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Génesis 1:26-27 (Nueva Versión Internacional)
26 y dijo: «Hagamos al *ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» 27 Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. *Hombre y mujer los creó,
Número 23:19: Dios no es hombre, para que mienta, Ni HIJO DE HOMBRE para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
http://serjudio.com/rap1101_1150/rap1113.htm
Shalom. Gracias por participar con su consulta.
Le daré tres razones (una de las cuales es incorrecta), pero antes, déjeme explicarle algo que debería ser evidente, pero que parece que no lo fuera. Dios no es materia, ni cuerpo, ni forma. Por lo tanto, es imposible que Dios sea varón, hembra, hermafrodita, cosa, etc. Dios es Dios, y punto. Es imposible, porque Dios así lo ha dispuesto en Su Sabiduría y Poder. Sin embargo, la mente humana, bastante torpe y traviesa (a veces) juega con nosotros, y fantaseamos acerca de Dios, tal como lo hacemos con muchas cosas, personas, conceptos. Fantasear con lo que no es Dios, ya provoca habitualmente distorsiones, pero cuando del Eterno se trata, ¡que Dios no salve de nosotros mismos! (Mire las terribles idolatrías que aún hoy pululan por los que consideran a Dios en términos antropomórficos, es decir, al nivel de su limitada humanidad). Por lo dicho, preguntar por el sexo de Dios es inútil, pues Dios no tiene sexo, ni preferencias sexual, ni sexos/géneros preferidos. Ahora que supongo que aclaramos esto, pasemos a las respuestas de porqué habitualmente se habla de Dios como varón.
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Machismo, patriarcado y misoginia Esta es una motivación incorrecta desde el punto estrictamente judío, pero que es aplicable a otras creencias (por completo ajenas a la Tradición judía). A la deidad se lo trata como a varón, porque es una creación a imagen y semejanza de varones humanos, varones que por circunstancias históricas y sociales se han ubicado en un lugar de poder totalitario, y temen la presencia femenina. Leamos los Evangelios, el Corán, textos de muchas de las otras creencias en las cuales hay una deidad suprema masculina, y prontamente reconoceremos que es un dios tan pero tan humano, que cuesta diferenciarlo de uno más de entre nosotros, o más bien, de un superhéroe de los comics... A diferencias de estas creencias, y de estos falsos dioses; Dios, el Uno y Único nos creó a nosotros a su imagen y semejanza, palabras que deben ser entendidas en su significado espiritual y no físico, como ya hemos explicado anteriormente. Por lo que, es impropio calificarlo como varón, ya que no lo es.
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Modalidad del idioma Esta segunda motivación no es tan repugnante como la anterior, sin embargo no explica mucho. Y apela a los recursos de muchos de los idiomas humanos, que por alguna causa (desconocida para mí) atribuyen al uso del género masculino preponderancia sobre el femenino o el neutro.
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Proveedor de la existencia Dios si bien no tiene sexo, actúa en la realidad, en lo que Él creó, de dos modos diferentes: como mujer, como varón. ¿Qué quiere decir esto? Machos y hembras tenemos ciertas cualidades (fisiológicas, psicológicas, espirituales, etc.) que son específicas a cada género, y que si bien pueden ser compartidas en algún grado, resultan preponderantes más en uno que en el otro. No me extenderé en este punto, que ya en otras ocasiones tratamos. Dios actúa de modos que a nosotros nos recuerden el proceder típicamente femenino o masculino. Por ejemplo, Dios al actuar como Creador, nos recuerda a la función privativa (¿por ahora?) de la hembra: la de dar a luz una novedosa criatura. Dios al actuar como soporte y estímulo de los israelitas en el desierto, ¿no nos recuerda a la madre? Dios al interesarse por lo íntimo, lo interior, lo próximo, nos recuerda la forma femenina de actuar. Dios al proveer al mundo de la existencia, recuerda al rol tradicional del varón que es el de salir al mundo, a lo exterior, para conquistarlo, para luego obtener de él lo que se precisa para vivir. O tal como es el hombre el que penetra en la mujer, y le brinda la semilla que posibilita la creación. Así pues, en la Torá la Creación es narrada con el nombre que Dios usa cuando actúa del modo que a nosotros nos recuerda lo femenino, que es Elo-him. En tanto que cuando Dios es el proveedor, el que da la simiente de vida, tal como el varón lo hace, es que se usa el género correspondiente. Luego de la Creación, aquella realizada en los seis períodos primigenios, Dios mantiene Su creación constantemente, proveyéndola de energía, de vida, es decir, actúa como el Padre, por lo que se lo trata lingüísticamente como varón. ¿Se entiende?
En definitiva, gracias a su pregunta hemos visto al menos cuatro puntos interesantes respecto a creencias y prácticas del judaísmo:
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Dios es Uno y Único pero actúa de modos diversos, que en ocasiones para nosotros son similares al femenino y a veces al masculino (a veces son propios modos de Dios y sólo Él).
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La idolatría y la lucha despiadada por el predominio de algunos sobre otros, son hermanitos siameses.
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La fantasía, la imaginación, tiende a que nos equivoquemos.
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El judaísmo (el que es fiel a sí mismo) rechaza radicalmente la vejación de la persona por cuestiones de género.
Si no me he sabido expresar con la suficiente claridad, le ruego que me lo comunique.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
ENLACES
La primera mujer Adam, es decir Havah/Eva
JUNIA, APOSTOL FEMENINO DE JESUCRISTO
¿FUE PABLO MISOGINO? (ODIO A LAS MUJERES)
Juan 1:1-¿Demuestra preexistencia de Cristo?
Mujeres en la Biblia
Rut
¿LA VIUDA (JUAN MARCOS) ES REINA DEL CIELO?
¿PORQ XTO REL. A LA MADRE DE MARCOS CON LA VIUDA?
Kelim/recipiente/copa es sinonimo de la mujer |
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Messaggio 2 di 130 di questo argomento |
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YHWH COMO CREADOR/CREADORA/RECIPIENTE/FEMENINO-KAV
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Messaggio 3 di 130 di questo argomento |
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: Guever (Mensaje original) |
Enviado: 25/03/2011 09:00 |
-¿Quién es el que ha inventado que Elohim tomo forma de hombre?
Mire lo que dice en Igueret shenínahLazar haZaqen/Segunda Carta de Lazar el Anciano (2da Juan) 1.7, está la respuesta:
“Porque muchos engañadores salieron al mundo, los cuales No confiesan a Iehoshua HaMashiaj venido en carne. Este es el engañador y antimesías”.
El Diccionario Griego de Strong define "carne" como: "(específicamente) un ser humano". La razón por la que Lazar el Ancianodice "carne/ser humano" es porque ningún hebreo cree que Elohim tenga carne, ni sea un ser humano. -Se fijó Ud. que Iehoshua es un ser humano, y no Elohim, y que el que dice lo contrario es el "engañador y el antimesías"? Iehoshua es un ser humano, y no Elohim, y que el que dice lo contrario es el "engañador y el antimesías"
Dice asi en la I Iguéret Lazar haZaqen/I Carta de Lazar el Anciano conocido como (I Juan) 4.2
"En esto conoced la ruaj (Inspiración) de Elohim: toda ruaj quereconoce que Iehoshúa HaMashiaj ha nacido como ser humano de carne y hueso, procede de Elohim".
Jesús es una deidad Cristiana es lo “Opuesto” de Iehoshúa de Natzrát.
Uno semi-dios (Jesús)
y otro es Rabino brillante, (Iehoshua de Natzrát)
uno contradice la Tora (Jesús)
y el otro sustenta Tora trayendo Luz con su explicación y verdadera aplicacion, (Iehoshua de Natzrát)
los salva las personas para llevarla al cielo (Jesús)
y el otro restaurá Israel para que sean una guia ejemplar, existan un mundo mejor aquí en la tierra. (Iehoshua de Natzrát).
http://www.gabitogrupos.com/Movimientonatzratim/template.php?nm=1301040008
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Messaggio 4 di 130 di questo argomento |
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¿ES DIOS O EL PENSAMIENTO/PLAN DE DIOS EL QUE SE HIZO CARNE EN CRISTO?-EL ENGAÑO GRIEGO DE QUE DIOS ES HOMBRE
Guever (Mensaje original) |
Enviado: 24/03/2011 12:58 |
¿ Que significa "La expresión se hizo carne"?
El estudio de la Torá del Mashíaj es el punto de apoyo del proceso de traer al "luz primordial" que su vez fue escondida la Tora, por lo tanto cuando decimos que un ser humano es luz es porque esa persona alumbra su forma de ser y su enseñanza.
Tal como lo enseña Iehoshúa: "Todavía, por un poco de tiempo, está la luz entre vosotros. Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas; el que camina en tinieblas, no sabe a dónde va. Mientras tenéis la luz, permanecer en la luz, para que seáis hijos de luz". Sefer Edut haTalmid haAhuv/Libro el Testimonio del Discipulo Apreciado conocido como (Juan) 12; 8.12
Aprovechemos la Luz que es Mashíaj. "El que tenga oídos para oír, que oiga"
"La expresión se hizo carne".
"La maamar [expresión> se hizo carne y recidió entre nosotros, [1> y contemplamos su shejina (presencia) [2>".Sefer Edut haTalmid haAhuv/Libro el Testimonio del Discipulo Apreciado conocido como (Juan) 1.14
Iejidá del Mashiaj descendió de las esferas celestes.
"Porque yo he descendido del cielo, no para hacer la voluntad mía, sino la voluntad del que me envió"[3> Sefer Edut haTalmid haAhuv/Libro el Testimonio del Discipulo Apreciado conocido como (Juan) 6.38
Keter (Corona) y Maljut (Reino).
