Además de lo que estaba pasando, mi hermana se había ido prófuga con algunas de mis inversiones de propiedades. Se sabe que ella había ido con todos mis inquilinos (aproximadamente el 75% ocupaban los departamentos en ese momento) la mañana de mi cirugía y todos los inquilinos le entregaron los cheques correspondientes a ese mes para que ella pudiera cambiarlos en efectivo en el hospital y pudiera dármelos. Ella también tenia el 25% de mis departamentos rentados a su nombre, diciéndome que estaban vacíos mientras yo estaba fuera del país. Ahora que me encontraba de regreso ella (ellos) estaban desesperados. Mi hermano había hecho todo por defenderla. Aquí había algo que no estaba bien pero necesitabamos la ayuda de mi hermano asi que decidimos no escarbar más profundo. Las cosas solo olían muy mal. Obviamente mi hermano estaba involucrado en este esquema. Pero no podía concentrarme en esto por ahora. El tren de carga apenas estaba viniendo.

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Encontré otra manera. Una noche solo colapsé. No podía morirme de esta manera. No quería morir. Las cosas no estaba poniendose bien. Estaba enamorado. Me vine a mi cuarto, me hinqué y empecé a orar a Dios. No lo había hecho en más de 25 años. Le rogué a El Señor que me orientara. Que me concediera paz. Que me sanara. Necesitaba un milagro.

Empecé a buscar y orar por el milagro. Parecía que nada podría ayudarme. Estaba enfréntandome a un 1% de oportunidad para vivir. No había opción. Le pedí constantemente que me ayudara, me guiara, me diera sabiduría y conocimiento. El Señor empezó a trabajar conmigo. De diferentes maneras. Intuitivamente lo sabía. ¿Cómo podría vencer ese obstáculo del 1%?

Yo sentía que cosas estaban pasando en mi vida, sabía que era El Espíritu Santo estaba trabajando. Jennie, mis amigos, mi compañía, seguro, ninguna preocupación financiera ya que la compañía nos estaba ayudando. Tenía la intuición que tenía que ir con Burzynski. Jennie sentía también lo mismo. Era fuerte y consistente. En contra de todos los consejos de la gente que nos rodeaba nos estaba diciendo.

No se nada de el Agua Bendita, pero creo en el poder de la oración y el apoyo. Algo que toca el alma a una persona. Recuerdo cuando Michel tomo mi cabeza en sus manos e hizo la cruz de Cristo y le dijo al tumor que se saliera de mi cabeza. Estas cosas significan mucho para alguien que se encuentra en una enfermedad terminal. Significaba todo para mi.