Deja de lado la necesidad de emitir un juicio de valor respecto de cómo son las cosas. Decide en cambio sentirte inmensa y sinceramente agradecido por todo lo que es, sea lo que fuere que pueda ser.

Acepta en paz la totalidad de este momento y obtendrás acceso a la plenitud de su valor. Decide hacer uso pleno de la única oportunidad que ahora se presenta ante ti.

Simplemente date la posibilidad de hacer, simple y pacíficamente, aquello que hayas decidido hacer. Deja que tus pensamientos y tus acciones se conviertan en fuente de inspiración y en un objetivo positivo.

Reconoce los problemas, las frustraciones y las decepciones como las oportunidades que representan. Reconoce que eres absolutamente capaz de descubrir todo lo bueno y valioso que yace en cada situación.

Siente la fuerza ilimitada de tu propia conciencia y el inapreciable milagro de tu propia existencia. Estate en paz con todo ello, y deja que las bondades de la vida fluyan.

— Gabriel Sandler

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