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| De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 24/11/2023 02:31 |
Siento agradecimiento por la vida. Estoy en paz.
Paz interna
La vida es la energía de Dios que fluye en mí, llenando mi cuerpo de vigor e iluminando mi mente. Es ese espíritu confiado, creativo y resistente que se expresa en todo lo que soy y en todo lo que hago.
Doy gracias por la vida en mí. Siento agradecimiento por la salud, por la habilidad que tiene mi cuerpo de trabajar y descansar, y por el espíritu crístico en mí. Aprecio mi mente y su habilidad de pensar y crear. En cualquier situación retadora, dirijo mi atención a Dios, mi fuente de paz interna y serenidad. Al permanecer en armonía con la presencia divina, se me muestra el camino hacia la acción correcta. Al confiar en mi fuente interna de vida para satisfacer todas mis necesidades, soy bendecido ricamente, y estoy en paz.
“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, …Y sed agradecidos.”—Colosenses 3:15
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Demuestro receptividad al poder sanador y divino en mí.
Curación
El aliento del Espíritu me llena. El poder ilimitado de Dios sana y revitaliza mi mente y cuerpo. Si siento inquietud por las tareas ante mí, me detengo y presto atención a mi respiración. Hago una pausa y respiro consciente del aliento divino.
Reconozco que el poder de Dios puede sanarlo todo. Dejo ir cualquier distracción externa, me calmo y, por un momento, descanso en silencio. Inhalo sabiendo que el poder de Dios me llena de energía, y exhalo soltando cualquier aflicción o quebranto. Al hacerlo, siento calma y paz. Sé que con cada aliento que tomo, me lleno de un poder sanador y divino, y me revitalizo en mente, cuerpo y espíritu. ¡Gracias, Dios!
“El espíritu de Dios me hizo y el soplo del Omnipotente me dio vida.”—Job 33:4
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