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FORO ANOREXIA BULIMIA: La vida después de un desorden alimenticio
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De: LaDraCaroline  (Mensaje original) Enviado: 01/11/2009 18:19

LA VIDA DESPUES DE UN DESORDEN ALIMENTICIO

viernes 4 de septiembre de 2009 by DraCaroline - Leave a comment

Hoy voy a hablar de algo que poco se habla "Qué paso con las personas que se "recuperan" de un desorden alimenticio". Pues sí, piensan que porque ya una gano peso y se ve normal ya está bien, pues no, es un camino sumamente difícil(toma años o la misma vida luchando con esta voz infernal aún cuando se tenga un peso ideal), con mucha ansiedad y depresiòn, con alegrías y tristezas como a todo mundo le sucede, pero se tiene la carga de vivir con una vocesita que se llama anorexia y con las sensaciones internas que eso implica; el coraje y el esfuerzo que conlleva ignorar y luchar contra esta voz suicida es digna de héroes. La gente piensa que uno padece de anorexia o bulimia para rebajar o mantenerse tipo barbie, pero noooooooo. Están muy lejos de eso...es una herramienta como estilo muleta, que sirve para regular los moods (ansiedad, depresión, aburrimiento, vaciedad). Generalmente la persona sufre de mucha ansiedad y depresión y eso como que ayuda a tener algo de control en la vida. Un control "ilusorio" porque es una carretera que a donde te lleva es al mismo infierno.

¿Sufrir? Aún cuando la paciente sufra una niñez desgarradora, muchas otras han vivido infancias muy lindas y por eso mismo todo viene a partir de una anormalidad del cerebro....¿el ambiente fue el disparador? ¿los pensamientos fueron el disparador? NO TODOS PADECEN DE BULIMIA O ANOREXIA Y HAN TENIDO INFANCIAS DESGARRADORAS..por eso pienso que tanto el ambiente, la vulnerabilidad del cerebro de la persona, la personalidad, el no tener metas fijas, un yo fuerte, debilidad ante los pensamientos negativos, esa voz pienso que viene con nosotras desde que nacemos unas somos más sensibles a esa voz, mientras otras la oyen allá en lo lejos.

¿Qué sucede con todas y todos aquellos que "se han recuperado" de los ED?



Los desordenes alimenticios sabotean la identidad. Esto, a su vez, puede sabotear la recuperación, como los terapeutas pueden darse cuenta cuando a los pacientes se trata con solo medicación. Aún cuando los antidepresivos pueden ser efectivos en detener las comilonas y los purgantes, muchas bulímicas dejarán la medicación después de unas pocas semanas, con el fin de "regresar" al desorden alimenticio. "Para estos pacientes su enfermedad había sido parte de su vida, su identidad, y les ayudaba en crear un sentido de balance emocional. Racionalmente, querían deshacerse de la enfermedad; pero emocionalmente, la extrañaban, como si hubieran perdido a un amigo muy querido".

La salud de acuerdo a la lógica anoréxica, iguala a la pérdida de estatus, de ser especial, pero tal vez lo más importante a la claridad.


Pienso que para realmente recuperarse de un desorden alimenticio una mujer tiene que perder su concepción de quién pensó que era ella o debería ser...tiene ella que renunciar a sus esfuerzos de construir un yo y en su lugar deberá dejar como lo que ella es".



Los investigadores a menudo dicen que la genética carga el "arma" de los desordenes alimenticios, y el ambiente "hala el gatillo". Las historias de anorexia y bulimia que yo he escuchado, me convencen que esta metáfora necesita un pequeño ajuste. Me parece que la genética crea el arma, y el ambiente cultura y familiar lo carga, pero lo que hala el gatillo es experimentar la insostenible emoción. De estos tres elementos la experiencia de la emoción es la que más determina de inmediato nuestro sentido de normalidad. Es también la fuerza en la cual tenemos mayor control -muy duro de integrar esto para el o la que está atrapada en las garras de un desorden alimenticio.



Soledad, miedo, culpabilidad y vergüenza estaban entrelazadas en el recuerdo de la anorexia de María. Se acuerda que cuando tenía 14 años empezó a hacer dieta. También fué el primer año que recuerda que se sintió deprimida y crucialmente el primer año que ella entendió que ella y su idéntica melliza Danny, eran dos personas diferentes. "Me dí cuenta que Danny estaba más cómoda en su cuerpo que yo".