El les decía: "Ustedes son de abajo (o sea Reino); yo soy de arriba (o sea Corona)" [4>
______________________________________…
[1> El deseo de Elohim, el querer de Elohim en relación a la redención de Israel por medio de Mashiaj.
En verso 14 quiero ser énfasis en el mismo dice "La expresión se hizo carne y recidió entre nosotros" es decir "maamar" en B’reshit (Genesis) que dijo "Iehi or" (Sea la luz) "se hizo carne y recidió entre nosotros". En ningun momento el autor esta tratando de demostrar aun "SER DIVINO" sino en base de lo que ya estudiamos de los primeros versos de lo que este texto interpretado en forma de Midrash nos quiere decir "La expresión del Genesis" "Iehi or" (haya luz) se hizo una realidad cuando nacio Iehoshúa de Natzrát, pues el Eterno mostro en ese hombre que es el "Mashiaj" (el Mesias), la misma "luz" o sea "la revelacion de vida" que fue encondida en B’reshit (Genesis).
[2> Es decir cuya shejina/presencia mora en mí, hace sus obras [Jn. 12:49; 14:8-9;10; 20:31>. Pues el Eterno mostro en ese hombre que es el "Mashiaj", la misma "luz" o sea "la revelacion de vida" que fue encondida en Genesis.
[4> "Porque yo he descendido del cielo, no para hacer la voluntad mía, sino la voluntad del que me envió"
El Rabi Iehoshúa dijo: yo soy de arriba (o sea Corona)
El orden y significado de las sefirot que se despertó en el Mashiaj es el siguiente:
Keter "Corona"
Jojmá "Sabiduría"
Biná "Entendimiento"
Daat "Conocimiento"
Jesed "Bondad"
Guevurá "Poder"
Tiferet "Belleza"
Netzaj "Victoria"
Hod "Esplendor"
Iesod "Fundamento"
Maljut "Reino"
La respuesta de Rabi Iehoshúa a las javuraot: "Ustedes (los de Judea) [5> son de abajo (o sea del Majut)" "Reino"
Iehoshua Ben Iosef, quien fue un hijo de Elohim, como usted y yo, pero que en un determinado momento despertó en el su iejidá emanada de la sefirá de maljut y siguió elevándose, pero podemos resumirlo en una palabra. MASHIAJ. Su Iejidá se refleja en nefesh, hecho que se revela en la relación entre el Mashíaj y el rey David. Cada uno de los cinco niveles del alma corresponde a una raíz espiritual general.
En la tradición de Israel se explica que la raíz general espiritual de nefesh en todo Am Israel es el rey David, el ruaj es el profeta Eliahu, la neshamá (que es la men, el mojin d’ima) es Moshé, como está establecido en la Guemará "Moshé es digno de biná".
(Con la ayuda del Eterno)
Natzratim HaDerej haAv (Los Natzratim El Camino al Padre)
Los Natzratim son Hijos de Israel que siguen la enseñanza de Iehoshua de Natzrat el Mashiaj, tal como la transmitieron sus Primeros Discípulos, cuyo objetivo es que Israel llegue a ser la Luz que guie al resto del mundo bajo la Soberanía del Eterno. Los Natzratim tuvieron su origen en el siglo I E.C. en la tierra de Israel, por ende no son Religiosos, Cristianos, Mesiánicos o Judios Mesiánicos.
Luminarias de los Natzratim-Chile
http://luminariasdelosnatzratim.bligoo.cl
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Messaggio 5 di 130 di questo argomento |
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Ni machismo, ni feminismo - Judaísmo
Fuentes de las acciones comunes
Ante todo debemos reconocer algunos aspectos que hacen al ser-estar judío.
Existen las mitzvot, preceptos o valores, que tienen carácter obligatorio, dependiendo de la persona y la situación, cuya fuente es el Eterno, y se encuentran escritas en la Torá.
Luego están las prescripciones de los rabinos, los jajamim, que también poseen carácter obligatorio.
Sin embargo, los jajamim también nos enseñan y nos explican aspectos de la Torá, o de estilos de vida, que son muchas veces metafóricos, o alegóricos, y que no son de forzoso acatamiento. Si navegamos entre los dichos de nuestros sabios podemos quizás sorprendernos de cómo ellos muchas veces parecen contradecirse, y la situación queda irresuelta, pero, eso no crea conflicto ni problemas ideológicos, pues, precisamente en ideología (judía) los dogmas son muy limitados. Así pues, definiciones rabínicas halájicas (de aplicación legal) son perentorias; en tanto que explicaciones y consejos, son opinables.
Y por último existen también las costumbres. Algunas de ellas tienen un origen netamente judío o hebreo. Otras son copias o modificaciones de costumbres propias de otras culturas, que adquieren un matiz judío. En general podemos decir que algunas costumbres se elevan al rango de obligación, mientras que la mayoría permanece en el marco de folclore o modos de hacer "judíos", pero que en sí no son absolutamente judíos.
Claro, también están los pensamientos, acciones y postulados de personas que pertenecen a la familia judía, o creen ser parte, y que afirman o niegan tales o cuales principios o fines, sea de palabra o sea en acto, pero, a pesar de ser "creaciones judías" no por eso son en efecto parte del cuerpo del judaísmo.
El prejuicio
Para manejarnos en este documento presentaremos una mishná, un estudio, de uno de los primeros jajamim de la Mishná, que es la quinta del primer capítulo del opúsculo "Avot", "Principios" o "Padres", que tendenciosamente es utilizado por detractores o ignorantes como demostración del machismo judío, enraizado en el pensamiento fundamental rabínico.
"Iosi hijo de Iojanan el jerosolemitano dice: 'Que tu casa esté abierta ampliamente, y que sean los pobres hijos de tu hogar; y no abundes en charlas con la mujer.
De su mujer decían, por supuesto con la mujer de su amigo.
De aquí dijeron los sabios: 'Todo el que abunda en charla con la mujer, se provoca el mal a sí mismo, y desperdicia palabras de Torá, y finalmente se atrae la perdición.'"
Cualquier lectura superficial, tendenciosa o ignorante de la cultura judía podría decir:
"MACHISMO, pobre mujer, ¿qué culpa tiene ella de la conversación de su marido? ¿Y si necesita comentarle algo a él? ¿En qué lugar ponen a la mujer estos judíos? Etc."
Las correctas interpretaciones
Daremos algunas de las interpretaciones que se aproximan con más exactitud, tanto a la letra como al espíritu de este párrafo y que nos servirá para conocer un poco más de la exacta concepción judía acerca de las relaciones entre hombres y mujeres.
- Si apreciamos el contexto de la frase, el charlar con la mujer puede ser una actividad tan agradable y atrayente que la persona (masculina en este caso) puede olvidar la importante misión de cumplir con la mitzvá de dar refugio al necesitado de forma abundante. Si así ocurriera, la charla promovería el pecado, el alejamiento de lo que es palabra de la Torá. En lo que a nuestro tema respecta: el hablar con la mujer es tan hermoso, que hasta olvidar la Torá puede acarrear.
Claro, es posible atribuir erróneamente a la mujer una posición única, como distracción de lo que es obligatorio hacer; pero en otro lugar del Talmud se enseña que la persona que estando en medio de un estudio lo interrumpe para deleitarse con la belleza de la Naturaleza, y aun bendiciendo al Eterno por la misma, incurre en pecado gravísimo. Por lo tanto, no es denigración de la mujer, sino todo lo contrario, ubicarla en posición de interés e importancia.
- Si seguimos en el contexto, quizás uno de los "pobres" que convertimos en habituales visitantes de nuestro hogar sea una mujer, y por eso dice "la mujer". En este caso, esta mujer indigente igualmente debe ser tratada con respeto y dignidad, no abundando en charlas que puedan llevar a ofenderla o a rebajarla, especialmente en el plano sexual. Porque quizás alguna persona, en principio, bien intencionada, abra su casa a los necesitados, pero luego, como sin quererlo, intente "cobrarse" la mitzvá con comercio sexual. Por lo tanto, el consejo rabínico es acertado: "no dar con ánimo de recibir o de ofender o de vejar, sino dar con la única intención de hacerlo."
Entonces, la mujer en desgracia económica, en esta interpretación, es defendida de las pretensiones de aquellos que "se quieren cobrar los favores". Ah, y ¿por qué la mujer y no el hombre? ¿No es esto machismo? Aquí caemos es lo que es cultural, y no necesariamente judío: la mujer como débil físicamente en tanto que el hombre como fuerte, que en los hechos parece ser corroborado. Así pues, no es una actitud judía de sobreproteger a la mujer, sino de la cultura imperante. Y en todo caso, ¿afecta en algo la estima de la mujer si se la quiere escudar de falsos favores?
- Continuemos en contexto. Tradicionalmente la que en efecto manda en el hogar, y si somos sinceros (pero sin estadísticas que corroboren) en la mayoría de los aspectos, es la mujer. Aquel dicho de que en "casa la mujer lleva los pantalones", es más común de lo que se quiere aceptar. Dentro de la ideología judía al hombre se le asignan las funciones en el templo, o sinagoga, en tanto que el altar, el templo de la mujer es su hogar. Entonces, si el "irresponsable" hombre quiere cumplir con la mitzvá de acoger indigentes, es correcto que la mujer, la que gobierna el hogar, esté enterada y diga su parecer. Pero, muchas veces el celo con el cual se defiende las posesiones personales pueden provocar que se sea reticente en la generosidad, por lo cual, el "inconsciente" hombre al charlar con la mujer, con su esposa, puede encontrarse con un freno, con un dique de contención a su dadivosidad. Quizás en algunas oportunidades ese freno sea más que necesario, pero en otras, puede deberse a la avaricia, o al deseo natural de mantener lo propio. Entonces, al charlar con su esposa, el marido puede no ser tan generoso como quisiera, quizás con razón, o quizás sin ella.
