Pàgina principal  |  Contacte  

Correu electrònic:

Contrasenya:

Inscriviu-vos ara!

Heu oblidat la vostra contrasenya?

EL CUARTO CAMINO DE GURDJIEFF-BENNETT
Per molts anys, KALIANA !                                                                                           Per molts anys, Esther B !
 
Novetats
  Afegeix-te ara
  Plafó de missatges 
  Galeria d’imatges 
 Arxius i documents 
 Enquestes i Tests 
  Llistat de Participants
 General 
 1.- CURSO BREVE SOBRE LA ATENCION 
 2- CURSO LENGUAJE 
 3.- CURSO YOES 
 Curso de Crecimiento-Nivel 1 
 Curso de Evangelios 
 Curso Fragmentos Enseñanza desconocida 
 Curso Psicología Posible Evolución Homb 
 SITTING 
 LIBROS 
 CUENTOS 
 DICCIONARIO 
 VIDEOS 
 COMPARTIR 
 MÚSICA 
 Curso de Observación de Sí 
 Reportes Cronistas Expediciones 
 Curso de Observación de Si 2 
 Curso de Observacion de Si, 3 
 EL CAMINO DE UN HOMBRE 
 Seminario Barcelona 2012 
 CURSO DE SIMBOLOGÍA 
 Cronista Curso de Cuentos 
 Cronista Curso de Octavas/2013 
 GRUPO BARCELONA 
 PLEGARIA 
 Notas de JANE HEAP 
 TALLER DE CHAKRAS 
 
 
  Eines
 
General: DIOS - KHALIL GIBRAN
Triar un altre plafó de missatges
Tema anterior  Tema següent
Resposta  Missatge 1 de 1 del tema 
De: LUISWAYUU - ASHSHUA  (Missatge original) Enviat: 13/10/2019 18:32

Dios

(Khalil Gibran)

En los días de mi más remota antigüedad, cuando el primer temblor del habla llegó a mis labios, subí a la montaña santa y hablé a Dios, diciéndole: «Amo, soy tu esclavo. Tu santa voluntad es mi ley, y te obedeceré por siempre jamás».

Pero Dios no respondió, y pasó de largo como una tempestad violenta.

Mil años después volví a subir a la montaña santa, y hablé otra vez con Dios, diciéndole: «Creador mío, soy tu criatura. Me hiciste de barro, y te debo todo cuanto soy».

Y Dios no contestó; pasó de largo como si fuera un pájaro de mil alas desplegadas.

Y mil años después volví a escalar la montaña, y hablé a Dios nuevamente, diciéndole: «Padre, soy tu hijo. Tu piedad y tu amor me dieron la vida, y mediante el amor y la adoración heredaré tu Reino».

Pero Dios no respondió; pasó de largo como la niebla que tiende un velo sobre las lejanas montañas.

Y mil años después volví a escalar la sagrada montaña, y volví a invocar a Dios, diciéndole: «¡Dios mío!, mi supremo anhelo y mi plenitud, soy tu ayer y eres mi mañana. Soy tu raíz en la tierra y tú eres mi flor en el cielo; juntos creceremos ante la faz del sol».

Y Dios se inclinó hacia mí, y me susurró al oído dulces palabras. Y como el mar, que abraza al arroyo que corre hasta él, Dios me abrazó.

Y cuando bajé a los valles y a las planicies, vi que Dios también estaba allí.



Primer  Anterior  Sense resposta  Següent   Darrer  

 
©2024 - Gabitos - Tots els drets reservats