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FORO ANOREXIA BULIMIA: UNA PASION EN LA VIDA PUEDE REEMPLAZAR EL DESORDEN ALIMENTICIO
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De: LaDraCaroline  (Mensaje original) Enviado: 04/07/2010 19:46

PARA TODOS LOS QUE SUFREN DE TRASTORNOS ALIMENTICIOS: UNA PASIÓN EN LA VIDA PUEDE REEMPLAZAR EL DESORDEN ALIMENTICIO Y LLENAR EL VACÍO UNA VEZ OCUPADO

domingo 4 de julio de 2010




Recuerdo a mi primera paciente con anorexia hace más de 15 años, ella tenía 16 años y estaba a un paso de morir por malnutrición. No tenía idea de que hacer. Recuerdo que me dijeron que alguien me estaba esperando en mi consultorio. Era una chica muy delgadita tan frágil que los huesos pareciera que se iban a romper. Le habían amenazado de que si no entraba al hospital la iban a meter a la fuerza en un hospital psiquiátrico. Cuando yo la ví me impacto su mirada desafiante parecía un animalito lleno de mucha ira y miedo, me dije a mi misma "si esta chica no consigue ayuda en un hospital se va a morir". No quería ayuda estaba con su madre que la había traído a rastras, se le cayeron de su bolso una gran cantidad de pastillas blancas. El caso es que se la llevaron al psiquiátrico a la fuerza por lo que supe después. De ahí se escapó la atrapó la policía por la noche me dijeron al día siguiente y su madre no la quería recibir sino tomaba terapia. Asi que era el hospital psiquiátrico o ayuda psicológica.

La jovencita vino a mi consultorio al día siguiente y estaba ya más calmada, controlada y lista para que la admitieran en el hospital. En este momento era justamente ahora la madre la que estaba histérica. En el hospital la admitieron, su médico la evaluó y fue entonces que la refirieron conmigo.

Ella había estado restringiendo su ingesta alimenticia y utilizando inhibidores del apetito por más de 18 meses. Había perdido un total de 40 libras.

Le comenté que mientras la trataban medicamente y la ayudaban a no morirse de auto inanición, necesitaba ayuda psiquiátrica. En ese entonces me dí cuenta que ni el psiquiatra sabía que hacer con la jovencita. No sabía nada de la anorexia es decir su tratamiento apropiado. En esos años poca gente lo sabía.

La atendió un psiquiatra que la lleno de tranquilizantes muy pesados. Trabajaron con la nutricionista quien gradualmente le ayudo a ganar algo de peso sin causarle problemas médicos. Al principio supe que le aplicaron un tubo nasogastrico un procedimiento muy incómodo para todos.

Durante la primera semana en el hospital tuve temor de que muriera. Era clarisímo desde un principio que la única meta e interés de la joven era bajar de peso. Aparte de todo eso era una joven llena de muchísima rabia.

Se rehusó hablar con su psiquiatra, diciéndole en su lugar que con la única que quería hablar era conmigo. Era mi primera paciente con anorexia y recuerdo haberme sentido muy conectada con ella después de todo mi adolescencia no había sido tan fácil, me sentía incomprendida y por lo menos sabía como ella se sentía. Como yo misma a esa edad, no tenía ni idea cuál era mi identidad.

Finalmente contra todo mi entrenamiento que se limitaba hacer preguntas y esperar respuestas y nunca revelar nada de mi misma. Pero eso no le estaba ayudando a Nancy. Simplemente ella no quería hablarme de esa manera- ella se sentaba y no emitía ninguna palabra. Después de una semana estaba tan frustrada que empecé solo a charlar con ella, decirle que había vivido en México, que había vivido en Nicaragua, que viví en Estados Unidos , lo hermoso que me había parecido Israel y lo mucho que aprendí cuando viví en un kibbutz y que yo misma también había sufrido de desordenes alimenticios. Antes de que me diera cuenta empezó a generarse una conexión y empezó ella a abrirse.

Después de dos meses Nancy había ganado suficiente peso para dejar el hospital. Sus padres al igual que los mios y los de casi todos pensaron que ya porque había ganado peso ya estaba bien. Yo no lo pensé así por experiencia propia. No saben lo difícil que es.

Nancy siguio viéndome en mi consultorio. Visitaba el hospital 3 veces por semana para pesarse y que su médico la evaluara. Ella venía muy contenta y llena de fé, pero de pronto empezó a bajar de peso. Le dije que si bajaba 3 libras más la iban a hospitalizar nuevamente. Lo pensó y su peso se estabilizó de nuevo. En las próximas 3 semanas su peso estaba igual, solo que empecé a verla más delgada y más delgadita.

Sabía lo que estaba haciendo ya que yo misma pasé por eso, (todas las que me leen que han sido anoréxicas saben las trampas que hacemos para pesar más). Asi que pesaba 6 libras menos realmente y la hospitalizaron pero esta vez estaba yo más tranquila porque estaba más abierta conmigo.

La empecé a querer como persona: una jovencita muy solitaria que había sido abusada emocionalmente por una madre muy amargada y casi no tenía ninguna relación con su padre. Descubrí que debajo de toda esa anorexia donde se escondía, habitaba una joven muy brillante y talentosa estudiante. A pesar de sus excelentes grados, nunca sintió que era lo suficientemente buena- la única cosa con la que podía enfrentar las presiones de la vida era controlando su comida de ahí que dejo de comer.

En ese tiempo no sé como le hice para ayudarle pero empezó a ganar Nancy peso y salió del hospital. Segui viéndola 3 veces por semana en mi consultorio. Aún veía a su nutricionista. Y cuando nos veíamos ya no discutiamos ni cuanto pesaba ni nada de comida. En lugar de eso, hablabamos de ella, de quién era ella, que intereses tenía. En estas sesiones tan relajantes, disfrutamos de muy buena compañía. Salió toda esa inteligencia que tenía ella, los miedos ya no estaban ahí, ella finalmente pudo ser capaz de hablar de sus sentimientos de sentirse inadecuada. Hablabamos de todo menos de su peso. Me dijo que quería ser actriz pero que su madre no quería. Yo le dije que yo quería también haberme ido a otro país becada a los 16 años a estudiar las culturas en otros países pero que ni mi padre ni mi padre me hubieran apoyado. Ahora teníamos algo en común.

Nancy se regreso a la escuela para graduarse y entrar a la universidad. Pero había algo en su preparatoria no podría finalizar ese año por haber faltado tantos días en el hospital. No es usual que yo me involucre en estas clases de cosas , pero llamé a la preparatoria y me las arreglé para que la volvieran a aceptar y la dejaran integrarse en esta transición solo unas cuántas horas al día. Ya para el tiempo en que yo me había dado cuenta que había tenido éxito con Nancy, ella ya había terminado su preparatoria e iniciado su universidad con beca.

Dios me las bendiga hijas e hijos míos, no dejen que sus años preciosos se mueran en ese casa sin ventanas sin muebles, sin personas, sin vida, sin comida, sin diversión, sin luz y sobre todo sin DIOS, el mundo es para ustedes hijos míos....les quiero mucho CON DIOS SOMOS INVENCIBLES!!!

su amiga del alma
DraCaroline
 


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