Esto, obviamente, no es machismo, sino que es reconocer tácitamente que el poder en el hogar, y en muchas de las decisiones de la pareja recae en definitiva en la mujer. En lugar de ser la mujer la débil, es el hombre el necesitado de ella.
- La alusión que se hace de charlar con la mujer se refiere al período de impureza ritual. En este lapso mensual el marido y la esposa continúan conviviendo y armonizando, con la restricción de mantener relaciones sexuales. Por eso se recalca que no se mantengan charlas frívolas con la mujer, no en general, sino cuando la gracia y la belleza de la relación pueden promover al pecado.
Así que, no es que la mujer sea inferior en algún aspecto, o fuente de desgracias, sino que por su encanto puede, involuntariamente, promover el encuentro sexual en momentos inconvenientes, y por lo tanto, el pecado.
- Exceder en charlas con la mujer, en este caso no con la esposa, puede llevar al espantoso pecado de la infidelidad conyugal, sea de él o de ella. Si uno se acostumbra a charlar por demás con su esposa, quizás crea encontrar un oído abierto en otras mujeres, y luego pretenda encontrar otras "cosas" receptivas en ella.
Por eso, charlar sí, pero con mesura, sin buscar el doble discurso, la palabra picaresca, con la resolución de hallar alguien para un encuentro sexual prohibido. Como podemos apreciar, esto en lugar de machismo, es respeto a la institución social y divina de la familia, y de la fidelidad debida entre los conyuges. Lo que el hombre pretende de su esposa (en tema fidelidad), seguramente que también es recíproco.
- La palabra utilizada en hebreo para "charla" esta asociada a la charla liviana, a las palabras superficiales, y no al verdadero diálogo, a las palabras con sentido y con entendimiento del otro. Hablar con la mujer, esposa o extraña, chabacanerías, groserías, estupideces o abundantes cosas livianas, es una ofensa a la condición superior de la mujer, que se merece ser tratada con el respeto debido a su elevado nivel espiritual.
Charlar frívolamente con la mujer es similar a usar diamantes como picaportes de los establos. ¿No es mejor utilizar las palabras dirigidas hacia una mujer con una finalidad mejor? Dialogar en lugar de charlar.
- Cuando el hombre se encuentra con la mujer (cualquier mujer) quiere esconder su propia condición, espiritualmente inferior. ¿De qué manera? Pues, no intentando ascender a su nivel, sino de descenderla al propio. Por lo que el consejo del sabio es: no abundar en inutilidad con la mujer, para no humillarla y humillarnos, sino intentar hacer brotar palabras de Torá y acciones de bien, con el objetivo de mejorarnos y de promover el mejoramiento de la familia.
- Cuando al hombre le ocurre un percance acude inmediatamente a su madre o a su subrogado, quizás la esposa. Pero, resulta que una madre, por la especial relación madre - hijo, ve a su hijo de una manera, en tanto que el resto de las mujeres, de otra distinta. Por eso nos avisan los sabios, no hay que correr a la falda de la propia mujer, y menos de otra, intentando hallar el consuelo de mamá, porque eso lleva a desvalorizarnos a sus ojos, y por lo tanto a promover la discordia en la relación conyugal.
Hacer partícipe a la esposa de los inconvenientes personales, sí. Pero convertirla en depósito de toda el "estiércol", no. Quien así hace busca su perdición y el de su familia. Esta forma de encarar la relación matrimonial, obviamente que en nada ofende la condición de la mujer, sino que nos resalta su importancia y su impronta singular, distinta a la relación maternal.
- La mujer como pilar de la familia no tiene necesidad de charlas que la denigren, sino de palabras que la embellezcan y la llenen de contenido. Si la mujer necesita dialogar, precisa un "espejo" brillante que refleje lo que ella precisa en ese momento. Si precisa el mimo, la caricia (verbal o física), el contacto íntimo, no le alcanza con trivialidades, con los juegos pueriles de muchos hombres. Por eso, no hay que abundar en charlas livianas con la mujer, sino honrarla y respetarla en sus necesidades, como pretendemos que sea hecho con las nuestras. Esto no es sólo aplicable a nuestra mujer, sino a todas. Pues todas las mujeres que conocemos se merecen el trato honroso, que generalmente el "macho chauvinista" les niega.
- La alta condición espiritual de la mujer, como todo en este mundo, puede ser utilizado para el Bien o para el Mal. Las personas más dotadas (en cualquier aspecto) son las que más alto pueden llegar, o las que caen a lo más profundo. En tanto que los mediocres, sólo suben o bajan, también, en forma mediocre.
El primer masculino humano de la historia pecó por primera vez a instancias de la primera femenina humana, la cual habiendo estado en un nivel espiritual más perfecto, cayó de forma más veloz y estrepitosa. Repetimos, no por carencia o peor condición, sino precisamente por todo lo contrario, por su primera cualidad de perfección. Así que nuestros sabios instruyen a los hombres a intentar superarse con mucho más esfuerzo del que precisa la mujer para llegar al mejoramiento personal; pero a la vez, a no dejarse seducir por aquellas personas preponderantes (en general mujeres) que aplican su dominio para el mal, en lugar de estar encauzadas hacia el bien. Y que conste, las mujeres, al igual que los hombres, pueden obrar en el bien o en el mal, pero, el poder espiritual de las mujeres es por naturaleza superior, y por lo tanto, intrínsecamente más peligroso. Entonces, en lugar de considerar a la mujer como la débil de la ecuación, se la estima como la que en verdad es fuerte, por lo cual, hay que andarse con más cuidado con ella.
- El Ietzer HaRa (instinto al mal) busca la liberación de las energías en procura del placer pasajero, del gozo superficial y del momento. Como ya hemos dicho, por causa de su nivel más elevado, el Ietzer HaRa de la mujer es superior que el del hombre. Por eso lo que para el hombre puede ser en extremo gozoso, para la mujer apenas puede ser pálido o tibio. Por eso lo que para el hombre es indiferente, para la mujer es trágico, que provoca las lágrimas.
Tenemos entonces que no es la debilidad de la mujer lo que la hace más sensible, sino su superioridad. Pero, cuando la fuerza desatada y sin control de la mujer se manifiesta, el hombre es como una pequeña nave en medio del mar embravecido. El sabio Iosi nos dice entonces, que es mejor para el hombre cuidarse de la mujer, para no perderse. ¿Porque la mujer es mala? ¿Porque es pecaminosa? NO. Porque lo que para la mujer es energía manejable, para el hombre lo supera. Es como querer contener una carga eléctrica de gran potencial en un cable poco resistente, el cable finalmente termina quemado. No porque la electricidad sea "mala", sino porque la naturaleza del cable no le permite lidiar con ese poder.
Algunas preguntas habituales
- El famoso historiador judío Flavio Josefo escribió: "la mujer es inferior en todo al hombre" ("Contra Apión"), ¿no es demostración del pensamiento machista judío?
Como dijéramos, las producciones individuales de los judíos, no necesariamente son parte del judaísmo.
Flavio Josefo vivió en una época difícil, en circunstancias duras, y en una cultura dominada por el pensamiento helénico y romano. Así que, las palabras de este historiador son suyas, pero no judías.
- Si el judaísmo no es machista, ¿por qué la sinagoga para el hombre y la casa para la mujer?
En lugar de competir la pareja debe compartir. Existen diversos roles, funciones, actividades, y no es ni útil, ni práctico ni sabio el que todos hagan todo.
Por ser la mujer la que procrea, y la que antes lleva a la criatura en su vientre, la relación hogar - mujer aparece más que como una necesidad social, como una extensión de la relación natural primaria entre el feto y su madre.
No es esto excusa para que el hombre "tire" toda la responsabilidad del hogar y de la crianza de los hijos, sino para entender porqué el imperio de la mujer comienza en el seno del hogar, y luego se puede llegar a extender a otros dominios.
Existen dos templos, uno que es al cual se va, que queda fuera de la familia, que es lugar de reunión social, con sus normas, ritos y procedimientos. En tanto que el otro templo es el hogar, con sus propias normas. En este templo la mujer es la sacerdotisa, pero no por eso es desplazada, sino todo lo contrario, recibe el elogio y el mérito mayor de ser responsable del mantenimiento de la familia dentro de la tradición judía, cosa que por más que el hombre concurra a la sinagoga, jamás puede éste lograr.
Según nuestros sabios es la mujer la que "hereda biológicamente" la condición "religiosa" a su descendiente. Es decir si la madre es judía y el padre no, el hijo/a es judío. En tanto que al contrario, no.
¿No es esto prueba evidente del papel fundamental y primordial de la mujer judía?
Claro, la razón que se puede argumentar para esta herencia del judaísmo, es que la madre indudablemente es conocida, sabemos de quién sale el hijo, pero, no podemos (no podíamos) con certeza afirmar quién era el padre (por infidelidad, violación, etc.).
Pero, la otra razón es que el feto al ir creciendo dentro de la madre, recibe las influencias de ésta, la educación sin palabras e íntima de los primeros meses. Luego al mamar la leche materna (o del biberón, da lo mismo) el contacto inicial marca a fuego lo que posteriormente será la vida de la persona.
Así que sabiamente nuestros sabios decidieron que es la madre la que hereda su "religión" al hijo.
Que la mujer quiera participar del templo, no está mal. Es más, ni siquiera debe ser tildado de reformista, pues la halajá (procedimiento legal judío) lo contempla.
Pero, ¿es necesario? Esta es la mejor pregunta que además sirve de respuesta.
