sábado 19 de septiembre de 2009
by DraCaroline
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Saúl
crecio sintiéndose que en su casa nadie lo queria. "Nuestra casa solía
ser una casa muy fría" me lo comentó en la primera sesión. "Mi madre no
quería pasar tiempo conmigo. Me decía que le recordaba a mi padre - que
era tan terco como él." Ella me miraba con desdén como si quisiera
decir "Eres tan miserable, que no quiero estar alrededor tuyo".
Sus
memorias tempranas le recordaban pegando gritos a todo pulmón desde su
cunita para que lo atendieran. Siempre se sintió que algo andaba mal
con él y que necesitaba un castigo.
(Esto es más frecuente de lo
que se imaginan, muchos hemos pasado por este trance y duele muchísimo,
así que un abrazito a todos y todas las que han pasado por este
doloroso proceso)
sigamos...
Su padre era muy estricto en
la disciplina, y Saúl siempre parecía tener problemas con él. A menudo
avergonzaba a Saúl porque no cumplía con sus expectativas. "DraCaroline
trataba de ser perfecto para no decepcionar a mi padre y así no ser
castigado, pero no importaba que tan duro trataba nunca llene su marca".
Saúl
se orinaba en su cama hasta la edad de 10 años y se sentía muy
avergonzado por esto. Su madre se quejaba de que tenía que lavar sus
mantas. Eventualmente Saúl empezó a verse igual con los ojos que sus
padres le veían como un chico malo. "Como era yo, era inaceptable".
Su madre fue tanto física como verbalmente abusiva, especialmente cuando su padre se fué de la casa y se divorcio. "Ella me decía que era un perdedor. Cuando mi padre se fué era obvio que ella no quería nada que ver conmigo."
La última vez que su madre le golpeó, se escapó de su casa y nunca
regresó. Tenía tan solo 15 añitos. Se mudo con unos amigos mayores que
él.
"Siempre me sentí que
estaba bajo el escrutinio de mis padres en casa. Con mis amigos por
primera vez en mi vida me sentí libre. No necesitaba un padre o una
madre -decidí criarme yo mismo".
Y eso fué lo que hizo.
Fué muy duro con él mismo. Él paso bien sus últimos años en la
preparatoria y después se inscribió en la universidad, se pagó sus
estudios trabajando en una tiendita como empacador. Saúl construyo una
fortaleza alrededor de él para que nadie más le hiciera daño.
Cuando vino a mi oficina Saúl no podía ni llorar, aún cuando su mujer le amenazó con abandonarlo. "No puedo creer como mi esposa se pudo casar conmigo en primer lugar, yo no soy tan bueno", me dijo en nuestra primera sesión.
La
triste verdad era que Saúl había alejado a su esposa de él, porque
tenía tanto miedo de perderla y estaba tan convencido que no merecia
estar con ella.
Dios me los cuide y proteja, pueden enviar sus consultas a dracaroline@dracaroline.com que con cariño las leeré y responderé.
DraCaroline
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