe, por la palabra, en espíritu. Así pues, Jesús ha encumbrado a la Magdalena a la cima más alta de la perfección.
María Magdalena es nombrada Apóstol de los Apóstoles. La envía en función apostólica: anda y di a mis hermanos. Y obediente a la vocación recibida, dejándolo todo (Lc 5,11), fue a decir a los discípulos (Jn 20,18), a anunciarles el mensaje que Jesús le ha dado. El mensaje que ha de comunicar a los discípulos es la fundación de una comunidad escatológica de Dios por la vuelta de Jesús al Padre. El Señor la elige para que sea su mensajera y la divulgadora de la noticia, es la Elegida; y, en su persona, todas las mujeres creyentes, escogidas para altas misiones. Los cuatro evangelios coinciden en que ellas son las destinatarias de las primeras apariciones y los primeros testigos y mensajeras del hecho más trascendente y definitivo de la fe.
La mujer ha recibido del Creador hermosas facultades y potencialidades imprescindibles. El Maestro la sitúa, en su Evangelio, en un lugar de preeminencia. La mujer es elegida -el evangelio de Marcos afirma: se apareció primero resucitado a María Magdalena (Mc 16,9)- en ocasión crucial para el cristianismo y para la historia.
Camilo Valverde Mudarra
(Texto tomado de mi libro LAS MUJERES DEL EVANGELIO.
Edit. Esc. Bíblica. Málaga, 2001)
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Mar 10:51 And Jesus answered and said unto him, What wilt thou that I should do unto thee? The blind man said unto him, Lord, that I might receive my sight. |
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ραββονι rhabboni {hrab-bon-ee'} or ραββουνι rhabbouni {hrab-boo-nee'} of Aramaic origin; TDNT - 6:962,982; n m AV - Lord (Christ) 1, Rabboni (Christ) 1; 2 1) master, chief, prince 2) Rabboni is a title of honour Mary used to address Jesus
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