Para dejar claro: el hogar no sólo para la mujer, ni la sinagoga no sólo para el hombre. Pero ambos tienen roles que cumplir, y si así funcionó sin problemas y sin opresiones durante milenios, ¿en qué anda mal?
- Una bendición matinal que pronuncia el hombre dice: "gracias Dios...que no me hiciste mujer", en tanto que la que corresponde a la mujer expresa: "gracias Dios...que me hiciste según Tu Voluntad". ¿Acaso esto no es humillar diariamente y en público a la mujer?
Pues, no.
En realidad es alabar a la mujer.
Cualquier persona que viva judaicamente sabe que la mujer es pilar del judaísmo, y que no se encuentra en las fuentes verdaderamente judías alusiones negativas a la mujer como género.
Por ejemplo, Dios le dice a Avraham que cumpla con lo que su mujer, Sará, le diga (Bereshit 21:12), aunque lo que ella exigía era sumamente doloroso para él.
Nuestros sabios enfatizan a menudo la fuerza moral y espiritual de la mujer. Por ejemplo, gracias a las mujeres fuimos liberados de Mitzraim (Sotá 11b); las mujeres aceptaron primero la Torá; ellas no participaron del Becerro de Oro; fueron las más generosas para edificar el tabernáculo; tuvieron participaciones fundamentales en Purim, Janucá, etc.
En los libros apócrifos, en relatos populares, jamás la mujer judía fue víctima de burla o de rechazo, o de impugnación de su valiosa esencia, sino que siempre fue alabada y bien considerada.
En ocasiones figuras femeninas son denostadas, sean personas individuales (como Izebel esposa del rey Ajab), o colectivamente, como la mujer licenciosa o la ramera, pero, también los hombres burladores y los malvados fueron tratados con rudeza, o algunos personajes masculinos (como Ierobam ben Nevat) sin miramientos.
Es decir, no hay predilección en las fuentes judías por el varón por sobre la mujer.
Sigamos con la berajá que aparenta ser lesiva para la mujer.
La paciencia, misericordia, bondad, destreza, vigor, etc., que la mujer posee para concebir los hijos y luego dirigirlos por el buen camino, son demostraciones de la espiritualidad superior de la mujer, que ya hemos mencionado hasta el cansancio.
De seguro que no hay hombre que pueda seguir el paso de la mujer, pues caería rendido antes de llegar a la mitad de lo que la mujer anda.
Denominar al género femenino como sexo débil es una defensa endeble del hombre, que en algunos aspectos físicos sí es más poderoso, y que por lo tanto, trata de ocultar su flaqueza denigrando a quien en realidad es fuerte. Es la vieja táctica del que tiene un autoconcepto pobre de sí mismo, por lo cual se infla de aire, de vacío, de orgullo, en tanto rebaja a quien en verdad es mejor...
Pero, dentro del judaísmo la mujer jamás fue el "sexo débil", sino la contraparte complementaria del varón.
Nuestros sabios exceptuaron a las mujeres de la mayoría de las mitzvot positivas que tienen un tiempo determinado (por ejemplo, tefilín), las razones al menos son tres:
- La propia condición superior de la mujer, hace que sea recurrente el cumplimiento de estas mitzvot. Sería como pedirle al ingeniero que comience todos los días aprendiendo el mecanismo de la suma o de la resta. Es innecesario por obvio e inútil. Claro, está dentro del campo de lo posible para la mujer. Pero, en lugar de cumplir con mitzvot que no tiene obligación, ¿no es más apropiado que cumpla las que sí son su responsabilidad?
- Las mitzvot de tiempo determinado son un recordatorio para el hombre de su tiempo limitado en Este Mundo, de su imperiosa necesidad de progresar espiritualmente. Dios, en cambio, ha dotado a las mujeres de un mecanismo bastante regular de tiempo, su período menstrual, y su etapa marcada de menopausia, final de su fertilidad. Por lo cual, la mujer cuenta con un testimonio personal del pasaje del tiempo, más constante que el hombre.
- Las necesidades del hogar hacen muchas veces imposible o dificultosa la correcta ejecución de las mitzvot. Ya expresamos que el hombre también participa del hogar, pero que la reina es la mujer. No discutiremos si es biológico o social, si esto sí es machismo o no. Queda claro cual es nuestra opinión, fundamentada en el judaísmo.
Luego de este extenso prólogo podemos contestar la pregunta: el hombre agradece por no ser mujer, pues esta bendición se incluye en las bendiciones que agradecen a Dios por el cumplimiento de las mitzvot; ya que el hombre debe cumplir más mitzvot que la mujer, entonces se agradece por esto.
¿Y por qué no se agradece por ser hombre?
Pues, precisamente por lo contrario de lo que se supone. Al designarnos como hombres nos estamos "menospreciando", y eso es pecar. Por lo cual, negamos nuestra perfección y anteponemos lo que es mejor a nosotros, esto es, la mujer.
¿Y por qué la mujer bendice que fue hecha a Su Voluntad?
Porque la Voluntad Divina es una de las esferas superiores del Eterno. Con esta bendición expresa la mujer que reconoce su procedencia de niveles elevados, de estadios superiores, pues es hecha con Grandeza.
En definitiva, en lugar de menosprecio, elogio que encubre la pobreza del hombre.
- ¿Por qué no hay líderes, profetizas, heroínas judías?
Quien afirma esto demuestra suma ignorancia, además de prejuicio.
Sará, Rivká, Leá, Rajel, las parteras en Mitzraim, Miriam, Iudit, Rut, Ester, Abigail, BatSheva, Deborá, Iael, Julda, Janá, Bruriá, Golda Meir, etc. son ejemplos de todo eso que se dice que no hay.
- ¿Por qué la mujer no se pone tefilín o viste Talit?
Esto ya lo contestamos.
No lo hacen, porque no lo precisan, en tanto que para el hombre es una necesidad espiritual, para intentar alcanzar el grado espiritual de la mujer.
- ¿Por qué Dios maldijo a la mujer para que sea "sierva" del marido?
Como dijimos ya, aquel que está más arriba puede caer más bajo.
El hombre con su tosquedad sirve de parapeto a la mujer. No por ser él superior, sino por ser menos.
De esta manera el primer error, el de comer del fruto prohibido del conocimiento del Bien y del Mal, puede ser prevenido.
Entonces, más que maldición, es medicina, desagradable pero efectiva, para limitar la potencialidad de la mujer (no de buscar el Bien, sino de caer y hacer caer).
- ¿Por qué en el divorcio se da una "carta de repudio"?
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Messaggio 6 di 130 di questo argomento |
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Esta es otra pregunta hija de la ignorancia.
La Torá estipula que sea entregado "sefer kritut", que correctamente traducido es "carta o escrito de separación o corte".
Claro, en realidad repudio también es sinónimo de separación, pero, ocurre que se la toma como algo indigno para la mujer, ofensivo y denigrante.
La verdad es otra.
En ningún momento del divorcio es necesaria la bajeza, la rudeza o los malos tratos. Es más, ni siquiera se precisa escribir o detallar las causas de la separación.
- ¿Por qué el hombre es el que "da" el divorcio judío?
En el procedimiento legal de separación nada se da, ni se recibe. Una relación que resulta perjudicial, es cortada, para beneficio de las partes. Y algún procedimiento legal debe ser aplicado. Este procedimiento se basa en la Torá, pero tomó mucho de las culturas que cobijaban o influenciaban el judaísmo rabínico. Por eso toda la connotación machista, cuando en principio no es más que la aceptación mutua del final de un matrimonio fracasado, y de la liberación para un futuro mejor de ambos, y de la familia.
También, porque en la antigüedad estaba permitida la poligamia (un hombre desposado con muchas mujeres), pero no lo contrario. Así, el hombre debía dejar constancia de que la mujer estaba en efecto y a todos los efectos libre para contraer nuevo enlace. Así que en lugar de perjuicio contra la mujer, es para su beneficio.
- ¿Por qué poligamia pero no poliandria?
Una de las manifestaciones culturales pretéritas que fue corregida a lo largo de los siglos, y que no tuvo mucho fundamento no seguimiento dentro de la norma familiar judía.
- ¿Por qué Dios creó primero al hombre?
Falso.
El primer ser creado era andrógino, de ambos sexos. La Torá lo expresa claramente, y abundantes midrashim lo sostienen.
Más adelante, Dios separó al hombre de la mujer. Sin embargo, aún nosotros poseemos características de ambos sexos, fisiológica y psíquicamente.
Se incurre en el común error porque el lenguaje en general utiliza el género masculino para alusiones indefinidas, tal como Hombre, Dios, etc.
- ¿Por qué las mujeres no son válidas como testigos?
Esto es incorrecto, a medias. Para ciertos testimonios son tan válidas las declaraciones de las mujeres como de los varones, pero, en aquellos asuntos que las mujeres no tienen obligación (ver más arriba), su testimonio no es útil.
¿Es necesario el feminismo?
Por lo que hemos sucintamente aportado, el machismo no es parte del judaísmo, ni lo fue.
¿Acaso es necesario un movimiento radical que propugna afianzar los derechos de la mujer?
La respuesta parece obvia.
Pero, en tanto vivamos en sociedades que rebajan la condición de la mujer, el activismo judío en liberarlas del yugo indigno es útil.
Claro, si los judíos viviéramos como tales, seríamos ejemplo de armonía y convivencia, y serviríamos para alumbrar un poco las habituales difíciles situaciones que muchas parejas, familias o individuos padecen.
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Messaggio 7 di 130 di questo argomento |
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Introducción para Estudiantes Avanzados - Los Nombres de Dios
Havaiá
Cuando se lee del rollo de la Torá en el ritual, cuando se reza o se dice una bendición, este Nombre es pronunciado Adon-ai ; cuando se estudia o en cualquier otra ocasión se dice Hashem (“el Nombre”) o Havaiá (una permutación de las letras del Tetragramatón).
