Hola mis amados:
El titulo de este mensaje los dejara pensativos, porque contemplar esta parte del cuerpo?, pues si no lo lees no podras entender lo que nos quieren decir y es muy cierto lo que nos explican, asi que mi anhelo es que después de terminar que tu vida no sea la misma si te sucede esto a ti, porque estamos para aprender, mejorar y asi poder vivir a plenitud siendo ejemplo y apoyo a los demás, asi que animo que Dios tiene mas que darnos siempre y le agrada que seamos transparentes.
CONTEMPLANDO EL OMBLIGO
Hace unos años atrás, escuché un mensaje de liderazgo que encontré bastante gráfico, que capta el esquema mental de muchos líderes cristianos. Este concepto es el de "Contemplar el ombligo". El pensamiento general es que como líderes, pasamos mucho tiempo enfocados en nosotros mismos y nos cuesta ver cualquier otra cosa más. Es como si una persona caminara por la calle mirando su ombligo, sin prestar atención a las señales del camino. Con el paso del tiempo, esa persona sufrirá algún accidente porque no deja de mirar su ombligo. Mientras pienso en este ejemplo, no puedo sino estar de acuerdo. Muchos de nosotros, en nuestro rol de líderes, estamos tan concentrados en nuestras propias fuerzas, debilidades y faltas que muchas veces no logramos ver alrededor y aclarar nuestros pensamientos.
¿Qué es exactamente el contemplar el ombligo?
Para ayudarte a entender mejor el término, pasemos un tiempo definiendo lo que es:
Contemplar el ombligo es orgullo. Me animaría a decir que la mayoría de las personas están de acuerdo con esta declaración. El único problema es que la mayoría de las personas no tienen una buena definición de lo que es el orgullo. El orgullo puede ser una de dos cosas: un énfasis exagerado sobre cuán talentosa es una persona o un énfasis exagerado sobre cuan poco talentosa es una persona. Trabaja en ambos sentidos. Cuando una persona tiene un exceso de confianza en sí misma, es orgullosa. Y cuando una persona piensa que no es capaz de hacer algo hasta un punto extremo, eso también es orgullo. El orgullo es una manera poco saludable de mirarse a uno mismo.
Contemplar el ombligo es estar orientado a las excusas. Cuando una persona está contemplando su ombligo es porque se ha vuelto cómodo excusándose de porqué no puede hacer algo. Siempre hay una excusa válida de por qué no puedo lograr las cosas.
Contemplar el ombligo es no tomar en cuenta la ayuda de otros. El contemplar el ombligo lleva a la tendencia de pasar por alto la ayuda de otros y confiar sólo en las propias habilidades para hacer las cosas. Generalmente se apoya en el pensamiento "Si yo no lo pudo hacer, entonces no será hecho". Todos sabemos que eso no es necesariamente cierto.
Contemplar el ombligo hace que uno se enfoque en la falta de habilidades en vez de la disponibilidad de oportunidades. Aquellos que están esclavizados en la contemplación de su ombligo son especialistas en fijarse en las razones por las que no pueden hacer algo. Por ese tipo de enfoque, ellos no se dan cuenta de las incontables oportunidades que hay en su camino.
¿Cómo sabe que estás contemplando su ombligo?
1. La mayoría de sus pensamientos se centran es usted mismo.
2. Percibes un sentimiento de depresión o tristeza cuando miras hacia el futuro.
3. A las personas les cuesta mucho pasar tiempo contigo.
4. Constantemente, te encuentras como el centro de tu propia atención.
TRES CONDUCTORES
Al superintendente de educación del condado le hacía falta emplear un conductor de autobús escolar, y tenía tres aplicaciones para la vacante. Para seleccionar el hombre más capacitado ideó la siguiente prueba:
* Llevó al primer candidato por cierto camino a un lugar donde había una curva cerrada en una subida fuerte, y le preguntó: “¿Qué tan pegada puede usted acercar el autobús a la orilla del camino en esta curva sin precipitarse, con todo y niños, por el precipicio”? El conductor echó un vistazo, replicando: “Creo que hasta seis centímetros de la orilla, sin arriesgar la seguridad”.
* Al segundo candidato para el trabajo se le planteó la misma situación. Examinó la curva y dijo al oficial del condado: “Creo que puedo llevar el autobús hasta dos centímetros de la orilla, sin caer sobre el precipicio”.
* El superintendente llevó al tercer candidato al mismo escenario, haciéndole la misma proposición. De inmediato, este respondió: “¿Me tiene por loco? A mi no me preocupa qué tan cerca pueda llevar el autobús a la orilla. Más bien, trataré de alejarme lo más posible de la línea de peligro”.
Este fue contratado.
Para el cristiano, hay una “línea de peligro” . El apóstol Juan dijo: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15). Quien procura permanecer pegado lo más posible al mundo de pecado mientras sigue a Cristo, tiene una actitud mala.
Tal cual el tercer conductor, cada individuo debe mantenerse tan distante posible de la zona de peligro. El apóstol Pablo escribió: “Aborreced lo malo, seguid lo bueno”.
Un buen ejemplo, porque debemos siempre pensar en nuestro bienestar y el de los demás, no en que tan osados podemos ser, que atrevidos en efectuar alguna cosa o que la adrenalina siempre este en lo que hacemos, mas cuando hay vidas ajenas a nuestro cargo, pensemos entonces antes de actuar con rapidez sin medir las consecuencias.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.