¿Qué fué lo que te hizo pensar eso? le pregunté.

"Veía como los muchachos la flirteaban".



Había un dejo de mucha trizteza en la voz de María. Aún a los 50 años de edad, parecia, ella igualaba como Danny se sentía en su cuerpo con como los hombres miraban el cuerpo de Danny.

Me estoy acordando una frase de Jean-Paul Sartre en su análisis de percepción: "A través de como otro me ve vivo yo en medio de este mundo". Pero como hermana gemela, María tomaba un paso más adelante. "Danny siempre había sido más tranquila con ella misma, pero a causa de que yo la miraba como igual que yo como una sola persona- si ella tenía ese nivel de comodidad, yo no podría".

La propia experiencia de María con los hombres parecía confirmar esta división. "En el primer año de la universidad encontre a mi novio en la cama con otra mujer. Entonces descubrí que dos muchachos con los cuáles había salido antes en preparatoria habían tenido relaciones sexuales con otras personas mientras andaban conmigo. Mientras tanto, yo era aún virgen. Me recuerdo pensando, no les gusto a ellos de esta manera. No era lo suficiente madura para retarlos. En su lugar, perdí 20 libras. Si los hombre nunca se van a fijar en mi, entonces habría sido obvio porque ellos no lo hacían. No tuve ninguna cita después de ese primer año. Anorexia era todo sobre rechazo. Y separación. Y control".

Me hace recordar un comentario que Lina hizo 30 años en el jardín de la preparatoria: Primero, admite lo que quieres. "Por qué control," le pregunté a Maria, "Pero no poder?"

"Oh , eso era inalcanzable!" ella hizo una pausa. María hoy es una feminista activa y aboga por los derechos de las mujeres. Aún así ella admite, "El poder me da mucho miedo. Ser una mujer con poder me asusta. Ser controlada te desarma --diminutivo y débil y seguro. Hay un sindrome de Cenicienta que está laborando. Tu sabes ¿Si sólo supieran ellos? Estoy engañando a todos. Eso es opuesta al poder. Socaba el poder de uno".


"Así qué fue lo que te hizo darte cuenta finalmente de eso? le pregunté


"Bueno, mi primer despertar fue mi marido, Enrique. Una vez que el empezó a llamarme por mi propio nombre, eso es". Ella rió. La primera palabra de Enrique a ella fue ¿"Danny"? La ocasión fue en la fiesta del compromisa de Danny, y Enrique era amigo de su prometido. "No era una noche fácil para mi de ninguna manera", recuerda María. "Eso me hizo sentir tan furiosa, fue como una explosión". Enrique trataba de enmendar su error invitando a María a bailar. Después unos días más tarde la invitó a jugar tennis. Ellos se fueron a acampar y discutieron sobre los Griegos y las galaxias y Thomas Edison. Repentinamente, a los 28 años, María se sintió profundamente conectada con alguien que no fuera ni su hermana gemela ni su padre. Enrique la ayudó a verse a si misma desde el punto de vista por completo. Se sentía auténtica. Se sentía real y completa.


Esa visión adquirió una mayor dimensión a medida que María empezó a verse a través de los ojos de los colegas y estudiantes en la comunidad de la universidad donde ella enseñaba historia del arte, y eventualmente, a través de sus dos hijos. Pero aún hoy, esa vieja percepción puede aún abrirse, especialmente alrededor del tema de sexualidad. "Me pusé un vestido unas noches atrás, más reveladora que la mayoría de mi ropa, y mis hijas me dijeron "Mamá, eso es grandioso. Te ves tan sexy!" Pero, tu sabes, tuve que resistir el impulso de ir a mi cuarto y cambiarme por otra cosa. Yo quiero sentirme sexy, y lo hago con mi esposo, pero no en otra parte".


Ella pauso. "Aún en el presente un detalle pequeño como ese me pone loca y me tienta a sabotear todo lo que ya he ganado."




Dios me los bendiga, sigan enviando sus consultas a dracaroline@dracaroline.com que con cariño y respeto orientare

DraCaroline



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