Es el Nombre más sagrado de todos conocido como:
shem haetzem o “el Nombre esencial” que representa la absoluta trascendencia de la Esencia Divina ( Atzmut ),
shem hameiujad o “Nombre único” que representa la paradoja existencial de la omnipresencia y omnipotencia de Dios que permanece constante antes y después de la Creación y
shem hameforash o el “Nombre explícito” que representa la suprema voluntad de Dios en la Creación, de revelar al mundo Su Esencia verdadera.
En Cabalá, el Nombre Havaiá representa el alma y la luz interior de las sefirot o emanaciones Divinas. Sus 4 letras, junto con el kotzó shel iud (la púa o punta de la iud ), corresponden a la configuración del cuadro completo de las sefirot :
kotzó shel iud : keter
iud : jojmá
hei superior: biná
vav : midot (de jesed a iesod )
hei inferior: maljut
En particular, el Nombre Havaiá se manifiesta a dos niveles, primero a nivel de jojmá cuyo estado espiritual interno es bitul (auto anulación), el principio “padre” en Cabalá, y segundo a nivel de tiferet , cuyo estado espiritual interior es rajamim (misericordia), el nivel de “hijo” en Cabalá. La unión de estos dos principios, por el poder del Nombre Havaiá , está aludida en el verso “qué es su nombre y qué es el nombre de su hijo” (Proverbios 30:4). La palabra “qué”, má = 45 = la “guematria completa” primaria de Havaiá .
Cuando se ve correspondiendo a la sefirá de jojmá , el Nombre Havaiá refleja el poder Divino de la recreación continua de la realidad. Este es un proceso que incluye 4 etapas correspondientes a las 4 letras de Havaiá :
iud : contracción [de la luz infinita de Dios en un punto>
hei : expansión [en la realidad oculta>
vav : extensión [de la realidad oculta a la revelada>
hei : expansión [en la realidad revelada>
Este poder Divino deriva de la sefirá de jojmá (cuya manifestación inicial es la creación misma), y está aludido en el verso: “ Havaiá con jojmá asentó la tierra” (Proverbios 3:19).
La primera manifestación del Nombre Havaiá en la creación está a nivel de tiferet , (que es llamada la “columna central”, que se elevo hasta keter y desciende a maljut ), se considera, en general, como un reflejo del “atributo de misericordia” de Dios. Mientras que en el primer relato de la Creación en la Torá aparece sólo el Nombre Elokim , cuando se relata por segunda vez, Havaiá precede a Elokim . Nuestros sabios interpretan este fenómeno como “en el principio, Dios intentó crear el mundo según el atributo de juicio estricto, pero vio que el mundo no iba a sobrevivir, por lo que le asoció el atributo de misericordia, que hizo preceder al de juicio”.
Havaiá = 26 = 2 veces 13 = ejad (“uno”). Así, cuando proclamamos “Oye Israel, Havaiá es nuestro Dios, Havaiá es Uno”, estamos expresando la absoluta unidad de Dios como la razón de 26 y 13, del “todo” con el “medio”, implicando que Dios (el todo) y Su creación (el medio) son esencialmente Uno.
En at - bash , el Nombre de Havaiá se transforma en mem , tzadik , pei , tzadik , que equivale a 300, la letra shin . 300 también equivale al “deletreo completo” superior del Nombre de Dios Elokim . Esta igualdad implica que “ Havaiá [la revelación supranatural> es [absolutamente uno con> Elokim [el orden natural>”.
En los Tefilín de la cabeza están inscriptas dos shins , una con tres cabezas y otra con cuatro. La shin de tres cabezas, que pertenece este mundo, representa al “deletreo completo” de Elokim , mientras que la shin de 4 cabezas, la shin del mundo por venir, representa la transformación at - bash de Havaiá .
En total, hay 27 maneras de deletrear en forma completa Havaiá (cada una de las letras hei , vav y hei poseen tres formas de escribirse [3 x 3 x 3 = 27>. Juntas suman 1521 = 39 al cuadrado (39 = 26 más 13 = Havaiá Ejad ). Los cuatro deletreos básicos que se explican en Cabalá = 72, 63, 45, 52, suman en conjunto 232, cuyo valor promedio es 232/4 = 58, jen , la “gracia” inspirada Divinamente.
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Messaggio 8 di 130 di questo argomento |
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Richard Sabino(kawil) Efraimi B'galut el 29/08/2010
Shalom uBraja Jacques
Tampoco soy semi-trinitario o bi-teista sino Unitario, porque solo en Yhvh se consigue la Yehidá.
Hay un problema con el cristianismo o mejor dicho con las denominaciones cristianas que es la trinidad.
En el cristianismo aún no entienden lo que significa Rúaj, y mientras no lo comprenden como el ALIENTO, seguirán metidos en su blasfemia trinitaría, porque es dificil hacer entender que Rúaj en la Biblia o Tanaj no sólo significa Espiritu, sino también Respiración, Aliento, Halito, y por supuesto Viento.
y no debemos confundir a YHVH Elohím (Dios), con el Adon Yehoshúa Barbelohím (hijo de Dios) que es el Mashíaj.
Y-HVH es Elohím y "no es hombre ni hijo de hombre" como dice el Tanaj (Biblia) en cambio el rabino Yehoshúa Ben-Yosef Ben-Miriam nacio, vivio, y murio como humano, pero por la Jésed del Poderoso lo devolvió a la vida, y cuya venida como hombre resucitado se espera en este tercer día para establecer el Reino Davidico, y hacer descender la Yerushalayim Celestial en Eretz.
La Biblia dice que Dios no es un hombre
La Biblia dice: “Dios no es un hombre” (Números 23:19)
“Porque soy Dios, no un hombre” (Oseas 11:9)
Jesús es nombrado como un hombre muchas veces en la Biblia:
“un hombre que os habla con la verdad” (Juan 8:40)
En Hechos 2:22 “Jesús el Nazareno, un hombre enviado por Dios con los milagros y maravillas y señales que Dios realizó a través de Él entre vosotros, así como sabéis”.
En Hechos 17:31 “Él juzgará al mundo con rectitud a través de un hombre, a quien Él ha designado”.
“…es un hombre, Cristo Jesús” (1 Tim. 2:5)
Dios no es un hombre; pero Jesús, a quien algunos llaman Dios, sí es un hombre. Por lo tanto, Jesús no es Dios.
1. La Biblia dice que Dios, no es hijo de los hombres:
“Dios no es un hombre, ni el hijo de un hombre” (Números 23:19).
2. La Biblia llama a Jesús “El hijo del hombre” o “un hijo del hombre”:
“Y fue el hijo del hombre…” (Mateo 12:40)
“porque el hijo del hombre viene” (Mateo 16:27)
“Hasta que vean al hijo del hombre llegar a su reino” (Mateo 16:28)
“Sabrán que el hijo del hombre tiene la autoridad” (Marcos 2:10)
“A causa del hijo del hombre” (Juan 5:27)
En las escrituras hebreas, las palabras “el hijo del hombre” son utilizadas para referirse a varias personas: (Job 25:6; Salmos 80:17, 144:3; Ezequiel 2:1; 2:3; 2:6; 2:8; 3:1; 3:3; 3:4; 3:10; 3:17; 3:25).
Dios no se contradiría a sí mismo afirmando que no es un hombre, para luego llamarse “hijo del hombre”, palabras que claramente se refieren a seres humanos y no a Dios. No es Dios el autor de esta confusión; de hecho, las palabras “hijo del hombre” son utilizadas con claridad para referirse a personas, incluyendo a Jesús, diferenciándolas evidentemente de Dios, quien no es un “hijo del hombre” según la Biblia.
La Biblia dice que Jesús negó ser Dios:
En Lucas 18:19, cuando un hombre llamó a Jesús ‘Dios’, él respondió: “¿quién dice que yo soy Dios?, Yo no soy Dios, nadie es Dios excepto Dios”
Y en Mateo 19:17 dice: “Y les dijo: ¿Por qué preguntáis quién es Dios? existe sólo un Dios, si deseáis acercaros a Él en esta vida, seguid sus órdenes”.
Jesús no le enseñaba a la gente que él era Dios, si Jesús hubiera dicho ser Dios, estaría diciendo que Dios es un hombre, y entonces se contradeciría. Jesús siempre negó ser Dios.
4. La Biblia dice que Dios es más grande que Jesús:
“Mi Padre es más grande que yo” (Juan 14:28)
“Mi Padre es más grande que todo” (Juan 14:29)
Jesús no podía ser Dios si afirmaba que Dios es más grande que él, la creencia cristiana de que ‘Padre e hijo’ son iguales es directamente opuesta a las palabras de Jesús.
5. Jesús nunca enseñó a sus discípulos que lo adoren a él, a su madre o al espíritu santo, sino que enseñó que debían adorar a Dios y sólo a Dios:
“y cuando oréis decid: Padre nuestro, que estás en los cielos” (Lucas 11:2)
“Ese día no me preguntaréis nada, le pediréis a mi Padre en mi nombre” (Juan 16:23)
“Y ha llegado la hora en que los verdaderos creyentes sólo adorarán a Dios, en su espíritu y con obras” (Juan 4:23)
Si Jesús hubiese sido Dios, hubiese enseñado que él debía ser adorado; en cambio, ordenó adorar sólo al Padre, quien está en los cielos.
