Un hombre murió,  vió que se acercaba Dios 
y que llevaba una maleta consigo.
Dios le dijo: "Bien hijo es hora de irnos"
El hombre asombrado preguntó:  ¿Ya? ¿Tan pronto? 
¡Tenía muchos planes!
¡Lo siento pero es el momento de tu partida!
 ¿Qué traes en la maleta?  
preguntó el hombre.
Y Dios le respondió: ¡Tus pertenencias!
¿Mis pertenencias?
 ¿Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero?
Dios le respondió: "Eso nunca te perteneció, eran de la tierra"
 ¿Traes mis recuerdos?
 "Esos nunca te pertenecieron, eran del tiempo"
¿Traes mis talentos?
 "Esos no te pertenecieron, eran de las circunstancias"
 ¿Traes a mis amigos, a mis familiares?
"Lo siento, ellos nunca te pertenecieron, eran del camino"
¿Traes a mi mujer y a mis hijos?
 "Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón"
 ¿Traes mi cuerpo?
" Nunca te perteneció, ese era del polvo"
 ¿Entonces traes mi alma?
 ¡No! Esa es mía.
Entonces el hombre lleno de miedo,
 le arrebató a Dios la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía.
Con una lágrima de desamparo brotando de sus ojos, el hombre dijo:
 ¿Nunca tuve nada?
"Cada uno de los momentos que viviste  fueron solo tuyos"
Anónimo

 
    
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