La Biblia dice que Jesús oraba y adoraba sólo al verdadero y Único Dios:
“… y sepan todos ustedes, hay un único verdadero Dios, y Jesús Cristo ha sido enviado a ustedes por Él” (Juan 17:3)
Jesús rezó a Dios durante la noche:
“y él continuó rezándole a Dios toda la noche” (Lucas 6:12)
“Así como el hijo del hombre no llegó para ser servido, sino para servir” (Mateo 20:28)
¿Cómo Jesús no invocaría a Dios?
“él volvió su rostro al suelo y oró: ¡Oh, Padre mío!” (Mateo 26:39)
Pablo dijo:
“y durante su vida en la tierra, Jesús imploró a Dios llorando que lo salvara del suplicio y la muerte, y fue escuchado debido a su inmensa piedad” (Hebreos 5:7).
¿A quién le imploraría Jesús llorando? ¿A él mismo? ¿A quién le imploraba con lágrimas que lo salvara de la muerte? Ningún hombre, ni cuerdo ni loco, se implora y ora a sí mismo, evidentemente Jesús no se pedía a sí mismo, sino que le imploraba al Único y Verdadero Dios. El Dios al cual él servía, el Dios que lo envió. ¿No basta esto como prueba de que Jesús no era Dios?
El Sagrado Corán confirma que Jesús negó ser Dios y adoró al Único Dios:
“Ciertamente Dios es mi Señor y vuestro Señor, adoradlo sólo a Él.” (Corán 3:51)
http://www.islamreligion.com/es/articles/35/
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El 01/05/11 a las 06:05:22 |
190.230.189.89 |
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Messaggio 9 di 130 di questo argomento |
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Los Dioses
No obstante, sigue quedando un aspecto de la creencia en Dios que desafía toda lógica o razón, pero que se ha convertido en la piedra fundamental de la fe: la creencia de que Dios se hizo hombre. En el momento en que la creencia monoteísta original en Dios se degeneró y pasó a tener intermediarios entre los seres humanos y el Ser Supremo, ya sea para lograr conquistas humanas o actuar en nombre de Dios en el mundo, los intermediarios se convirtieron en objetos de adoración. Los intermediarios a menudo fueron concebidos como espíritus aparecidos en todas las manifestaciones de la naturaleza. En consecuencia, los seres humanos de tiempos primitivos han adorado a espíritus del bosque, los ríos, el cielo, la tierra, etc., hasta el día de hoy. En algunas ocasiones adoraban a la naturaleza, en otras adoraban símbolos que representaban la naturaleza. Los sistemas religiosos, que evolucionaron de esos tipos de creencias, tendían a estar localizados y permanecer esparcidos entre los distintos pueblos de todo el mundo hasta la actualidad. Tales creencias no convergían en un sólo sistema de creencias de impacto internacional, al menos en lo que consta en los registros de la historia humana.
Por otro lado, en ese punto en el que la creencia monoteísta se degeneró en la personificación del poder de Dios como entes intermediarios separados, representados por imágenes, los ídolos se convirtieron en un punto focal para adorar a Dios. Los poderes de Dios se convertían en dioses. Tales creencias han culminado, en tiempos antiguos y modernos, como religiones naturales de impacto internacional. Las antiguas religiones egipcias, griegas y romanas han desaparecido debido al dominio del Cristianismo sobre tales imperios. Sin embargo, la expresión india del Hinduismo sobrevivió, tanto a la colonización musulmana como a la cristiana, y permanece como la religión nacional de aproximadamente mil millones de personas en la India. El Cristianismo y el Islam, con la excepción de Bali en Indonesia, han suplantado su impacto internacional directo en la mayor parte del Lejano Oriente. Sin embargo, las distintas formas del Budismo, su vástago, se han convertido en la principal religión de cientos de millones en el Lejano Oriente. Las distintas formas del movimiento reformista hindú siguen esparciéndose hoy en occidente.
El hombre es Dios
Según el Hinduismo, el concepto básico es que todo es Dios. Básicamente, no hay distinción entre Dios y Su creación. En la filosofía hindú, todo ser vivo tiene un ser o alma llamado Atman. Normalmente se cree que el alma es en realidad Dios, llamado Brahmán. En consecuencia, la esencia de la creencia hindú es la idea de que Atman y Brahmán son lo mismo; en otras palabras, el alma humana es divina. Aún más, la sociedad humana está dividida en castas o clases, en la que cada una representa a los seres humanos que llegaron a la existencia desde distintas partes del ser divino, Brahmán. La casta superior, los Brahmanes, provienen de la cabeza de Dios; mientras que la casta inferior, los Sudras, provienen de los pies de Dios. Si bien oficialmente hay sólo cuatro castas principales, en realidad hay muchas sub-castas. Cada una de las castas principales se divide en miles de castas menores. Los hindúes creen que cuando una persona muere, se reencarna. El alma, Atman, de la persona muerta nunca muere, sino que continúa volviendo a nacer. Si las personas son buenas en la vida, volverán a nacer en una casta superior en su próxima vida. Por otro lado, si fueron malos en esta vida, volverán a nacer en una casta inferior, que es una de las razones por las cuales tantos hindúes se suicidan cada año. A diario los periódicos dan cuenta de incidentes con personas o familias enteras que se ahorcan de los ventiladores de techo de sus casas. En una edición reciente de un periódico local, un hindú se mató cuando la India perdió un juego de críquet frente a Sri Lanka. Cuando el sistema de creencia de una persona se basa en la reencarnación, el suicido se convierte en un camino fácil para evadir las dificultades de la vida.
Cuando una persona llega a la casta superior, los Brahmanes, después de varias reencarnaciones, termina el ciclo de nacimientos y se reúne con Brahmán. Este proceso de reunificación se llama Moksha, mientras que en el Budismo es llamado Nirvana[1>. El Atman se reúne nuevamente con Brahmán. Así, el hombre se vuelve Dios.
Dios se convierte en Sus Criaturas
En la creencia hindú, los atributos de Brahmán se manifiestan en forma de distintos dioses. El atributo de la creación se convierte en el dios creador, Brahma; el atributo de la conservación se convierte en el dios conservador, Vishnu; y el atributo de la destrucción se convierte en el dios destructor, Siva. El más popular de los tres, Vishnu, se encarna en los seres humanos en distintos puntos de la vida. Esta encarnación es conocida en sánscrito como avatar, que significa “descenso”. La misma representa el descenso de Dios al mundo humano, convirtiéndose en ser humano o en alguna de las criaturas de este mundo. Principalmente, el término avatar se refiere a las diez apariciones principales del dios Vishnu. Una de ellas es Matsya, la encarnación de Dios como pez; Kurma, en forma de tortuga; Varaha, en forma de jabalí; Narasimha, como mitad hombre mitad león; Vamana, como enano; y quizás la más común de todas, Rama, la encarnación humana. Rama es el héroe de la épica, Ramayana, sobre la cual se hacen películas muy populares en la India. El otro dios popular es Krishna, la otra encarnación de Vishnu como ser humano. Su épica es la Mahabharata , que describe el descenso de los dioses en formas humanas para salvar a la diosa Tierra, oprimida por los demonios, agobiada por la superpoblación y en peligro de disolución[2>. Existen diversas variaciones de esta creencia con respecto a la cantidad de encarnaciones que existen y sobre las distintas formas animales que adoptan, pero en general siguen esas manifestaciones. En consecuencia, en el Hinduismo, la fe de una quinta parte de la humanidad, el hombre es Dios o parte de Dios. La diferencia entre el Creador y Su creación es sólo superficial.
El budismo popular comparte el concepto hindú de la encarnación con sus propias modificaciones. Ellos consideran que todo ser consciente posee la “naturaleza de Buda” y, por lo tanto, es capaz de convertirse en Buda. Buda, en las antiguas enseñanzas[3>, era un verdadero maestro humano que vivió y enseñó. Sin embargo, en el budismo Mahayana, la idea del Buda “eterno”, personificando la verdad absoluta, fue cambiando, y Buda fue elevado al estatus de Dios. Para revelar su mensaje a la humanidad, este Buda eterno se manifiesta de tiempo en tiempo como un Buda terrenal para vivir y trabajar entre los seres humanos. Por lo tanto, Siddhartha Gautama, fundador del Budismo, fue sólo una de las apariciones terrenales, una aparición fantasmagórica creada por el Buda eterno[4>. El budismo incorporó los elementos del sistema indio de los dioses y el cielo, y respondió a la popularidad del hinduismo Bhakti, la devoción personal a las deidades salvadoras. La naturaleza Absoluta o naturaleza de Buda fue vista por algunos como poseedora de atributos que se manifiestan como Budas y bodhisattvas[5> eternos, que existieron en reinos espirituales y ofrecían sus méritos, protección y ayuda para lograr la iluminación de sus seguidores y devotos.
Los principales entre los bodhisattvas eternos eran Avalokitesvara, personificación de la compasión, y Manyusri, personificación de la sabiduría. Entre los Budas eternos estaban Aksobhya (el Imperturbable), Amitabha (Luz eterna) y Amitayus (Vida eterna).
Dios se convierte en un hombre
La creencia cristiana en la encarnación de Dios tiene sus orígenes en las creencias de los antiguos griegos. Los diversos términos utilizados para describir a Dios convertido en hombre se encuentran en el Evangelio de Juan 1:1 y 1:14, “En el principio era el Verbo (logos), y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. Juan continúa diciendo: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad…” (RVR 1995). Si bien el término griego logos se traduce como “palabra” (o “verbo”), no existe un equivalente exacto en nuestro idioma. Su importancia radica en su uso como vocablo técnico en el pensamiento metafísico griego desde el siglo VI a.C. hasta el siglo III de la era cristiana, y en su apropiación por parte de pensadores judíos y cristianos. Primero apareció en las expresiones de Heráclito (540-480 a.C.) como el principio motivador del universo, pero para la época de Aristóteles fue suplantado por el poder inmaterial nous y convertido en poder material. Logos reapareció en el sistema de los Estoicos, quienes denominaron a su principio de teología tanto logos como Dios. Filón (fallecido en el año 50 de nuestra era), filósofo judío alejandrino, identificó la palabra creativa del Antiguo Testamento con el logos de los Estoicos. El logos pasó a ser un principio trascendente, como el medio a través del cual Dios se expresa en el mundo. Pero logos también tenía una función redentora; era el medio hacia una naturaleza espiritual más elevada. En el Evangelio de Juan, el logos es creador y redentor a la vez; el segundo aspecto recibe un mayor énfasis en relación al primero[1>.
Esta creencia exigía una razón, para la cual se inventó el concepto del pecado original y del divino sacrificio. Se decía que, debido al pecado de Adán, que se acumuló a través de las generaciones hasta que fue tan grande que no habría sacrificio humano que pudiera eliminarlo, era necesario un sacrificio divino. En consecuencia, Dios tuvo un hijo humano, que era Dios mismo encarnado. Más tarde, el hijo de Dios murió en una cruz como sacrificio a Dios para toda la humanidad. El hijo, que es Dios mismo, resucitó luego y hoy se sienta a la derecha del trono de Dios, esperando para juzgar a la humanidad cuando llegue el fin del mundo. Por eso para los cristianos, una quinta parte de la humanidad, Dios se convirtió en hombre en un solo momento de la historia de este mundo, y creer en Su encarnación es esencial para la salvación.
Los hombres se convierten en Dios
Desde la perspectiva de la humanidad de Jesús, la creencia cristiana de que él es Dios puede ser percibida como la simple elevación de un ser humano a un estatus divino. Sin embargo, existe otro conjunto de creencias entre algunos seguidores del Islam que, al igual que el hinduismo y el budismo, ofrecen a los seres humanos la oportunidad de convertirse en Dios.
El origen de esas creencias puede encontrarse en el misticismo, cuyas raíces se hallan en las antiguas religiones misteriosas griegas. El misticismo se define como una experiencia de unión con Dios, y la creencia de que el principal objetivo del hombre en la vida está en buscar esa unión. El filósofo griego Platón propuso este concepto en sus escritos, especialmente en su Simposio. En él describe cómo el alma humana puede ascender espiritualmente, hasta que finalmente se hace uno con Dios nuevamente[2>. La base de esta creencia es la enseñanza de que los seres humanos son, de hecho, partes de Dios que han quedado atrapadas en este mundo material. El cuerpo físico recubre el alma humana. Consecuentemente el alma, en su opinión, es divina. La parte de Dios que está atrapada en este mundo debe liberarse del mundo material y reunirse con Dios.
Entre los musulmanes surgió una secta que promovió la misma idea. Sus seguidores son llamados tradicionalmente “Sufis”, y su sistema de creencias es llamado “Sufismo”. Este término se traduce habitualmente como “misticismo” o “misticismo islámico”. Se basa en el mismo concepto que el de la mística griega – que dice que el alma humana es divina y que la manera en que se reúne con Dios es a través de ciertos ejercicios espirituales. Diversos grupos de Sufis evolucionaron hacia cultos llamados “Tariqahs” (caminos). Cada culto recibía el nombre de su fundador real o supuesto, y cada uno tenía sus propios ejercicios espirituales, los cuales sus miembros cumplían estrictamente. La mayoría enseñaba que después de que los seguidores llevaran a cabo los ejercicios espirituales, emocionales y físicos prescritos, se unificarían con Dios. Esta unión recibió el nombre árabe de fanaa, que significa “disolución”[3> o wusuul, que significa “llegada”. El concepto de “unidad con Dios” fue rechazado por los estudiosos musulmanes tradicionales, pero aceptado por algunas masas. En el siglo X, un devoto Sufi, Al-Hallaaj (858-922), anunció públicamente que él era Dios, y escribió poemas y un libro llamado Kitaab at-Tawasin con ese fin. En él escribió: “Si no reconoces a Dios, al menos reconoce Su signo; soy la única verdad absoluta porque a través de la verdad soy la verdad eterna. Mis amigos y maestros son Iblís[4> y el Faraón. Iblís fue amenazado con el Infierno, porque no admitía que hubiera nada entre él y Dios, y aunque me maten y crucifiquen, y me corten las manos y los pies, no me retractaré”[5>.
Ibn ‘Arabi (fallecido en 1240) llevó el concepto de unidad con Dios un paso más allá, afirmando que sólo existe Dios. En una de sus obras escribió lo siguiente: “Gloria a Él, quien hizo aparecer todas las cosas, a la vez que constituye su esencia”[6>. Y en otro libro escribió: “Él es la esencia de todo lo que aparece, y Él es la esencia de lo que está oculto cuando Él aparece. Quien Lo ve es sólo Él y nadie se oculta de Él porque Él aparece ante Él mismo, a la vez que está oculto”[7>. Ese concepto es llamado Wahdatul-wuyud (unidad de la existencia) y se hizo muy popular entre los Sufis en todo el mundo musulmán.
¿Por qué?
¿Qué fue lo que llevó a la gente a creer que Dios se hizo hombre o que Dios y el hombre eran uno solo? La razón fundamental era la incapacidad que esta gente tenía para entender o aceptar el concepto de que Dios creó este mundo a partir de la nada. Ellos percibían a Dios como a ellos mismos, creando cosas a partir de lo que ya existe. Los humanos crean cosas manipulando lo que ya existe y modificando su estado, su forma y su apariencia, para darles distintas funciones. Por ejemplo, una mesa de madera fue alguna vez un árbol en el bosque, y sus clavos y tornillos alguna vez fueron vetas de hierro en las rocas subterráneas. Los humanos cortaron el árbol y le dieron forma de mesa; extrajeron el hierro, lo fundieron, y le dieron la forma a las piezas que componen la mesa. Luego unieron todas las partes para así crear la mesa con sus distintos usos. De igual manera, las sillas plásticas en las que nos sentamos alguna vez fueron petróleo líquido, almacenado en las entrañas de la tierra. Es imposible imaginarnos sentados sobre petróleo de la misma manera que nos sentamos sobre una silla. Sin embargo, gracias a la capacidad humana de manipular los componentes del petróleo, se produce el plástico y se fabrican las sillas para que los humanos se sienten en ellas. Esa es la esencia de la actividad humana; los humanos simplemente modifican y transforman lo que ya existe. No crean los árboles ni producen el petróleo. Cuando hablan de producción de petróleo, en realidad se está hablando de extracción. El petróleo fue creado a través de millones de años de procesos geológicos; luego los humanos lo extrajeron de la tierra y lo refinaron. Tampoco crearon los árboles. Aún si los hubieran plantado, no crearon las semillas originales.
En consecuencia, los humanos, en su ignorancia de Dios, a menudo conciben a Dios como un ser igual a ellos. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento dice lo siguiente: “Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. Para los hindúes, Purusa es el Dios creador, Brahma, en su forma humana; y tal como los humanos crean manipulando el mundo existente que los rodea, el dios creador debe hacer lo mismo.
Según la filosofía Hindú, Purusa es un retoño gigante de Brahma, con mil cabezas y mil ojos. De él surgió Viraay, su contraparte femenina y compañera en el proceso de creación. Purusa es también la ofrenda de sacrificio (vv. 6-10), y de su cuerpo desmembrado surgieron las cuatro castas sociales tradicionales (varnas)[8>. El himno de Purusa sostiene que los Brahmanes eran la boca de Purusa; los Ksatriyas (nobles), sus brazos; los Vaishyas, sus muslos; y los Shudras, sus pies[9>. La incapacidad de los hindúes de concebir a Dios como creador de este mundo a partir de la nada, los llevó al concepto de que Dios creó al mundo a partir de sí mismo, y a su pueblo a partir de las distintas partes de Su cuerpo.
La capacidad humana de entender las ideas y conceptos es limitada. Los seres humanos no pueden captar ni entender lo infinito. La creencia que Dios le enseñó a Adán, era que Dios creó este mundo a partir de la nada. Cuando Él quería que algo existiese, simplemente lo decía y Su orden hacía que existieran aquellas cosas que antes no existían. Este mundo y su contenido no fueron creados a partir de Dios mismo. De hecho, el concepto de Dios como creador del mundo a partir de Sí mismo, reduce a Dios al nivel de sus criaturas, quienes simplemente crean algo a partir de otra cosa ya existente. Aquellos que sostenían y siguen sosteniendo esa creencia, son incapaces de captar el carácter único de Dios. Él es Único y no existe nada como Él. Si Él hubiera creado el mundo a partir de Sí mismo, sería como Sus criaturas.
Footnotes:
[1> Ver Dictionary of Philosophy and Religion, p.314.
[2> Ver Colliers Encyclopedia, vol.17, p.114.
[3> Ver Ihyaa ‘Ulum ad-Din, vol. 4, p. 212.
[4> Nombre propio de Satán según el credo musulmán.
[5> Ver Idea of Personality, p. 32.
[6> Ver Al-Futuhaat al-Makkiyyah, vol. 2, p. 604
[7> Ver Fusus al-Hikam, vol. 1, p. 77.
[8> Ver Dictionary of World Religions, p. 587
[9> Ver The New Encyclopedia Britannica, vol. 20, p. 552.
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Dios se convierte en un hombre
La creencia cristiana en la encarnación de Dios tiene sus orígenes en las creencias de los antiguos griegos. Los diversos términos utilizados para describir a Dios convertido en hombre se encuentran en el Evangelio de Juan 1:1 y 1:14, “En el principio era el Verbo (logos), y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. Juan continúa diciendo: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad…” (RVR 1995). Si bien el término griego logos se traduce como “palabra” (o “verbo”), no existe un equivalente exacto en nuestro idioma. Su importancia radica en su uso como vocablo técnico en el pensamiento metafísico griego desde el siglo VI a.C. hasta el siglo III de la era cristiana, y en su apropiación por parte de pensadores judíos y cristianos. Primero apareció en las expresiones de Heráclito (540-480 a.C.) como el principio motivador del universo, pero para la época de Aristóteles fue suplantado por el poder inmaterial nous y convertido en poder material. Logos reapareció en el sistema de los Estoicos, quienes denominaron a su principio de teología tanto logos como Dios. Filón (fallecido en el año 50 de nuestra era), filósofo judío alejandrino, identificó la palabra creativa del Antiguo Testamento con el logos de los Estoicos. El logos pasó a ser un principio trascendente, como el medio a través del cual Dios se expresa en el mundo. Pero logos también tenía una función redentora; era el medio hacia una naturaleza espiritual más elevada. En el Evangelio de Juan, el logos es creador y redentor a la vez; el segundo aspecto recibe un mayor énfasis en relación al primero[1>.
Esta creencia exigía una razón, para la cual se inventó el concepto del pecado original y del divino sacrificio. Se decía que, debido al pecado de Adán, que se acumuló a través de las generaciones hasta que fue tan grande que no habría sacrificio humano que pudiera eliminarlo, era necesario un sacrificio divino. En consecuencia, Dios tuvo un hijo humano, que era Dios mismo encarnado. Más tarde, el hijo de Dios murió en una cruz como sacrificio a Dios para toda la humanidad. El hijo, que es Dios mismo, resucitó luego y hoy se sienta a la derecha del trono de Dios, esperando para juzgar a la humanidad cuando llegue el fin del mundo. Por eso para los cristianos, una quinta parte de la humanidad, Dios se convirtió en hombre en un solo momento de la historia de este mundo, y creer en Su encarnación es esencial para la salvación.
Los hombres se convierten en Dios
Desde la perspectiva de la humanidad de Jesús, la creencia cristiana de que él es Dios puede ser percibida como la simple elevación de un ser humano a un estatus divino. Sin embargo, existe otro conjunto de creencias entre algunos seguidores del Islam que, al igual que el hinduismo y el budismo, ofrecen a los seres humanos la oportunidad de convertirse en Dios.
El origen de esas creencias puede encontrarse en el misticismo, cuyas raíces se hallan en las antiguas religiones misteriosas griegas. El misticismo se define como una experiencia de unión con Dios, y la creencia de que el principal objetivo del hombre en la vida está en buscar esa unión. El filósofo griego Platón propuso este concepto en sus escritos, especialmente en su Simposio. En él describe cómo el alma humana puede ascender espiritualmente, hasta que finalmente se hace uno con Dios nuevamente[2>. La base de esta creencia es la enseñanza de que los seres humanos son, de hecho, partes de Dios que han quedado atrapadas en este mundo material. El cuerpo físico recubre el alma humana. Consecuentemente el alma, en su opinión, es divina. La parte de Dios que está atrapada en este mundo debe liberarse del mundo material y reunirse con Dios.
Entre los musulmanes surgió una secta que promovió la misma idea. Sus seguidores son llamados tradicionalmente “Sufis”, y su sistema de creencias es llamado “Sufismo”. Este término se traduce habitualmente como “misticismo” o “misticismo islámico”. Se basa en el mismo concepto que el de la mística griega – que dice que el alma humana es divina y que la manera en que se reúne con Dios es a través de ciertos ejercicios espirituales. Diversos grupos de Sufis evolucionaron hacia cultos llamados “Tariqahs” (caminos). Cada culto recibía el nombre de su fundador real o supuesto, y cada uno tenía sus propios ejercicios espirituales, los cuales sus miembros cumplían estrictamente. La mayoría enseñaba que después de que los seguidores llevaran a cabo los ejercicios espirituales, emocionales y físicos prescritos, se unificarían con Dios. Esta unión recibió el nombre árabe de fanaa, que significa “disolución”[3> o wusuul, que significa “llegada”. El concepto de “unidad con Dios” fue rechazado por los estudiosos musulmanes tradicionales, pero aceptado por algunas masas. En el siglo X, un devoto Sufi, Al-Hallaaj (858-922), anunció públicamente que él era Dios, y escribió poemas y un libro llamado Kitaab at-Tawasin con ese fin. En él escribió: “Si no reconoces a Dios, al menos reconoce Su signo; soy la única verdad absoluta porque a través de la verdad soy la verdad eterna. Mis amigos y maestros son Iblís[4> y el Faraón. Iblís fue amenazado con el Infierno, porque no admitía que hubiera nada entre él y Dios, y aunque me maten y crucifiquen, y me corten las manos y los pies, no me retractaré”[5>.
Ibn ‘Arabi (fallecido en 1240) llevó el concepto de unidad con Dios un paso más allá, afirmando que sólo existe Dios. En una de sus obras escribió lo siguiente: “Gloria a Él, quien hizo aparecer todas las cosas, a la vez que constituye su esencia”[6>. Y en otro libro escribió: “Él es la esencia de todo lo que aparece, y Él es la esencia de lo que está oculto cuando Él aparece. Quien Lo ve es sólo Él y nadie se oculta de Él porque Él aparece ante Él mismo, a la vez que está oculto”[7>. Ese concepto es llamado Wahdatul-wuyud (unidad de la existencia) y se hizo muy popular entre los Sufis en todo el mundo musulmán.
¿Por qué?
¿Qué fue lo que llevó a la gente a creer que Dios se hizo hombre o que Dios y el hombre eran uno solo? La razón fundamental era la incapacidad que esta gente tenía para entender o aceptar el concepto de que Dios creó este mundo a partir de la nada. Ellos percibían a Dios como a ellos mismos, creando cosas a partir de lo que ya existe. Los humanos crean cosas manipulando lo que ya existe y modificando su estado, su forma y su apariencia, para darles distintas funciones. Por ejemplo, una mesa de madera fue alguna vez un árbol en el bosque, y sus clavos y tornillos alguna vez fueron vetas de hierro en las rocas subterráneas. Los humanos cortaron el árbol y le dieron forma de mesa; extrajeron el hierro, lo fundieron, y le dieron la forma a las piezas que componen la mesa. Luego unieron todas las partes para así crear la mesa con sus distintos usos. De igual manera, las sillas plásticas en las que nos sentamos alguna vez fueron petróleo líquido, almacenado en las entrañas de la tierra. Es imposible imaginarnos sentados sobre petróleo de la misma manera que nos sentamos sobre una silla. Sin embargo, gracias a la capacidad humana de manipular los componentes del petróleo, se produce el plástico y se fabrican las sillas para que los humanos se sienten en ellas. Esa es la esencia de la actividad humana; los humanos simplemente modifican y transforman lo que ya existe. No crean los árboles ni producen el petróleo. Cuando hablan de producción de petróleo, en realidad se está hablando de extracción. El petróleo fue creado a través de millones de años de procesos geológicos; luego los humanos lo extrajeron de la tierra y lo refinaron. Tampoco crearon los árboles. Aún si los hubieran plantado, no crearon las semillas originales.
En consecuencia, los humanos, en su ignorancia de Dios, a menudo conciben a Dios como un ser igual a ellos. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento dice lo siguiente: “Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. Para los hindúes, Purusa es el Dios creador, Brahma, en su forma humana; y tal como los humanos crean manipulando el mundo existente que los rodea, el dios creador debe hacer lo mismo.
Según la filosofía Hindú, Purusa es un retoño gigante de Brahma, con mil cabezas y mil ojos. De él surgió Viraay, su contraparte femenina y compañera en el proceso de creación. Purusa es también la ofrenda de sacrificio (vv. 6-10), y de su cuerpo desmembrado surgieron las cuatro castas sociales tradicionales (varnas)[8>. El himno de Purusa sostiene que los Brahmanes eran la boca de Purusa; los Ksatriyas (nobles), sus brazos; los Vaishyas, sus muslos; y los Shudras, sus pies[9>. La incapacidad de los hindúes de concebir a Dios como creador de este mundo a partir de la nada, los llevó al concepto de que Dios creó al mundo a partir de sí mismo, y a su pueblo a partir de las distintas partes de Su cuerpo.
La capacidad humana de entender las ideas y conceptos es limitada. Los seres humanos no pueden captar ni entender lo infinito. La creencia que Dios le enseñó a Adán, era que Dios creó este mundo a partir de la nada. Cuando Él quería que algo existiese, simplemente lo decía y Su orden hacía que existieran aquellas cosas que antes no existían. Este mundo y su contenido no fueron creados a partir de Dios mismo. De hecho, el concepto de Dios como creador del mundo a partir de Sí mismo, reduce a Dios al nivel de sus criaturas, quienes simplemente crean algo a partir de otra cosa ya existente. Aquellos que sostenían y siguen sosteniendo esa creencia, son incapaces de captar el carácter único de Dios. Él es Único y no existe nada como Él. Si Él hubiera creado el mundo a partir de Sí mismo, sería como Sus criaturas.
Footnotes:
[1> Ver Dictionary of Philosophy and Religion, p.314.
[2> Ver Colliers Encyclopedia, vol.17, p.114.
[3> Ver Ihyaa ‘Ulum ad-Din, vol. 4, p. 212.
[4> Nombre propio de Satán según el credo musulmán.
[5> Ver Idea of Personality, p. 32.
[6> Ver Al-Futuhaat al-Makkiyyah, vol. 2, p. 604
[7> Ver Fusus al-Hikam, vol. 1, p. 77.
[8> Ver Dictionary of World Religions, p. 587
[9> Ver The New Encyclopedia Britannica, vol. 20, p. 552.
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